Berenjenas a la crema de Pepe Carvalho

"Sherlock Holmes tocaba el viol¨ªn. Yo cocino¡±. As¨ª explicaba Pepe Carvalho su m¨¦todo de inspiraci¨®n detectivesca en Asesinato en el Comit¨¦ Central (1981). Porque ya se sabe que un detective literario no es nada sin sus peque?as excentricidades, y si Conan Doyle eligi¨® la m¨²sica y la coca¨ªna, Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n decidi¨® regalar a su personaje el guisoteo reconcentrado y la apreciaci¨®n de la buena comida.

Hace la friolera ya de 45 a?os que sali¨® publicada la primera novela de la serie Carvalho (Yo mat¨¦ a Kennedy, 1972) y no creo que exista casi ning¨²n espa?ol que no haya le¨ªdo alguna de las 17 siguientes. O que no conozca al menos sus versiones cinematogr¨¢ficas, en las que el detective del Raval fue encarnado por Eusebio Poncela, Patxi Andi¨®n, Juan Luis Galiardo o Juanjo Puigcorb¨¦. Todas esas caras y m¨¢s ha tenido el investigador m¨¢s famoso de la literatura espa?ola, ex-agente de la CIA, ex-comunista y bibliopir¨®mano por m¨¢s se?as.

Aunque Carvalho sobre todo era gastr¨®nomo, un gourmet ecl¨¦ctico capaz de disfrutar lo mismo del bocadillo de la Se?ora Paca que del restaurante m¨¢s refinado de Europa. Aunque quemara libros en la chimenea, era fiel amante del morro fino y prueba de que la cultura m¨¢s exquisita puede estar en el plato. Cuando no pod¨ªa digerir un caso se encerraba en la cocina a rumiar entre vapores, ya fuera para hacerse una caldereta de pescado de disfrute individual (Tatuaje) o unos filetes de buey con salsa de foie y trufa a compartir con su vecino Fuster (Historias de amor). Adem¨¢s de las preparaciones de Carvalho, merecedoras de p¨¢ginas enteras en sus novelas y tan completas que se pueden seguir de p¨¦ a p¨¢, los lectores cocinillas disfrutamos con las descripciones de bares, restaurantes, mercados y c¨®mo no, con la peque?a cocinilla que tiene montada Biscuter en la oficina.

Hoy nos vamos a centrar en la que pude ser la novela m¨¢s culinaria de la serie Carvalho: Los mares del Sur, premio Planeta en 1979. Gauguin y las altas esferas de Barcelona se mezclan con los recuerdos de la primera visita del detective a Casa Leopoldo, sus vicios (¡°Volvi¨® a sentarse, reclam¨® la presencia del due?o y le pidi¨® una copa doble de marc de Champagne helado. Mientras la paladeaba ten¨ªa la sensaci¨®n de que volv¨ªa a ser ¨¦l mismo. El h¨ªgado. La madre que lo pari¨®. El h¨ªgado es m¨ªo. Har¨¢ lo que yo quiera.¡±), la cocina china (¡°La m¨¢s diet¨¦tica de todas. Es sabrosa y no engorda. Te encargo que te especialices en cocina china¡±), el morteruelo o los l¨ªmites de la paella (¡°Ten¨ªas raz¨®n. En la paella de los pueblos de Castell¨®n no se pone cebolla. Ha sido un lapsus. Un catalanismo. He de volver a Morella urgentemente para un reciclaje¡±).

Amante y conocedor de la buena cocina de su tiempo, Carvalho viaja en Los mares del Sur a Murcia para darse un homenaje en el restaurante El Rinc¨®n de Pepe, un negocio real que sigue existiendo a d¨ªa de hoy y que fue muy famoso en los a?os setenta y ochenta . All¨ª Raimundo Gonz¨¢lez le ofrece embutidos de la regi¨®n, berenjenas con gambas a la crema, perdices a la t¨ªa Josefa y leche frita. ¡°Bebi¨® cuatro jarras del Jumilla de la casa y pidi¨® la receta de las berenjenas para darse una vez m¨¢s cuenta de que si la guerra de los Treinta A?os no hubiera sentenciado la hegemon¨ªa de Francia en Europa, la cocina francesa a estas horas padecer¨ªa la hegemon¨ªa de las cocinas de Espa?a. Su ¨²nico patriotismo era gastron¨®mico¡±. En otro tipo de novela, esa receta prestada no volver¨ªa a aparecer o se mencionar¨ªa de pasada, pero V¨¢zquez Montallb¨¢n estaba en otro nivel: 20 p¨¢ginas despu¨¦s, las berenjenas reaparecen en todo su esplendor, levemente modificadas ¡ªyo dir¨ªa mejoradas¡ª respecto a la f¨®rmula original.

Se trata de una especie de lasa?a con berenjena, jam¨®n, gambas y bechamel, en la que Montalb¨¢n introduce la novedad de aprovechar las c¨¢scaras y cabezas de los crust¨¢ceos para incorporar todo su sabor a la salsa. ¡°Reconozco que es muy poco ortodoxo. Normalmente se hace con bechamel qu¨ªmicamente pura y con menos sabor a gamba. Pero tengo un paladar primario.¡± Primario es tambi¨¦n el aspecto del plato, pero no os dej¨¦is llevar por las apariencias: la mezcla de berenjenas, marisco y jam¨®n resulta excelsa. Adem¨¢s, permite reciclar las ¨²ltimas gambas o langostinos que te quedan de Navidad en el congelador.

Podr¨ªamos hablar aqu¨ª de detectives gourmet (Brunetti, Montalbano, Maigret) o de la faceta gastr¨®noma de Carvalho hasta hartarnos, y de la de su autor hasta el D¨ªa del Juicio Final. Pero lo mejor es que?releamos sus aventuras, practiquemos sus recetas e incluso busquemos alg¨²n ejemplar de los libros estrictamente culinarios de Montalb¨¢n, como Contra los gourmets, La cocina catalana, Recetas inmorales o La cocina de los finisterres. A ser posible, antes de que Carvalho vuelva a las librer¨ªas ¡ªmiedo me da¡ª o de que encontremos un amante sin gusto que al probar la receta diga, igual que en Los mares del Sur: ¡°Est¨¢ muy bueno. ?Es de lata?¡±.

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