El legado de Chiquito de la Calzada siete a?os despu¨¦s de su muerte: la ¡®fistrosof¨ªa¡¯ de un pecador de la pradera
El humorista no solo invent¨® un modo ¨²nico de contar chistes y dej¨® un ramillete de expresiones, sino que cre¨® una filosof¨ªa de la vida y la comedia que sigue teniendo admiradores e influenciando a artistas, y que ahora celebra un ciclo del festival Moments en su M¨¢laga natal
Lea la siguiente frase: ¡°Siete caballos vienen de Bonanza¡±. No dice mucho, ?verdad? A?¨¢dale una musiquilla de corneta y un tono jocoso que dilate las s¨ªlabas finales: ¡°?Siete caballos vienen de Bonaaaanzaaaa!¡±. Si, aun as¨ª, sigue sin transmitirle nada, no es usted presa de la fistrosof¨ªa. Si, por el contrario, ha flexionado un poco las rodillas, ha apoyado una mano en las lumbares, ha alzado la otra como una pinza y ha recitado la frase con un acento inequ¨ªvocamente pecador, as¨²malo: es v¨ªctima del perpetuo embrujo de Chiquito de la Calzada.
Un encanto que Gregorio Esteban S¨¢nchez Fern¨¢ndez, nombre con el que aparec¨ªa en el DNI, a¨²n mantiene. Cuando se van a cumplir siete a?os de su muerte, ocurrida el 11 de noviembre de 2017 en M¨¢laga tras sufrir una angina de pecho, este c¨¦lebre malague?o sigue estando presente en la sociedad. No solo gracias a esos sintagmas repetidos con voz de gromenauer, sino en referencias habituales a su persona, en el recuerdo de millones de seguidores o hasta en algunos sem¨¢foros de su ciudad natal, que alertan al peat¨®n al grito de ¡°?Al ataque!¡± o ¡°?Cuidad¨ªn!¡±. Este humorista, que fue antes palmero y cantaor flamenco, se alz¨® como una estrella en los a?os noventa del siglo pasado y perdura d¨¦cadas despu¨¦s como un icono pop nacional.
Incluso como creador de esa disciplina mencionada al inicio: la fistrosof¨ªa. Con ese t¨ªtulo han bautizado uno de los ciclos que tendr¨¢ lugar en el festival Moments, celebrado estos d¨ªas en Madrid, Sevilla y M¨¢laga, ciudad mediterr¨¢nea en la que naci¨® Chiquito de la Calzada un 28 de mayo de 1932. Seg¨²n los organizadores, la inclusi¨®n de estas jornadas son un tributo y una forma de ¡°glorificar su recuerdo a trav¨¦s de diversas actividades culturales, educativas y art¨ªsticas¡±. El legado del c¨®mico est¨¢ vivo y su sombra sigue dando cobijo, aseguran, a ¡°muchos artistas que est¨¢n desarrollando su arte bajo la influencia del maestro¡±.
Chiquito es inmortal, defienden. En internet suman visitas los recopilatorios donde el genio que residi¨® en la calle Calzada de la Trinidad, de la que adopt¨® su mote, cuenta esos chistes plagados de onomatopeyas. A¨²n se pueden ver pel¨ªculas disparatadas como Br¨¢cula, Pap¨¢ Piquillo y Aqu¨ª llega Condemor, el pecador de la pradera, donde se hac¨ªa pasar por vampiro, gitano titiritero o arist¨®crata convertido en sheriff. O atesorar aquellos juguetes indescriptibles, los tazos, que le dedicaron una l¨ªnea entera: los Chiquitazos.
¡°Se trata de una figura que no debemos dejar de reivindicar. Pasa el tiempo y las nuevas generaciones, a veces, ya oyen hablar del fen¨®meno extra?ados. Su impacto fue nacional e incluso sobrepas¨® las fronteras espa?olas¡±, apunta Francisco Daniel Medina, uno de los organizadores del ciclo, que se celebra el 13 de noviembre en La T¨¦rmica. Al desarrollarse en M¨¢laga, estas charlas a?aden un significado especial: ¡°Igual que alardeamos de Picasso, tenemos que hacerlo con Chiquito. Representa a la perfecci¨®n el impacto y la fuerza de la cultura popular, el arte y la cultura surgidos en los barrios¡±.
Medina incide en que Chiquito era ¡°pura autenticidad, frescura, y por eso cal¨® tanto en la sociedad¡±. ¡°Los que le conoc¨ªan dec¨ªan que se limitaba a ser ¨¦l mismo sobre el escenario¡±, a?ade. ¡°Ha desempe?ado un papel fundamental en nuestras vidas, nos ha hecho re¨ªr, aglutin¨® en su momento a varias generaciones, hijos, padres y abuelos, delante de una pantalla, ha ampliado nuestro vocabulario. Cuando echamos la vista atr¨¢s, sus chistes, sus gestos, sus palabras aparecen ligados a un mont¨®n de momentos de todo tipo¡±, enumera.
