Nueva York en seis desayunos
Salvo excepciones, las apariencias superan a la realidad en los buf¨¦s de la mayor¨ªa de los hoteles y en las cartas de los mil rincones de esta gran metr¨®poli
En Nueva York tengo claro lo que no quiero desayunar, sea cual fuere el lugar donde me aloje. No me interesa la versi¨®n norteamericana de los huevos con beicon, ni los revueltos con salchichas, ni los tazones de leche con cereales. Tampoco los huevos benedict, ni las tostadas con aguacate, ni por supuesto los gofres o las tortillas a la francesa con patatas asadas. Con el tiempo he llegado a la convicci¨®n de que, salvo excepciones, las apariencias superan a la realidad en los buf¨¦s de la mayor¨ªa de los hoteles y en las cartas de los mil rincones de esta gran metr¨®poli. Sin ahondar en otras razones, mis preferencias se centran en los panqueques o tortitas, como las denominamos en Espa?a. Gruesas, esponjosas, de textura m¨®rbida, superpuestas de tres en tres, una debilidad declarada. Por supuesto, aderezadas con nata y mermelada o rociadas con maple syrup (sirope de arce), alm¨ªbar que me entusiasma.
Seis d¨ªas en esta ciudad me han permitido otros tantos desayunos. Luces y sombras entre un gran descubrimiento, dos experiencias notables en Little Spain y una rotunda decepci¨®n que ya esperaba. Eso aparte de un desafortunado intento de brunch, concepto que ha ido evolucionando, para dejar de ser ese ¨¢gape que reemplaza al desayuno y sustituye a una comida ¡ª¡°breakfast m¨¢s lunch¡°¡ª y que ahora engloba toda suerte de almuerzos de fin de semana desde las 11:00 hasta las 16:00 horas. Los precios en consonancia con los baremos de la urbe, desmesurados desde nuestra perspectiva. La factura por un plato de tortitas, con caf¨¦ y zumo de naranja, es dif¨ªcil que baje de 35 euros.
Flipper?s
Ocupa una esquina del Soho con mesitas en la calle. A partir de las 10:00 horas, y en particular los fines de semana, soporta colas en la puerta. Entre sus mejores especialidades, las tortitas sufl¨¦s. Suaves, ligeras y con una textura et¨¦rea, particularmente delicada, mi gran descubrimiento en este ¨²ltimo viaje. Puestos a confesar ignorancias, desconoc¨ªa que semejantes piezas, infladas, bajas en az¨²car y ligeras como el aire, fueran oriundas de Jap¨®n. Y que Flipper?s, ¡ªcon un local abierto en el Soho neoyorquino y otro en el mismo Hollywood¡ª ejerce de franquicia de la casa nipona donde se inventaron. Uno de los comentarios que recib¨ª v¨ªa Instagram proced¨ªa de una pasteler¨ªa japonesa instalada en Espa?a que alud¨ªa a la complejidad t¨¦cnica de la receta y me recordaba que desde 2019 tambi¨¦n se elaboran en Madrid en Panda Pastisserie. Llevado de mi golosa glotoner¨ªa, a¨²n me atrev¨ª en Flipper?s a compartir otra de sus especialidades, las tortitas con reques¨®n batido y alm¨ªbar de lim¨®n. Adictivas, golosas hasta decir basta.
Flipper¡¯s. 337 W Broadway New York, NY 10013. Tel¨¦fono: (917) 265-8292.
Clinton St. Baking
Visit¨¦ Clinton Street Baking hace a?os por vez primera fiel a una recomendaci¨®n del The New York Times que hab¨ªa premiado el local por la calidad de sus panqueques (¡°best pancakes¡±), los mejores de la ciudad, seg¨²n el diario. Disfrut¨¦ entonces de un aceptable brunch, incluidos zumos de frutas, huevos benedict y tortilla con beicon, aparte de sus tortitas con nata y mermelada, que me entusiasmaron. El caf¨¦, tipo americano, agradable. Desde entonces, a pesar de que su carta ofrece m¨¢s de 20 sugerencias saladas, en mis visitas a esta casa me he centrado en los ¡°Pancakes with warm maple butter¡± (tortitas con mantequilla caliente de sirope de arce). En esta ocasi¨®n volv¨ª a la de ar¨¢ndanos silvestres y di de lado las de pl¨¢tano con nueces y las de chocolate. Algo as¨ª como un aut¨¦ntico foodporn en un local del Lower East Side de la Gran Manzana. A diario, Clinton?s Street Baking se atiborra de neoyorquinos y turistas. Incluso a partir de las primeras horas de la ma?ana hay que soportar largas colas los fines de semana. Es una l¨¢stima que la rutina tienda a apoderarse de la casa.
