Patadas en la entrepierna, huidas en furgoneta y un disco de 15 minutos: Circle Jerks, hist¨®ricos del punk, vuelven a Espa?a
El grupo liderado por Keith Morris y Greg Hetson es el acompa?ante estrella en la gira de despedida de NOFX, que llega a Madrid en mayo. Celebran 40 a?os de ¡®Group Sex¡¯, uno de los ¨¢lbumes m¨¢s influyentes del ¡®hardcore¡¯?
¡°Las leyendas no se caracterizan por estar muy activas. Las leyendas se basan en la ausencia, en hacer algo genial y desaparecer misteriosamente, o morir, o volver por todo lo alto¡±. La declaraci¨®n es de Zander Schloss, artista estadounidense que colabor¨® con figuras de la talla de Joe Strummer o The Pogues, aunque su contribuci¨®n cultural m¨¢s famosa fuera una aparici¨®n de apenas un minuto en la pel¨ªcula Repo Man (1984), donde interpretaba a un irritante reponedor de supermercado que era golpeado por Emilio Est¨¦vez despu¨¦s de entonar varias veces la canci¨®n del anuncio de 7 Up.
Schloss, sin embargo, no se refer¨ªa exactamente a s¨ª mismo: el m¨²sico y actor pronunci¨® esas palabras al final de My Career as a Jerk (2012), documental sobre la accidentada historia de una de las bandas insignia del hardcore punk, Circle Jerks, de la que el int¨¦rprete, fan¨¢tico de su trabajo, acab¨® formando parte como bajista despu¨¦s de que el grupo tambi¨¦n participase en Repo Man.
En lo que concierne a Espa?a, la ausencia sobre la que, seg¨²n Schloss, se basa la leyenda de Circle Jerks ha sido pr¨¢cticamente permanente en las m¨¢s de cuatro d¨¦cadas transcurridas desde su fundaci¨®n. Hubo una tentativa en 2020, cuando fueron anunciados como parte del festival Barna¡¯N¡¯Roll, suspendido por el estallido de la pandemia del coronavirus. En 2022, finalmente debutaron en nuestro territorio en el Tsunami Xix¨®n y en la edici¨®n de ese a?o de Barna¡¯N¡¯Roll. Ahora, llegan a Madrid como acompa?antes de lujo en el final de la gira europea de despedida de NOFX, con fecha en el WiZink Center el 14 de mayo. El conjunto liderado por el cantante Keith Morris y el guitarrista Greg Hetson, ¨²nicos miembros fijos, vive la en¨¦sima reuni¨®n de su carrera, esta vez con motivo de la celebraci¨®n del 40? aniversario de Group Sex (1980), su ¨¢lbum debut, considerado el mejor.
14 canciones y un total de 15 minutos de duraci¨®n es lo que el disco en cuesti¨®n abarca. Brett Gurewitz, uno de los padrinos comerciales del punk, se refiri¨® a ¨¦l en una ocasi¨®n como el t¨ªtulo m¨¢s importante del g¨¦nero junto con Damaged (1981), el primero de Black Flag. ¡°Nos preocupaba que nadie lo comprase al ver que las canciones eran tan cortas. As¨ª que si una canci¨®n duraba 57 segundos, [en la car¨¢tula] escrib¨ªamos 1:05¡å, confiesa Greg Hetson en otro momento de My Career as a Jerk, largometraje por el que se dejan ver varios ¨ªdolos de la escena alternativa a presentar respeto. ¡°Es una obra maestra. La secci¨®n r¨ªtmica es firme y talentosa. Hay una articulaci¨®n, todo suena claro y puedes distinguir cada nota¡±, afirma Henry Rollins, exvocalista de Black Flag. ¡°Yo era bater¨ªa de hardcore y recuerdo que era un gran ¨¢lbum para intentar tocar a la vez superr¨¢pido¡±, cuenta por su parte J Mascis, el l¨ªder de Dinosaur Jr.
Circle Jerks fue una de las bandas surgidas de entre los gamberros con peinados mohicanos y litronas que se congregaban, a finales de los setenta y principios de los ochenta, en el centro cultural de la antigua iglesia baptista de Hermosa Beach, en Los ?ngeles (California). Sus dos puntales eran miembros rebotados de otros grupos: Keith Morris hab¨ªa salido en malos t¨¦rminos de Black Flag, pese a ser su fundador, mientras que Greg Hetson acababa de abandonar Redd Kross. Les acompa?aban Lucky Lehrer, percusionista de jazz, y Roger Rogerson, un guitarrista cl¨¢sico reconvertido en bajista. ¡°Eran como un supergrupo [como se denomina a las bandas formadas por miembros de otras bandas] en un extra?o sentido a lo Alguien vol¨® sobre el nido del cuco¡±, declara en el documental la primera m¨¢nager. Tras la buena acogida del primer disco, Circle Jerks alcanzaron mayor notoriedad entre los aficionados al interpretar en directo cinco canciones en The Decline of Western Civilization (1981), la gran pel¨ªcula de Penelope Spheeris sobre el movimiento punk angelino. Su legado posterior, sin embargo, se fue volviendo m¨¢s y m¨¢s discutible.
