C¨®cteles para quitar el fr¨ªo del cuerpo
Cuando bajan las temperaturas, apetecen las bebidas calenturrias y especiadas. Una copa arom¨¢tica y c¨¢lida te har¨¢ sentir como si estuvieras un refugio alpino, aunque el San Bernardo sea solo de peluche.
?Por qu¨¦ si en verano las palabras 'Mai Tai' y 'mojito' nos hacen salivar cual perrete de Pavlov, en invierno no pensamos de inmediato en c¨®cteles calientes? El hielo es de lo primero que todos aprendemos a relacionar con los combinados pero, si le damos un par de vueltas al asunto, es f¨¢cil ver por qu¨¦ los combinados calor¨ªficos tienen una tradici¨®n a¨²n m¨¢s larga, aunque no sea tan conocida.
En primer lugar porque el alcohol, al provocar cierta vasodilataci¨®n en la superficie del cuerpo, nos provoca la enga?osa sensaci¨®n de tener menos fr¨ªo (enga?osa, dado que en realidad ese calorcete tan agradable que te arrebola las mejillas no es m¨¢s que sangre que antes estaba encerradita y bien abrigada dentro de tus ¨®rganos). Adem¨¢s, calentar una bebida puede servir tambi¨¦n para quemar del todo o en parte el alcohol y para a?adir algunos sabores de caramelo al tostar los az¨²cares.
En el pasado, los licores calientes serv¨ªan tambi¨¦n para disimular el sabor a matarratas de los destilados, y eran frecuentes en las f¨®rmulas de ponches. Por poner un ejemplo, en El cuento de Navidad de Charles Dickens el fantasma de las Navidades presentes le muestra al se?or Scrooge, entre un mont¨®n de golosinas m¨¢s, varios ¡°barre?os de ponche humeantes¡±.
Pero cuando no s¨®lo calentamos los c¨®cteles sino que los hacemos arder, la llama queda tan, tan, tan resultona que tiene algo m¨¢gico, como bien sabe todo aqu¨¦l que ha asistido al conxuro da queimada o se ha dejado llevar por el buen rollo comunal de un cremat frente al mar. De hecho, la ¨²nica imagen que nos ha dejado Jerry Thomas, el padre de la cocteler¨ªa moderna, es la de ¨¦l haciendo pasar un l¨ªquido ardiente de una taza a otra. El c¨®ctel se llama blue blazer (¡°llamarada azul¡±) y fue su creaci¨®n m¨¢s famosa. No la intent¨¦is en casa si no dispon¨¦is de un buen seguro del hogar y/o un traje de amianto.
Mejor inclinaos por un hot toddy, una antigua familia de c¨®cteles que agrupa combinados calientes y minimalistas, basados en un destilado, agua caliente, az¨²car y, si se quiere, alguna especie o bitter. O apostad por alg¨²n otro cl¨¢sicos, como el vino especiado que triunfa en invierno en la Europa del Norte. O explorad las posibilidades y el infinito juego que da el bebercio mezclado con caf¨¦, preparando desde un caf¨¦ irland¨¦s hasta el carajillo de toda la vida de Dios. Se suele atribuir la invenci¨®n del caf¨¦ irland¨¦s al bartender Joe Sheridan, hacia el a?o 1942, quien ofreci¨® este reconfortante trago a un grupo de viajeros que estaban muertos de fr¨ªo en el aer¨®dromo de Foynes, en Irlanda. La del carajillo, se prestar¨ªa a un art¨ªculo aparte.
Pero ya puestos a volvernos un poco locos, ?por qu¨¦ no ir m¨¢s all¨¢ y experimentar con otros sabores? Tiremos por donde tiremos, en el caso de las bebidas calientes es importante recordar algunos trucos:
- Contar con tazas resistentes. La de fino cristal de Bohemia que es tu recuerdo m¨¢s preciado del ajuar de boda puede acabar hecha trizas por culpa del l¨ªquido caliente o, peor a¨²n, clavada en tus manos.
- Es esencial templarlas. Antes de verter nuestro c¨®ctel en las tazas, hay que enjuagar el interior con agua hirviendo. Adem¨¢s de evitar roturas, conseguiremos tambi¨¦n que la bebida conserve su temperatura por m¨¢s tiempo.
- Cuidado con los sabores delicados. Si empleamos infusiones muy ligeras, de t¨¦ blanco o verde, nos podemos encontrar que pierden toda su fuerza al calentarlas.
- Naturalmente, los c¨®cteles calientes pueden tener una base de leche con cacao. Lo que vendr¨ªa a ser un Xose Tojeiro¡¯s special ("mecharon droja en el colacao") antes de ir a dormir nos proporcionar¨¢ una noche de ZZZZzzzzZZs continuados.
Nosotros hemos hecho un poco de trampa y, aunque nuestra receta parece el cl¨¢sico t¨¦ de las cinco, en realidad no lleva ni una una hojita de la planta. Aunque s¨ª otro ingrediente muy t¨ªpico de las merendolas inglesas: la mermelada de naranja. Si te has pasado el d¨ªa paseando los corgis por Balmoral o, simplemente, has llegado a casa algo destemplado, ¨¦sta es la receta que te reconciliar¨¢ con la vida.
GOD SAVE THE QUEEN
Dificultad: Ni fr¨ªa ni caliente.
Ingredientes
Para un c¨®ctel
- 1 cucharadita de mermelada de naranja amarga
- 1 golpe de bitters de chocolate
- 6 cl de ron dorado
- 9 cl de agua
Instrucciones
?Has intentado hacer esta receta u otras de El Comidista, y no te han salido bien? Qu¨¦jate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com.
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