Las princesitas de La Playa: el dulce que se ba?a, se seca y se viste
Una de las confiter¨ªas m¨¢s antiguas de Gij¨®n elabora desde los a?os treinta un irresistible dulce de almendra, huevo y alm¨ªbar. "Hasta los republicanos sucumben a sus encantos", dice un poema dedicado a las princesitas.
Si hoy vivi¨¦semos en el Gij¨®n de hace 100 a?os, el de 1921, posiblemente estar¨ªamos comentando la ¨²ltima apertura en nuestra ciudad. Esa novedad ser¨ªa la confiter¨ªa La Playa, en la calle Jovellanos, frente a ¡°la escalerona¡±. Tambi¨¦n explicar¨ªamos que se llama La Playa porque, efectivamente, est¨¢ en la playa de San Lorenzo. Dir¨ªamos que la han abierto Ambrosia Garc¨ªa y su marido, Fabi¨¢n Casta?o, quien ya sabe de qu¨¦ va el oficio de confitero porque ha trabajado en la emblem¨¢tica Casa Rato.
Si estuvi¨¦semos en 1921 y alguien nos dijese: ¡°?Otra confiter¨ªa m¨¢s en Gij¨®n? ?Pero si hay muchas!¡±, responder¨ªamos que una confiter¨ªa m¨¢s tiene sentido, porque ¨¦sta es tierra de llambiones, que es como se les llama en Asturias a los golosos. Y, adem¨¢s, argumentar¨ªamos que La Playa es diferente, sofisticada y de calidad. Lo que no sabr¨ªamos si vivi¨¦semos en 1921, es que La Playa seguir¨¢ abierta en 2021 sin interrumpir ni su actividad ni el negocio, y que sus famosas princesitas transcender¨¢n de generaci¨®n en generaci¨®n.
Una confiter¨ªa de inspiraci¨®n europea
Ambrosia y Fabi¨¢n se fueron de viaje a Centroeuropa y de all¨ª volvieron cargados de ideas para el negocio que abrir¨ªan despu¨¦s. En La Playa hab¨ªa un sal¨®n de t¨¦ con un piano, que tocaba quien quisiera, y entre dulces, caf¨¦s y m¨²sica se hac¨ªan m¨¢s c¨¢lidos los d¨ªas lluviosos de Asturias. M¨¢s problemas que el agua que ca¨ªa del cielo le daba a La Playa el agua del Cant¨¢brico: cuando el mar estaba agitado se colaba en el establecimiento, y por eso en 1938 La Playa dej¨® la calle Jovellanos y se traslad¨® a la calle Corrida, 61 (ubicaci¨®n que, salvo los tres a?os que se trasladaron por reformas del edificio, mantiene desde entonces).
En la calle Corrida ya no sirven caf¨¦s ni hay piano, pero los dulces de La Playa siguen teniendo el car¨¢cter artesano que alegra a los gijoneses. Un siglo despu¨¦s, siguen siendo las mujeres de la familia quienes gestionan el negocio y, aunque ya no est¨¢ Ambrosia, ahora sus bisnietas In¨¦s Villaverde y Mar¨ªa Fuentes mantienen el legado.
La ausencia de Fabi¨¢n la relevaron en el obrador diferentes trabajadores. Desde hace m¨¢s de 30 a?os est¨¢ Miguel, ¡°que no es de la familia, pero como si lo fuera¡±, dice In¨¦s Villaverde. Junto a Miguel est¨¢ Borja, que tampoco es pariente, pero tres cuartos de lo mismo, pues tambi¨¦n lleva 25 a?os trabajando all¨ª.
El producto estrella
Aunque La Playa es una de las confiter¨ªas m¨¢s m¨ªticas que hay en Gij¨®n y no hay celebraci¨®n que no endulcen las fresas en alm¨ªbar y el merengue requemado de su sufl¨¦ de fresa, sin duda su producto estrella son las princesitas. Son un dulce de bocado: dos rosquillitas de textura tierna unidas por una pasta de almendra y huevo, que a su vez van ba?adas con yema. Son secas, por lo que, aunque llevan una cobertura de alm¨ªbar, no te manchan al comerlas. Al ser un dulce ¡°monodosis¡± se suelen comprar por docenas (13,50 euros /12 unidades), aunque tambi¨¦n puedes pedir una o dos, algo que no te recomendamos porque seguro que te quedas corto.
In¨¦s cuenta como an¨¦cdota que el peque?o formato de las princesitas hace que algunos clientes las utilicen como snack energ¨¦tico. ¡°A veces viene una se?ora jubilada que tiene un grupo con el que sale a nadar a mar abierto y en vez de llevar geles, lleva princesitas. Me cuenta: ¡®Nos comemos todos antes unas cuantas princesitas y con la energ¨ªa que nos da, hacemos la traves¨ªa. Forma parte de nuestro ritual de salir a nadar¡¯¡±.
Las princesitas gustan a clientes de todas las edades, y de hecho se regalan en eventos como bodas y comuniones. Para este dulce emblem¨¢tico, otro emblema: cuando son obsequio en este tipo de fiestas, las empaquetan en un envoltorio que representa las casetas de rayas que hab¨ªa en la playa de Gij¨®n.
