La revista ¡®?Hola!¡¯ cumple 80 a?os: ?qu¨¦ dicen sus portadas sobre la historia reciente de Espa?a?
En los cincuenta, las diosas del Hollywood dorado compart¨ªan p¨¢ginas con los Franco, a los que reemplaz¨® la Familia Real tras la muerte del dictador. Adolfo Su¨¢rez fue el primer pol¨ªtico que comprendi¨® el poder de la publicaci¨®n, que en los noventa incorpor¨® a personajes televisivos. Ni la ca¨ªda de ventas ni de publicidad han cambiado los valores de un semanario blanco y amable con sus personajes
La revista ?Hola!, considerada como una de las publicaciones m¨¢s blancas y amables del mundo, naci¨® en uno de los a?os m¨¢s oscuros y amargos de la historia de Espa?a. El 8 de septiembre de 1944, en medio de la hambruna, las cartillas de racionamiento y la miseria del franquismo, el periodista Antonio S¨¢nchez G¨®mez y su mujer, Mercedes Junco Calder¨®n, lanzaron su ¡°semanario de amenidades¡± en Barcelona. El sonriente globo terr¨¢queo de la O de ?Hola! de la cabecera y la id¨ªlica imagen elegida para esa primera portada ¡ªla ilustraci¨®n de una elegante dama disfrutando de un d¨ªa de playa¡ª dejaban bien claro cu¨¢l ser¨ªa la l¨ªnea editorial de la publicaci¨®n del matrimonio S¨¢nchez Junco: solo noticias amenas y entretenidas, nada que fuera pesado, profundo o deprimente. Incluso las muertes ser¨ªan narradas positivamente, m¨¢s en un tono conmemorativo que de triste lamento.
Aquella Espa?a gris y subdesarrollada del primer franquismo salud¨® con entusiasmo la aparici¨®n de ?Hola!. ¡°Hay desde la feliz nota humor¨ªstica hasta una bien compaginada nota de sociedad pasando por una especie de revoltijo literario-gr¨¢fico que abarca un buen n¨²mero de amenidades en extremo curiosas y que captan enseguida el inter¨¦s del lector¡±, defini¨® el El diario de Barcelona el primer n¨²mero del semanario. La f¨®rmula primigenia creada por los S¨¢nchez en la mesa camilla de su piso barcelon¨¦s fue un ¨¦xito y lo sigue siendo ocho d¨¦cadas despu¨¦s. ?Hola! sigue siendo lo que fue, una revista ligera o, como la defini¨® su fundador, ¡°la espuma de la vida¡±.
En los a?os cincuenta, la revista atiborr¨® a los hambrientos lectores espa?oles con im¨¢genes de glamurosas diosas del Hollywood dorado, con estrellas nacionales como Lola Flores, Domingu¨ªn y Luc¨ªa Bos¨¦, y con cabezas coronadas de reinos ex¨®ticos como el sha de Persia y Faruq de Egipto. A falta de la Familia Real espa?ola, que entonces viv¨ªa en el exilio y estaba vetada por el r¨¦gimen, el semanario se esmer¨® en retratar la aparente cara amable de los Franco ¡ªel dictador como un ¡°abuelo feliz¡±, rodeado de sus nietos; el dictador disfrutando de una cacer¨ªa o de un d¨ªa de pesca¡ª y en narrar el incipiente aperturismo de esa Espa?a paup¨¦rrima. Unos a?os despu¨¦s, con el bum del franquismo desarrollista y el llamado ¡°milagro econ¨®mico espa?ol¡±, sus p¨¢ginas se llenaron de fotos a color y de grandes acontecimientos internacionales como la boda de Grace Kelly y Raniero de M¨®naco, en 1956, o la de Fabiola de Mora y Arag¨®n y Balduino de B¨¦lgica, en 1960, fastos que dispararon las ventas.
La portada del enlace de Juan Carlos de Borb¨®n y Sof¨ªa de Grecia, en 1961, anunci¨® el fin de la censura franquista a los Borbones y marc¨® un nuevo hito de ventas para la revista. ?Hola! se convirti¨® en una cabecera de obligada lectura en los hogares espa?oles de todas las clases sociales. Los S¨¢nchez se mudaron a Madrid para que su invento editorial llegara hasta el ¨²ltimo rinc¨®n de Espa?a. Las im¨¢genes de Grace de M¨®naco y Jacqueline Kennedy paseando por la Feria de Sevilla; las de Paquita Torres, camarera en un parador malague?o, convertida en Miss Espa?a; o las de una rutilante Elke Sommer rodando en el desierto de Armer¨ªa hicieron que sus ventas ascendieran hasta los 250.000 ejemplares semanales.
