La alargada y maldita sombra de ¡®Doctor en Alaska¡¯: por qu¨¦ ninguno de sus actores alcanz¨® el ¨¦xito
La serie, que goza en Espa?a de una segunda vida gracias a Filmin, alcanz¨® desde su nacimiento tal condici¨®n de culto que los espectadores no han permitido, con contadas excepciones, ver a ninguno de sus actores en otro papel que no fuese el de vecinos de Cicely
El 12 de julio de 1990, la cadena de televisi¨®n estadounidense CBS estrenaba Doctor en Alaska (Northern Exposure, en su t¨ªtulo original). Lo que en un principio se planteaba como una serie de ocho cap¨ªtulos para completar la parrilla durante el verano acab¨® convirti¨¦ndose en una producci¨®n de seis temporadas, ganadora de 27 Premios Emmy y, lo que es m¨¢s importante, en un t¨ªtulo de culto en el momento en el que la televisi¨®n comenzaba a ensanchar sus l¨ªmites creativos. A Espa?a lleg¨® a trav¨¦s de La 2 en abril de 1993 y EL PA?S la presentaba como ¡°una Twin Peaks para gente normal¡±. La comparaci¨®n con la otra gran serie de comienzos de los noventa parec¨ªa inevitable, pero lo cierto es que ambas consiguieron algo similar: crear un microcosmos que acabar¨ªa por instaurarse en la cultura popular.
La incorporaci¨®n de la serie al cat¨¢logo de Filmin en febrero ha dado un nuevo impulso al mito de Doctor en Alaska, reavivando el inter¨¦s por una producci¨®n que se hab¨ªa mantenido esquiva a las plataformas digitales. ¡°Ha superado todas nuestras expectativas¡±, explica Jaume Ripoll, director editorial y cofundador de la plataforma. ¡°Ten¨ªamos cierto temor: no sab¨ªamos si la gente querr¨ªa verla de nuevo, si despu¨¦s de comenzarla seguir¨ªan vi¨¦ndola o si habr¨ªa nuevo p¨²blico, y todas las respuestas han sido positivas¡±.
El encanto de Cicely, esa peque?a poblaci¨®n ficticia plagada de personajes exc¨¦ntricos y situaciones ligeramente surrealistas, sigue surtiendo efecto. Ellis Weiner, autor de los libros sobre la serie The Northern Exposure Cookbook y Letters from Cicely, apunta a su originalidad como la causa de su ¨¦xito: ¡°Era una serie muy inusual en la televisi¨®n de ese momento. Hab¨ªa muchos elementos fant¨¢sticos, pese a que no era una serie de fantas¨ªa, y todo el pueblo era como una gran familia exc¨¦ntrica. Era encantadoramente ¨²nica, y dulce de una manera interesante y diferente¡±.
Papeles secundarios, country y activismo pol¨ªtico
A medida que el mito de Doctor en Alaska crec¨ªa, la carrera posterior de su reparto se iba nublando. En una serie tan coral, en la que todos los personajes ten¨ªan ocasi¨®n de establecer v¨ªnculos con la audiencia, nadie ha conseguido escapar por completo de Cicely y de su atm¨®sfera de realismo m¨¢gico. El que m¨¢s cerca ha estado de lograrlo es Rob Morrow, el actor que los showrunners Joshua Brand y John Falsey descubrieron en un anuncio de chicles. Elegido para encarnar al doctor Joel Fleischman por representar, seg¨²n Brand, ¡°la quintaesencia del neoyorquino¡±, Morrow fue el primero que quiso volar m¨¢s all¨¢ de la serie, enfrent¨¢ndose incluso a la cadena. En 1992 exigi¨® doblar su salario (30.000 d¨®lares por cap¨ªtulo) y no se present¨® al inicio del rodaje de la cuarta temporada. Como consecuencia, CBS lo demand¨® por incumplimiento de contrato y su presencia en la serie se redujo moment¨¢neamente.
