Hay que ser de todas partes
Frank Gehry, protagonista del ¨²ltimo n¨²mero de ICON Design, se ha convertido en uno de los arquitectos m¨¢s famosos del mundo gracias a un estilo fruto de viajes, errancias y curiosidad, que es como viajar sin moverse
¡°Hac¨ªa sol y calor y la luz era deslumbrante, como cuando sales a la calle de una sala de cine¡±. As¨ª describe el arquitecto Frank Gehry en Building Art, su biograf¨ªa, la primera vez que puso un pie en Los ?ngeles. Era una ma?ana de junio de 1947, hab¨ªa llegado en tren con su familia desde Canad¨¢ y ten¨ªa 18 a?os. Aquel Los ?ngeles no ten¨ªa nada que ver con el Toronto del que ven¨ªan, pero tampoco pinta que fuera como el Los ?ngeles que hoy conocemos, o nuestra idea de ¨¦l: ¡°No era un lugar agradable para visitantes que escapaban del fr¨ªo, como Miami o San Diego: la Segunda Guerra Mundial hab¨ªa convertido la ciudad en uno de los centros de la industria estadounidense. Los t¨ªpicos angelinos eran los trabajadores de las cadenas de montaje de la industria aeron¨¢utica, no las estrellas de cine¡±, escribe Paul Goldberger, autor de la biograf¨ªa.
Gehry, que termin¨® convirti¨¦ndose en uno de los arquitectos m¨¢s influyentes del mundo y protagoniza una de las portadas del n¨²mero de verano de ICON Design, es hijo de todo aquello: en sus edificios est¨¢n el brillo y las aristas de la ciudad que lo adopt¨® de adolescente. Durante la conversaci¨®n que tuvimos con ocasi¨®n de los 25 a?os del Guggenheim de Bilbao ¡ªcon su brillo y sus aristas¡ª, Gehry apuntaba m¨¢s ingredientes. Los ?ngeles era ¡°una moqueta de urbanizaciones en construcci¨®n¡±, donde adem¨¢s era omnipresente la influencia asi¨¢tica. Sus profesores en la universidad eran soldados que hab¨ªan vuelto del frente, y hab¨ªan tenido la oportunidad de ver ¡°el Santuario de Ise y los mejores edificios de Jap¨®n¡±. Esta influencia, dice, se puede ver en sus primeros trabajos: incluso la obsesi¨®n con los peces tiene ra¨ªz en los grabados ukiyo-e de Utagawa Hiroshige, otro japon¨¦s.
Yo no recuerdo el preciso instante que puse un pie en Los ?ngeles la ¨²nica vez que fui, pero s¨ª me acuerdo de la arquitectura: la casa Sheats-Goldstein, de John Lautner, toda hormig¨®n y ¨¢ngulos afilados sobre el valle, un escenario de James Bond con un Rolls-Royce color crema en la puerta; la soleada fantas¨ªa neomedieval del Chateau Marmont; el edificio prism¨¢ticos de Gehry en Venice Beach, y c¨®mo no, su casa en Santa Monica, de madera, chapa met¨¢lica y cristal, emergiendo orgullosa y... ?cubista? en un tranquilo barrio residencial.
El ¨²ltimo n¨²mero de ICON Design celebra los viajes y no solo en el sentido literal (no me hable de los precios de los billetes este verano). En nuestra entrevista, Gehry cuenta que descubri¨® su misi¨®n como arquitecto en un viaje a Delfos, pero se enamor¨® de Oriente mucho antes de visitarlo. En un cap¨ªtulo de Los Simpson, el arquitecto arruga un papel, lo tira y, cuando lo mira en el suelo, ve la forma de un auditorio: ¡°?Frank, eres un genio!¡±, exclama. Viajar es dejarse sorprender, ya sea por un papel arrugado o por el auditorio de verdad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.