El matrimonio S¨¢nchez Junco nunca intim¨® con los poderosos, pero siempre estuvo en respetuosa sinton¨ªa con el poder. Seg¨²n cuenta Jaime Pe?afiel en ?Hola! y el hijo de S¨¢nchez, las memorias que public¨® en 1994 sobre sus dos d¨¦cadas en la revista, Carmen Polo enviaba cada semana a un motorista a recoger su n¨²mero antes de que saliera a la venta y la entonces princesa Sof¨ªa tambi¨¦n enviaba a un oficial del palacio de La Zarzuela a recoger su ejemplar. En 1969, Juan Carlos de Borb¨®n fue investido pr¨ªncipe de Espa?a y sucesor de Franco a t¨ªtulo de rey y la revista vir¨® hacia los Borbones. La llamada ¡°familia de ?Hola!¡± creci¨® incorporando a la Familia Real ¡ªlas infantas Elena y Cristina y el pr¨ªncipe Felipe¡ª y a otros personajes nacionales como Carmen Sevilla y Augusto Alguer¨®, Roc¨ªo D¨²rcal y Junior, Raphael y Natalia Figueroa, Julio Iglesias e Isabel Preysler, Carmen Mart¨ªnez-Bordi¨² y Alfonso de Borb¨®n, Carmina Ord¨®?ez y Paquirri, Karina y Tony Luz, Carlos Goyanes y Cari Lapique, o Est¨ªbaliz y Sergio.
Tras la muerte de Franco, la revista reemplaz¨® definitivamente a la familia del dictador por la Familia Real. El n¨²mero extraordinario de la proclamaci¨®n de Juan Carlos I, en noviembre de 1975, vendi¨® un mill¨®n de ejemplares. En los meses siguientes, ?Hola! dedic¨® una decena de portadas al nuevo monarca y su esposa. Los amplios fotorreportajes de la pareja vestida de mineros en Asturias o esquiando en Baqueira ayudaron a consolidar su imagen y popularidad.
Adolfo Su¨¢rez fue el primer pol¨ªtico que comprendi¨® el poder de ?Hola!. El 11 junio de 1977, en v¨ªsperas de las primeras elecciones generales libres desde 1936, pos¨® con su familia en exclusiva para la revista. El l¨ªder de UCD no lo hizo solo para ganar el voto de las amas de casa, sino tambi¨¦n para desmentir veladamente los rumores sobre la naturaleza de su relaci¨®n con su jefa de gabinete, la arist¨®crata Carmen D¨ªez de Rivera. Cuatro d¨ªas despu¨¦s de ese posado familiar, Su¨¢rez se convirti¨® en el primer presidente electo de la democracia. El pol¨ªtico protagonizar¨ªa una docena de portadas m¨¢s entre 1977 y 1982.
Antonio S¨¢nchez supo ver antes que nadie el fil¨®n de las exclusivas. Fue el primero que puso precio a la vida de un beb¨¦ famoso ¡ªel hijo de Massiel, en junio 1977¡ª y a una boda de famosos ¡ªla de Jimmy Gimenez-Arnau y Mar¨ªa del Mar Mart¨ªnez-Bordi¨², en agosto de ese mismo a?o¡ª. Julio Iglesias e Isabel Preysler enviaron en primicia una escueta nota a ?Hola! para anunciar su separaci¨®n, en el verano de 1978, y as¨ª qued¨® inaugurada otra v¨ªa de comunicaci¨®n entre los personajes y la prensa, la de los comunicados. Las celebridades solo quer¨ªan hablar con ?Hola! porque sus editores eran enemigos de la opini¨®n. Y lo siguen siendo. ?Hola! nunca tiene una palabra fea sobre nadie, nunca ahonda en los temas escabrosos.
A fuerza de esa aparente superficialidad y a golpe de talonario, ?Hola! se consolid¨® como la revista de cabecera de los ricos, la far¨¢ndula y los pol¨ªticos. Felipe Gonz¨¢lez pos¨® para la revista tras ganar las elecciones de 1982. El socialista comparti¨® la portada con Francis Franco, nieto del dictador, que presentaba a su primer hijo, y con el duque de C¨¢diz, que se sinceraba sobre su matrimonio fallido con Carmen Mart¨ªnez-Bordi¨². En palabras de Jaime Pe?afiel, esa mezcla imposible era ¡°la ley de compensaci¨®n¡± que tanto gustaba utilizar al editor del semanario.
