Empanadico de calabaza: el dulce de subsistencia del Alto Arag¨®n
El empanadico naci¨® como dulce de aprovechamiento en Huesca, donde las panader¨ªas utilizaban masa de pan vieja como prefermento. En la versi¨®n cl¨¢sica se rellena con calabaza, aunque tambi¨¦n se usan manzanas o espinacas.
Un recuerdo que se mantiene al rojo vivo en mi cabeza es el olor de la panader¨ªa de Si¨¦tamo, un municipio peque?o en la Hoya de Huesca, situada al lado de un lavadero del siglo XIX precioso. Par¨¢bamos siempre que volv¨ªamos a Zaragoza del Pirineo para aprovisionarnos de merienda para el resto del camino y empanadicos de calabaza para el resto del mes.
Este postre tiene un arraigo muy profundo en las zonas del Alto Arag¨®n, sobre todo en las del Sobrarbe y Ribagorza. Es un dulce de subsistencia y de provincia, que envuelve territorio y ruralidad. En las panader¨ªas se utiliza masa de pan vieja como prefermento, aunque en la mayor¨ªa de casas se elabora una masa escaldada. Cada familia tiene su f¨®rmula y, como ocurre con las recetas transmitidas alrededor de mesas camilla, las cantidades suelen indicarse mediante miajas, vasicos y pu?¨¢us.
Para elaborar la masa -ser¨¦ m¨¢s concreta con las medidas, lo prometo- es importante trabajar con harina floja, ya que queremos poder estirarla lo m¨¢ximo posible, como una hoja de papel, y si tiene mucha fuerza nos costar¨¢ hacerlo. Se trata de una masa sencilla de agua y aceite que hay que trabajar con cuidado. Tiene que quedar muy fina y, aunque se desliza sin problema gracias al aceite que contiene, al manipularla se rompe con facilidad. ?El truco? Extender la masa sobre un papel de horno y ayudarnos de ¨¦l para doblarla sobre s¨ª misma.
Las calabazas, almacenadas a la fresca durante varios meses, son su ingrediente principal. Otros rellenos comunes son la manzana o las espinacas -la versi¨®n salada ir¨ªa sin az¨²car, con sal y pimienta-, siempre acompa?adas de pi?ones y pasas. Respecto a la cocci¨®n, es mejor pasarse que quedarse cortos. Los tostados son necesarios para que el empanadico tenga su sentido completo: si pasado el tiempo que indica la receta -cada horno tiene sus propias man¨ªas- todav¨ªa est¨¢ clarito, d¨¦jalo hasta que se tueste.
Quedarse sin probar esta delicia de los meses fr¨ªos es algo que no le deseo a nadie. As¨ª que hay dos opciones, organizar una excursi¨®n de lectores de El Comidista a la provincia de Huesca (famosa por sus pasteler¨ªas) y hacer cata de empanadicos, o probar a hacerlo en casa. Esta segunda es m¨¢s inmediata -y lo voy a poner muy f¨¢cil-, pero si conduciendo por carreteras oscenses os encontr¨¢is con el letrero de entrada a Si¨¦tamo, recomiendo coger el desv¨ªo y aparcar junto al lavadero.
Dificultad: La masa tiene su aquel, pero nada que no se logre con paciencia.
Ingredientes
Para la masa
- 300 g de harina floja
- 140 g de agua
- 100 g de aceite de oliva virgen extra.
- ? cucharada de sal
- 60g de az¨²car blanco
- 1 piel de lim¨®n
Para el relleno
- 400 g de calabaza
- 30 g de pasas
- 30 g de pi?ones
- 50 g de az¨²car moreno
- 1 cucharadita de canela
- Aceite de oliva virgen extra
Instrucciones
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