Todd Haynes, director: ¡°Me he metido en el terreno de Almod¨®var, pero no llego a su nivel¡±
La relaci¨®n entre una maestra y su alumno de 13 a?os en ¡®Secretos de un esc¨¢ndalo¡¯ adentra al director en el melodrama culebronesco m¨¢s almodovariano con la ayuda de su musa Julianne Moore
Solo hay una cosa que le guste a Todd Haynes m¨¢s que hacer cine: hablar de su cine. Pero no con alharacas u oquedades eg¨®latras, sino con puro af¨¢n did¨¢ctico y por el placer de la charla. En cada promoci¨®n, Haynes (Los ?ngeles, 63 a?os) atiende a los periodistas con varios libros relacionados con su pel¨ªcula. En esta entrevista, el director californiano apareci¨® con libros de fotos relacionados con los paisajes de Georgia, donde se desarrolla la acci¨®n de Secretos de un esc¨¢ndalo (se estrena hoy en Espa?a), pero ninguno alud¨ªa al elefante en la habitaci¨®n, a que el filme es un acercamiento a un hecho real que en EE UU se vivi¨® con furia medi¨¢tica. Porque el caso lo protagonizaron una maestra y uno de sus alumnos menores de edad. Hubo sexo, c¨¢rcel, hijos y muerte. ¡°Todos mis compatriotas lo recuerdan¡±, explica con sonrisa p¨ªcara.
En el a?o 1996, la relaci¨®n entre una profesora de colegio en Seattle, Mary Kay Letourneau, de 34 a?os, casada y con cuatro hijos, y un alumno suyo de 13 a?os, Vili Fualaau, de ascendencia samoana, dio la vuelta al mundo. El esc¨¢ndalo estall¨® cuando Letourneau se qued¨® embarazada del ni?o: su marido se divorci¨® y se llev¨® a sus cuatro v¨¢stagos a Alaska, y los padres de Vili Fualaau la denunciaron. Hubo juicio, pero la condena fue muy leve, de tan solo tres meses.
Tras dar a luz a una ni?a, Letourneau pas¨® por un breve tiempo en penitenciar¨ªa, sali¨®... y una madrugada de febrero de 1998, la polic¨ªa la descubri¨® junto al estudiante en un coche. Un mes despu¨¦s cont¨® que estaba embarazada de nuevo. Entr¨® en la c¨¢rcel con una condena de siete a?os y medio, y entre rejas tuvo a su segunda hija. Carnaza para los tabloides, alborozo en la telebasura.
Al abandonar la prisi¨®n en 2004, Letourneau batall¨® para que la orden que le imped¨ªa acercarse a Fualaau se anulase y al a?o siguiente se cas¨® en secreto con ¨¦l. Al final, en 2018, afrontaron los tr¨¢mites de divorcio, aunque no llegaron a separarse: a Letourneau le diagnosticaron c¨¢ncer y Fualaau acompa?¨® a la mujer hasta su muerte, a los 58 a?os de edad, en julio de 2020. Aquella historia devino en un guion que trasladaba la acci¨®n a Savannah (Georgia) y contaba la relaci¨®n entre una actriz que va a interpretar a la profesora y la maestra, que la invita a su casa unos d¨ªas para que entienda su vida con el joven, aqu¨ª de or¨ªgenes coreanos. El libreto cay¨® en manos de Natalie Portman, que adem¨¢s de encarnar a la actriz, ha debutado como productora con este proyecto. Fue ella la que llam¨® y contrat¨® a Haynes: ¡°Pens¨¦ inmediatamente en Todd por su habilidad para retratar la vida de los suburbios. ?l fue mi primera opci¨®n, un sue?o, y cuando Todd a su vez convenci¨® a Julianne Moore para ser la maestra mi sue?o escal¨® a un nivel superior¡±.
Por eso, en este recorrido, Haynes entiende ser el secundario. Sentado en la terraza de un hotel de lujo en Cannes, donde el pasado mayo se present¨® su pel¨ªcula, el californiano se echa a re¨ªr y encoge los hombros cuando comprueba que del grupo de periodistas que entrevistaba a Natalie Portman solo queda este redactor para charlar con ¨¦l. ¡°Ella es la estrella, de ella es la idea, justo es que Natalie sea quien os provoque m¨¢s curiosidad¡±. ?Reflexion¨® mucho sobre por qu¨¦ Portman le busc¨® a ¨¦l? ¡°En mi carrera he rodado mucho cine con personajes que bregan por expresarse, por salirse de las constricciones de la sociedad, justo lo que ocurre con los de Secretos de un esc¨¢ndalo¡±. Lo suele subrayar con una secuencia marca de la casa, cuando la gente de la calle que ha atacado a los protagonistas de la historia les miran alucinados realizar sus posibles transgresiones: ¡°Eso nace de mi admiraci¨®n por la obra de Fassbinder, que usaba mucho ese recurso. A cambio, debuto en mostrar c¨®mo es hacer cine... aunque no es el enfoque principal. Volviendo a tu pregunta, creo que esta es la primera vez que esta transgresi¨®n nos va a provocar una profunda duda moral. Yo mismo me autocuestion¨¦ como creador, porque esta mujer se lio con un alumno, entendemos que lo hizo desde una posici¨®n de poder. En mi pa¨ªs fue un escandalazo, probablemente porque la mayor era ella y no ¨¦l. A las mujeres a¨²n hoy no se les permite el mismo grado de transgresi¨®n que a los hombres. No entro a valorar si la relaci¨®n era apropiada o no, sino c¨®mo la ve la gente¡±.