Morrow aprovech¨® el impulso de la serie para comenzar lo que parec¨ªa una prometedora carrera en el cine. En 1994 Robert Redford lo eligi¨® para coprotagonizar Quiz Show: El dilema (1994), en la que interpretaba a un congresista que intenta destapar los casos de corrupci¨®n en los concursos televisivos. Sin embargo, sus siguientes papeles en la pantalla grande no siguieron esa estela. Ni el thriller Condenada (1996), junto a Sharon Stone, ni su debut como director con Maze (2000), la historia de un artista neoyorquino con s¨ªndrome de Tourette, lograron interesar al p¨²blico y a la cr¨ªtica. Ya en 2005, la televisi¨®n le ofreci¨® cobijo de nuevo con Numb3rs, serie de intriga policiaca de la que protagoniz¨® seis temporadas.
Peor le fue a Janine Turner, la actriz elegida para el papel de Maggie O¡¯Connell. Piloto de avionetas, atrevida y siempre dispuesta a rebatir la arrogancia neoyorquina de Fleischman, era un personaje precursor en un momento en el que la ficci¨®n televisiva carec¨ªa de referentes femeninos contestatarios. Pero la carrera posterior de Turner no ten¨ªa a otra O¡¯Connell reservada para ella. Prob¨® sin ¨¦xito en el cine comercial con M¨¢ximo riesgo (1993) junto a Sylvester Stallone y altern¨® papeles secundarios en pel¨ªculas como El Dr. T y las mujeres (2000), de Robert Altman, o la serie Friday Night Lights. Pero si por algo es conocida Turner en la actualidad es por su activismo pol¨ªtico: en 2010 fund¨® la organizaci¨®n Constituting America, dedicada a difundir los principios de la Constituci¨®n estadounidense, ha apoyado p¨²blicamente a Sarah Palin o Donald Trump y tambi¨¦n cre¨® un podcast de tem¨¢tica religiosa, God on the Go Minute.
Repasar las trayectorias del resto del reparto de Doctor en Alaska es una traves¨ªa similar por papeles secundarios con algunos destellos de popularidad. Ese es el caso de John Corbett, encargado de interpretar a Chris Stevens, el DJ de la emisora de radio KBHR. Corbett fue elegido por su magnetismo natural para el papel de un seductor sin esfuerzo e intelectual sin pisar una universidad. ¡°Era alguien que gustaba por igual a hombres y mujeres¡±, recordaba Joshua Brand en una entrevista de 2018.
Corbett explot¨® ese atractivo en la comedia rom¨¢ntica Mi gran boda griega (2000) y su secuela de 2016, y como Aidan, para muchos fans de Sexo en Nueva York, la mejor pareja de Carrie Bradshaw, el personaje de Sarah Jessica Parker. Dos personajes a los que volver¨¢ este a?o, con la tercera parte de Mi gran boda griega y el ya anunciado regreso de Aidan a la vida de Carrie en la segunda temporada de And Just Like That... Entre ambos papeles, ha alternado apariciones espor¨¢dicas en series como Portlandia o Undone con la grabaci¨®n de dos discos de su otra gran pasi¨®n, la m¨²sica country.
Barry Corbin, el encargado de interpretar al millonario y antiguo astronauta Maurice Minnifield, era ya un veterano que hab¨ªa pasado por la serie Dallas cuando lleg¨® Doctor en Alaska. Despu¨¦s de Cicely, sigui¨® encadenando papeles en televisi¨®n, poniendo voz a programas de radio e incluso prob¨® en el mundo de la interpretaci¨®n para videojuegos. Cynthia Geary, la joven Shelley, pas¨® por varias series, siempre en papeles menores, al igual que Darren E. Burrows, Ed, el aspirante a director de cine del pueblo.
John Cullum, que interpretaba a Holling, el due?o del bar de Cicely, ven¨ªa de Broadway y hab¨ªa ganado dos premios Tony en los setenta. Despu¨¦s compagin¨® roles secundarios en cine y televisi¨®n con los musicales. El caso de Marilyn, la hier¨¢tica recepcionista de la consulta del doctor Fleischman, es diferente. ¡°Cuando hicimos el casting quer¨ªamos que fuese una nativa americana¡±, cont¨® Joshua Brand. ¡°Vimos a una mujer que era muy buena, pero era demasiado mayor. Hab¨ªa venido con una chica que result¨® ser su hija. Nunca hab¨ªa actuado, pero la probamos y era genial¡±. As¨ª consigui¨® Elaine Miles el papel con el que comenz¨® su carrera. Despu¨¦s, actu¨® en pel¨ªculas independientes, se inici¨® en los mon¨®logos c¨®micos y, recientemente, apareci¨® en un papel secundario en The Last of Us muy celebrado por los tel¨¦filos m¨¢s nost¨¢lgicos.
