Boadas, la cocteler¨ªa que cumple 90 a?os y permanece ajena al bullicio de las Ramblas
Marc ?lvarez y Simone Caporale regentan desde hace un a?o el establecimiento, inaugurado en 1933 y fuertemente vinculado a la tradici¨®n coctelera cubana, donde se sigue honrando a los cl¨¢sicos
Traspasar las puertas de Boadas permite viajar en el tiempo, a una ¨¦poca en la que Barcelona a¨²n manten¨ªa unas fuertes conexiones con Cuba y su cocteler¨ªa, de las mejores en la primera mitad del siglo XX. Fue Miguel Boadas, un 24 de octubre de 1933, quien inaugur¨® un tri¨¢ngulo del beber que con los a?os se ha hecho m¨¢s imprescindible que nunca.
Aquel joven, que naci¨® en La Habana en 1895, de padres oriundos de Lloret de Mar, primero hizo fortuna y carrera en El Floridita, el legendario bar cubano donde el Daiquiri fue religi¨®n. All¨ª estuvo hasta comienzos de los a?os veinte, cuando emigr¨® a una Barcelona rebosante de estupendas barras. En muchas de ellas trabaj¨®. Con 27 a?os, Boadas se deja ver tras el mostrador del Moka, el Bar Nuria, el Maison Dor¨¦e de la plaza de Catalu?a y el Kiosko de Canaletas. En este ¨²ltimo, en su a?orada piscina, Miguelito ense?¨® a la sociedad catalana lo que era el escanciado a la manera cubana, con dos vasos mezcladores, que permit¨ªa oxigenar y refrescar muchos de los combinados que elaboraba. Lo que vino despu¨¦s ya forma parte de la historia.
¡°Antes se abusaba de escanciar. Hemos querido limitarlo y hacerlo con aquellas bebidas donde s¨ª es necesario, como las m¨¢s indicadas para el aperitivo¡±, apunta Marc ?lvarez, el hombre que ahora contin¨²a con el legado de este s¨ªmbolo barcelon¨¦s. Junto a ¨¦l est¨¢ Simone Caporale, con el que tambi¨¦n lidera Sips, que se posicion¨® en el tercer puesto de la ¨²ltima lista The World¡¯s 50 Best Bars. Los dos, emblemas del c¨®ctel en una Barcelona euf¨®rica por el vaso mezclador, se hicieron con este diminuto trozo de historia ¡ªson poco m¨¢s de 20 metros¡ª en el verano del a?o pasado. ¡°Detr¨¢s hemos tenido a un socio capitalista que ha entendido la importancia del mundo de la cocteler¨ªa y de estas cuatro paredes¡±, se?ala ?lvarez, formado en la parte l¨ªquida del grupo elBarri, de Albert Adri¨¤. Despu¨¦s de hacer muchas plantillas de Excel, concluye que ¡°Boadas no es un negocio¡±. Y contin¨²a: ¡°El plan de viabilidad es una chaladura, al final lo que hemos comprado es un museo¡±.
Un museo donde se puede seguir bebiendo como se hac¨ªa antiguamente. Si acaso, han ¡°microtuneado¡±, como les gusta decir, algunas recetas para adaptarlas a los paladares de hoy en d¨ªa. ¡°No queremos prostituir la historia de Boadas, no tiene sentido¡±, se?ala. El clasicismo es la columna vertebral de una carta donde sigue brillando la herencia cubana de su fundador, con tragos irresistibles como el Daiquiri, el Old Cuban, el Mojito o la Canch¨¢nchara, el padrino de todos los c¨®cteles cubanos.
?lvarez reconoce que ha sido un reto enfrentarse a estos cl¨¢sicos: ¡°Nos hemos tenido que actualizar y volver a recetas que ya ten¨ªamos olvidadas. El paladar se ha reacostumbrado¡±. Ahora, con dos barman, un barback ¡ªun asistent¡ª y una posici¨®n de sala, contin¨²an despachando cl¨¢sicos y nuevos cl¨¢sicos. ¡°Tambi¨¦n hemos hecho un recopilatorio, una gu¨ªa interna, de c¨®cteles cl¨¢sicos y de autor recientes. Hay tantas microvariaciones que hay que ir con mucho cuidado para que todo salga igual¡±, dice. Su Negroni, por ejemplo, lleva Cinzano y Bombay; el Adonis lo hacen con vermouth Cocchi y jereces de Harveys; y las cerezas las maceran en una mezcla de licores de hierbas y marraschino. Y confiesa: ¡°Aprovechando la tecnolog¨ªa de Sips, utilizamos un atomizador para hacer aromas de lim¨®n y de naranja que luego ponemos a determinados c¨®cteles. Son concentrados cuya presencia es muy leve¡±.
