Comida viejuna: especial Navidad
VOLOVANES RELLENOS
?C¨®mo celebrar¨¢n estas navidades? Pues como siempre, hasta arriba de at¨²n con mayonesa o de gambas con bechamel. ?Echan de menos Francia? No mucho. All¨ª somos demasiado et¨¦reos, se nos lleva el viento. Preferimos nuestra versi¨®n espa?ola, s¨®lida, contundente y sin un gramo de mantequilla en el hojaldre. ?Comprados o caseros? Ah, ?pero alguien nos hace en casa? Primera noticia. Nosotros donde mejor nos sentimos es en las panader¨ªas o en los supermercados, bien envueltos en pl¨¢stico. Nos hacen grandotes, indestructibles, y el efecto mazacote en boca es ¨²nico. ?Es cierto que la expresi¨®n "partirse el hojaldre" viene de ustedes? M¨¢s de una persona nos ha comentado nuestro parecido con esa parte del cuerpo, pero ni la RAE ni la Fundeu se han manifestado al respecto.
ROLLITOS DE JAM?N YORK CON HUEVO HILADO
?D¨®nde han estado desde la ¨²ltima Nochevieja? Por ah¨ª. S¨®lo aparecemos en estas fiestas, nos gusta vernos como un producto de temporada, algo que es muy in en estos momentos. ?C¨®mo se conocieron? Jam¨®n York: Fue una Navidad de 1962 en un chal¨¦ de la sierra de Madrid. Yo estaba con mayonesa pero fue ver al huevo hilado y me enamor¨¦ perdidamente de ¨¦l. Era tan fino, tan dulce, tan moderno... Huevo hilado: Al principio la gente no ve¨ªa bien nuestra relaci¨®n, ¨¦ramos demasiado adelantados a nuestro tiempo. Pero poco a poco nos fueron aceptando y nos convertimos en imprescindibles para alegrar las fiestas. Jam¨®n dulce y huevo dulce suena un poco raro para un entrem¨¦s. Ya, pero y el contraste de colores rosa y amarillo, ?qu¨¦? ?D¨®nde ha visto usted algo m¨¢s yey¨¦? ?Y con una aceituna rellena pinchada encima ya somos el acab¨®se!
LANGOSTINOS CONGELADOS CON MAYONESA
?Por qu¨¦ resultan imprescindibles en la Navidad espa?ola? Porque somos muy chulos y estamos que te cagas. A algunos les parecen la cosa m¨¢s basta del universo. Bah, los cl¨¢sicos pijos de morro fino que no saben apreciar nuestras virtudes. Somos marisco y somos baratos, y eso es lo que quiere la gente. ?A qu¨¦ obedece su formidable textura r¨ªgida y su poderoso sabor a conservante? Es un proceso complicado, requiere mucho esfuerzo. Primero nos tienen que cebar bien a antibi¨®ticos en el vivero de alg¨²n pa¨ªs tropical y tercermundista. Luego nos pescan y envasan a cascoporro y nos tienen una buena temporadita ultracongelados. Una cocci¨®n a lo bestia en casa termina por convertirnos en un producto exquisito. ?Qu¨¦ fue de Rodolfo Langostino? Mont¨® una fundaci¨®n para gambas discapacitadas con I?aki Urdangarin, y ahora est¨¢ huido en Argentina.
FRUTA CONFITADA Y PI?A EN ALM?BAR
?Por qu¨¦ hacen juntas esta entrevista? ?Porque somos inseparables! Siempre venimos juntas en las cestas de Navidad, para llevar la alegr¨ªa al coraz¨®n de todos los trabajadores de Espa?a. Adem¨¢s somos san¨ªsimas y fresqu¨ªsimas. Hombre, fresqu¨ªsimas, lo que se dice fresqu¨ªsimas... Bueeeeeno, vaaaaale. Digamos que estamos un poquito embalsamadas en az¨²car, pero as¨ª conservamos todo el esplendor de nuestra belleza natural. Somos como la Preysler pero en comida navide?a. O sea, que estar¨¢n igual en las fiestas de 2050. ?Por supuesto! Duramos m¨¢s que un residuo nuclear.
PELADILLAS
?C¨®mo se les presenta estas Navidad? Pues hija, como siempre. Aqu¨ª muertas de asco hasta el final de las comilonas, cuando nadie nos hace ni caso. Nos dejan para decorar los turrones, tristes como solteronas que se han quedado para vestir santos. ?Les gustar¨ªa ser m¨¢s protagonistas? Claro. Antes ¨¦ramos las perlas de la Navidad, un cl¨¢sico en las cestas. En la de su peri¨®dico por ejemplo no fall¨¢bamos nunca. Pero ahora como que se nos ha pasado la almendra. No lo podemos entender, con el juego que damos. ?Qu¨¦ le piden al 2012? Que alg¨²n cocinero de vanguardia de la Comunidad Valenciana, de donde provenimos, nos reivindique y haga algo raro con nosotros. ?Conoce usted a Quique Dacosta? Por favor d¨ªgale que estamos desesperadas y dispuestas a todo.
?Qu¨¦ comida viejuna reaparece en Navidad en tu casa? Cu¨¦ntalo en los comentarios.
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