De las zapatillas de Mick Jagger al chaqu¨¦ del rey que abdic¨®: los hombres que dictaron c¨®mo debe vestir un novio (o no)
Desviamos el foco hacia los estilismos nupciales de 13 novios del ¨²ltimo siglo que, con su elegancia, extravagancia u osad¨ªa hicieron historia en el altar
Las novias, especialmente las c¨¦lebres, suelen ser el centro indiscutible de todas las miradas. Recientes pol¨¦micas alimentadas en la prensa de sociedad ¡ªcomo la del vestido de Tamara Falc¨® en su boda con I?igo Onieva¡ª lo demuestran. Sin embargo, hay algunos que, a base de personalidad, excentricidad o pura y vieja elegancia de cuna han conseguido no ser eclipsados por las sedas, velos y joyas de sus esposas. Repasamos algunos ejemplos cl¨¢sicos.
Richard Burton y Elizabeth Taylor, 1964
Richard Burton ten¨ªa frente a s¨ª a Elizabeth Taylor, una de las mayores estrellas que ha dado Hollywood. Se hab¨ªan conocido en el rodaje de Cleopatra una ma?ana en la que la monumental resaca de Richard le imped¨ªa, a causa del temblor, elevar la taza de caf¨¦ a la boca. Ella la llev¨® hacia sus labios y as¨ª se inici¨® una aventura que culmin¨® en boda en 1964. Para ¨¦l era la segunda. Para ella, la quinta. La ceremonia fue ¨ªntima. La belleza floreada de Liz compite con el magnetismo sobrio, implacable, de traje oscuro y camisa blanca de Burton. El choque de egos y los excesos de alcohol llevar¨ªan a una relaci¨®n tormentosa y reincidente, ya que despu¨¦s de un divorcio, se volvieron a casar en 1975.
Humphrey Bogart y Lauren Bacall, 1945
El marco: Malabar, una finca de 400 hect¨¢reas en Ohio. A Humphrey Bogart no le interesaba el avispero de Hollywood. En la granja de su amigo Bromfield, escritor y premio Pulitzer, daba de comer al ganado y paseaba. All¨ª se refugiaba de su tercera esposa, con la que compart¨ªa un hostil alcoholismo y el h¨¢bito de lanzarse objetos y piezas de mobiliario. Pero hab¨ªa aparecido Lauren Bacall. Ten¨ªa veinte a?os cuando rodaron Tener o no tener, de Howard Hawks. ?l pasaba los cuarenta y cinco. Lauren acudi¨® a Malabar con su madre como carabina. La carabina sirvi¨® de poco. Se casaron en la granja en mayo. Corr¨ªa 1945, tiempo de guerra, as¨ª que la ceremonia fue sencilla. Ella desborda juventud. ?l es todo actitud, y la actitud lo es todo.
Roman Polanski y Sharon Tate, 1968
El final fue tr¨¢gico, el inicio extra?o. Roman Polanski y Sharon Tate se conocieron en el a?o 1966, en Londres, a trav¨¦s del productor Martin Ranshohoff, que empujaba la carrera de ella. En la primera cita Polanski no le dirigi¨® la palabra, en la segunda ella grit¨® cuando le vio a aparecer con una m¨¢scara de Frankenstein. Hablaron de LSD y de los abusos que ella hab¨ªa sufrido en su adolescencia. Se casaron tras el rodaje de la comedia de terror El baile de los vampiros. ?l era consciente de que no pod¨ªa competir con su belleza, que irradi¨® con especial intensidad el d¨ªa de su boda, de modo que mantuvo el vestuario de la pel¨ªcula: casaca y pa?uelo de seda al cuello. Se present¨® como el genio exc¨¦ntrico que se apropiaba de la hermosa Sharon. Y as¨ª lo hizo. Ella mostr¨® sumisi¨®n ante sus constantes aventuras y accedi¨® a participar en tr¨ªos con mujeres que ¨¦l escog¨ªa aleatoriamente. Es probable que la relaci¨®n no hubiese llegado muy lejos. Nunca lo sabremos. Un a?o despu¨¦s del enlace, Tate fue asesinada por las seguidoras de Charles Manson en su casa de California.
