El Satisfyer y los hombres: ¡°Los que temen ser reemplazados por ¨¦l deber¨ªan tomar nota¡±
La enorme popularidad de los juguetes sexuales deja sobre la mesa la cuesti¨®n de si los hombres pasan a ser prescindibles en el disfrute femenino o indican que es necesario un cambio de mentalidad sobre el placer compartido
El deseo femenino sali¨® del armario en 2019, cuando un succionador de cl¨ªtoris llamado Satisfyer se convirti¨® en un fen¨®meno social y el producto estrella de aquella Navidad. No solo contribuy¨® a derribar tab¨²es sobre la masturbaci¨®n femenina, tambi¨¦n a reducir la llamada brecha org¨¢smica, responsable de que los hombres tengan muchos m¨¢s orgasmos que las mujeres. La sex¨®loga Megwyn White, directora de Educaci¨®n de Satisfyer, asegura que ¡°los juguetes sexuales ayudan a que la intimidad compartida sea una experiencia muy placentera para todos los implicados. Se convierten en herramientas de juego que liberan los deseos, ampl¨ªan los l¨ªmites y encienden una aventura compartida de pasi¨®n y exploraci¨®n¡±.
Sin embargo, en consultas de sexolog¨ªa de todo el mundo empezaba a palparse una consecuencia: los testimonios de mujeres que, acostumbradas a la efectividad y rapidez del producto, no lograban llegar al orgasmo sin ¨¦l. ¡°Reconozco que lo cog¨ª con ganas, pero pasado el tiempo, tuve que dejar de usarlo, porque era incapaz de llegar al orgasmo sin ¨¦l y especialmente, en pareja¡±, reconoce a ICON Sara M., publicista de 42 a?os. Cristina Callao, psic¨®loga y sex¨®loga, advierte de que no hay que pasar por alto la existencia de algunos inconvenientes en estos productos. ¡°Hemos convertido la masturbaci¨®n en una v¨ªa r¨¢pida e infalible con un ¨²nico cometido: la consecuci¨®n del orgasmo inmediato. El cerebro establece conexiones sin¨¢pticas, aprende. Por ejemplo, un camino concreto para llegar a un lugar. Si yo uso de forma reiterada el succionador, sin diversificar, siempre del mismo modo y en la misma potencia, es muy probable que cuando intente masturbarme con la mano, o comparta interacci¨®n con otra persona, sienta frustraci¨®n e insatisfacci¨®n al no poder llegar al orgasmo¡±.
Sin embargo, Megwyn White asegura que la creencia de que el uso de un juguete de Satisfyer o de cualquier otro juguete er¨®tico puede provocar la incapacidad de alcanzar el orgasmo sin ¨¦l es un mito. ¡°Es cierto que su uso puede aumentar la intensidad de los orgasmos durante el juego en solitario, pero es esencial reconocer que los orgasmos se originan en nuestro interior y forman parte de una experiencia personal y subjetiva que surge de nuestras propias respuestas f¨ªsicas y emocionales al placer¡±, explica.
Los succionadores de cl¨ªtoris forman ya parte de la parrilla televisiva. En la nueva temporada de la serie Valeria (Netflix), una de sus protagonistas hace tal uso de ¨¦l que invita a comprobar en los cr¨¦ditos finales si el aparato figura como personaje secundario. Y hace 25 a?os fue Sexo en Nueva York la que hizo que en 1998 el vibrador Rabbit se erigiera como una sensaci¨®n de la cultura pop y como un caso de estudio de emplazamiento de producto que dio alas a una nueva oleada de consumo de juguetes sexuales.
?Qu¨¦ pintan los hombres en todo esto?
Satisfyer Men One apareci¨® como la respuesta masculina para quienes sintieron envidia de que las mujeres disfrutaran de unos orgasmos tan intensos y cont¨® con la figura de Rocco Sigfredi como aliciente publicitario. ¡°El actor que ha disfrutado de su mejor orgasmo¡± era el lema de este juguete sexual que no consigui¨®, ni de lejos, el ¨¦xito de su an¨¢logo femenino. Pero lo que muchos lamentaban no era en realidad no contar con su propio juguete sexual, sino que las mujeres ya no les necesitaban en la cama¡
Megwyn Whitese?ala que parte de la intimidaci¨®n que sienten muchos hombres en torno a los juguetes er¨®ticos se debe a una idea err¨®nea de que son herramientas dise?adas ¨²nicamente para solucionar problemas, es decir, que los juguetes sexuales se utilizan porque hay dificultades en la vida sexual de la pareja o en sus relaciones. Esta percepci¨®n puede crear un miedo: que el uso de un juguete sexual implique un problema que necesita soluci¨®n. ¡°Los hombres merecen saber que su valor en el ¨¢mbito de la intimidad va mucho m¨¢s all¨¢ del rendimiento y despojarse de esa presi¨®n puede conducir a la liberaci¨®n. Abrazando el juego e incorporando juguetes sexuales como parte de ¨¦l, los hombres pueden descubrir un mundo er¨®tico que trasciende las expectativas tradicionales. Dicho esto, la programaci¨®n social profundamente arraigada en torno a la masculinidad y la intimidad requiere constantes recordatorios y oportunidades para que los hombres abracen una nueva narrativa¡±, asegura.
