James Gandolfini y su adicci¨®n al alcohol y a las drogas causaron el caos durante el rodaje de ¡®Los Soprano¡¯
El jefe de localizaci¨®n de la emblem¨¢tica serie de HBO revela en un nuevo libro la dificultad de trabajar con el actor, fallecido en 2013, durante las ¨²ltimas temporadas, en las que sol¨ªa salir de fiesta, aparecer tarde y olvidar las frases del guion
25 a?os despu¨¦s del estreno de Los Soprano en HBO, la interpretaci¨®n que el actor James Gandolfini (Nueva Jersey, 1961 - Roma, 2013) regal¨® a los espectadores, meti¨¦ndose en la piel de Tony Soprano, un mafioso con ataques de ansiedad, sigue consider¨¢ndose una de las mejores actuaciones de la historia de la televisi¨®n. El int¨¦rprete, fallecido en la ciudad de Roma el 19 de junio 2013 a causa de un infarto, mientras se encontraba de vacaciones, dej¨® una huella imborrable en la ficci¨®n televisiva, que le vali¨® tres premios Emmy y un Globo de Oro al mejor actor. Sin embargo, la lucha contra sus demonios personales hizo que el rodaje de la galardonada serie no fuese un camino de rosas, especialmente en sus ¨²ltimas temporadas. As¨ª lo revela ahora Mark Kamine, jefe de localizaciones en la serie que dur¨® seis temporadas, en su nuevo libro On Locations: Lessons Learned from My Life On Set with The Sopranos and in the Film Industry. En sus p¨¢ginas explica que, durante el rodaje de la quinta entrega, el desgaste de Gandolfini comenz¨® a traer problemas durante la producci¨®n.
Kamine relata varias an¨¦cdotas del rodaje. Una de ellas tuvo lugar despu¨¦s de grabar un episodio en Nueva Jersey: ¡°Estaba en el bar del hotel cuando uno de los miembros del rodaje m¨¢s cercano a Jim [Gandolfini] me pregunta si quiero ir a Atlantic City con ellos¡±. Atlantic City se encontraba a casi 130 kil¨®metros de donde estaban, a m¨¢s de una hora en coche, y al d¨ªa siguiente deb¨ªan seguir rodando: ¡°Lo rechac¨¦. A la ma?ana siguiente, no me extra?¨® que no fuesen capaces de despertar a Jim¡±, escribe Kamine. Al final, apareci¨® con cuatro horas de retraso ¡°quej¨¢ndose y maldiciendo cada vez que se equivocaba con sus frases medio aprendidas, repitiendo toma tras toma, bebiendo mucho caf¨¦ y agua, mostr¨¢ndose al mismo tiempo avergonzado y maleducado, como hac¨ªa siempre que la cagaba de esa forma¡±.
A medida que el actor se volv¨ªa ¡°cada vez menos digno de confianza¡±, HBO supuestamente ¡°agreg¨® una cl¨¢usula a su contrato que lo hac¨ªa responsable de los costes del d¨ªa de rodaje si faltaba al trabajo debido a excesos de consumo¡±, afirma el autor del libro. Seg¨²n Kamine, que m¨¢s adelante se convirti¨® en el productor ejecutivo de otra exitosa serie de la plataforma, White Lotus, hubo otras an¨¦cdotas que hac¨ªan aquellos rodajes imposibles: Edie Falco, la actriz que interpretaba a su mujer, Carmela Soprano, estaba tan harta de los plantones de Gandolfini que se sent¨ªa frustrada con el actor y ¨¦l, se sent¨ªa frustrado con la perfecci¨®n de ella: ¡°Edie siempre llegaba temprano, siempre estaba preparada y siempre se met¨ªa al instante en la piel de su personaje. Fue una presencia admirable en el set de rodaje a lo largo de toda la serie¡±. Pero, precisamente, la profesionalidad de la actriz a menudo intimidaba a su compa?ero: ¡°Jim parec¨ªa asombrado y, al mismo tiempo, frustrado por c¨®mo Edie se met¨ªa en su personaje, porque ¨¦l a menudo llegaba poco preparado, maldiciendo entre escena y escena y pidi¨¦ndole al supervisor de guion que le recitase las frases que ten¨ªa que decir¡±. Sin embargo, admite Kamine, ¡°todos estaban dispuestos a soportar el caos¡± porque ¡°Gandolfini, m¨¢s que ning¨²n otro, salvo David [Chase, el creador de la serie] es quien hizo que Los Soprano fuera lo que fue, con sus rasgos expresivos, sus ricas interpretaciones y sus gestos, al mismo tiempo amenazantes y comedidos¡±.
M¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s de su muerte, Kamine no ha sido el ¨²nico trabajador de la serie que ha hablado sobre los problemas de Gandolfini. En 2021, el periodista de investigaci¨®n James Andrew Miller, conocido por sus reportajes en The Washington Post o The New York Times, public¨® Tinderbox: HBO¡¯s Ruthless Pursuit of New Frontiers, un libro que cuenta la historia de la cadena estadounidense y su forma de irrumpir en la escena para generar lo que m¨¢s adelante se bautiz¨® como la edad de oro televisiva. En este libro, que recoge m¨¢s de 750 entrevistas con actores, productores, directivos y trabajadores de HBO desde sus inicios, recogi¨® la preocupaci¨®n del equipo directivo por Gandolfini: ¡°Nos preocupaba que Gandolfini se muriera¡±, revel¨® Jeff Bewkes al periodista, director ejecutivo de HBO desde 1995 hasta 2002, ¡°de vez en cuando se iba de juerga o se daba un atrac¨®n de coca¨ªna y ten¨ªamos que detener la producci¨®n¡±. Bewkes tambi¨¦n asegur¨® que el actor, a veces, ni siquiera aparec¨ªa en el set, lo que ¡°resultaba dif¨ªcil para las agendas de los otros actores¡±. Y a?adi¨® que ¡°no presion¨®¡± al entonces presidente de HBO, Chris Albrecht, sobre Gandolfini porque ¡°pensaba que Jimmy estaba avergonzado de su comportamiento¡±.
Pero los problemas de Gandolfini terminaron por llegar a los o¨ªdos de Chris Albrecht, quien le invit¨® a su casa con la idea de confrontarle para que fuese a rehabilitaci¨®n. Gandolfini, por su parte, pens¨® que se trataba de una velada normal: ¡°Aquello se hab¨ªa convertido en un enorme problema¡±, revel¨® Albrecht a Miller, ¡°y tambi¨¦n se hab¨ªa convertido en una falta de respeto hacia los dem¨¢s actores, por lo que surgieron algunos problemas¡±. Cuando Gandolfini lleg¨® a casa de Albrecht, encontr¨® a una docena de personas all¨ª, incluido David Chase y varios miembros de su familia. Seg¨²n cont¨® el directivo, los amigos y familiares de la estrella de la televisi¨®n hab¨ªan ensayado qu¨¦ decirle aquella noche, e incluso ten¨ªan preparado un jet privado para llevarle a rehabilitaci¨®n: ¡°Pero toda la intervenci¨®n dur¨® 10 segundos. Gandolfini entr¨®, vio el panorama, e inmediatamente grito: ¡®Venga, que os jodan. Que os jodan a todos¡±, rememoraba Albrecht, quien tambi¨¦n record¨® que el actor le mir¨® de manera desafiante y le ret¨® a despedirle delante de todo el mundo, para despu¨¦s abandonar furioso el lugar. ¡°Mientras los dem¨¢s permanec¨ªan at¨®nitos, una de sus hermanas le persigui¨® por el pasillo, rog¨¢ndole que regresara. Pero no funcion¨®. Jimmy no estaba dispuesto a aceptar nada de aquello¡±.
En su libro, Kamine deja claro que, pese a todo, Gandolfini era una presencia muy querida en el rodaje. Cada viernes noche, el actor se encargaba de comprar sushi para todo el equipo y cada final de temporada daba a cada miembro del equipo un regalo, a menudo por valor de cientos de d¨®lares. Cuando termin¨® la serie, regal¨® a cada uno un reloj con una inscripci¨®n grabada en la que pod¨ªa leerse: ¡°Los Soprano. 1997-2007. Descanse en paz. Gracias. J.G¡±.
Gandolfini falleci¨® a los 51 a?os. Se encontraba en Roma con su segunda esposa, Deborah Lin, su hija Liliane, reci¨¦n nacida, y su hijo mayor, Michael, fruto de su anterior matrimonio con la productora Marcy Wudarski. La familia al completo ten¨ªa previsto acudir al festival de cine de Taormina, en Sicilia. Fue su hijo, que en aquel momento ten¨ªa 14 a?os, quien le encontr¨® en la habitaci¨®n de su hotel.
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