Rina Sawayama: de dependienta de Apple a estrella del pop ¡°a una edad en que muchas ya lo est¨¢n dejando¡±
La int¨¦rprete brit¨¢nica convenci¨® a los entendidos con su primer ¨¢lbum, publicado durante la pandemia. Ahora, con el segundo, ha terminado de convencer al p¨²blico de no hay futuro sin ella
Media hora de conversaci¨®n con Rina Sawayama (Niigata, Jap¨®n, 32 a?os) puede dar mucho de s¨ª. La cantante, modelo y activista LGTBI se define, de entrada, como una brit¨¢nica ¡°bastante peculiar¡±, m¨¢s de pasaporte que de convicciones.
Y no solo por su origen japon¨¦s (emigr¨® a Reino Unido con su familia a los cinco a?os). Sawayama considera el Brexit ¡°una cat¨¢strofe¡±, se aburre en los pubs, apenas bebe alcohol y la Isabel II de la que se declara ¡°devota incondicional¡± es la de The Crown, no la real, a la que considera ¡°un ser humano bastante menos interesante¡±. Incluso le parece un ¡°p¨¦simo s¨ªntoma¡± que la casa con jard¨ªn en que reside en el coraz¨®n de Londres haya doblado su valor en los ¨²ltimos a?os debido a la especulaci¨®n inmobiliaria, el ¡°c¨¢ncer¡± que devora a la capital brit¨¢nica y ¡°est¨¢ expulsando a sus residentes tradicionales¡±.
Hablamos con ella en Barcelona, horas antes de su actuaci¨®n en el Primavera Sound, un festival que, seg¨²n nos cuenta, le ¡°intriga y entusiasma¡±. Presenta su segundo ¨¢lbum Hold the Girl, y se plantea ir rodando sus nuevas canciones en directo: ¡°A¨²n no he acabado de definir c¨®mo quiero que suenen. Algunas ser¨¢n un poco m¨¢s pop, otras m¨¢s agresivas y extra?as. Las estoy explorando y tengo a¨²n que acabar de integrarlas en mi repertorio¡±.
A medida que avanza la charla, empieza a desgranar aspectos de su personalidad y su biograf¨ªa que resultan tan peculiares como su relaci¨®n con la cultura ¡°oficial¡± del pa¨ªs que la acogi¨® siendo una ni?a. Por ejemplo, su afici¨®n a los videojuegos y los libros de autoayuda, parte de la receta, junto con su perro, su jard¨ªn y una presencia en redes sociales ¡°discreta pero constante¡± que la ayud¨® a sobrevivir en solitario a lo peor de la pandemia ¡°sin perder la cordura¡±. Se describe como ¡°fundamentalmente t¨ªmida y un poco ermita?a¡± y deja caer que la m¨²sica y las pasarelas, con su dimensi¨®n social y medi¨¢tica, suponen para ella una estupenda forma de ¡°ampliar horizontes¡± y salir de su zona de confort.
Se recuerda canturreando pop japon¨¦s en casa de sus padres ¡°desde la primera infancia¡±, pero descubri¨® la m¨²sica occidental (¡°Britney, Madonna, Beyonc¨¦, the Strokes, Garbage, Evanescence, the Editors¡±, todo a la vez, sin orden ni concierto) ya en la adolescencia, poco despu¨¦s de ingresar en el coro de g¨®spel de una iglesia anglicana. Comparti¨® habitaci¨®n con su madre hasta los 15 a?os y meses despu¨¦s ya colgaba en MySpace versiones de Kylie Minogue y la Tamla Motown. Aunque se describe como una ¡°mala estudiante¡±, aquejada de un ¡°d¨¦ficit de atenci¨®n¡± que la incapacitaba para cualquier ¡°esfuerzo intelectual verdaderamente intenso¡±, lo cierto es que fue admitida en la Universidad de Cambridge. Pens¨® en formarse como ¡°terapeuta o escritora¡± pero se acab¨® graduando en Ciencias Pol¨ªticas. En su etapa universitaria sufri¨® ¡°ataques de ansiedad y depresiones¡± y form¨® parte de la banda de hip hop Lazy Lion.
