Bento, la comida japonesa que conquista la monez
La palabra bento -en ocasiones tambi¨¦n se usa obento, y no llego a tener claro si es exactamente lo mismo¨C se refiere de manera gen¨¦rica a los men¨²s japoneses, que normalmente contienen una porci¨®n de hidratos de carbono ¨Cque suele ser, a ver si lo adivin¨¢is, arroz¨C, prote¨ªnas en forma de carne o pescado y una guarnici¨®n de fruta y verdura. Pero, desde hace algunos a?os, tambi¨¦n se relaciona con el arte de convertir estos platos en verdaderas obras de arte pop en forma de animalitos, plantas, mu?ecos y todo tipo de fantas¨ªas. No busqu¨¦is otro lugar en el mundo donde pueda darse ese fen¨®meno: solo los creadores del kawai, el amigurumi y la cama de Totoro ¨Cuna de las cosas que le dan algo de sentido a ese lugar tenebroso que es el mundo¨C pueden dedicar esa cantidad de energ¨ªa a hacer comida no necesariamente m¨¢s sana y sabrosa, sino simplemente m¨¢s bonita. Las madres compiten entre ellas a trav¨¦s de las tarteras de sus hijos, reciben clases sobre el tema y se compran las herramientas m¨¢s alucinantes, todo para conseguir que sus querubines se zampen una copia perfecta de Doraemon y sus amigos.
Como me he dado cuenta de que no soy la ¨²nica que ha sucumbido ante tama?a moner¨ªa, se me ocurri¨® que el viernes era un d¨ªa estupendo para compartir los trabajos de algunos de los artistas -casi todo mujeres, no me pregunt¨¦is por qu¨¦¨C que han hecho de esto de 'monear' la tartera su pasatiempo favorito (y hasta su sustento).
Ming es una madre entregada que empez¨® a preparar charabens ¨Cas¨ª se llama a los bento inspirados en personajes de c¨®mic, anime y dem¨¢s fantas¨ªas¨C para su hijo mayor cuando empez¨® la escuela. Desde entonces adorna sus tarteras ¨Cy las de su otro hijo¨C con tsum tsum en forma de Mickey y Donald, platos de pasta de My Melody y ratones hechos con huevos de codorniz. Sus tutoriales est¨¢n bastante bien explicados, y los de nivel m¨¢s b¨¢sico son perfectos para iniciarse en el mundo del modelado de comida. ?Os imagin¨¢is que de peque?os os hubieran dado de comer as¨ª? El ¨²nico momento malo de la vida de esas dos criaturas debe ser cuando le piden a su madre "algo rapidito, que tengo hambre", y ella se pone a hacerles el Monasterio del Escorial escala 1:120 con los macarrones. El resto del tiempo, una maravilla.
Ser artista de bento en occidente y vivir de ello es tan frecuente como dedicarse profesionalmente a entrenar carpas para que beban en porr¨®n o a ser tigre realista volador gigante, pero por lo visto en Jap¨®n los hay a cascoporro. Una de las m¨¢s valoradas es Shirley Wong, conocida como Little Miss Bento, capaz de convertir un poco de pur¨¦ de patata en estos adorables gatitos, algo de arroz y algas en una versi¨®n perfecta de Snoopy y Woodstock o pan integral y verduras en un panda y unos conejitos que dan Stendhalazo solo verlos.
La primera artista no japonesa de la lista -el otro nombre con el que se le conoce en la red es 'Amorette Dye', que tampoco tiene pinta de ser demasiado real¨C tiene un estilo claramente diferente al de la gran mayor¨ªa de sus colegas niponas. Sus platos no se basan en personajes populares (aunque hace concesiones puntuales), son bastante m¨¢s adultos y paisaj¨ªsticos ¨Calgunos incluso llegan a tener un punto inquietante, como este spa bento o esta geisha¨C y su est¨¦tica tiene m¨¢s de wabisabi que de infantil.
Mari Miyazawa no ha sido llamada por el camino del minimalismo, y los fans de la comida cuqui no pueden parar de dar las gracias por ello. En sus platos casi nunca aparecen un personaje o dos, sino hordas de ositos panda/monstruitos/animales marinos, lo que, al menos para los 'bentov¨ªrgenes' como yo, tenga todav¨ªa m¨¢s m¨¦rito. Pero su mayor triunfo ha sido llevar el bento fuera del campo meramente gastron¨®mico, y hacer con ¨¦l precios¨ªsimos v¨ªdeos en stop motion como el de aqu¨ª arriba, donde los cerditos cantan o se relajan en un spa y un robot hecho a base de tortilla tiene que terminar con las salchichas que amenazan su supervivencia. Conocerla es querer ponerle un ¨¢tico en Okinawa, as¨ª que cuidado porque engancha.
Samantha es coreana y sus platos no van encajados en una fiambrera, sino que son para comer en casa y se sirven en plato plano (generalmente de color blanco o azul). Aunque de vez en cuando se lanza con obras tan inquietantes como el homenaje a Robbie Williams o a Cristiano Ronaldo ¨Csu web est¨¢ montada como una galer¨ªa de im¨¢genes pop up y no se pueden enlazar una a una, pero si os dais un paseo por all¨ª las encontrar¨¦is enseguida¨C y tiene una bonita serie sobre ciudades, se nota que cocina para sus hijos y los personajes de Star Wars, Disney y Harry Potter son habituales en su repertorio.
Aunque borda todo lo que poner en la fiambrera, la especialidad de Anna the Red son las creaciones relacionadas con Totoro y otros personajes del estudio de animaci¨®n Ghibli como Ponyo en el acantilado o La princesa Mononoke. Pero, si tengo que escoger mi favorito, levanto la mano por estos monstriuos de Maurice Sendak, elaborados con arroz, pur¨¦, pastel de cangrejo y much¨ªsimo talento. Si dedicarse al bento profesionalmente no es ya de por s¨ª para morir de sobredosis de az¨²car, Anna the Red tambi¨¦n se dedica a hacer mu?ecos de peluche con un nivel de detalle que muestra a la primera que lo de dejar detalles al azar no va con ella.
El ¨²nico representante masculino en esta lista tiene un estilo bastante diferente a todos los que os he mostrado antes. No ver¨¦is en sus creaciones personajes de dibujos animados, y los animalitos solo tienen sentido si se montan en forma de estampado. Su rollo va m¨¢s hacia crear juegos de simetr¨ªa que parecen incluso fractales, o simplemente meter con cierta gracia un crust¨¢ceo ¨Co varios¨C en el t¨¢per o crear una flor con la carne asada. Para Jap¨®n puede ser muy minimal y todo lo que quer¨¢is, pero a m¨ª me sigue pareciendo una currada (y adem¨¢s su bigote de domador de circo me ha conquistado).
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