T¨¦, ajo, lim¨®n o vino: los falsos remedios contra el coronavirus
Comer ajo o tomar zumo de lim¨®n o vitamina C no sirve de nada para prevenir el virus, ni las bebidas calientes o el alcohol acaban con ¨¦l. Desmentimos los bulos alimentarios m¨¢s populares sobre el Covid 19.
Si el r¨ªo revuelto siempre ha sido ganancia para los pescadores, el momento en el que vivimos es aut¨¦ntico oro para que los bulos, las fake news, las trolas o como quer¨¢is llamarlos campen a sus anchas por la red. El miedo, el tiempo libre, el desconocimiento y el chat de Whatsapp de los cu?ados como medio de informaci¨®n, sumado a la sensaci¨®n de irrealidad que estamos teniendo todos durante estos d¨ªas, son un terreno abonado para que la charlataner¨ªa 3.0 viva momentos dorados.
Por eso durante este confinamiento, adem¨¢s de haber utilizando el horno m¨¢s que en los ¨²ltimos 15 a?os para cuajar cualquier variedad de masa con harina, az¨²car y huevo, tenemos que hacer frente a los bulos que usan el tema del momento para socarrarnos la oreja con no importa qu¨¦ soluci¨®n milagrosa. La retah¨ªla es casi infinita: el ¨²ltimo censo de bulos antes de enviar estas l¨ªneas estaba en 226 memeces, que se dice pronto. Muchos de ellos aluden al qu¨¦ comer y beber para hacer frente al bicho, dotarnos de una inmunidad que ni la de los X-men -y X-women- o pasar los s¨ªntomas de la mejor forma posible. Procedemos a desmentirlos, ordenados por familias.
LA B?SQUEDA DE LA S?PER INMUNIDAD
Ser¨ªa estupendo que pudi¨¦ramos adquirir cualidades sobrehumanas a partir de la realizaci¨®n de determinados sortilegios, pero desgraciadamente no podemos. Ni el ser humano m¨¢s sano del mundo, m¨¢s lozano, mejor alimentado y con el sistema inmune en las mejores condiciones posibles -y no vale hablar de vacunas, porque a¨²n no existen- tendr¨ªa garantizada la inmunidad ante el Covid 19. Dicho esto, veamos algunas de las insensateces que se est¨¢n proponiendo.
Mantener nuestro organismo en un estado ¡°alcalino¡±
La apuesta por la alcalinidad no es para nada nueva en el mundillo de la medicina alternativa. El concepto se ha asociado de forma t¨ªpica, pero no exclusiva, al terreno del c¨¢ncer (reconozcamos que el c¨¢ncer supone una bala de plata para los sinverg¨¹enzas relacionados con la sanidad). Sus defensores promueven el consumo de agua o dietas alcalinas para bajar el pH de nuestro medio interno. Su eslogan no puede ser m¨¢s elocuente: ¡°un cuerpo con pH alcalino no se enferma, y con pH ¨¢cido s¨ª¡±.
Es f¨¢cil desmontar este bulo ya que nuestro medio interno admite m¨ªnimas variaciones de su pH, la sangre por ejemplo entre 7,35 y 7,45; y cualquier variaci¨®n fuera de los m¨¢rgenes establecidos pondr¨ªa la vida en juego en poco tiempo. Tan en poco tiempo -estar¨ªamos hablando de segundos o minutos- que en esa situaci¨®n, el riesgo de infecci¨®n, de lo que sea, debiera ser nuestra ¨²ltima preocupaci¨®n.
Para alcalinizar, supuestamente, nuestro cuerpo, los descerebrados que proponen este apa?o recomiendan incorporar a nuestra dieta productos como c¨²rcuma, hinojo, zumo de lim¨®n, aceite de oliva, bicarbonato de sodio -c¨®mo no- etc¨¦tera, al que a?aden alg¨²n elemento ex¨®tico como cloruro de magnesio, y h¨ªgado de ternera entre otros. Sorpresa: ninguno de ellos -ni la combinaci¨®n de todos- nos servir¨¢ para no coger este virus (ni ning¨²n otro).
