Dos ruedas ¨¢giles y sostenibles
La transformaci¨®n de la movilidad urbana y el factor el¨¦ctrico impulsan, poco a poco, el renting de motos, bicis y patinetes
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Parece que el renting de motos y veh¨ªculos ligeros de dos ruedas (bicis y patinetes) comienza a transitar el prometedor futuro que se le augura en Espa?a, impulsado por una mayor implantaci¨®n en el ¨¢mbito profesional (m¨¢s t¨ªmida entre particulares), gracias a la transformaci¨®n de la movilidad dentro de las ciudades y la irrupci¨®n del segmento el¨¦ctrico.
Con cautela, eso s¨ª, pues sus cifras a¨²n son residuales comparadas con la automoci¨®n ¡ªque matricula en renting uno de cada cuatro veh¨ªculos en Espa?a¡ª y, seg¨²n Jos¨¦-Mart¨ªn Castro, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Renting (AER), el renting de motos a¨²n ¡°no conforma una masa cr¨ªtica¡± dentro del parque espa?ol (m¨¢s de 805.500 veh¨ªculos). Desde la asociaci¨®n se aprecia ¡°que las matriculaciones de renting de motocicletas y ciclomotores en el primer trimestre de 2022 se han m¨¢s que duplicado con relaci¨®n al mismo periodo de 2021¡å, concreta Inma Garc¨ªa, directora de comunicaci¨®n. El indicativo de una tendencia que seguir¨¢ aumentando en el futuro.
¡°Tiene todo el sentido¡±, coincide Jos¨¦ Mar¨ªa Ria?o, secretario general de la Asociaci¨®n Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor), quien cree que los ingredientes para que el renting motero se desarrolle est¨¢n en el mercado, y solo falta que marcas y empresas del sector apuesten por ¨¦l. ¡°La sociedad ha salido de la pandemia con ganas de vivir, de salir, y la moto de ocio es precisamente eso, sensaci¨®n de libertad¡±, asegura. ¡°Si alguien ten¨ªa en mente comprarse a futuro la moto de sus sue?os, parece que est¨¦ anticipando el cumplimiento de esos sue?os¡±, afirma, pues las ventas en los cuatro primeros meses de 2022 han crecido casi un 10%, especialmente en modelos para ocio y deporte, que suponen casi la mitad de la cuota de mercado en Espa?a, frente al sector de la movilidad, liderado por los scooters.
Barrera cultural
La cuesti¨®n que surge es por qu¨¦ no crece con igual nervio la opci¨®n del renting (3,4 % de las matriculaciones totales en 2020, seg¨²n Anesdor). ¡°Hay una barrera cultural¡±, explican desde AER. ¡°La cultura motera tiene un af¨¢n de pertenencia que en el coche hemos superado hacia una movilidad m¨¢s racional¡±, dice Inma Garc¨ªa, aunque hay indicios de cambio de prioridades entre los nuevos clientes que llegan al renting: una concienciaci¨®n de sostenibilidad, rechazo de compromisos a muy largo plazo y, en situaciones de incertidumbre, una preferencia hacia el pago por uso, sintetiza el presidente de AER.
Dami¨¢n Mart¨ªn, director del ¨¢rea B2B en Cooltra, cuya plataforma de renting alcanza las 5.000 unidades entre uso empresarial (B2B) y particular (B2C), a?ade una falta de cultura financiera que perpet¨²a la creencia de que el renting es una opci¨®n m¨¢s cara que la compra: ¡°Se olvida que tiene incluido una serie de servicios que al comprar tambi¨¦n se van pagando a lo largo del tiempo, como el seguro, el mantenimiento¡ La gente se acuerda cuando va al taller y paga 700 euros de reparaci¨®n¡±. Para Ria?o, de Anesdor, la ausencia de un hist¨®rico en la tasaci¨®n del valor de las motos, es decir, ¡°el valor que tendr¨¢ la moto al terminar el renting¡±, tambi¨¦n lastra el despegue de este mercado, pues conocerlo de antemano es clave para fijar el precio del alquiler y dar salida despu¨¦s a estos veh¨ªcu?los en el mercado de ocasi¨®n.