Laura C¨¢mara, autora de Desearte. Claves para el deseo sexual femenino, cree que el rechazo que algunos sienten hacia el succionador se debe a que la sexualidad masculina est¨¢ situada en el centro del sexo en las parejas heterosexuales. ¡°Cuando introducimos el succionador, a ellos les puede parecer que el juguete los sustituye, el que cumple una misi¨®n que antes cumpl¨ªan ellos, por lo que aparecen miedos y complejos. Por eso es tan importante deconstruir esta idea de la sexualidad masculina y del sexo heterosexual, porque cada uno es responsable de su placer, y se puede hacer disfrutar en pareja usando juguetes¡±, explica. ¡°La sexualidad masculina es fr¨¢gil en este sentido y si siente que algo compite con ella, se asusta. La sexualidad femenina es m¨¢s aut¨®noma y hace mucho que ha roto con el mito de que es el hombre el que la tiene que llevar al placer y guiarla al orgasmo¡±.
Una encuesta realizada a 500 brit¨¢nicos revel¨® que el 60% de los hombres sufren ansiedad por su rendimiento en la cama, lo que pone de manifiesto el impacto generalizado de estas presiones sociales. Los hombres que interpretan el uso de juguetes sexuales por parte de sus parejas como una se?al de que son inadecuados o incapaces de satisfacer sus necesidades y deseos se encuentran con sentimientos de inseguridad y una sensaci¨®n de p¨¦rdida de sinton¨ªa con el placer de su pareja.
Benjo Podlech Sandoval, psic¨®logo y experto en energ¨ªa masculina, aclara que si en las relaciones heterosexuales la relaci¨®n con el placer del hombre es faloc¨¦ntrica se est¨¢n reduciendo la sexualidad y el placer. ¡°Si algunos hombres sienten rechazo o miedo al Satisfyer, hay que acoger esas emociones, aceptarlas y darles su lugar. Lo primero es intentar aceptar sus miedos y sentimientos para intentar cambiarlos, en este caso ese pensamiento de ¡®Si ella disfruta con el Satisfyer, no me necesita a m¨ª'. Despu¨¦s, tendr¨ªamos que entender que los gustos son infinitos y van cambiando durante el tiempo, por lo que hablar de un juguete sexual podr¨ªa ser tan sencillo como hablar del desayuno. Tras esa apertura y comunicaci¨®n, podr¨ªa volver a experimentar con el Satisfyer y ver si cambia la percepci¨®n. Incluso podr¨ªa alegrarse de que su pareja experimente diferentes placeres junto a ¨¦l y de la creatividad que pueden dar los juguetes para ellas y para ellos si los usan juntos¡±.
La industria opina igual que Sandoval: los succionadores de cl¨ªtoris se pueden emplear en pareja y de hecho, existen modelos creados de forma espec¨ªfica para ello. ?El problema? Mucho m¨¢s dif¨ªcil que su uso es la conversaci¨®n previa y necesaria para introducirlo en las relaciones. La necesidad de hablar. ¡°Es importante comunicar que la introducci¨®n de un juguete sexual no sustituye el papel de tu pareja, sino que es una oportunidad para explorar juntos nuevas experiencias¡±, asegura White. ¡°Un m¨¦todo eficaz es enmarcar la petici¨®n entre dos afirmaciones positivas: ¡®Me encanta hacer el amor y valoro la conexi¨®n que compartimos y tengo curiosidad por incorporar un vibrador a nuestros momentos ¨ªntimos¡¯. Expresando tu admiraci¨®n por el estado actual de vuestra vida ¨ªntima y haciendo hincapi¨¦ en tu deseo de mejorarla, resaltas la fuerza de vuestro v¨ªnculo a la vez que introduces la idea de incorporar un juguete sexual¡±.
¡°Yo creo que cuantas m¨¢s opciones haya de disfrutar en pareja, ?mejor!¡±, dice Xavi T., de 42 a?os, jefe de producto en una aseguradora de animales. ¡°Con lo torpes que somos a veces los hombres, mejor que algo ayude a que todo acabe bien¡. Al final, el juguete sexual complementa la experiencia, tanto en solitario como en conjunto¡±. Es, tal vez, el final feliz y conciliador que merece el tema. Lo rubrican las palabras de la psic¨®loga y sex¨®loga Cristina Callao. ¡°Los juguetes er¨®ticos, en concreto el succionador, han puesto de relieve que las mujeres no necesitamos introducirnos nada en nuestra vagina para experimentar placer, algo que, al parecer, a algunos hombres no les ha sentado bien. Creo que quienes sienten miedo de ser reemplazados por un juguete deber¨ªan tomar nota y aprender que existe una zona en el cuerpo de las mujeres llamada cl¨ªtoris que se ha invisibilizado durante a?os. En vez de sentir miedo, simplemente t¨¦nganlo en cuenta en sus pr¨®ximos encuentros sexuales¡±.
Puedes seguir ICON en Facebook, Twitter, Instagram,o suscribirte aqu¨ª a la Newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.