Carpaccio de remolacha y apionabo

La ¨²nica manera de consumir estas ra¨ªces crudas sin sentir que est¨¢s mordiendo un taco de madera es cort¨¢ndolas en l¨¢minas muy finas. Lo ideal es hacerlo con una mandolina, pero si no tienes este ut¨ªlisimo trasto en casa puedes utilizar un pelador normal. El macerado con lim¨®n y aceite logra tambi¨¦n que las hortalizas pierdan un poco de su rigidez y se hagan m¨¢s agradables en la boca. Para una textura todav¨ªa m¨¢s blanda, siempre se pueden escaldar unos segundos en agua hirviendo, aunque el plato pierde as¨ª parte de su gracia, que es la textura crujiente.

Es sorprendente c¨®mo cambia la remolacha al tomarla cruda: yo dir¨ªa que sabe menos terrosa. La combinaci¨®n con el apionabo, cuyo gusto es similar al del apio pero m¨¢s suave y anisado, el lim¨®n y el queso puede funcionar como entrante o como acompa?amiento de cualquier carne. Soy consciente de que la ra¨ªz de apio no es f¨¢cil de encontrar en muchos sitios, pero estoy convencido de que esta receta puede dar de s¨ª sustituy¨¦ndolo por nabos, chiriv¨ªas, zanahorias o r¨¢banos.