Dos claves de futuro
¡°La nueva movilidad urbana de dos ruedas va a modificar el modelo cultural que existe en torno a la moto¡±, vaticina Jos¨¦-Mart¨ªn Castro. En este contexto, Daniel Ruiz, supervisor de desarrollo de negocio en Alphabet, empresa que ha crecido un 20% en renting de motos en los ¨²ltimos cuatro a?os, observa un cambio en el perfil del usuario, ¡°que usa la moto menos por la parte emocional y m¨¢s por su utilidad, como herramienta para desplazarse, y que se sit¨²a m¨¢s cerca del pago por uso¡±. El crecimiento que ha experimentado Cooltra en su divisi¨®n B2B ¡ªun 48% en el ¨²ltimo a?o¡ª muestra este cambio de escenario. En torno al 80% de su flota de renting (no incluye el segmento sharing) se dedica a uso profesional, especialmente en delivery y ¨²ltima milla de e-commerce, pero tambi¨¦n figuran empresas de seguridad o cuerpos policiales como la Guardia Urbana de Barcelona o la Polic¨ªa Municipal de Madrid. ¡°Conforme el espacio urbano sea m¨¢s reservado al peat¨®n y menos al coche, la moto se va a evidenciar absolutamente necesaria¡±, apostilla Castro.
La segunda clave es la irrupci¨®n de la moto el¨¦ctrica, pues la incertidumbre tecnol¨®gica que genera puede animar, seg¨²n Ria?o, el sector de alquiler. ¡°Estamos hablando de un mercado novedoso, con una evoluci¨®n tecnol¨®gica rapid¨ªsima, y una f¨®rmula de renting viene a solucionar estos reparos¡±, aclara. ¡°Nadie duda de que funciona perfectamente¡±, reconoce Daniel Ruiz, ¡°pero la incertidumbre de que en el futuro llegar¨¢ un producto m¨¢s moderno, con m¨¢s prestaciones y a mejor precio¡±, a?ade, puede favorecer la opci¨®n del renting, que ofrece una moto el¨¦ctrica a cuota fija con todo incluido (seguro, mantenimiento, da?os).
¡°En 2018 hubo un cambio en el mercado¡±, explica Dami¨¢n Mart¨ªn. Desde entonces, la demanda de renting el¨¦ctrico en Cooltra no ha hecho m¨¢s que crecer, especialmente en los veh¨ªculos de uso profesional. ¡°En nuestra divisi¨®n B2B la moto el¨¦ctrica representa el 72% de la flota¡±, porque para las empresas, explica, el volumen de kil¨®metros al mes, y el consiguiente ahorro de combustible, resulta diferencial. Entre particulares, la tendencia es menos acusada, y la demanda el¨¦ctrica representa el 20% del segmento B2C.
El ¡®microrrenting¡¯ conquista la ciudad
El modelo de suscripción abre un “paradigma de movilidad diferente y que, probablemente, sea el futuro”, opina Inma García, de AER. Una evolución del renting clásico dirigida a quienes apuestan por bicis y patinetes para moverse por la ciudad, pues elimina la permanencia obligatoria y, a diferencia del sharing, permite disfrutar de un vehículo propio (mantenimiento y seguro incluidos). Wyfly, Gomeep, Swapfiets o la más reciente Kleta personifican el crecimiento de esta modalidad en España; nacida en julio de 2020, esta última firma supera las 1.500 suscripciones activas y tiene presencia en tres ciudades (Barcelona, Valencia y Sevilla). Una expansión que Falk Siegel, cofundador de Kleta, atribuye a una buena retención del cliente, “no reemplazan el servicio por una bici propia ni cambian a otros métodos de transporte”, asegura, y al empuje de la bici eléctrica. Eso sí, “el mercado es muy incipiente”, advierte Jesús Freire, secretario de la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE), y aún “estamos en una sociedad cochista”, dice Damián Martín, de Cooltra. Una sociedad en la que Siegel reconoce la necesidad de una “educación de todos los que participan en el tráfico, porque al final un ciclista es mucho más débil que alguien en una moto o en un coche”. También falta madurez legislativa, explica George Parker, CEO de Gomeep, especialmente respecto a los patinetes: “Un día no se necesita casco, y al día siguiente sí; un día no se necesita seguro, pero al día siguiente es obligatorio mostrarlo. Hay mucha ambigüedad en torno a la regulación de uso por ser un producto relativamente nuevo”, afirma Parker.
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