Un caser¨®n del siglo XIX heredado y unos mosaicos de Miguel Nolla: as¨ª resolvi¨® Josie su encrucijada manchega
En su b¨²squeda de proveedores con conciencia hist¨®rica, nuestro h¨¦roe da con un tesoro del mosaico artesanal
Heredar es un proceso traum¨¢tico, siempre. Y si adem¨¢s llega a ti un caser¨®n del siglo XIX al que tienes que devolver su esplendor sin que pierda su esencia o las huellas del paso del tiempo, ese trauma pasa a ser una yincana decorativa en busca de profesionales contempor¨¢neos que conserven los acabados, las t¨¦cnicas y los nobles materiales con los que est¨¢ hecha una casa as¨ª. Despu¨¦s de la pandemia, al morir mis t¨ªas abuelas, recib¨ª en herencia su solariega morada y llevo ya casi dos a?os de trabajo de campo, buscando quien pueda restaurar sus textiles, artesonados y vidrieras. Tambi¨¦n sus suelos de mosaico, muchos de ellos procedentes de la que fue f¨¢brica de Miguel Nolla en Meliana (Valencia), una factor¨ªa rodeada de campos de chufa que produc¨ªa piezas cer¨¢micas de 3,8 x 3,8 cm para decorar los salones influyentes de entonces: los Rom¨¢nov y los Hohenzollern; Amadeo de Saboya, Alfonso XII, el general Prim, Vicent Blasco Ib¨¢?ez o el poeta Querol¡ Todos ellos pisaban suelos de Nolla, pero de eso hace 200 a?os. ?A qui¨¦n llamaba yo en 2022 para venir a mi encrucijada manchega?
Entonces conoc¨ª a Salvador Escriv¨¢ ¡ªno pod¨ªa tener otro nombre de pila¡ª, el hombre que, por avatares del destino, termin¨® recuperando la marca Nolla a principios de este siglo para que las nuevas generaciones podamos seguir disfrutando de este hito industrial decimon¨®nico: ¡°Yo me dedicaba a la restauraci¨®n de vidrieras y me di cuenta de la necesidad urgente en distintos palacios o edificios p¨²blicos de restauradores de mosaico. Por eso, all¨¢ por 2008, tramit¨¦ la recuperaci¨®n de Nolla y me instal¨¦ en una antigua f¨¢brica de 1922 rodeada de campos de naranja en Sumac¨¢rcel, a 59 km de Valencia capital¡±, explica. ¡°Desde all¨ª producimos artesanalmente nuevas piezas cer¨¢micas con la antigua maquinaria que exist¨ªa en la f¨¢brica de Miguel Nolla, limpiamos y restauramos suelos existentes que volvemos a montar e instalar en su lugar de origen¡±.
Esta minuciosa labor da como resultado unos preciosos suelos de mosaico destinados a decorar los grandes salones de hoy. Ya est¨¢ en proyectos como el Palacio de Villagonzalo ¡ªque los Bot¨ªn recuperaron en Madrid¡ª, la nueva tienda Herm¨¨s de Barcelona, el Palacete Burgos en Valencia o... la casa balear de uno de los creadores de Pfizer. Pero esto no son solo ¡°gastos suntuarios¡± (como dir¨ªa el Leguineche de Berlanga restaurando el Palacio de Linares en Patrimonio Nacional), sino la ¨²ltima oportunidad que tenemos de dar nueva vida a un producto decorativo tan valioso, idiosincr¨¢tico y especial. Salvador Escriv¨¢ es consciente del bal¨®n de ox¨ªgeno que su iniciativa ha supuesto para la historia de estos mosaicos legendarios y pretende que el ritmo artesano no pare: ¡°En nuestra f¨¢brica de Sumac¨¢rcel hemos creado el Espai Nolla para inculcar el valor de un metro cuadrado de Nolla bajo tus pies, y lo que significa esa geometr¨ªa que dibuja la cer¨¢mica dispuesta por una m¨ªnima cadena de artesanos que dedican su vida a que este tipo de suelo viva a trav¨¦s de sus manos una nueva aventura¡±, afirma. Esta labor de divulgaci¨®n es el futuro de un mosaico insignia de Valencia; de su pasado industrial, de su presente artesano y de las nuevas generaciones que vamos a pisarlo sabiendo que es un bien cultural que, de momento, est¨¢ a salvo.
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