Comer ajo
Con el amor que yo le tengo al ajo, mira que me fastidia tener que desmontar este asunto, pero es lo que hay: otro cl¨¢sico al hablar de medicina alternativa que tampoco tiene nada de milagroso. As¨ª nos lo hace saber la propia OMS que ha dedicado una p¨¢gina entera a desmentir bulos sobre el COVID-19, y al mito del ajo se le dedica toda una infograf¨ªa en exclusividad. La OMS comenta, textualmente: ¡°El ajo es un alimento saludable que puede tener algunas propiedades antimicrobianas. Sin embargo, no hay evidencia de que comer ajo haya protegido a nadie del nuevo coronavirus¡±. Una variante de este mito sugiere el beber un ¡°agua de ajo¡± -es decir, agua donde se han hervido ajo-) para hacer frente al virus. Es la misma tonter¨ªa, en este caso aguada.
El omega (as¨ª, sin m¨¢s)
Ojo al dato, que aqu¨ª la intensidad del columpiamiento es de ¨®rdago, ?a qu¨¦ omega se refiere: 3, 5, 6, 7, 9? La terminolog¨ªa ¡°omega¡± en relaci¨®n a un ¨¢cido graso, refiere a la posici¨®n -3, 5, 6, 7, 9- del primer doble enlace de la cadena a partir del extremo metilo. Decir omega y nada m¨¢s tiene tanto sentido como pedirle a alguien que te pase una llave fija para desmontar un cacharro. Pero adem¨¢s de la tonter¨ªa de la indefinici¨®n, ning¨²n ¨¢cido graso tiene reconocida en nuestra legislaci¨®n alimentaria -t¨ªpicamente el RE 432/2012- ninguna propiedad referida al buen funcionamiento del sistema inmunitario. Sin dejar el tema de los aceites, el reconocido esc¨¦ptico Edzard Ernst, a?adi¨® recientemente a su Club de charlatanes del Coronavirus, a los m¨²ltiples vendedores de ¡°aceites esenciales¡± para hacer frente al tema.
La vitamina C??
No pod¨ªa faltar, bien lo sabes. Es la reina de la inmunidad, o si lo prefieres ¡°de las defensas¡± como les gusta decir a nuestras abuelas (sobre todo si se trata de prevenir es un resfriado com¨²n). Sin embargo, es conocido el fracaso ¨¦pico de la suplementaci¨®n con vitamina C frente a los resfriados comune, as¨ª que imagina la seguridad que hay a la hora de recomendar su uso frente a un virus que se dio a conocer, casi literalmente, antes de ayer: cero pelotero.
El lim¨®n
Es algo as¨ª como la cutre-piedra filosofal de la salud. Sirve para las dietas de p¨¦rdida de peso por su car¨¢cter ¡°antigrasa¡± -que se lo pregunten a Don Limpio-, para el estre?imiento cuando se toma en ayunas, para el c¨¢ncer (por supuesto, gracias a sus propiedades alcalinizantes a pesar de tener un pH cercano a 2). Hoy, c¨®mo no, tambi¨¦n para hacer frente al coronavirus. ?Hace falta comentar m¨¢s?
ACABANDO CON EL VIRUS
Las propuestas para aniquilar el bicho una vez que nos hemos contagiado parecen las ocurrencias de un trastornado. En ellos apenas se encuentra un asomo de ciencia al cual asirse para desmontar el mito. Son ocurrencias que pueden ser especialmente peligrosas cuando se ponen en boca de un supuesto profesional sanitario; en especial cuando ese profesional sanitario es, en realidad, un actor porno.
Beber sorbos de agua cada 15 minutos
Quien propone esta tontuna, afirma que el hecho de beber as¨ª agua estimula la secreci¨®n ¨¢cida. Esta memez de afirmaci¨®n parece olvidar -quiz¨¢ nunca lo supo- que esos sorbos de agua no estimulan la secreci¨®n ¨¢cida cuando el est¨®mago est¨¢ vac¨ªo, ya que el agua pasa por este ¨®rgano y se absorbe principalmente en el intestino delgado, sin estimular nada de nada a su paso.
