As¨ª es el d¨ªa a d¨ªa de siete mujeres del mundo rural: desde una experta en la sombra en vino de Rioja a una mariscadora
Muchos de los proyectos actuales de innovaci¨®n agraria han partido de iniciativa femeninas, lo que significa que la labor de las mujeres es crucial ante la amenaza de la despoblaci¨®n y la gesti¨®n del territorio

Nuestro sistema alimentario actual hace aguas. La posibilidad, hasta ahora inconcebible, de contar con alimento suficiente en cualquier momento del a?o ha alejado al habitante de la urbe del lugar donde se produce y se transforma la comida. En el imaginario de las ciudades, la industria alimentaria ha sustituido el papel del sector primario releg¨¢ndolo a espacio de recreo y, a sus habitantes, en meras figuras decorativas. Esta falta de visibilidad y reconocimiento del trabajo rural se hace especialmente grave en el caso de las mujeres, tradicionalmente relegadas a actores secundarios en unas estructuras sociales que perpet¨²an el sistema patriarcal con leyes y creencias discriminatorias.
En un momento en que se tambalean los ejes sobre los que gravitan la alimentaci¨®n mundial ¡ªla globalizaci¨®n, la concentraci¨®n de la comida y su distribuci¨®n en pocas manos, la p¨¦rdida consecuente de la soberan¨ªa alimentaria de los pueblos¡ª los problemas globales pasan por soluciones locales m¨¢s justas que incluyan a las mujeres como principales generadoras de actividades productivas con los mismos derechos que secularmente se les han negado. Muchos de los proyectos actuales de innovaci¨®n agraria han partido de iniciativa femeninas, lo que significa que su labor es crucial para la vertebraci¨®n del territorio y evitar la despoblaci¨®n. Son activas emprendedoras, trabajadoras bien formadas, asamblearias, guardianas de tradiciones seculares y nuevas voces en espacios que dinamizan con su capacidad de enraizar y transformar.
En todos los ¨¢mbitos que componen la cadena alimentaria hay manos de mujeres que trabajan, muchas veces, en la sombra, cuyo compromiso no siempre llega al consumidor que ignora el origen de su alimento. Ya sea en la producci¨®n, la transformaci¨®n, la conservaci¨®n ¡ªun aspecto fundamental en las despensas¡ª, la distribuci¨®n o la comunicaci¨®n, las voces de las mujeres est¨¢n ah¨ª. En sus discursos suelen incluir temas acuciantes para la consecuci¨®n de una sociedad inclusiva y justa, como la conciliaci¨®n familiar y la gesti¨®n del tiempo, los problemas derivados del cambio clim¨¢tico, el bienestar animal en una sociedad que culpabiliza al sector ganadero de todos sus males, la losa de la burocracia, la necesidad vital de un contacto m¨¢s directo con la naturaleza, la seguridad laboral o las mejoras de las condiciones de empleo.
Yas Retch y Sara Guti¨¦rrez, maestras queseras
Emprendedora rural desde la Granja Circus, en Girona, Yas Retch es, adem¨¢s de pastora de vocaci¨®n tard¨ªa, una activa comunicadora de la problem¨¢tica rural, ganadera en extensivo en Catalu?a y exmiembro del colectivo Ramaderes.cat cuyo eslogan es ¡°Sense pastura no hi ha revoluci¨®¡± (¡±Sin pastoreo no hay revoluci¨®n¡±). Porte?a de origen, de 38 a?os, lleva m¨¢s de diez en la comarca de La Selva con su compa?ero y su hijo, tiene un centenar de ovejas lachas que cada d¨ªa salen a pastar por las tierras arrendadas que ocupa, si la sequ¨ªa se lo permite. ¡°Este a?o se sec¨® el pozo y hemos hecho trasterminancia (trashumancia de corto recorrido)¡±, cuenta. La falta de pastos conlleva menos partos, compra de forraje, encarecimiento y empeoramiento de la calidad del queso de leche cruda que elabora. Vende su producto de forma directa ¡ªpuerta a puerta, de feria en feria¡ª junto a la carne de cordero.