Elvis Presley y Priscilla Presley, 1967
Una estrella de rock no lo es a tiempo parcial. Elvis Presley invent¨® el concepto. En su boda no pas¨® desapercibido. Conoci¨® a Priscilla en una base militar americana cuando ella ten¨ªa 14 a?os. Sus padres desconfiaron. Era diez a?os mayor que ella y se le atribu¨ªa una aventura con Natalie Wood. Pero fueron pr¨¢cticos y permitieron a su hija que fuese a vivir con los padres de Presley en Memphis. Poco tard¨® en mudarse con ¨¦l a Graceland, aunque siempre afirm¨® que en su relaci¨®n no hubo sexo hasta el matrimonio, en 1967. Entonces ella hab¨ªa cumplido 21. La ceremonia, en Hotel Aladdin de Las Vegas, fue ¨ªntima. Frank Sinatra les prest¨® su avi¨®n privado para trasladar a la familia. ?l, exultante, viste un esmoquin de brocado de seda dise?ado por el sastre de la productora MGM Lambert Marks y botas de cowboy. Tras el enlace se ofreci¨® un desayuno con champ¨¢n para los 100 invitados.
David Windsor y Wallis Simpson, 1936
La elegancia surge a menudo en los m¨¢rgenes, en quienes no pudieron llegar a ser, en los pr¨ªncipes o reyes destronados. As¨ª David, que lleg¨® a ser Eduardo VIII, abdic¨® por no renunciar a Wallis Simpson, norteamericana y doblemente divorciada. David, su nombre de pila, se hab¨ªa distinguido por su estilo, su trato afable y un preocupante desinter¨¦s por los estudios. Su padre, Jorge V, afirm¨®: ¡°Cuando yo muera, el chico arruinar¨¢ su vida en 12 meses.¡± Y as¨ª fue, si entendemos que renunciar a una corona significa tirar una vida por la borda. Se casaron tras la abdicaci¨®n, en 1936, en el castillo de Cande, en Francia. Su hermano, el rey Jorge VI, prohibi¨® a los miembros de la familia real acudir a la ceremonia. El duque de Windsor elev¨® el chaqu¨¦ a la perfecci¨®n. Pantalones de rayas, corbata a cuadros blancos y negros, y un clavel blanco en la solapa. Wallis opt¨® por un vestido azul p¨¢lido. Cecil Beaton les fotografi¨® entre ramos de peon¨ªas. Tras un refrigerio, marcharon a su luna de miel en Austria con 226 piezas de equipaje.
John F. Kennedy y Jackie Bouvier, 1953
Otra de las p¨¢ginas memorables del manual C¨®mo vestir un chaqu¨¦ se ilustr¨® 17 a?os despu¨¦s, en 1953, en la otra orilla del Atl¨¢ntico. All¨ª, dos v¨¢stagos de la oligarqu¨ªa de la costa este, Jackie Lee Bouvier y John F. Kennedy, contrajeron matrimonio en Newport, Rhode Island. La sociedad estadounidense buscaba con perseverancia mitos a los que aferrarse, y quiz¨¢s esta boda se acerc¨® m¨¢s que ninguna otra a su concepto de la realeza. Meses antes del enlace la revista Life public¨® un reportaje en que ambos aparec¨ªan a bordo de un velero, que titul¨®: El cortejo del Senador. Acudieron 900 invitados. Jackie vest¨ªa seda marfil y John un modelo muy similar al que llev¨® el duque de Windsor, incluido el clavel blanco. Pero, m¨¢s all¨¢ de lo textil est¨¢ el gesto, la forma de caminar, la mirada.
Rainiero de M¨®naco y Grace Kelly, 1956
Dos a?os despu¨¦s, una actriz de Hollywood nacida en una familia de industriales de Filadelfia se detuvo en el festival de Cannes para promocionar la pel¨ªcula La angustia de vivir. El episodio que vivi¨® Grace Kelly aquellos d¨ªas no podr¨ªa estar m¨¢s lejos del t¨ªtulo de este largometraje. En una sesi¨®n fotogr¨¢fica en el palacio de los pr¨ªncipes de M¨®naco conoci¨® a Rainiero III, que le mostr¨® las estancias de la residencia, incluyendo un zoo privado. Tras el primer encuentro, los acontecimientos se precipitaron. El pr¨ªncipe hab¨ªa ascendido al trono seis a?os antes de la boda. M¨®naco estaba entonces cerca de la bancarrota, ya que su principal fuente de ingresos, el casino, hab¨ªa visto su actividad notablemente reducida tras la guerra. Rainiero se dispuso a transformar su Estado soberano en un negocio rentable, y uno de los elementos fue el matrimonio con una c¨¦lebre estrella de Hollywood. La ceremonia fue retransmitida por MGM y lleg¨® a 30 millones de hogares. El pr¨ªncipe viste las condecoraciones y las ¨®rdenes que le corresponden como cabeza de su dinast¨ªa. Su figura, con el complemento del sable, no desmerece el delicado vestido de la reci¨¦n entronizada princesa.