Tomar bebidas calientes
Se comenta que tomar bebidas calientes, t¨¦, caf¨¦ o en general infusiones acaba con el virus ya que este no puede resistir ciertas temperaturas ¡°c¨¢lidas¡±. Este rango oscila seg¨²n la fuente el vertedero consultado: desde los 26¡ãC -que ya tendr¨ªa gracia que muriera al entra en contacto con el ser humano por estar este a 37¡ãC- hasta los 65¡ãC (te adelanto que tendr¨¢s una desagradable sensaci¨®n de socarramiento como te metas al cuerpo algo a m¨¢s de 60¡ãC). C¨®mo el nivel de indefinici¨®n es m¨¢ximo, propongo que, para esta seguros, los que inventan este tipo de absurdeces prueben ellos a beber una infusi¨®n de ¨¢cido fluorh¨ªdrico enriquecida con plutonio 239 a 120¡ãC: no hay muchas pruebas de que este bebedizo vaya a funcionar, pero tiene pinta de que algo har¨¢.
Alimentos fr¨ªos
En este caso se propone que el consumo de alimentos helados o bebidas muy fr¨ªas favorecer¨ªa su contagio. Algo a lo que hay que dotar del mismo nivel de confianza que decir que llevar ropa interior de color verde dificulta el contagio. ?Por qu¨¦? Por que yo lo valgo.
Tomar bebidas alcoh¨®licas
Tanto tomarlas como darse friegas con alcohol son dos m¨¦todos que se han propuesto para acabar con el virus. Lo de las friegas puede tener sentido -pero tampoco demasiado, es mejor jab¨®n- para aquellos virus que est¨¦n en la superficie del cuerpo, pero al mismo tiempo ser¨¢ perjudicial para la piel, ya que la resecar¨¢ aumentando as¨ª su vulnerabilidad. Si ya se tiene COVID-19, las friegas tendr¨¢n el mismo efecto sobre la evoluci¨®n de la enfermedad que rezar a Vishnu (o a quien prefieras). Lo de empinar el codo para combatir el COVID-19 -o cualquier otra enfermedad infecciosa- puede servirte para excusar tus vicios delante de un cu?ado muy tonto, pero nada m¨¢s. A este respecto pocas risas: en Ir¨¢n fallecieron la semana pasada 44 personas por una intoxicaci¨®n cuando pretend¨ªan hacer frente al contagio del coronavirus tomando bebidas alcoh¨®licas que inclu¨ªan alcohol met¨ªlico, mucho m¨¢s t¨®xico -a¨²n- que el et¨ªlico, y que ten¨ªa adem¨¢s lej¨ªa. Hay que tener en cuenta que en Ir¨¢n el consumo de alcohol est¨¢ prohibido por ley, por tanto, las bebidas de esta naturaleza se perciben en ocasiones como un remedio curalotodo. Las personas que fallecieron, adquirieron dichas bebidas de contrabando con la promesa de protegerse contra el contagio del coronavirus.
EL VIRUS COMO NEGOCIO
En nuestro entorno tambi¨¦n hay quien pretende hacer negocio a trav¨¦s del fraude, bien sea ideol¨®gico o de ley, al comerciar con falsos remedios o ayudas que no son. Como por ejemplo, esta farmacia que, apelando al miedo, propone la venta de un suplemento vitam¨ªnico mineral para mejorar el sistema inmune (y de regalo unas mascarillas, que a este paso van alcanzar la cotizaci¨®n del papel higi¨¦nico). Cabe recordar que el reciente documento de la Academia Espa?ola de Diet¨¦tica y Nutrici¨®n sobre Recomendaciones de alimentaci¨®n y nutrici¨®n para la poblaci¨®n espa?ola ante la crisis sanitaria del COVID-19 sostiene con claridad e insistencia que no hay que fomentar el consumo de complementos vitam¨ªnico minerales para mejorar el sistema inmunitario; y de preparados herbales tampoco. Recuerda, una ¡®buena¡¯ suplementaci¨®n no arregla una mala alimentaci¨®n y, adem¨¢s, puede ser peligrosa.