Toma el dinero y corre
El n¨²mero de miembros formales con los que ha contado Circle Jerks a lo largo de su carrera asciende a 16. Aunque han pasado 45 a?os desde su fundaci¨®n, entre parones y enfrentamientos han estado activos solo la mitad del tiempo. Su discograf¨ªa se compone de ¨²nicamente seis ¨¢lbumes de estudio, los tres primeros con la formaci¨®n original. A Group Sex le siguieron Wild in the Streets (1982) y Golden Shower of Hits (1983), donde la banda se adentr¨® en el terreno de las versiones punk de broma: aquel tercer disco culminaba con seis cl¨¢sicos pop tocados de manera acelerada y concentrados en una sola pista de cinco minutos. El bater¨ªa abandon¨®, mientras que el bajista Roger Rogerson, que adem¨¢s de un diagn¨®stico de bipolaridad ten¨ªa un no menor problema de adicci¨®n a drogas y alcohol, rob¨® en 1983 la furgoneta de la banda y desapareci¨® sin dejar rastro.
Visto el panorama, en busca de alternativas seguras, Greg Hetson decidi¨® unirse a Bad Religion a tiempo parcial, lo que enerv¨® a un cada vez m¨¢s desequilibrado Keith Morris. ¡°Me hab¨ªa enamorado de la coca¨ªna y todos los polvos que tuvieran color blanco. Me beb¨ªa dos cajas de cerveza al d¨ªa¡±, dice el cantante en la pel¨ªcula del grupo, donde la cr¨®nica del desfile de miembros hace intuir que Circle Jerks no era el entorno de trabajo m¨¢s tranquilo: por ejemplo, de Chuck Biscuits, el reemplazo en la bater¨ªa, Morris zanja su expulsi¨®n con la frase ¡°Le di una patada tan fuerte en la entrepierna que se elev¨® en el aire y nunca volvi¨® a ser visto¡±. En otra escena digna de la comedia This is Spinal Tap (1984), el cantante explica como si fuese la idea m¨¢s genial del mundo su decisi¨®n de llamar VI (1987) al quinto disco: ¡°Pensamos que era algo inteligente, la gente ir¨ªa a la tienda y entrar¨ªan en un bucle al ver el n¨²mero seis, ?se preguntar¨ªan d¨®nde estaba el quinto!¡±.
Adem¨¢s del actor de Repo Man Zander Schloss, entre los que pasaron por Circle Jerks en esa ¨¦poca estuvieron Flea, despu¨¦s bajista de Red Hot Chili Peppers, o Chris Poland, exguitarrista de Megadeth. Las esperanzas de obtener ¨¦xito con el punk se desvanecieron durante la d¨¦cada, con grupos migrando al metal o al glam. El sonido de Circle Jerks gir¨® al rock, algo que no ayud¨® a su reputaci¨®n. El cr¨ªtico Ian Winwood, en su libro Smash!... Y la explosi¨®n del punk en los 90 (2018, editado por Libros C¨²pula en 2020), tild¨® al disco Wonderful (1985) de ¡°lastimoso¡± y de ¡°intento fraudulento de ampliar su p¨²blico¡±.
Winwood no parece tener en gran estima a Circle Jerks, que define como un proyecto de Keith Morris ¡°propulsado por el alcohol y la coca¨ªna¡±. En otro pasaje, se ensa?a con su todav¨ªa ¨²ltimo ¨¢lbum de estudio, Oddities, Abnormalities and Curiosities (1995), ¡°abominable incluso para los est¨¢ndares de sus ¨²ltimos d¨ªas¡±, y afea el sentido de la oportunidad de Morris: el grupo estaba disuelto en los noventa, pero el fen¨®meno de Nirvana y Green Day hizo que las multinacionales se interesasen por el g¨¦nero y Circle Jerks emergieran ¡°s¨²bita y sospechosamente reformados¡±.
Jugar a Nirvana
¡°Pens¨¦: vamos a reunirnos, escribir unas canciones, grabarlas, vender millones y ser tan grandes como Nirvana¡±, detalla Keith Morris en My Career as a Jerk. Pese al plan sin fisuras, Oddities¡, que hasta inclu¨ªa un dueto con la cantante de pop Debbie Gibson, apenas vendi¨® 25.000 copias y actualmente el vocalista lo reconoce como ¡°un disco que no deber¨ªa haberse grabado¡±. El gran regreso de la banda qued¨® ah¨ª y la gira se cancel¨® tres semanas despu¨¦s de empezar. Pero era dif¨ªcil mantenerse indiferente al dinero que, tras a?os de marginalidad, estaba dando el punk californiano: en 1996, Roger Rogerson, el bajista que desapareci¨® con la furgoneta 13 a?os antes, llam¨® a sus viejos colegas para contarles que hab¨ªa tenido una epifan¨ªa, que los contratos lucrativos flotaban en el aire y que una reuni¨®n de la formaci¨®n original pod¨ªa convertirles en estrellas.