El aludido asegura que ha disfrutado del encargo, y se le nota, porque le gusta ¡°jugar con los actores¡±, y porque le parece que ellos son, explica, como vampiros. ¡°Secretos de un esc¨¢ndalo me permite mostrar c¨®mo los int¨¦rpretes parasitan a los personajes reales cuando les toca encarnarlos en pantalla. Ahora bien, ?qui¨¦n manipula a qui¨¦n?¡±, pregunta, y le asoma de nuevo en el rostro un gesto pillo.
En ese mediod¨ªa caluroso en la Costa Azul, lo que m¨¢s acalora a Haynes es ¡°el recorte de derechos y libertades¡± en su pa¨ªs. Accede a explicarse: ¡°Muchas de las libertades individuales en EE UU las consiguieron las mujeres. Me asusta c¨®mo los Estados cada vez se inmiscuyen m¨¢s en controlarnos y en limitar, por ejemplo, el derecho al aborto o a los m¨¦todos de anticoncepci¨®n. El MeToo ha dado pasos, pero el otro lado, tambi¨¦n. Es curioso que, si te fijas en el total de votos, mi pa¨ªs es dem¨®crata y apoya la lucha feminista. Ahora bien, el poder republicano sabe perpetuarse, y lo hace cercenando los derechos de las personas LGTBIQ+, los de los ni?os gais, decidiendo los libros que puedes leer, las clases que puedes recibir... Contra ese peligro, que se mueve escondido, solo podemos responder con m¨¢s feminismo y m¨¢s cultura¡±.
Haynes, realizador a caballo entre la transgresi¨®n ¡ªSafe (1995), Poison (1991), I¡¯m Not There (2007)¡ª y la pasi¨®n dibujada con elegancia ¡ªLejos del cielo (2002), Carol (2015), la miniserie Mildred Pierce (2011)¡ª, confiesa que en el fondo toda su obra reflexiona sobre las diferentes maneras de narrar: ¡°Sobre c¨®mo lo hago yo, o sobre c¨®mo se cuentan mis personajes sus historias. Me aproxim¨¦ a Bob Dylan [en I¡¯m Not There] rehuyendo del reduccionismo y de la vampirizaci¨®n de su figura. Me acerqu¨¦ a The Velvet Undeground [en su documental de 2021] buscando honrarles hasta en la forma f¨ªlmica. Como cineasta debes sentir que respondes a preguntas profundas sobre c¨®mo mostrar la verdad de los protagonistas, que Secretos de un esc¨¢ndalo, encima, se entrelazaba con una realidad lejana. ?C¨®mo sobrevivi¨® ella al ataque de los tabloides? ?Eso merece estar en mi pel¨ªcula? En esa b¨²squeda, en ese viaje, est¨¢ mi felicidad¡±. Por eso, el cineasta pone en manos del periodista un voluminoso cat¨¢logo del Centro Pompidou, donde el pasado verano se program¨® una exhaustiva retrospectiva de su obra. ¡°Hay muchas pel¨ªculas que no hab¨ªa vuelto a ver, porque ?empec¨¦ en los setenta! Pero s¨ª he reconfirmado la huella que me dej¨® Safe, porque se centraba en gente a la que la sociedad miraba como si fueran distintos, como extra?os¡±.
De ni?o, en los suburbios de Los ?ngeles, a Haynes le fascinaron dos cosas: las chicas hippies (y las ten¨ªa a su lado, gracias a su hermana y sus amigas) y reproducir con su c¨¢mara de s¨²per-8 las pel¨ªculas que ve¨ªa en las salas. En YouTube se puede recuperar la m¨ªtica Superstar (1987), su visi¨®n de la tr¨¢gica vida de Karen Carpenter realizada con mu?ecas Barbie. Estudi¨® cine en Brown ¡ªas¨ª, a?adi¨® a su talento las referencias a los cl¨¢sicos que salpican sus trabajos¡ª y, tras lustros en Nueva York, en 2000 se mud¨® a Portland, donde forma parte de una potente comunidad cinematogr¨¢fica. Curiosamente, alguien que emana modernidad data siempre sus pel¨ªculas en el pasado: Secretos de un esc¨¢ndalo se desarrolla en 2015. ¡°Cambi¨¦ el guion para huir de la ¨¦poca Trump, y trasladarles a los a?os Obama, menos polarizados ideol¨®gicamente. ?Por qu¨¦ esos viajes? Porque as¨ª me siento creativamente m¨¢s libre, y a la vez, empujas al p¨²blico a que extraiga conexiones con su actualidad¡±.
De todo ese viaje f¨ªlmico, al cineasta le han acompa?ado dos amigos. La primera es Julianne Moore, con quien lleva colaborando cerca de tres d¨¦cadas. ¡°Mi buena fortuna creativa ha sido que mi carrera ha coincidido con la suya. Nos entendemos perfectamente, porque a Julianne le atraen las aristas de la gente, sus rincones m¨¢s fr¨¢giles, esos que se esconden tras fachadas de firmeza¡±. El segundo es Pedro Almod¨®var: ¡°En Secretos de un esc¨¢ndalo me aproximo al melodrama con toques de culebr¨®n a trav¨¦s del tema, la m¨²sica, los zooms y el humor. Eso es terreno de Pedro, y toda comparaci¨®n me halaga. Siento que Almod¨®var tiene su propio g¨¦nero en el cine, como Hitchcock. En cambio, mis pel¨ªculas no pueden encajarse en una categor¨ªa especial. No llego a su nivel. Ellos s¨ª, por m¨¢s que cambien de temas o de tramas. Siempre sabr¨¢s, cuando ves una imagen de sus pel¨ªculas, que pertenece a Pedro. Y su humor, sus actores, sus decorados, sus movimientos de c¨¢mara... Dig¨¢moslo claro: el sistema Almod¨®var es una maravilla¡±.
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