Barbaridades en el bar
"Gin tonic de Jimi Hendrix". "Pi?a colada sin pi?a". "Un 'Cesc on the beach". Cocteleros espa?oles relatan las cosas m¨¢s extra?as que les han pedido sus clientes en las barras.
Detr¨¢s de una barra se oye de todo. Tu barman est¨¢ curado de espantos y posiblemente tenga la mirada de las mil yardas ¨Co de las siete personas aullando pedidos¨C pero a veces, cuando llega la hora Walking dead, oye COSAS. Te responder¨¢ impecablemente, te pondr¨¢ lo que le pidas ¨Caunque sea un Kalimotxo a las cuatro de la ma?ana, que ha ocurrido¨C, pero en este post homenajeamos a la capacidad de estos profesionales de poner cara seria y no perder el ritmo mientras agitan la coctelera y se preguntan "por qu¨¦, Se?or, por qu¨¦".
Vaya por delante que algunos de los entrevistados no han querido dar nombres. Existe cierto reparo a contar lo que se perciben como intimidades, a pesar de que una noche cualquiera, en un bar cualquiera, se escuchan cosas que vosotros no creer¨ªais. Abro el fuego contando una que me ocurrieron a m¨ª misma durante mis pr¨¢cticas: Un grupo de clientes nos pide unos Old Fashioneds. Nada que decir, es un c¨®ctel sencillo aunque algo lento de preparar.
La cosa se complica; es una noche con de mucha afluencia, y nos retrasamos. Cuando finalmente llega la hora de servirles, uno de ellos comenta que se le ha hecho tarde y que se tiene que ir ya para coger un avi¨®n pero, ?que se lo pongamos igual, en un vaso de pl¨¢stico! Don Draper se hizo el harakiri en nuestras mentes un par de veces, pero en un vaso de pl¨¢stico se lo llevo. Ojal¨¢ tuviera un feliz vuelo.
Siguiente caso: es sabido que las marcas de destilados gastan una cantidad inmensa de dinero en publicitar y diferenciar sus productos de los de la competencia. La intenci¨®n es que el cliente no pida nunca un gen¨¦rico, sino fidelizarlos y que los pidan por su nombre, en el m¨¢s puro esp¨ªritu Fama-remember-my-name.
A m¨¢s de un directivo de multinacional le dar¨ªa un parapl¨ªs si supiera que nos han pedido un ¡°Chapata con cola¡± (por ¡°Zacapa con cola¡±. O quiz¨¢s fuera un bocadillo deconstruido), un ¡°Sandra y Teresa¡± (por un ron ¡°Santa Teresa¡±, contado por Albert S¨¢nchez, bar manager del hotel The Serras de Barcelona), un muy musical ¡°gint¨®nic de Jimi Hendrix con un twist and shout de lima¡± y un ¡°gint¨®nic de Pitbull¡± (por un gint¨®nic de Hendrick¡¯s con un twist de naranja, y un gint¨®nic de Bulldog, pedidos a Roger Rueda, del bar Dr. Lagarto, en Sant Cugat), ¡°yandani con coqueli¡± (posiblemente Jack Daniels con coca-cola, seg¨²n sospecha Pere Soriano del bar City Arms de Banyoles).
Sea por un problema de o¨ªdo, sea por la m¨²sica alta, las confusiones y los despistes con los nombres son frecuentes, y la verdad es que son mucho m¨¢s graves si producen al otro lado de la barra. ¡°En una ocasi¨®n trabaj¨¦ con un camarero¡±, cuenta ?lvarez, ¡°que ante la insistencia de unos clientes italianos en pedir una grappa les trajo un grapadora¡±. Ouch. Los nombres de los c¨®cteles se prestan tambi¨¦n a confusi¨®n. As¨ª, el Sex on the beach que le pidieron a ?lvarez se convirti¨® en un ¡°Cesc on the beach¡± (suponemos que especial para los fans del jugador del Chelsea).
Peticiones y discos solicitados
Regla de oro en cualquier barra es que el c¨®ctel debe estar al gusto del cliente y no hay que hacerle comulgar con ruedas de molino. La complicaci¨®n viene cuando se piden cosas como ¡°un dry martini de fresa¡± (pedido a Rueda), una Pi?a Colada sin pi?a (a Lu¨ªs Bustamante, de Metric Market, en Barcelona), o queremos cuidar la salud a toda costa con ¡°un dry martini sin alcohol¡± (o¨ªdo por Marc Trull, de El Jard¨ª de Can Marc, de Begur).
Tambi¨¦n ha habido quien ha pedido ¡°un margarita sin alcohol¡± (escuchado por el bartender y consultor Alessio Lori y tambi¨¦n por Bustamante) o un ¡°daiquiri virgen¡± (es decir, tambi¨¦n sin alcohol, como le pidieron a la consultora en destilados y bartender Esther Medina-Cuesta). Aqu¨ª toca que explicar que al dry martini le pasa lo mismo que a estar embarazada: no puede ser s¨®lo un poquito. O se es un dry martini ¨Cginebra y una cantidad testimonial de vermut blanco, aceituna y/o twist de lim¨®n, o se es un c¨®ctel de fresa.
Y peor a¨²n es lo de las copas sin alcohol. No porque est¨¦ mal tomarlas, sino porque para eso ya existen las de los mocktails, creadas ex profeso, que nos dar¨¢n bastante m¨¢s juego. Porque si le sacamos el alcohol a un dry martini, como ya hemos visto, nos queda la aceituna. Si se lo quitamos al Margarita, nos quedan 1,5 cl de zumo de lima, seg¨²n la receta de la International Bartenders Association. Y si le restauramos la flor al Daiquiri, la cosa se queda en 2,5 cl de lima y 1,5 cl de jarabe simple. Lo de la Pi?a colada sin pi?a es eso, una colada monumental.
En las barras tambi¨¦n hay quien quiere vigilar el contenido de az¨²car: un gin fizz con sacarina ¡°para un diab¨¦tico¡±, le pidieron a Soriano, del City Arms (aunque el Gin fizz lleve 4,5 cl de ginebraca). Y no hay planta tan pol¨¦mica como la menta: algunos clientes piden mojitos sin ella o remarcan que s¨ª, que sea en la versi¨®n con menta (otra vez a Rueda).
Cuenta el bartender y formador Javier Caballero que ocurre con frecuencia que, en alg¨²n evento o demostraci¨®n un cliente le pida un mojito, y que ¨¦l les ofrece una alternativa porque no siempre se est¨¢n preparando mojitos en ese momento. El cliente generalmente queda tan contento que en m¨¢s de una ocasi¨®n vuelve al cabo de cinco minutos con los amigos al grito de ¡°mirad, venid, que este t¨ªo hace unos mojitos muy buenos¡±...
Ilustraci¨®n de Reyes ?lvarez.
?Te han pedido o has o¨ªdo pedir en alguna barra cosas tan peculiares como estas? Cu¨¦ntanoslo en los comentarios y sonreiremos todos.
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