Comida casera hecha por refugiados que puedes pedir a domicilio
Refusion Delivery es un servicio de comida a domicilio elaborada por personas refugiadas en Madrid. Su propuesta: cocina casera y honesta de Siria, Venezuela o Sud¨¢n.
Cuando se trata de escoger ingredientes, la solidaridad es uno que siempre sabe muy bien. En Refusion Delivery resulta ser uno de los elementos principales, aunque no el ¨²nico: se trata de una sociedad formada inicialmente por cuatro miembros, a los que ahora se ha sumado una quinta. Se le les ocurri¨® la idea cuando coincidieron en Madrid4Refugees, una iniciativa de acogida a personas refugiadas, que organizaba cenas en las que cocinaban comida de su pa¨ªs por un d¨ªa en diferentes restaurantes. Las veladas funcionaban con un precio ¨²nico, y tuvieron mucho ¨¦xito.
¡°Nos parec¨ªa una pena que el potencial de los refugiados se perdiera en algo tan ef¨ªmero como una sola cena una noche de vez en cuando. Y pensamos que lo que ser¨ªa un aut¨¦ntico ¨¦xito es que esas personas tuvieran un trabajo sostenible en el tiempo que les permitiera integrarse en la sociedad¡±, explica Elena Su¨¢rez. Es la cofundadora de Refusion, encargada de la parte de operaciones, compras y dem¨¢s log¨ªstica que conlleva un negocio de comida. Junto con sus compa?eros, decidieron aportar su trabajo de forma altruista: Refusion se abrir¨ªa para ofrecer oportunidades a personas que no siempre las tienen.
Dicho y hecho: en mayo de 2019 abr¨ªan un restaurante de cocinas siria, venezolana y sudanesa, las nacionalidades de las personas refugiadas seleccionadas para ser chefs. Desde entonces abren mediod¨ªa y noche de martes a s¨¢bado, y las personas refugiadas cocinan comida de sus pa¨ªses de origen, no son mera mano de obra (adem¨¢s, tienen la posibilidad de obtener una participaci¨®n en la empresa a largo plazo). Se han ense?ado unas a otras para poder organizarse por turnos.
El local no es muy grande, apenas tiene un par de mesas y una barra amplia, y est¨¢ en la calle Capit¨¢n Blanco Argibay de Madrid. En un principio estaba planteado para servir pedidos para llevar o enviar a domicilio, pero con el tiempo ha ido surgiendo un peque?o grupo de asiduos del barrio y curiosos que se acercan a conocer la comida y al sonriente equipo in situ. No esperes decoraci¨®n eco-chic, pretenciosidad ni florituras: este es un lugar sencillo (en el que comer¨¢s como en el cielo, todo hay que decirlo).
Sabor con conciencia
La carta de Refusion tiene alrededor de 20 especialidades. Comida casera y sencilla, recetas aut¨¦nticas, y un mont¨®n de opciones veganas (pero no por querer incorporar el distintivo de vegana a su carta y subirse al carro, sino porque los platos lo son de origen). No hay ni cerdo, ni pescado: han querido concentrar esfuerzos en trabajar bien las verduras, y de carnes lo que tocan principalmente es el pollo. Un crisol gastron¨®mico que puedes recorrer de diversas maneras; probablemente lo ideal es que te juntes en casa con amistades de buen saque y os pid¨¢is unas cuantas cosas.
Entre los entrantes destaca el mutabal, una crema siria de berenjenas de textura suave y con un toque ahumado excelente. Viene acompa?ado de pan ¨¢rabe reci¨¦n hecho, y se come untando como si no hubiera un ma?ana. El conjunto est¨¢ para ponerle un piso y para no dejar ni rastro de esmalte en el plato, la verdad. Hummus tambi¨¦n manejan, y de dos tipos seg¨²n las recetas sirias: el tradicional de garbanzos, riqu¨ªsimo con sal de lim¨®n que aporta ese punto ¨¢cido pero sin apisonar todos los sabores, y otro menos conocido de patatas, con tahina y yogur.
Tuve la oportunidad de conocer a Hala Doudieh, la chef refugiada siria, que ya ten¨ªa experiencia en hosteler¨ªa (del restaurante que mont¨® con su familia, llamado Damasco y ya cerrado,? hablamos en su momento). Aprendi¨® a cocinar con su madre; su pasado incluye estudios en Bellas Artes, y ahora asegura expresar su creatividad a trav¨¦s de la gastronom¨ªa. Est¨¢ lanzada: ¡°Me veo trabajando en un restaurante con estrella Michelin, la verdad¡±, cuenta risue?a.
Yolanda Coromato Medina Ar¨¦valo es la chef venezolana, y relata con alegr¨ªa las mil y una profesiones a las que se ha dedicado antes de llegar a Refusion, adem¨¢s de lo contenta que est¨¢ de preparar sus teque?os de guayaba y dem¨¢s delicias de su pa¨ªs de origen. A Ahmed Abdal¨¢ Mohamed, que se encarga de los platos sudaneses, no la conoc¨ª, pero me cuentan que se hace llamar ¡°la reina del falafel¡± (y no le quito raz¨®n).
