De los delirios imperiales de Putin al aguante de Bolsonaro: ?est¨¢ en crisis la figura del hombre fuerte?
El perfil del mandatario que encarna los valores nacionalistas de su pa¨ªs y, si le dejan, rechaza las instituciones democr¨¢ticas, parece haber perdido algo de brillo en los ¨²ltimos a?os.
Una definici¨®n une a varios de los dirigentes que han dominado el mundo en los ¨²ltimos a?os: ¡°Mandatario cuyo estilo de liderazgo est¨¢ marcado por el culto a la personalidad, la defensa del nacionalismo, el rechazo a las instituciones democr¨¢ticas y un populismo antielitista¡±. Lo que se llaman hombres fuertes, por ejemplo en The Age of the Strongman (La era del hombre fuerte, llegar¨¢ a Espa?a en oto?o), nuevo libro del periodista de The Financial Times Gideon Rachman. Para ¨¦l, el hombre fuerte es una de las se?as de nuestros tiempos y su modus operandi es el mismo tanto en los EE UU de Trump como en la Rusia de Putin: ¡°Para justificar un gobierno del hombre fuerte, tienes que crear una sensaci¨®n de crisis, la idea de que la naci¨®n est¨¢ en grave peligro¡±, cuenta al tel¨¦fono.
Pero EE UU dej¨® atr¨¢s a su hombre fuerte en 2020 y, en realidad, desde entonces y por motivos diversos, el activo pol¨ªtico de este tipo de l¨ªder parece cotizar a la baja. La guerra contra Ucrania ha puesto al mundo, y a parte de Rusia, contra Vladimir Putin, el hombre fuerte por excelencia. ¡°Esa guerra es es un ejemplo de manual de autocracia tard¨ªa, cuando un hombre fuerte ha tenido demasiado poder durante demasiado tiempo y entra en aislamiento¡±, dice Ruth Ben-Ghiat, historiadora de la Universidad de Nueva York y autora de Strongmen. Mussolini To The Present (Hombres fuertes, de Mussolini al presente). ¡°Empiezan a creer su propia propaganda, carecen de buena informaci¨®n¡ Y as¨ª crece el descontento¡±.
En Brasil, el homem forte Jair Bolsonaro en la primera vuelta de las elecciones la semana pasada (con un 43% de los votos frente al 48% de Lula da Silva) pone en peligro el giro a la izquierda y que parec¨ªa estar dando Am¨¦rica Latina. Colombia eligi¨® en junio al progresista Gustavo Petro sobre Rodolfo Hern¨¢ndez, millonario comparado con Donald Trump; poco antes, Gabriel Boric hab¨ªa vencido en Chile al extremista conservador Jos¨¦ Antonio Kast. ¡°Bolsonaro ser¨¢ una gran prueba para Am¨¦rica Latina¡±, promete Rachman. ¡°Si pierde y el pa¨ªs acaba con un presidente m¨¢s convencional, se podr¨ªa decir que 2022 no ha sido un gran a?o para la pol¨ªtica del hombre fuerte¡±. La segunda vuelta se celebrar¨¢ el 30 de octubre. Algo parecido podr¨ªa ocurrir en Turqu¨ªa, donde Recep Tayyip Erdogan tiene las encuestas en contra: se vaticina que perder¨¢ en la segunda vuelta ante uno de los cuatro de los contendientes de la oposici¨®n.
Pero, ?los hombres fuertes son la enfermedad o solo un s¨ªntoma? El Estado de Derecho no atraviesa su mejor momento. Seg¨²n el Democracy Index, un estudio anual de The Economist, solo un 6,4% de la poblaci¨®n global viv¨ªa en una democracia plena en 2021. El problema viene de lejos pero la pandemia ¡°ha causado una gran cantidad de dificultades, especialmente entre la gente m¨¢s empobrecida¡±, sostiene Ian Bremmer, fundador de la consultora Eurasia Group. ¡°Eso aumenta la desigualdad y los sentimientos anti-establishment y genera m¨¢s apoyo para el tipo de l¨ªderes dispuesto a romper cosas¡±.
En esta l¨ªnea, Giorgia Meloni, la nueva y ultraderechista primera ministra italiana, podr¨ªa entenderse como un hombre fuerte con otro g¨¦nero. A Marine LePen, la ultra francesa, le fue mejor que nunca en los comicios de abril. Viktor Orban obtuvo ese mismo mes su cuarta victoria consecutiva en Hungr¨ªa, con el 50% de los votos. L¨ªderes como Xi Jinping en China o Narendra Modi en India gobiernan sin que nadie les quite poder. En Filipinas, Rodrigo Duterte, acusado de cr¨ªmenes contra la humanidad por la Corte Penal Internacional, ha sido sustituido por alguien no tan distinto, Bongbong Marcos, hijo del dictador Ferdinand Marcos.
La prueba de fuego ser¨¢ 2024. Rusia tiene previsto celebrar elecciones, una mera pantomima para Rachman, pero estos comicios encuentran al Putin m¨¢s desestabilizado de la memoria reciente. ¡°Si ¨¦l cae, ser¨¢ un duro golpe para el modelo del hombre fuerte, ya que ¨¦l es el arquetipo¡±, sostiene. Pero sobre todo, los comicios estadounidenses pueden replicar el enfrentamiento Trump/Biden; es de esperar que la victoria del primero instalar¨ªa el autoritarismo aun m¨¢s en la democracia m¨¢s poderosa del planeta. ¡°Trump quiere sembrar el caos en EE UU para que el pa¨ªs implosione, lo que har¨¢ m¨¢s apetecible un gobierno autoritario¡±, cree Ben-Ghiat.
Lo que es peor, cada elecci¨®n supone una nueva oportunidad para cuestionar el proceso democr¨¢tico. Trump ya jug¨® a no aceptar su derrota en 2020 (sigue en ello) y esa idea ha sido copiada con entuasismo por todo el mundo: tanto Bolsonaro como Erdogan ya han deslizado que pretenden rechazar un resultado desfavorable. ¡°Es muy peligroso¡±, lamenta Rachman. ¡°Pero tambi¨¦n para ellos: podr¨ªa provocar una revoluci¨®n¡±. El gran enemigo de totalitarismo no es la democracia, sino el pueblo.
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