Con 22 a?os, en un momento que hoy considera ¡°decisivo¡±, se encontr¨® ¡°alejada de la m¨²sica, trabajando en una tienda Apple del centro de Londres en la que, b¨¢sicamente, dedicaba las horas muertas a pasarle el plumero a los iPhone¡±. Aquellas m¨¢quinas ¡°se vend¨ªan solas, y nosotros cobr¨¢bamos un salario fijo, sin comisiones, as¨ª que no hab¨ªa ning¨²n tipo de presi¨®n comercial¡±. Lleg¨® a pensar que aquello, las ventas, los trabajos convencionales de cara al p¨²blico, pod¨ªa convertirse en su vida, que la m¨²sica no ser¨ªa m¨¢s que ¡°un peque?o reducto de inquietudes personales¡±.
Hoy considera que no haber conseguido el ¨¦xito ¡°precoz¡± que ansiaba a los 17 a?os fue una bendici¨®n: ¡°Me dio la oportunidad de llevar una vida aut¨¦ntica, estar en el mundo y no encerrarme desde muy temprano en una burbuja paralela¡±. Tambi¨¦n le ha permitido ¡°no ser un producto¡±, no convertirse nunca en ¡°un juguete al servicio de las ideas de otros¡±. En 2016, ¡°a una edad en que muchas divas juveniles ya lo est¨¢n dejando¡±, empez¨® a perseguir por fin con un cierto m¨¦todo una carrera en solitario. Edit¨® Rina, su EP de debut, de manera independiente, e hizo un cierto ruido con su pop ecl¨¦ctico y mutante, tan en deuda con Taylor Swift o Christina Aguilera como con Hikaru Utada, Garbage o Limp Bizkit. Lady Gaga lleg¨® a decir de ella que era ¡°una visionaria que juega con sus propias reglas¡±.
Tambi¨¦n por entonces firm¨® un contrato con Elite Model y empez¨® a desfilar para marcas como Versace. La pandemia la sorprendi¨® con el pie cambiado, con contrato discogr¨¢fico y un ¨¢lbum de debut en solitario, SAWAYAMA, editado en abril de 2020, en plena fase alfa del confinamiento: ¡°Aunque fue un ¨¦xito, me mortific¨® no poder irme de gira con aquellas canciones, que eran el fruto de a?os de esfuerzo. El despegue de mi carrera hab¨ªa llegado por fin y yo estaba encerrada en casa, con mi perro, trabajando en canciones nuevas, teniendo largas e intensas conversaciones telef¨®nicas con viejos amigos e intentando digerir todo aquello¡±.
El caso es que uno de aquellos temas primerizos, Chosen Family, un himno a la diversidad sexual, las identidades h¨ªbridas y las afinidades electivas, llam¨® la atenci¨®n de un tal Elton John. Sir Elton la llam¨® ¡°por Facetime, sin previo aviso¡±, para proponerle que la cantaran a d¨²o en una remezcla que acab¨® edit¨¢ndose como single. El veterano cantautor la abrum¨® ¡°por su generosidad, su naturalidad y su sentido com¨²n¡±. Encontr¨® en ¨¦l a ¡°un alma gemela¡±, m¨¢s all¨¢ del presunto abismo generacional que los separa: ¡°Es mi amigo, una persona cercana que me escucha, me entiende y me da buenos consejos. Ayer habl¨¦ con ¨¦l, tuvimos una de esas conversaciones en las que todo es sustancia, en las que no sobra ni una sola palabra¡±.
A?ade, bromeando solo a medias, ¡°que las personas a las que no les gusta Elton John no son dignas de confianza¡±. Se explica. ¡°Vamos a ver, no se trata solo de que sea un ser humano estupendo. Lo importante es que es el autor de Rocket Man o Sorry Seems to be the Hardest Word y tantas otras canciones legendarias, m¨²sica excepcional, directa, accesible y con cualidades universales¡±. Ella se asom¨® a ese legado mucho despu¨¦s de que fuese concebido, ¡°en las tardes de mi adolescencia en que sal¨ªa del colegio y me iba a la Virgin Megastore a pasarme horas escuchando la m¨²sica con la que mis compa?eros hab¨ªan crecido y que yo, una reci¨¦n llegada al pop brit¨¢nico, estaba descubriendo justo entonces¡±. En realidad, escuch¨® Sorry Seems to be the Hardest Word en la versi¨®n de Blue, una boy band del cambio de siglo, pero hoy considera que incluso ¡°en una puesta al d¨ªa estereotipada, sin sangre, la enorme fuerza de la canci¨®n permanece intacta¡±.