Clinton St. Baking. 4 Clinton St, New York, NY 10002.
Little Spain
No pod¨ªa dejar pasar la oportunidad de desayunar en Little Spain, la embajada gastron¨®mica de Jos¨¦ Andr¨¦s y sus socios. A partir de las ocho de la ma?ana, en una esquina del recinto ¡ªel bar Manolo y el chiringuito¡ª, situados a la entrada, con terraza y sombrillas en la acera cuando el tiempo lo permite, se sirven desayunos ib¨¦ricos de muchos quilates. Por dos veces consecutivas dej¨¦ de lado las tortitas para compartir un plato de huevos fritos con puntilla y jam¨®n ib¨¦rico, y un bocata de sobrasada con queso de Mah¨®n suculentos.
En mi segunda visita me centr¨¦ en la boller¨ªa que elaboran a diario, ensaimadas, xuxos y cruasanes rellenos. El caf¨¦, magn¨ªfico, de comercio justo. En el resto de la carta, tartas de queso y chocolate, flanes, arroz con leche, s¨¢ndwiches de jam¨®n y queso, y bocadillos tan tentadores como el de huevo con beicon y pimientos verdes fritos. Una pista fiable donde las haya.
Little Spain. 10 Hudson Yards, New York, NY 10001.
Magnolia Bakery
Nunca me ha gustado este lugar ni he entendido la fiebre que los cup cakes generaron en su momento. Los lanz¨® la serie Sexo en Nueva York a partir de 2008 sin razones gastron¨®micas que lo justificaran. Un testimonio de la capacidad de prescripci¨®n de Hollywood y de los grandes medios estadounidenses. Cuando visit¨¦ Magnolia Bakery en 2012, en pleno apogeo, aquel extra?o santuario soportaba largas colas de mit¨®manos ansiosos de degustar sus pasteles en taza, bombas de relojer¨ªa de enorme carga cal¨®rica. Hoy, pasada la moda, el local, pr¨¢cticamente vac¨ªo, asiste al derrumbe de un absurdo montaje. Magnolia Bakery tampoco es un lugar de desayunos, sino una pasteler¨ªa de barrio donde se venden para llevar los famosos cup cakes, aparte de caf¨¦s y t¨¦s para tomar en la calle. Llevado de una suerte de s¨ªndrome de Estocolmo entr¨¦, solicit¨¦ un t¨¦ y una suerte de muffin con crema que se me rompi¨® en la mano antes del primer mordisco. Mejor olvidarlo.
Magnolia Bakery. 401 Bleecker Street N.Y.
Sadelle?s
S¨¢bado en Nueva York, d¨ªa de brunch y me dirig¨ª a Sadelle?s entusiasmado con cumplir con el rito. Llegu¨¦ ilusionado dispuesto a disfrutar de un desayuno ingl¨¦s en versi¨®n XXL y mi experiencia result¨® un fiasco completo. Ni los huevos revueltos con patatas asadas, ni el bagel relleno de salm¨®n y crema de queso (una de las especialidades de la casa), merec¨ªan el menor elogio. Tampoco el zumo de naranja. Recordaba la experiencia bastante mejor en mi ¨²ltima visita. El local, eso s¨ª, lleno hasta la bandera. Y todo a partir de una f¨®rmula que le ha llevado a abrir locales en Las Vegas, Dallas, Par¨ªs, Riad y Miami.
Sadelle¡¯s. 463 West Broadway. Nueva York, NY 10012.