Antonio S¨¢nchez tambi¨¦n convirti¨® a Lady Di y Carolina de M¨®naco en personajes casi omnipresentes, pero no hab¨ªa Dianas ni Carolinas que aparecieran m¨¢s veces que Isabel Preysler. ¡°Yo tendr¨¦ m¨¢s portadas en ?Hola! que t¨²¡±, le dijo Preysler a Julio Iglesias cuando se separaron. Y as¨ª fue. La boda de la socialit¨¦ con Miguel Boyer, exministro del felipismo, en 1988, caus¨® sensaci¨®n y la elev¨® a primer¨ªsima figura del papel cuch¨¦. Las lectoras solo quer¨ªan ver a ¡°la Preysler¡± con sus pieles de Elena Benarroch y sus vestidos de la tienda de alta moda Dafnis.
En aquella Espa?a del pelotazo, de Mario Conde, de Manuel de la Concha y de la beautiful people, salir en esas p¨¢ginas satinadas y saturadas de color era garant¨ªa de dinero f¨¢cil y abundante. Eduardo S¨¢nchez Junco, hijo de los fundadores, perfeccion¨® el negocio de las exclusivas tras la muerte de su padre. El formato de noticia o primicia previo pago se volvi¨® m¨¢s sofisticado. S¨¢nchez instaur¨® los ¡°paquetes¡± o packs de informaciones: noviazgo, boda, embarazo, nacimiento, bautizo¡ Y cuando ya no qued¨® famoso o evento por ¡°comprar¡±, export¨® el modelo al Reino Unido. Ni los Windsor se resistieron a los cheques de Hello!, la versi¨®n inglesa. Hoy ya hay tres generaciones de famosos a ambos lados del Canal de la Mancha que viven de las exclusivas y de mercadear con su intimidad.
En los a?os de la reaganom¨ªa, los estadounidenses estaban enganchados a Dinast¨ªa y Falcon Crest y lo espa?oles no se despegaban de las telenovelescas historias que contaba ?Hola!: las vicisitudes del matrimonio Preysler-Boyer, los divorcios de las hermanas Koplowitz y los primos Cortina Alcocer, el auge y ca¨ªda de la it girl Marta Ch¨¢varri y la vida de amor y lujo de los barones Thyssen. Se habl¨® durante meses de la exclusiva que dio Preysler en 1992 ense?ando su nueva casa de Puerta de Hierro, una mansi¨®n con 13 cuartos de ba?o que ech¨® por el sumidero el prestigio pol¨ªtico de Miguel Boyer. Y para a?adir m¨¢s ¡°espuma de la vida¡±, S¨¢nchez Junco introdujo un nuevo g¨¦nero period¨ªstico en la prensa espa?ola: el del famoso que entrevistaba a otro famoso. ¡°?Cu¨¢ndo va a dirigir su primera pel¨ªcula?¡±, le pregunt¨® Isabel Preysler a Clint Easwtood en 1985. El astro de Hollywood le respondi¨®: ¡°Se?orita, ya he dirigido 13 pel¨ªculas¡±. Cuando termin¨® la entrevista, el actor y director llam¨® a su estudio: ¡°?Pero qu¨¦ periodista de mierda me han enviado?¡±. Paul Newman interrumpi¨® su conversaci¨®n con la socialit¨¦ para preguntar: ¡°?Pero aqu¨ª qui¨¦n es la estrella? ?Esta se?ora o yo?¡±.
?Hola! tambi¨¦n se coron¨® como la revista de cabecera de la realeza europea. En una visita oficial a Madrid, al ver una nube de fot¨®grafos espa?oles esperando, Lady Di pregunt¨®: ¡°?Est¨¢ tambi¨¦n el de ?Hola!?¡±. En 1991, la revista Time se pregunt¨® c¨®mo una empresa con solo 11 empleados ¡ªincluido el portero¡ª pod¨ªa vender 750.000 ejemplares, m¨¢s del doble que el peri¨®dico m¨¢s vendido, y otros 350.000 en su versi¨®n inglesa. ¡°La clase baja lo lee para ver lo que no puede alcanzar, la clase media lo lee para ver lo que le gustar¨ªa ser, y la jet set y las estrellas lo leen para verse a s¨ª mismas¡±, explic¨® Pe?afiel a Time.