Retch aborrece la vis¨®n buc¨®lica del campo que ofrece la nueva literatura gastron¨®mica, defiende un estatus digno para las personas que ejercen el pastoreo y una visi¨®n ecofeminista de la gesti¨®n del territorio mediante la ganader¨ªa extensiva, al igual que su compa?era, Sara Guti¨¦rrez, antigua fot¨®grafa profesional y ahora pastora de un reba?o de cabras alpinas en ?ller, La Cerdanya. Su queser¨ªa 30 Cabres es un peque?o ejemplo de lo que ella entiende por bienestar animal, un establo donde solo faltan mesitas de noche con luz tenue para los mastines y cabras que dormitan juntos. Renunci¨® a la inversi¨®n en una vivienda de precios disparatados para dar prioridad a la comodidad de su reba?o con el que produce uno de los mejores quesos de cabra de la comunidad. Guti¨¦rrez, de 45 a?os, no tiene pelos en la lengua: ¡°Estas vacas estaban mejor cuidadas antes de la llegada de la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n. Ahora pasan el invierno a la intemperie¡±. Dice refiri¨¦ndose a los animales de su entorno. Relata su dif¨ªcil llegada a este pueblo moribundo ¡ªLa Cerdanya est¨¢ a un paso de ser tan solo una zona residencial de los barceloneses¡ª a donde llegaron hace poco m¨¢s de cinco a?os. ¡°La propia administraci¨®n te aconseja montar un hostal rural, am¨¦n de las trabas que ponen los propios payeses de la comarca a la hora de negociar la venta y titularidad de unas tierras para su explotaci¨®n, sobre todo cuando al frente ven a una mujer¡±.

N¨²ria Y¨¢?ez, al pie del olivar
Un recibimiento m¨¢s agradable tuvo N¨²ria Y¨¢?ez, de 49 a?os, en Carcabuey, provincia de C¨®rdoba. ¡°Era muy joven cuando llegu¨¦. De hecho, los hombres del campo me trataban como ¡®la ni?a¡¯. Su desconfianza hacia m¨ª era m¨¢s fruto de mi juventud que por el hecho de ser mujer¡±, cuenta. Recuerda tambi¨¦n como sin sus vecinas no hubiera podido sobrellevar la leucemia de su hijo. ¡°Son mi familia en el pueblo¡±, afirma, esta ingeniera agr¨®noma sevillana, al frente de un equipo en la cooperativa aceitunera Almazaras de la Subb¨¦tica. ¡°El 53% son mujeres y mi labor comprende desde aconsejar al agricultor, supervisar el proceso del campo a la almazara, la gesti¨®n de la burocracia que implican las diferentes subvenciones y ayudas, el control de la maquinaria agr¨ªcola y, en ocasiones, la comunicaci¨®n de la empresa¡±. Se enorgullece de su trabajo en este espacio rural del que han huido los j¨®venes: ¡°Es verdad que trabajar en el campo est¨¢ estigmatizado, no se ve como una profesi¨®n de prestigio social, falta personal cualificado, pero el fallo es de los padres que lo transmiten como una condena¡±. Reconoce que en una empresa que ha recibido el Premio Excelencia a la innovaci¨®n para mujeres rurales por parte del Ministerio de Agricultura en el 2017, en el 2018 el premio Igualdad de la Diputaci¨®n de C¨®rdoba y, en el 2019, el Premio Meridiana de la Junta de Andaluc¨ªa la figura del molinero o del encargado sigue siendo un hombre, que a¨²n oye que las mujeres seleccionan mejor la aceituna de mesa porque sus dedos son m¨¢s finos y h¨¢biles. ¡°Entonces, ?por qu¨¦ los relojeros son hombres?¡±, apunta. Tiempo al tiempo.