Existen otras princesitas, pero si abres la oreja, cuando un gijon¨¦s habla de princesitas siempre a?ade ¡°de La Playa¡±. ¡°Adem¨¢s de por la calidad de sus ingredientes, que eso es algo que damos por sentado, creo que su ¨¦xito est¨¢ en la nostalgia. Son dulces que te recuerdan a momentos buenos y a tus padres o tus abuelos¡±, cuenta In¨¦s. ¡°Hace poco, un se?or de unos 90 a?os vino de fuera de Gij¨®n a comprar una caja de princesitas porque le recordaban a cuando las com¨ªa con su abuela¡±.
Desde la confiter¨ªa no saben precisar cu¨¢ndo aparecieron por primera vez las princesitas ni qu¨¦ le llev¨® a Fabi¨¢n a hacerlas, pero adem¨¢s del testimonio de los clientes m¨¢s veteranos, est¨¢ documentado que existen desde los comienzos de la confiter¨ªa. ¡°Hay un anuncio de 1934 en El Comercio donde ya las anunciaban. Desconozco si ¨¦l (Fabi¨¢n) las hizo a partir de algo que vio, compr¨® o le regalaron¡±, cuenta In¨¦s Villaverde.
La gerente tampoco sabe precisar de d¨®nde viene el nombre de las princesitas, pero al escritor Alfonso Pel¨¢ez la denominaci¨®n, el sabor y el proceso de elaboraci¨®n le inspiraron un poema que hoy se puede leer en una pared de la confiter¨ªa y regalan en una tarjeta con las cajas de este dulce. "?Ay, Princesita! Tentaci¨®n de papilas gustativas, bocado lujurioso con el que hasta el gusto pierde el sentido; obra maestra de las delicatesen; santo y se?a de la dulzura gijonesa. De color amarillo huevo, barnizada a mu?eca y cincelada artesanalmente, tal pareces hecha a molde, y hasta los republicanos, a pesar de tu nombre, se toman la licencia de sucumbir ante tus encantos. ?Ay, princesita, princesita de La Playa t¨² s¨ª que sabes!"
El poema de Pel¨¢ez, adem¨¢s de una declaraci¨®n de amor a este dulce dorado, destaca algo que se mantiene: el proceso de elaboraci¨®n artesanal y su forma irregular. ¡°La elaboraci¨®n tiene poca intervenci¨®n de maquinaria, es muy manual¡±, explica Villaverde. ¡°El punto que hay que darles a los huevos y la almendra requieren el ojo del confitero¡±.
Para hacer las princesitas intervienen hasta tres personas. ¡°Traemos la almendra en crudo ¡ªsiempre que sea posible, almendra espa?ola¡ª, pasa por una laminadora y se le da el punto para aplicarla tanto a la rosquilla como a la crema que va dentro¡±, detalla In¨¦s. ¡°Las rosquillitas se meten al horno para dorarlas un poco, luego se rellenan con la crema hecha con el huevo y la almendra y se ba?an en el alm¨ªbar que se hace en el perol de cobre. Es el ba?o de las princesitas¡±.
Suena hasta po¨¦tico: el ba?o de las princesitas de La Playa. Adem¨¢s, es uno de los procesos que se siguen haciendo a la antigua usanza: en perol de cobre y con esp¨¢tula de madera, a golpe de brazo. ¡°El ba?o lo baten a mano hasta que le dan el punto. Con maquinaria se podr¨ªa hacer, pero estamos seguros de que no ser¨ªa lo mismo¡±, asegura In¨¦s.
Siguiendo con la met¨¢fora, el proceso de elaboraci¨®n de la princesita parece la descripci¨®n de un d¨ªa de playa: la princesita se unta en crema, se seca, se ba?a, se seca y se viste. En su caso, con moldes de papel tabaco para estar en La Playa y con cajitas blancas cuando salen a la calle. ¡°Esa caja nunca lleva celo, no se puede usar celo en la confiter¨ªa. Las cerramos con un lazo¡±.
La Playa en 2021
En La Playa tienen un libro de f¨®rmulas que est¨¢ traducido del alem¨¢n. De esas f¨®rmulas surgieron muchos de los dulces que hac¨ªan entonces y siguen elaborando hoy. Aunque suelen ser fieles a sus productos m¨ªticos, siempre tienen flexibilidad para adaptar o inventar algo nuevo, m¨¢s cuando hay un motivo como el de este a?o: celebrar su siglo de historia.
Para esta celebraci¨®n, acaban de sacar La Favorita, una tarta de chocolate sin bizcocho, hecha con almendra, caramelo, chocolate negro y con leche. Es un gui?o,?cuenta In¨¦s, al balneario La Favorita que hab¨ªa en frente de la confiter¨ªa La Playa de 1921, como homenaje a los inicios. Para darle a la vez un toque contempor¨¢neo, tambi¨¦n han preparado una edici¨®n especial de cajitas ilustradas por Abraham Men¨¦ndez.
En la secci¨®n Producto del mes contamos la historia de comestibles que nos emocionan por su calidad, por su sabor y por el talento de las personas que los hacen. Ning¨²n productor nos ha dado dinero, joyas o cheques-regalo del Mercadona para la elaboraci¨®n de estos art¨ªculos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.