Seguimos con la carta: para entrar en calor, nada mejor que la crema de lentejas rojas sudanesa. Tiene comino y zanahorias, y seg¨²n me cuentan, es muy habitual en la zona de Oriente Medio. Adentr¨¢ndonos en los primeros platos venezolanos, encontramos unos teque?os completamente caseros a los que lo laborioso de hacerlos a mano les sienta tan bien: en su punto, contundentes pero no mazacotes, y con un aire muy distinto a esos que te calientan por ah¨ª envasados al vac¨ªo.
De Am¨¦rica Latina de nuevo a Sud¨¢n, con un falafel confeccionado con sencillez y maestr¨ªa: garbanzos, perejil y cebolla perfectamente ensamblados en una masa que da sensaci¨®n de cierta esponjosidad, envuelta en un exterior crujientito. Mojados en salsa de ajo y perejil, o en una salsa picante sudanesa a base de cacahuete, lim¨®n, sal, aceite y cayena solo apta para amantes del picante, son todo un viaje a ?frica.
Ofrecen tambi¨¦n varias ensaladas: una sudanesa a base de de pepino y yogur; y otras sirias sirias, como foul, de garbanzos con ali?o de aceite de oliva, lim¨®n y comino; fatush, con verduras y pan ¨¢rabe frito por encima; o el tabul¨¦, que nada tiene que ver con ese que compras en (ponga aqu¨ª el nombre de su supermercado de confianza), sino que est¨¢ hecho a base de perejil y s¨¦mola de trigo, ali?ado con lim¨®n.
Entre los segundos, la musaka siria ten¨ªa una pinta de caerse de espaldas. Es completamente vegana, hecha con berenjenas, tomate, pimiento y menta seca, acompa?ada de arroz con fideos. Se la v¨ª comer a unos asiduos que me confirmaron que su aspecto se correspond¨ªa con lo rica que estaba (nota mental: la pr¨®xima vez me la pido). No pod¨ªan faltar las arepas: la pel¨²a, con carne mechada y queso amarillo; la reina pepiada, con aguacate, pollo y mayonesa; y el rey del mambo: el patac¨®n, con sus dos capas de pl¨¢tano macho perfectamente trabajadas y relleno maracucho, a elegir entre verduras, carne o pollo.
El punto dulce final llega con los teque?os con chocolate o con guayaba, y tambi¨¦n con un par de postres sirios: mahalab¨ªa, a base de arroz y vainilla, que recuerda al arroz con leche pero con otro gusto; y el sokse, a base de pistachos y chocolate. Para beber ofrecen aut¨¦ntico papel¨®n venezolano -panela y zumo de lim¨®n-, y air¨¢n (yogur salado rebajado con agua). Una oferta gastron¨®mica sin desperdicio a precios muy ajustados: ning¨²n plato supera los siete euros.
Ubicado en la zona de Valdeacederas, desde el local se ven las cuatro torres del mini skyline de Madrid. La idea desde el principio era llevar comidas a empresas, para reuniones, encuentros y peque?os ¨¢gapes, y ya han dado los primeros pasos en ese sentido. Por otra parte, y adem¨¢s de clientela an¨®nima, reciben encargos de asociaciones que tienen que ver con refugiados, contexto social y tercer sector.
As¨ª que ya lo sabes: tu pr¨®ximo c¨®ctel de empresa o picoteo en casa podr¨ªa, adem¨¢s de ser el m¨¢s sabroso de todos los tiempos, contribuir de forma directa a cambiar vidas.
Refusion Delivery: C/ Capit¨¢n Blanco Argibay 65, Madrid. Tel. 699 581 992. Mapa.
Sostenibilidad, residuos y ¨¦tica
En Refusion Delivery, la mayor parte de recipientes necesarios para el complicado arte de enviar comida a domicilio son ecol¨®gicos. Tienen envases de cart¨®n, de fibra de ca?a de az¨²car, o incluso de ma¨ªz, todo compostable; y siempre est¨¢n en constante b¨²squeda de soluciones que minimicen el impacto medioambiental: lo mismo con la selecci¨®n de proveedores.
Aunque tienen intenci¨®n de ser un restaurante con autonom¨ªa tambi¨¦n para repartir, de momento recurren a asistencia externa: siempre que les es posible utilizan un servicio de reparto tambi¨¦n ¨¦tico con el que comparten valores, llamado La P¨¢jara. Se trata de un grupo de ciclomensajeros ex-riders de Deliveroo, UberEats, y dem¨¢s plataformas que decidieron organizarse por su cuenta, montar una cooperativa y autopagarse sueldos dignos.
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