Los grandes conglomerados medi¨¢ticos internacionales ¡ªHearst, Cond¨¦ Nast¡ª empezaron a mirar con recelo a ?Hola! en la d¨¦cada de 1990. Seg¨²n la prensa de la ¨¦poca, la revista facturaba 50 millones de d¨®lares en publicidad y aplastaba a su competencia anglosajona sin necesidad de promocionar esc¨¢ndalos, sin esparcir rumores y sin ense?ar vulgaridades. En 1994, entre rumores de su desembarco en Estados Unidos, el Vanity Fair americano dedic¨® un reportaje al fen¨®meno editorial espa?ol. ¡°No creemos en el periodismo de opini¨®n, en juzgar los valores y comportamientos de la gente. Las im¨¢genes siempre dicen m¨¢s que los protagonistas. Buscamos eso en las fotograf¨ªas¡±, explic¨® el discreto Eduardo S¨¢nchez Junco al prestigioso mensual estadounidense. ¡°El secreto del ¨¦xito es la noticia de la semana y eso es impredecible. El envoltorio importa. La mezcla, las fotos bonitas, la portada. Pero la noticia, la informaci¨®n que damos dentro y que nadie m¨¢s tiene, es el coraz¨®n de la revista¡±, a?adi¨®. Luisita L¨®pez Torregrosa, editora colaboradora de Vanity Fair, lleg¨® a una conclusi¨®n: ¡°Don Eduardo nunca va a avergonzar a un personaje, nunca va a ofender a un lector, nunca va a regodearse en el cotilleo y nunca va a publicar titulares chirriantes¡±.
La repentina muerte de Diana de Gales, en 1997, y el ¨¦xito arrollador de las televisiones privadas en Espa?a forzaron un cambio de marcha en la maquinaria imparable de ?Hola!. Nuevos tiempos exig¨ªan nuevas caras y Eduardo S¨¢nchez no dud¨® en agrandar la ¡°familia de ?Hola!¡± adoptando a personajes populares de la tele como Roc¨ªo Carrasco y David Flores, Jesul¨ªn de Ubrique y Bel¨¦n Esteban, Jesul¨ªn y Mar¨ªa Jos¨¦ Campanario, Ana Obreg¨®n y Alessandro Lequio, Obreg¨®n y Darek, Lequio y Mar Flores, Elsa Pataky, o Rosa, ganadora de la primera edici¨®n de Operaci¨®n Triunfo.
La boda del pr¨ªncipe Felipe y Letizia Ortiz, en 2004, en pleno auge de internet, rompi¨® todos los r¨¦cords de ventas ¡ªm¨¢s de un mill¨®n de ejemplares¡ª y de facturaci¨®n por publicidad. Ese fue el c¨¦nit de ?Hola!, que no volver¨ªa a alcanzar cotas tan altas. Ese mismo a?o, Mark Zuckerberg lanz¨® Facebook y vaticin¨® lo que vendr¨ªa: el ascenso de las redes sociales y la debacle de los negocios editoriales. Eduardo S¨¢nchez Junco falleci¨® en 2010, el mismo a?o en que irrumpi¨® Instagram en nuestros tel¨¦fonos m¨®viles. Desde entonces, su hijo, Eduardo S¨¢nchez P¨¦rez, la tercera generaci¨®n, pilota un imperio con m¨¢s de 20 ediciones en los seis continentes, 10 millones de lectores semanales y m¨¢s de 50 millones de visitantes digitales cada mes.
Los nuevos tiempos son dif¨ªciles para el papel cuch¨¦. Los influencers y las estrellas de los reality shows ya no necesitan de la prensa para hacer caja con sus vidas. Pero ni la crisis de personajes, ni la ca¨ªda de ventas y de publicidad han cambiado los valores de ?Hola!. La familia S¨¢nchez sigue apostando por la ¡°espuma de la vida¡±, noticias amenas, ligeras y entretenidas. Tambi¨¦n siguen sin juzgar los valores y comportamientos de los personajes que aparecen cada semana. Para eso ya est¨¢n los lectores.
El posado de Carmen Mart¨ªnez-Bordi¨² en el pazo de Meir¨¢s, en agosto de 2014, propici¨® un alud de cr¨ªticas. La pol¨¦mica se prolong¨® hasta 2020, cuando finalmente el Estado expropi¨® el palacio. Las exclusivas de Ana Obreg¨®n tras haber sido madre y abuela a trav¨¦s de un vientre de alquiler en Estados Unidos tambi¨¦n encendieron un debate moral y legal que lleg¨® hasta los pasillos del Congreso de los Diputados. ?Hola! no cambia, pero Espa?a s¨ª.
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