A su alrededor fabric¨® todo un universo cuya herencia es ¡°interminable¡±. ¡°Su forma de hablar y de desenvolverse en un escenario siguen estando vigentes e influencian a los nuevos comediantes¡±, sostiene Medina. Tambi¨¦n ampl¨ªa su papel a otras esferas: ¡°Don Gregorio a¨²na demasiadas cualidades dignas de someterse a debate: est¨¢ el erudito, cantaor y amante del flamenco, el humorista revolucionario, el actor protagonista y el hombre enamorado perdidamente de su esposa y de su M¨¢laga¡±. Tambi¨¦n anota otra: su manera ¡°humilde y muy humana¡± de abordar el fen¨®meno de la fama, que ¡°nunca se le subi¨® a la cabeza¡±.
Natalia Mel¨¦ndez Malav¨¦, participante en estas jornadas, enfatiza su legado: ¡°Ocurre una cosa con los humoristas y es que se les olvida demasiado pronto. De repente, dejan de verse sus chistes o sus vi?etas, como pasa con Forges, y por eso la necesidad de mantener a Chiquito¡±, arguye. Para esta investigadora del humor y doctora en Periodismo una de sus virtudes era que todo el mundo le entend¨ªa, pero en M¨¢laga m¨¢s: ¡°Reproduc¨ªa el lenguaje que nos han dejado nuestros padres, nuestros abuelos¡±.
La tambi¨¦n profesora de la Universidad de M¨¢laga defiende que los m¨¢s j¨®venes quiz¨¢s no saben qui¨¦n es, pero ¡°no les suena extra?o¡±. ¡°Todav¨ªa pervive en las redes sociales, en los stickers o hasta en los sem¨¢foros¡±, exclama. Su peculiaridad, procede de su naturalidad: ¡°Con Chiquito no hab¨ªa metodolog¨ªa. Era muy trabajador, muy humilde, y era un hombre que luch¨® mucho, que viaj¨® con el flamenco, siempre busc¨¢ndose la vida¡±, indica Malav¨¦, alegr¨¢ndose de que llegue a las nuevas generaciones. ¡°Nos ha dejado su obra, pero tambi¨¦n la bondad que transmite. Creo que estamos en un momento donde eso nos hace falta y es admirable que ¨¦l lo infundiera¡±, cavila la experta.
A Chiquito el salto a la fama le lleg¨® a los 62 a?os. La leyenda habla de un fichaje espont¨¢neo de Tom¨¢s Summers, guionista y presentador de televisi¨®n, para el programa Genio y figura. Corr¨ªan los a?os noventa y los canales nutr¨ªan su parrilla con formatos de chistes. Participaban c¨®micos de toda ¨ªndole que encontraron un trampol¨ªn desde el prime time de diferentes cadenas: de ah¨ª salieron, por ejemplo, Paz Padilla, El Se?or Barrag¨¢n o Marianico El Corto. Chiquito dinamit¨® los l¨ªmites y se forj¨® un sello inconfundible en unos tiempos donde la oferta no era tan profusa como la actual y la televisi¨®n congregaba a toda la familia.
Esa coyuntura favorable aliment¨® la fama. Rogelio L¨®pez Cuenca, artista visual y poeta, incide precisamente en ese contexto. Chiquito, afirma, sirve como hilo conductor del franquismo, del desarrollismo en M¨¢laga y del aumento de visitantes. ¡°Pertenec¨ªa a la clase m¨¢s baja y, aunque no vio lo hiperb¨®lico del turismo en la actualidad, esa urbe turistizada, es un paradigma del cambio. A trav¨¦s de su personaje se hace la l¨ªnea de c¨®mo se ha configurado el pa¨ªs¡±, advierte.
¡°El silencio sobre su vida es muy revelador. Y su trayectoria habla de muchas cosas, incluso de las circunstancias que se dieron para que triunfara¡±, opina L¨®pez Cuenca. La materia prima de Chiquito es lo popular y se consumi¨® a gran escala, puntualiza el artista. Lleg¨® tan lejos que goza de un ej¨¦rcito indiscreto de adoradores. Fieles que a¨²n sonr¨ªen p¨ªcaros si les hablan de ¡°la ca¨ªdita de Roma¡±, que brindan los logros ¡°?por la gloria de mi madre!¡± y que apelan al interlocutor con la amputada pregunta de ¡°?Te das cuen?¡±.
Para el c¨®mico malague?o Tom¨¢s Garc¨ªa Chiquito fue una ¡°persona fundamental en el humor¡± y en su vida: ¡°Ya en el 94, con ocho a?os, mi padre me obligaba a llamarle paparl. Era un gui?o al genio de Gregorio, del que luego me hice bastante cercano¡±. ¡°Es una persona inmortal, la ¨²nica que ha puesto de acuerdo a todos los bandos pol¨ªticos o hinchas de distintos partidos. La m¨¢s grande de la historia¡±, resume. ¡°Adem¨¢s, era muy buena persona y el humor no solo era su profesi¨®n, sino su forma de vida. Provoc¨® una revoluci¨®n. Cre¨® una marca propia y lo hizo casi sin querer. Es un genio inolvidable¡±, sopesa, v¨ªctima de ese virus que se inocula por el ¡°diodeno vaginal¡± al chillido de ¡®?Jarl!¡±.
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