Al margen de Elton John, Sawayama ha encontrado a ¡°otra hermana espiritual, otra c¨®mplice¡± en la cantante de Cambridge Charli XCX. ¡°Ella me llev¨® de gira en 2019, cuando yo a¨²n no era nadie, y luego hemos grabado un tema juntas, Beg for You. Ha estado siempre ah¨ª, en los momentos decisivos de mi carrera. Charli es valiente, es inquieta. Trabaja a un ritmo fren¨¦tico porque se entusiasma con lo que hace. Es creativa, controla su imagen y los mensajes que transmite y tiene la dosis de ambici¨®n adecuada para aspirar a todo sin perder el mundo de vista¡±.
Sawayama dice sentirse conectada de manera indirecta a la escena pop brit¨¢nica a trav¨¦s de ese par de amigos ilustres, Charlie y Sir Elton, y a gente tan cercana como su productor, Clarence Clarity, ¡°el hombre que m¨¢s me est¨¢ ayudando a hacer realidad la m¨²sica que suena en mi cabeza¡±. Por lo dem¨¢s, se siente ¡°una isla¡±, por temperamento, por costumbres y por gustos: ¡°Supongo que no estoy en especial sinton¨ªa con ninguna tendencia contempor¨¢nea. Dicen que el rock ha muerto, pero a m¨ª cada vez me interesa m¨¢s. Mi nuevo disco se nutre sobre todo de influencias de hace m¨¢s de 20 a?os, pero es que esa es la m¨²sica que me inspira y que escucho en la soledad de mi dormitorio¡±.
Su estilo de vida la aleja tambi¨¦n de casi cualquier cen¨¢culo, grupo de presi¨®n o tribu urbana: ¡°Apenas alterno con otros artistas, periodistas musicales o gente de la industria discogr¨¢fica. ?Rara vez estoy despierta a la hora en que ocurren las cosas importantes! Incluso ahora, que vuelvo a estar de gira, me esfuerzo por conservar mis costumbres¡±. Lee, madruga, medita. Se plantea qu¨¦ pasos dar a continuaci¨®n.
Ahora que la era Trump ha quedado atr¨¢s, ¡°esperemos que de manera definitiva¡±, est¨¢ empezando a considerar la idea de dejar su casa de Londres e instalarse en Los ?ngeles: ¡°All¨ª tengo buenos amigos, me gusta el clima, algunos barrios, es la capital mundial de las industrias culturales. Hay muchos alicientes, pero me exaspera que sea una ciudad tan desigual¡±. Estos d¨ªas ha llegado a plantearse si no ser¨ªa una buena opci¨®n empezar una nueva vida en un lugar ¡°tranquilo¡±. Qui¨¦n sabe, tal vez un lugar ¡°como Barcelona, una ciudad limpia, ordenada, con buena arquitectura tradicional y contempor¨¢nea¡±.
De momento, sigue en Londres, un ecosistema urbano en el que tiene a su gente y parte de sus ra¨ªces, ¡°pero que se est¨¢ encareciendo a un ritmo rid¨ªculo por culpa, hay que reconocerlo, de personas como yo, profesionales de ¨¦xito que podemos permitirnos pagar cada vez m¨¢s, cuando hay mucha gente que ya no puede¡±. Odia ¡°formar parte del problema¡±. Y a?ora otro Londres, el de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2012, ¡°una ciudad amable, rebosante de energ¨ªa y que se propuso proyectarse al mundo mostrando su mejor cara¡±. Concluye que tal vez est¨¦ ¡°idealizando¡± aquella capital en la que ella vend¨ªa iPhones y que segu¨ªa pareci¨¦ndole ¡°vital y aut¨¦ntica¡±. Y se despide con una recomendaci¨®n: ¡°Si quer¨¦is entender en apenas tres minutos en qu¨¦ consiste mi m¨²sica, c¨®mo es mi sonido y c¨®mo son las historias que cuento, escuchad XS, mi canci¨®n m¨¢s completa. Ah¨ª est¨¢ todo, mi vida, mi sentido del humor, mi sensibilidad y mis gustos¡±. Anotado queda.
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