Volviendo sobre el alcohol, pero ahora en el caso de Espa?a, sin el menor atisbo de verg¨¹enza y aprovechando el actual estado de alarma generado por el COVID-19 la Federaci¨®n Espa?ola de Enolog¨ªa sale a la palestra para emitir un ¡®importante¡¯ comunicado: ¡°El consumo moderado de vino, vinculado al consumo responsable, puede contribuir a una mejor higiene de la cavidad bucal y la faringe, esta ¨²ltima zona donde anidan los virus durante las infecciones¡±. A la luz de esta absoluta descontextualizaci¨®n del asunto, no ha faltado quien le ha preguntado al Ministerio de Sanidad sobre la legalidad de este apunte.
Algunos partidarios de la homeopat¨ªa tambi¨¦n pretenden hacer su agosto proponiendo remedios a su estilo: muy caros y tan eficaces como un placebo (para esto o para cualquier otra situaci¨®n). Quiz¨¢ les haya alentado el posicionamiento del gobierno de la India, que ha propuesto el uso de este camelo a pesar que uno de los principales fabricantes de caramelitos homeop¨¢ticos -Boiron- ha llegado a reconocer su inutilidad con un comunicado que dice ¡°no recomendamos que nuestros productos se utilicen para el tratamiento o la prevenci¨®n de los s¨ªntomas del coronavirus. Le instamos a que siga los consejos de los funcionarios gubernamentales y proveedores de atenci¨®n m¨¦dica durante una crisis de salud como esta¡±.
No hay absolutamente nada de malo en que tomes zumo de lim¨®n con tus mejillones al vapor, incorpores la c¨²rcuma en donde te salga del especiero, comas sardinas rebozadas -que tienen un mont¨®n de omega tres- o te prepares infusiones de hinojo y canela. Otra cosa es que: A) que compres algo en base a unas propiedades que no tiene, y eso se llama fraude; o B) que creas que est¨¢s protegido, dando p¨¢bulo a cualquier memez, y desatiendas por ello aquellas medidas que sabemos son ¨®ptimas en la actualidad. A saber: #YoMeQuedoEnCasa, seguridad y distancia cuando vayamos a hacer la compra y el adecuado lavado de manos cuando corresponda.
La dificultad de desmontar un bulo
La Ley de Brandolini -conocida tambi¨¦n como Principio de asimetr¨ªa de las patra?as- sostiene con bastante acierto, que la cantidad de recursos necesarios para desmentir un bulo o patra?a con apariencia de tener una raigambre cient¨ªfica es -al menos- un orden de magnitud superior que los recursos necesarios para crear la propia patra?a. Dicho de otra forma: si tenemos 1.000 cu?ados diciendo tontadas sobre no importa qu¨¦, necesitar¨ªamos dar visibilidad -al menos- a 10.000 personas sensatas con suficientes recursos para contrarrestar y tirar por tierra la tontada de turno.
El problema se agrava cuando el cu?ado no es el promotor original de la memez en cuesti¨®n, sino que solo se trata un instigador inconsciente. El inventor del bulo, normalmente, sabe lo que se hace, y lo que suele perseguir en ¨²ltima instancia es obtener alg¨²n tipo de beneficio con su diseminaci¨®n ya sea comercial, econ¨®mico, o simplemente de visibilidad o reputaci¨®n en redes sociales.
La Ley de Brandolini podr¨ªa llegar a desaparecer si, por ejemplo, la administraci¨®n competente -t¨ªpicamente la de sanidad en estos casos- ejerciera un control m¨¢s expeditivo. Como por ejemplo en este caso de Canad¨¢, en donde un profesor de yoga que dec¨ªa que, ya que el coronavirus no sobreviv¨ªa al calor, propon¨ªa seguir sus clases de hot yoga a 40?C. El alcalde del municipio donde se celebraban estas clases, la ciudad de Delta en la Columbia Brit¨¢nica, decidi¨® retirar la licencia al negocio que explotaba este charlat¨¢n.
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