Kisir con fresas

Llamadme viejuno, pero acabo de descubrir el bulgur. No como consumidor, porque lo hab¨ªa tomado en unos cuantos restaurantes con gran deleite, pero s¨ª como cocinero. Entre que no se ve mucho por los supermercados y las tiendas, y la perecilla que te da comprar un ingrediente ex¨®tico que no sabes qu¨¦ tal te va a salir, a¨²n me hab¨ªa lanzado.

Tras ver esta receta del Ottolengui decid¨ª dar un giro a mi vida y atreverme con este alimento procedente del trigo, hermano gordito del cusc¨²s e ingrediente habitual en la cocina de Oriente Pr¨®ximo. Me apetec¨ªa un mont¨®n probar el kisir, un plato t¨ªpico de Turqu¨ªa en el que el bulgur se mezcla con tomate, cebolla, hierbas y especias, y encontr¨¦ el grano sin grandes dificultades en una tienda de comida ecol¨®gica.

La primera experiencia fue un completo desastre. O las cantidades de la receta del restaurante brit¨¢nico no estaban bien, o los tomates espa?oles son m¨¢s secos que los de all¨ª o el bulgur ecol¨®gico que compr¨¦ era de trigo del Pleistoceno, pero el caso es que qued¨® como una ensalada de perdigones. Con agua y m¨¢s cocci¨®n lo pude transformar en comestible... pero vamos, aquello no se parec¨ªa en nada a la delicia turca que yo me hab¨ªa montado en mi imaginaci¨®n.

?sta es la versi¨®n corregida y un poco a mi bola del plato, que intenta respetar sus esencias y a la vez incorpora alguna frivolit¨¦ como las fresas. En mi humilde opini¨®n el car¨¢cter agridulce de la fruta le va muy bien a la receta, pero si te molestan no tienes m¨¢s que quitarlas.