La contenci¨®n le gana la partida a la exuberancia en la semana de la moda de Mil¨¢n
Mientras muchas firmas internacionales buscan la diversi¨®n y el exceso en sus propuestas para la pr¨®xima primavera, las dos primeras jornadas de la pasarela italiana prefieren trabajar la sutileza y la funcionalidad
¡°Existencialismo en un hotel de lujo¡±. As¨ª definieron los cr¨ªticos literarios la obra, y sobre todo la vida, de Fran?oise Sagan. Esa mezcla de intelectualidad y hedonismo, de gustos caros y cierto desd¨¦n por lo material que tan bien encarnaba la autora ha servido de punto de partida a Ian Griffiths, director creativo de Max Mara, para imaginar su colecci¨®n de la pr¨®xima primavera. A fin de cuentas, la marca italiana ocupa en el imaginario colectivo una posici¨®n equidistante entre la sobriedad y la exclusividad, una especie de lujo cerebral que, como Sagan, estiliza la profundidad. ¡°Adem¨¢s, este ¨²ltimo a?o todos nos hemos vuelto un poco m¨¢s existencialistas¡±, dice Griffiths. Pero en su propuesta no hay melancol¨ªa, tampoco una lectura literal y estereotipada de la burgues¨ªa rebelde. Max Mara imagina a la Sagan del siglo XXI con un repertorio de nuevos b¨¢sicos lujosos: donde antes hubo camisas marineras, jers¨¦is de cachemir y gabardinas masculinas, ahora hay su¨¦teres de cortes estructurados, abrigos fluidos de colores luminosos, faldas de punto ligero y sutiles vestidos de plumas que enfatizan el movimiento. Un armario que conjuga esplendor y contenci¨®n y logra en cierto modo lo que otras firmas buscan: generar deseo a trav¨¦s de una complicada sencillez.
La rebeld¨ªa fue tambi¨¦n el punto de partida de Kim Jones en su segunda colecci¨®n de pr¨ºt ¨¤ porter para Fendi. En su caso no la encarnaba la bohemia francesa, sino la vida cultural del Nueva York de los setenta. Indagando en los archivos de Karl Lagerfeld, el dise?ador se encontr¨® con el logo que cre¨® para la casa uno de los fieles colaboradores del k¨¢iser en sus primeros a?os, el ilustrador Antonio Lopez: artista irreverente, agitador nocturno y pionero en visibilizar la cultura queer. Los trazos que dibuj¨® para Fendi resucitan hoy en forma de estampados. ¡°Las nuevas generaciones tienen que conocer su obra¡±, sentencia Jones, quien, a partir de dicho legado, imagina una renovada est¨¦tica disco a base de voluminosas prendas de pelo, vestidos de cuero estampado y trajes sastre fluidos casi id¨¦nticos a los que el dise?ador crea para la l¨ªnea masculina de Dior, de la que tambi¨¦n es director art¨ªstico. Una extra?a traslaci¨®n al presente de una historia, la de los a?os del hedonismo neoyorquino, demasiado revisitada como para poder rescatar de ella algo puramente original.
Para diversi¨®n sin cortapisas, Cavalli. De hecho, su director creativo, Fausto Puglisi, rechaza el concepto cl¨¢sico de inspiraci¨®n. ¡°Prefiero hablar de actitud y de emociones que de conceptos creativos concretos¡±, cuenta al tel¨¦fono. Su colecci¨®n, como no pod¨ªa ser de otra forma, es una oda al estampado animal (cabeza de tigre incluida) que no acepta dobles lecturas: del vestido ajustado y min¨²sculo a las faldas miri?aque, la suya es una sucesi¨®n de motivos gr¨¢ficos excesivos y ecl¨¦cticos ¡°que expresan las ganas de fiesta y de volver a disfrutar¡±, cuenta Puglisi.
En el otro extremo, el de la revoluci¨®n silenciosa, Giorgio Armani lleva instalado casi medio siglo. En la segunda jornada de desfiles milaneses, el dise?ador celebra 40 a?os de Emporio Armani con una exposici¨®n comisariada por ¨¦l mismo y un desfile que revisita algunos de los hitos de la marca, una de las primeras ense?as de autor que decidi¨® apostar por precios accesibles. Vestir a todo el mundo sigue siendo la m¨¢xima de Armani, que ha redundado una vez m¨¢s lo que sabe hacer, ropa funcional y f¨¢cil de llevar que marca la diferencia a trav¨¦s de matices sutiles, como la sastrer¨ªa de denim o las camisas de patr¨®n deconstruido. Pero esta vez ha habido una gran novedad: junto a Giorgio han salido a saludar tras el espect¨¢culo Leo Dell Orco, director creativo de la l¨ªnea masculina, que ya apareci¨® en el desfile de hombre, y Silvana Armani, sobrina del creador y encargada de la l¨ªnea femenina. Los rumores de sucesi¨®n vuelven a sonar en la casa italiana.
A diferencia de Nueva York y Londres, que se han planteado la vuelta a las pasarelas como una celebraci¨®n repleta de colecciones atrevidas y marcadamente optimistas, en las dos primeras jornadas de la semana de la moda de Mil¨¢n ha habido m¨¢s contenci¨®n que exceso. Alberta Ferretti tambi¨¦n ha apostado por redundar en su identidad, construida a base vestidos fluidos de gasa y una idea cl¨¢sica de la sofisticaci¨®n femenina. Hasta Numero 21, que siempre ha jugado su mejor baza con las combinaciones de color, ha preferido te?ir la mayor¨ªa de su colecci¨®n de blanco. Quiz¨¢ no haga falta cambiar para afrontar este reinicio, ni buscar alternativas para acercarse a un hipot¨¦tico nuevo consumidor. Las ense?as italianas, por ahora, prefieren sentirse c¨®modas en su piel y seguir apostando por lo que saben hacer. Por mucho que se apele a una nueva relaci¨®n con la est¨¦tica y el uso de las prendas, tal vez en la moda pocas cosas hayan cambiado.
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