Mick Jagger y Bianca Jagger, 1971
Si tuvi¨¦semos que elegir la boda m¨¢s est¨¦tica, ic¨®nica y fotog¨¦nica de la a?os setenta, esta ser¨ªa sin duda la de Mick y Bianca Jagger en Saint Tropez. Se conocieron unos meses antes en una fiesta tras uno de los conciertos de los Rolling Stones en Par¨ªs. Bianca, modelo de origen nicarag¨¹ense, reinvent¨® el vestido de boda: chaqueta, falda satinada y gran pamela. Mick opt¨® por un traje claro, camisa floreada y deportivas. Acudieron al enlace Paul McCartney, Keith Richards, Ringo Star, Elton John y Brigitte Bardot. Tras la ceremonia se ofreci¨® champ¨¢n y caviar en el m¨ªtico hotel Byblos, donde, por supuesto, Mick cant¨® junto a su banda.
John Lennon y Yoko Ono, 1969
John Lennon y Yoko Ono protagonizaron una de las bodas m¨¢s exc¨¦ntricas del mundo del pop. Decididos a contraer matrimonio se dispusieron a cruzar el Canal de la Mancha para casarse en Francia, pero no pudieron embarcar en el ferry por irregularidades en sus pasaportes. Tras volar a Par¨ªs descubrieron que se exig¨ªan dos semanas de residencia para casarse. Frustrados por los contratiempos pensaron en Gibraltar. Seg¨²n John, era un lugar tranquilo, brit¨¢nico y amistoso, tan buen lugar para casarse como cualquier otro. Acudieron al consulado vestidos de blanco, Ono con zapatillas Superga, gafas de sol que no se quit¨® durante toda la ceremonia y un sombrero. Lennon, con sus gafas circulares, no se desvi¨® de su estilo habitual. Setenta minutos despu¨¦s del enlace hab¨ªan salido del ¡°horrible Gibraltar¡±, ¡°la roca del fin del mundo¡±, en opini¨®n de Yoko Ono, rumbo a Par¨ªs. Seis d¨ªas m¨¢s tarde, cuando se detuvieron en ?msterdam en su viaje de novios, ante las preocupantes noticias de la Guerra de Vietnam, decidieron permanecer en la cama de la suite presidencial del hotel Hilton durante cinco d¨ªas. ¡°La gente deber¨ªa dejar de pelear y quedarse en la cama¡±, dijo ¨¦l.
Stevie Wonder y Syreeta Wright, 1971
Stevie Wonder, en su boda con Syreeta Wright, cantante del sello Motown, luc¨ªa una impactante chaqueta de esmoquin blanca brocada con solapas negras. El genial m¨²sico invidente ten¨ªa 20 a?os, pero ya hab¨ªa hecho de las anchas gafas su sello de identidad. Su sonrisa frente a la monumental tarta no deja dudas sobre la euforia del momento.
Elizabeth Taylor, pero Larry Fortensky, 1991
Es dif¨ªcil competir con Elizabeth Taylor, pero Larry Fortensky, su octavo marido, logr¨® arrancarle unos instantes de gloria. Se hab¨ªan conocido en 1998 en la cl¨ªnica Betty Ford. Ella se encontraba all¨ª por su adicci¨®n a los ansiol¨ªticos, y ¨¦l quer¨ªa superar su v¨ªnculo con la cerveza. Larry, que era obrero de la construcci¨®n, afirm¨® que su rostro le result¨® familiar, pero que no hab¨ªa visto ninguna de sus pel¨ªculas. Era 20 a?os menor que ella, pero insist¨ªa en que el esp¨ªritu de la estrella era incansable. Se casaron en Neverland, el rancho de Michael Jackson. La rubia melena ensortijada y la mirada contenida de Larry marcaron un sincero contrapunto frente a la expansiva actitud de Taylor.
Elton John y David Furnish, 2005
Y, llegados al siglo XXI, una de las bodas m¨¢s seguidas y perseguidas ha sido la de Elton John y David Furnish. En las ceremonias entre dos hombres la duplicaci¨®n de los novios hace inevitable que sea uno de los dos quien asuma el protagonismo. En este caso fue el cantante quien marc¨® la pauta con corbata blanca y gafas moradas. La pareja se hab¨ªa unido en una ceremonia civil en 2005 y celebr¨® el matrimonio 9 a?os despu¨¦s en el Windsor Guildhall, el mismo lugar que escogieron el entonces pr¨ªncipe de Gales y Camilla para casarse.
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