Pastel de repollo

Hay ciertas recetas que relaciono autom¨¢ticamente con mi casa y mi ni?ez, pero que no tengo muy claro que puedan considerarse cl¨¢sicas o arraigadas tambi¨¦n en otras familias. Una de ellas es el pastel de repollo que preparaban tanto mi madre como mi t¨ªa y, por ende, estaba siempre presente en las comidas en familia con mi abuela. No s¨¦ de d¨®nde surgi¨® la receta, pero indagando un poco me he podido dar cuenta de que este pastel de repollo era la soluci¨®n perfecta para que una prole de diez ni?os de edad temprana comieran esa verdura complicadita.

Para mi madre no hay pastel de repollo sin un buen sofrito de puerros, bacon salteado, nata, huevos y un buen arre¨®n de pimienta negra. Curiosamente siempre lo ha servido fr¨ªo y acompa?ado de un rico sofrito de tomate con cebolla. Con los a?os he ido descubiendo que una crema de zanahoria o de calabaza, como la de la receta de hoy, tambi¨¦n son excelentes compa?eros de batalla.

Lo bueno de estos pasteles, que tambi¨¦n pueden ser el relleno de cualquier quiche, es que una alteraci¨®n en el producto principal nos cambia la resultado por completo pero la preparaci¨®n es igualmente f¨¢cil. Os animo a que prob¨¦is s¨®lo con puerro, con calabac¨ªn, con lombarda, con espinacas¡­ y adem¨¢s tambi¨¦n podr¨¦is incorporar restos de carne, pollo o pescado y darles un toque diferente. Eso s¨ª: cualquier cosa que a?ad¨¢is al pastel tiene que estar previamente cocinada y haber soltado sus jugos, porque sino el resultado final se aguar¨¢. Se cocinan siempre al ba?o mar¨ªa, en moldes forrados con papel film apto para alcanzar temperaturas notables, lo que nos permitir¨¤ desmoldarlos bien.

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