Les convenci¨®. Morris, Hetson y Lucky Lehrer fueron al d¨ªa siguiente al local de ensayo, pero Rogerson no se present¨®. ¡°Su compa?ero de piso me llam¨®¡±, recuerda Greg Hetson en el libro biogr¨¢fico The Prodigal Rogerson (2017). ¡°Roger hab¨ªa muerto. Tuvo una sobredosis al mezclar hero¨ªna y medicina para el asma, o algo as¨ª¡±. Lehrer difiere: ¡°Fue una mezcla de litio y coca¨ªna¡±.
Con el cambio de milenio, hubo reuni¨®n nueva de Circle Jerks, esta vez por otros motivos. Tras ser diagnosticado de diabetes, Keith Morris empez¨® a sentir ¡°mayor aprecio por la vida¡± y que estaba ¡°en proceso de abandonar este mundo e ir a otro planeta¡±. El cantante abandon¨® el alcohol y volvi¨® al frente de la banda con fuerzas renovadas. La paz dur¨® una d¨¦cada, en la que el grupo actu¨® con regularidad y dej¨® buenas sensaciones. En 2007, publicaron una canci¨®n nueva v¨ªa MySpace. Parec¨ªa el adelanto de un disco, pero lo que estaban por venir eran nuevas disputas: si bien el amable documental My Career as a Jerk alud¨ªa a las inseguridades de Morris como raz¨®n por la que Circle Jerks no publicaba material, en una entrevista el cantante explicaba que tuvo un enfrentamiento con la banda sobre qui¨¦n deb¨ªa producir su siguiente trabajo. Morris abogaba por Dimitri Coates, de Burning Brides, y, como los dem¨¢s no estaban de acuerdo, decidi¨® reservar las canciones para un nuevo grupo junto a Coates, Off!, a¨²n activos.
Hubo que esperar a 2021 para su siguiente vuelta a los escenarios. Despu¨¦s de que Greg Hetson abandonase Bad Religion por razones no aclaradas (se vincul¨® en principio al largo proceso de divorcio con su mujer, 25 a?os menor, a la que acusaba de ¡°inestable y violenta¡±), Circle Jerks ha regresado con el guitarrista, con Morris, con Zander Schloss y una nueva incorporaci¨®n, Joey Castillo, exbater¨ªa de Queens of the Stone Age. La gira homenaje al disco Group Sex por EE UU ha sido recibida con comentarios positivos, aforos completos y un llamativo relevo generacional entre el p¨²blico, con j¨®venes que ahora s¨ª les ven como leyendas, seg¨²n apuntaba Steve Appleford en una rese?a para Spin. ¡°Circle Jerks siguen en pie, mientras que muchos de los artistas m¨¢s populares de su ¨¦poca han ca¨ªdo en el olvido¡±, escrib¨ªa.
El periodista Alex Rawls tuvo ocasi¨®n de verles en Nueva Orleans en 2022. ¡°Sonaban urgentes. Tocaron con la energ¨ªa e intensidad de una banda que acaba de escribir sus canciones el mes pasado¡±, cuenta Rawls a ICON. En la cr¨®nica que escribi¨® para My Spilt Milk, el autor subrayaba la sensaci¨®n de acontecimiento que rode¨® la actuaci¨®n de Circle Jerks ante un p¨²blico entregado. ¡°Tipitina¡¯s es un local importante de Nueva Orleans que no habr¨ªa acogido a los Circle Jerks en sus mejores tiempos. Verlos all¨ª supuso una confirmaci¨®n de nuestro gusto y de que la m¨²sica que cre¨ªamos significativa en los ochenta realmente lo era¡±, explica. Y hay brotes verdes: la actual formaci¨®n ha entrado en el estudio de grabaci¨®n, seg¨²n han confirmado el productor Raul Cuellar y el bajista Zander Schloss, y por ah¨ª se dej¨® caer el l¨ªder de Rancid, Tim Armstrong (compa?ero de Joey Castillo en su proyecto paralelo DOOM Regulator). Con su primer disco en casi 30 a?os y una multitudinaria gira en grandes recintos con NOFX que le har¨¢ debutar en plazas como Madrid, 2024 se presenta bien para Circle Jerks. Mucho decir para un grupo acostumbrado a encontrarse en perpetua crisis.
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