La imagen de Miguel Boadas y la de su hija, Maria Dolors, heredera en la d¨¦cada de los ochenta y siguientes de la tradici¨®n del buen servir y el escanciar, observan desde las paredes de madera, repletas de recuerdos que han ido dejando figuras de la escena barcelonesa. Dibujos de Perich, textos de Manuel V¨¢zquez Montalban o fotograf¨ªas donde se puede atisbar a Joan Manuel Serrat son la nota dominante. Tambi¨¦n el contundente mostacho negro de un camarero, Jer¨®nimo Vaquero. ?l fue quien tras la muerte de Maria Dolors se hizo cargo del Boadas. A pesar de los cambios a bien, sus formas de antes, su tacto con el cliente y su buena mano con las mezclas se siguen echando de menos. ¡°Le pedimos a Jer¨®nimo que estuviera los tres primeros meses con nosotros, as¨ª pod¨ªamos entender como funcionaba esto. Son muchos a?os con los mismos feligreses y de alguna forma son a los que hay que cuidar. Aqu¨ª hay gente que viene desde hace 30 a?os y se toma el c¨®ctel en el mismo rinc¨®n y en la misma silla, leyendo el mismo periodico¡±, indica un ?lvarez al que no le cuesta echar la vista atr¨¢s y hacer memoria.
Su primer momento fue con 20 a?os, con su madre, tras el d¨ªa del libro: ¡°Siempre ha sido un punto neur¨¢lgico, pero durante Sant Jordi recuerdo verdaderas tanganas. No hab¨ªa servicio de barra, hab¨ªa una batida para recoger copas y montones de adonis, negronis y dry martinis¡±. Aquellos camareros eran m¨¢quinas de escupir c¨®cteles, como gr¨¢ficamente los describe. Este a?o ?lvarez volvi¨® a revivir aquello, pero detr¨¢s del mostrador. ¡°No faltamos ninguno, tampoco Simone. Todos deb¨ªamos estar para una fecha tan importante en la que esto se pone a rebosar¡±. Un Boadas que se rejuvenece mirando al pasado, sin perder su esencia de siempre.
Sofia Loren, el c¨®ctel que se sirvi¨® hace 40 a?os en honor a la actriz italiana
A finales de noviembre de 1979, Sofía Loren se dejó caer por España para presentar las que eran sus primeras memorias, Sofia, vivir y amar, publicadas por la editorial Bruguera, que para la ocasión contrató una avioneta e hizo desfilar a la actriz de 45 años por Barcelona, Madrid y Valencia.
En el primer destino que le tocó visitar, en el antiguo Ritz de la Gran Via de Les Corts, hoy Palace, Maria Dolors Boadas se encargó de dar el cóctel de bienvenida. “Ella tenía muy buena relación con Joan Gaspart, que era el propietario del hotel y quien la propuso para que estuviera en la recepción”, recuerda Jerónimo Vaquero, el que fuera bartender de Boadas durante más de medio siglo. Entre los tragos que se ofrecieron se encontraba el Sofía Loren, un cóctel creado por Maria Dolors y que luego continuó sirviéndose en Boadas. “A la clientela le gustaba mucho porque era curioso y tenía un punto dulzón”, explica Vaquero. Hoy continúa en la carta, en homenaje a aquella visita fugaz de la gran estrella napolitana.
Ingredientes
- 50 mililitros de un ensamble de un ron cubano y otro jamaicano.
- 25 mililitros de vermú rojo.
- 5 mililitros de Drambuie.
- 2 gotas de amargo de angostura.
- Como garnish una cereza y el aceite esencial de la piel de una naranja.
Cocteler¨ªa Boadas
- Dirección: carrer dels Tallers, 1, 08001 Barcelona.
- Teléfono: 933 18 95 92
- Horario: de lunes a domingo, de 17:00 a 01:30 horas.