La alargada sombra de Cicely
?Qu¨¦ hizo que todo aquel que pas¨® por Doctor en Alaska no pudiera desprenderse nunca de su personaje? Ellis Weiner cree que puede estar relacionado con el universo tan personal que cre¨® la serie. ¡°Si hablas con un director de casting, podr¨ªa decirte que el p¨²blico siempre va a ver a la actriz que interpretaba a Shelly [Cynthia Geary] como Shelly. Era una serie cuyos temas no se quedan obsoletos o estaban ocultos por la trama. Habla de cosas que siguen siendo relevantes, y eso es parte de su encanto¡±.
Jaume Ripoll apunta a ¡°una amenaza com¨²n que sobrevuela a los actores que est¨¢n mucho tiempo ligados a un personaje¡±. ¡°Es un peligro que siempre tienen las series longevas con gran ¨¦xito. Si piensas en la carrera de Hugh Laurie despu¨¦s de House, de Jon Hamm despu¨¦s de Mad Men o de David Duchovny tras Expediente X, ves que ninguno ha alcanzado o igualado ese ¨¦xito¡±. Son casos en los que sus actores, prosigue Ripoll, ¡°trabajan muchos a?os en la misma producci¨®n y, probablemente, por ello tienen que rechazar otros papeles. Eso acaba condicion¨¢ndoles un poco¡±.
En el caso de Doctor en Alaska, sin embargo, ese riesgo se extendi¨® a todo el reparto. Parte de esa identificaci¨®n entre los actores y sus personajes puede encontrarse en la propia naturaleza de la serie, que se ha convertido con el paso de los a?os en un b¨¢lsamo audiovisual para sus fans. ¡°Es una serie en la que te gustaba vivir, te gustaba formar parte de ella¡±, se?ala Ripoll. ¡°Estabas bien all¨ª, como con un grupo de amigos. Yo la entend¨ªa como un refugio¡±.
Weiner coincide y apunta a otra raz¨®n por la que creaba esa sensaci¨®n en la audiencia. ¡°Era una serie sobre la tolerancia, pero la tolerancia bien entendida. No habla solo de aceptar a los dem¨¢s, sino de comprender sus puntos de vista, y eso es algo que no ves muy a menudo. Me hubiese encantado ver las sesiones de escritura de guion porque, en cualquier serie, ya sea comedia o drama, necesitas un conflicto. En Doctor en Alaska no lo hay. No s¨¦ de d¨®nde sacaban sus historias, pero lo consegu¨ªan¡±.
Tan ¨²nico era el mundo creado en Cicely que, en 2016 comenzaron a surgir rumores de un regreso. Primero fue una campa?a de micromecenazgo que no logr¨® sus objetivos y, en 2018, la propia CBS hizo p¨²blico que trabajaba en una nueva serie, con Rob Morrow, John Corbett y escrita por Joshua Brand, que devolv¨ªa a Joel Fleischman a Cicely. La noticia no gust¨® ni a los miembros del reparto original que no entraban en los planes, como Janine Turner, ni a gran parte de los fans, que expresaron su rechazo a una nueva producci¨®n que pudiera pervertir el esp¨ªritu de la original. En 2019 se supo que CBS hab¨ªa decidido, quiz¨¢s por esas reacciones, no seguir adelante con el proyecto, aunque Morrow asegur¨® que seguir¨ªa intentando llevarlo a cabo en otra cadena. Cicely, de momento, sigue siendo un espacio m¨ªtico del que no puedes salir, pero tampoco regresar.
Puedes seguir ICON en Facebook, Twitter, Instagram, o suscribirte aqu¨ª a la Newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.