Mar¨ªa Jos¨¦ Cacabelos, una mujer de mar
El tiempo es, precisamente, lo que m¨¢s valora Mar¨ªa Jos¨¦ Cacabelos, de la asociaci¨®n cultural Mulleres do mar de Cambados, Guimatur, formado por mariscadoras y redeiras de esta poblaci¨®n de Pontevedra. Mientras hace la compra explica por qu¨¦ est¨¢ en esta asociaci¨®n de la que fue presidenta: ¡°El oficio lo aprend¨ª de mi madre y mi abuela que eran mariscadores. Las mujeres gallegas, muchas de ellas viudas de pescadores, sacaban adelante la casa, la tierra, los animales, vend¨ªan el pescado y, cuando hab¨ªa posibilidad, se iban a mariscar para con lo ganado comprar aceite y las cosas de la casa. ?Me entiendes? ?Qu¨¦ es un trabajo duro? S¨ª, pero yo no volver¨¦ a trabajar hasta el martes¡±. Explica la estricta regulaci¨®n actual de su trabajo a trav¨¦s del PERMEX ¡ªel permiso que capacita para mariscar¡ª y los cambios que ella ha vivido en la situaci¨®n laboral de las mariscadoras. ¡°Iban sin chubasqueros o aprovechaban los de los hombres, con esparto por encima, descalzas, no notaban ni los golpes en los pies, orinaban en un hoyo y ah¨ª los met¨ªan para calentarlos. Vend¨ªan casa por casa al precio que quer¨ªan darles, si eran 25 kilos, les pagaban por 17. Nosotras llevamos neopreno, botas de agua y carritos¡±. Y sigue insistiendo en que lo m¨¢s importante para ella es el tiempo para vivir, tiempo para estar con los suyos y, sobre todo, la imprescindible colaboraci¨®n entre las compa?eras.
Mar¨ªa Mayahorta y Dori P¨¦rez, el presente en las conserveras
¡°Soy Mar¨ªa Mayaorta, de Ayamonte (Huelva). Soy enlatadora y envasadora en Pesasur, conservera onubense de caballa, melva y at¨²n, principalmente. Trabajo aqu¨ª desde hace 31 a?os. Soy presidenta del comit¨¦ de empresa¡±, dice para presentarse. ¡°Es un trabajo duro, padecemos de brazos, de espalda y de infinidad de dolores aunque las condiciones han mejorado mucho, a pesar de todo. Antes trabaj¨¢bamos cuatro mujeres sentadas en un banco de madera. Estas instalaciones en la ribera del Guadiana est¨¢n mejor, cada una en su asiento¡±. En ello coincide con Dori P¨¦rez Pereira, trabajadora de la empresa USISA, en Isla Cristina, desde hace 34 a?os y miembro del comit¨¦ de empresa. ¡°El trabajo en la hosteler¨ªa o en el comercio no es mejor. No tienes los mismos d¨ªas festivos que tu familia. Este es un trabajo estable, con contrato y Seguridad Social¡±, reflexiona. En cuanto a las condiciones laborales a?ade que ¡°el convenio termin¨® en 2021 a nivel provincial y a¨²n no hay otro¡±. Los recuerdos de las mujeres que las precedieron ponen en evidencia el miedo a la inseguridad laboral. En un trabajo que depend¨ªa del volumen de pesca, las mujeres trabajaban sin contrato. Simplemente, sal¨ªan a la calle cuando o¨ªan la sirena del cami¨®n que avisaba de la buena captura y hac¨ªan su labor sin rechistar. Ahora el salario est¨¢ asegurado: ¡°Somos fijas discontinuas¡±, detalla. Tanto en Ayamonte como en Isla Cristina (Huelva), la conservera es un modo de vida, asegura P¨¦rez, de 50 a?os, quien despu¨¦s de tres d¨¦cadas de trabajo tiene un puesto de responsabilidad: ¡°Tambi¨¦n han cambiado los roles. Estamos llegando a un punto m¨¢s igualitario. La rutina del pelado y el estibado, el aceitado o el cierre tambi¨¦n lo hacen los hombres¡±.

Marisa Velilla, una experta en vino en la sombra
Una b¨²squeda de informaci¨®n previa en Internet sobre Marisa Velilla ¡ªconsultora, experta en marketing y comunicaci¨®n del vino y brand manager del Master of Wine Tim Atkin¡ª solo arroja este extracto de un art¨ªculo del diario Noticias de ?lava: ¡°Marisa Velilla, que ha tenido que coordinar una impresionante operaci¨®n para el env¨ªo a Londres de 1.200 muestras de vino de 266 bodegas y adem¨¢s ha tenido que actualizar la lista anual de restaurantes y bares de copas con que se cierra el informe¡±. El gur¨² y prestigioso cr¨ªtico brit¨¢nico de vinos Tim Atkin, copresidente del International Wine Challenge, dice de ella: ¡°No podr¨ªa pedir una mejor mano derecha o representante en Rioja y en Espa?a¡±.

Cuenta Velilla que Tim Atkin estaba buscando una persona en Espa?a muy vinculada al sector del vino, concretamente a Rioja, que conociese tanto el territorio de la D.O.Ca como sus vi?edos, sus gentes y la forma tan especial que tienen de vivir el vino. ¡°Este conocimiento ¨ªntimo del mundo del vino de Rioja forma parte de mis or¨ªgenes, hasta de mi sangre. Mis amigos dicen que tengo vino en las venas, pues nac¨ª en Lapuebla de Labarca, un peque?o pueblo de Rioja Alavesa rodeado de vi?edos y bodegas¡±, explica. Desde peque?a tuvo contacto con el campo, los vi?edos y este mundo gracias a sus padres, humildes y afanados agricultores durante toda su vida, y a sus seis hermanos que tambi¨¦n desde muy j¨®venes se han dedicado al cultivo de la vid, las bodegas o incluso, uno de ellos, a la toneler¨ªa.
En 2016, un amigo en com¨²n con Tim Atkin les puso en contacto. ¡°Y tras una reuni¨®n en uno de sus viajes a Rioja, entr¨¦ a formar parte del selecto grupo de colaboradores que Atkin tiene en todo mundo¡±. Desde aquel d¨ªa, Marisa Velilla es su interlocutora con la D.O.Ca. Rioja. ¡°Gestiono y fortalezco la relaci¨®n de Tim con las bodegas que la forman. Nacer y vivir en Rioja, ser parte de la misma, me permite estar en contacto directo y continuo con peque?os agricultores, bodegas y creadores de vino que tienen una forma diferente de hacer las cosas, algo especial que mostrar, y para los que conseguir visibilidad es tan dif¨ªcil como relevante. Soy su enlace con Tim, un altavoz para todos. Adem¨¢s, tambi¨¦n gestiono su marca personal con las bodegas de otras D.Os de Espa?a que visita (Ribera de Duero, R¨ªas Baixas, Rueda, Castilla-La Mancha, Alicante o Tenerife), en eventos y salones de Rioja a nivel nacional; y este a?o, por primera vez a nivel internacional, ya que le acompa?ar¨¦ a Londres a un nuevo evento el pr¨®ximo febrero¡±.
Lo que m¨¢s le gusta de su trabajo empieza con el reto de cada octubre: ¡°21 d¨ªas, sin descanso alguno, recorriendo m¨¢s de 3.400 kil¨®metros de la geograf¨ªa de Rioja (Rioja Alta, Rioja Alavesa y Rioja Oriental) visitando cientos de bodegas para catar nuevas creaciones. En este viaje tan intenso es importante visitar los vi?edos, tocar la tierra, para que los bodegueros, sean grandes o peque?os, transmitan sus inquietudes y la forma que tienen de trabajar el campo, su relaci¨®n particular con el vi?edo. Este pasado octubre, hemos visitado y catado ?m¨¢s de 1.300 vinos! de 313 bodegas¡±. A pesar de todo, asegura que no necesita un foco sobre ella para sentirse realizada, aunque le hubiera gustado ser Master of Wine. ?Y, por qu¨¦ no? ¡°La edad, es costoso econ¨®micamente, tengo un hijo adolescente que tiene que estudiar, tendr¨ªa que hablar un ingl¨¦s t¨¦cnico, de especializaci¨®n y me obligar¨ªan a viajar¡±.
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