¡®Born in the USA¡¯ a los 40: cuando Bruce Springsteen toc¨® techo y se neg¨® a convertirse en la voz de los conservadores
El ¨¢lbum cl¨¢sico del ¡®Boss¡¯ cumple cuatro d¨¦cadas mientras ¨¦l sigue, a sus 74 a?os, cant¨¢ndolo por todo el mundo. Lo har¨¢ este mes en Madrid y Barcelona
¡°Born In the U.S.A. cambi¨® mi vida, me brind¨® mi mayor audiencia, me oblig¨® a pensar m¨¢s en la forma en que presentaba mi m¨²sica y me coloc¨® brevemente en el centro del mundo del pop¡±, narraba Bruce Springsteen en su libro autobiogr¨¢fico Born To Run (2016). El s¨¦ptimo ¨¢lbum del Boss, que se public¨® el 4 de junio de 1984, lleg¨® a ser el m¨¢s vendido en el mundo al a?o siguiente, justo en la ¨¦poca en que otros tres estadounidenses (Michael Jackson, Madonna y Prince) se disputaban el reinado en la m¨²sica popular global. Aquel disco no solo convirti¨® al rockero de Freehold (Nueva Jersey) en una superestrella, sino que dej¨® su imagen ic¨®nica m¨¢s recordada: alzando sus brazos musculados, con una bandana roja en la cabeza y la bandera de Estados Unidos tras ¨¦l.
Sin embargo, el m¨²sico siempre se ha mostrado ambivalente ante este trabajo. ¡°Curiosamente, es el ¨²nico ¨¢lbum cl¨¢sico de Springsteen que no ha merecido el tratamiento retrospectivo de trabajos anteriores como Born To Run (1975), Darkness In The Edge Of Town (1978) o The River (1980). Esto demuestra cierta incomodidad con los resultados, no tanto con las canciones mismas, pues muchas de ellas siguen sonando en sus conciertos¡±, explica el cr¨ªtico musical Ignacio Juli¨¢. Lo ¨²nico especial que se publicar¨¢, el 14 de junio, es una edici¨®n de lujo en vinilo, pero sin ning¨²n material extra.
Lo cierto es que algo estaba cambiando en la vida de Springsteen cuando grab¨® aquel ¨¢lbum, pero quiz¨¢ nada que presagiara un ascenso tan rotundo a la liga de los grandes estadios. Tras la extenuante gira de The River, con 140 conciertos a lo largo de 1980 y 1981, se qued¨® cansado y deprimido, comenz¨® a visitar al psic¨®logo y ¨¦ste le recomend¨® que fuera al gimnasio. Las rutinarias tareas de musculaci¨®n, dijo ¨¦l, le ayudaron a poner su cabeza en orden. Al tiempo, se apresur¨® a grabar en Nueva York con su banda de siempre, The E Street Band, pero de sus maratonianas sesiones brot¨® material tan diferente que le salieron dos ¨¢lbumes.
El primero de ellos, Nebraska (1982), era un trabajo pr¨¢cticamente ac¨²stico, que abordaba temas sociales muy oscuros, y en esa misma onda surgieron muchos de los que luego conformar¨ªan Born In The USA, incluida su c¨¦lebre canci¨®n hom¨®nima. Nebraska fue el primer disco con el que Bruce no sali¨® de gira. A cambio, sigui¨® encerrado dos a?os en el estudio y registr¨® casi 90 canciones. El s¨¦ptimo ¨¢lbum estaba ya casi listo, pero su m¨¢nager, Jon Landau, le dijo que faltaba un tema que pudiese ser un ¨¦xito. En pocos d¨ªas, el m¨²sico entreg¨® Dancing In The Dark, el single m¨¢s exitoso de su trayectoria.
Desde su discogr¨¢fica, CBS, tomaron el ejemplo de Thriller, de Michael Jackson, del que se publicaron siete singles con sus correspondientes videoclips en un nuevo escenario medi¨¢tico dominado por la MTV y la cultura de la imagen. Tambi¨¦n se extrajeron siete sencillos (y cinco clips) de Born In The USA. El primero de sus clips, el de Dancing In The Dark, fue dirigido por Brian de Palma y, en ¨¦l, el propio Springsteen bailaba con una entonces desconocida Courteney Cox. Tres de los v¨ªdeos siguientes los dirigi¨® otro cineasta que empezaba a despuntar, John Sayles. Todos los protagonizaba el propio cantante, que interpretaba a los personajes que hab¨ªa creado para sus canciones, como el mec¨¢nico de autom¨®viles de I¡¯m On Fire o el exjugador de beisbol de Glory Days.
A su nueva iconograf¨ªa hubo que sumar la portada del ¨¢lbum, con Springsteen, fotografiado por Annie Leibovitz, de espaldas a la bandera de EE UU. La imagen dio lugar a teor¨ªas de todo tipo. Una bastante curiosa es la que sosten¨ªa que el m¨²sico estaba orinando sobre la bandera. ?l mismo lo desminti¨® en su entrevista con Kurt Loder para la revista Rolling Stone, diciendo que, a la hora de elegir, la foto de su trasero quedaba mejor que la de su cara.
La voz de su generaci¨®n
Lo cierto es que casi todo lo que sucedi¨® con Born In The USA fue buscado por el artista. ¡°Me fascinaban las personas que se hab¨ªan convertido en la voz de su tiempo¡±, reconoci¨® ¨¦l m¨¢s tarde. ¡°No s¨¦ si sent¨ª que ten¨ªa capacidad para ello o simplemente deseaba avanzar en esa direcci¨®n, pero era algo que me interesaba¡±. ¡°Born In The USA es una obra muy importante, la que culmin¨® a lo grande el relato que ven¨ªa hilvanando desde 1973 para quienes nunca antes se hab¨ªan parado a escuchar Darkness On The Edge Of Town o Nebraska. Les col¨® el mismo relato¡å, apunta Miguel Mart¨ªnez, cr¨ªtico musical en la revista Rockdelux.
¡°Su imagen pudo haber cambiado, pero su mensaje era el mismo. Incluso en la gira norteamericana de 1984 incluye la mayor¨ªa de las canciones del ¨¢lbum Nebraska, con sus personajes de Am¨¦rica que no sale en las postales¡±, concede Joan Colet, fundador y presidente de The Stone Pony, el Club de Bruce Springsteen en Espa?a. ¡°Parece que se sent¨ªa atra¨ªdo por querer ser la voz de su generaci¨®n¡±, apunta la cantautora Joana Serrat, quien revela que su canci¨®n favorita de ese disco es I¡¯m On Fire, ¡°tanto en lo musical como en el tipo de letra, de la que se extraen lecturas s¨®rdidas y oscuras. De hecho, en mis ¨²ltimas giras, he hecho?habitualmente una versi¨®n en catal¨¢n de este tema¡±. Para la artista de Vic (Barcelona), que el 7 de junio publica su quinto ¨¢lbum, Big Wave, ¡°Bruce quer¨ªa hacer un retrato de personas como ¨¦l, atrapados en dos mundos y quemados por la inercia de un destino impuesto. Pienso que, adem¨¢s, ten¨ªa la ambici¨®n de encontrar su sitio en el estrellato, justo en un lugar donde la cultura del ¨¦xito es asfixiante¡±.
¡°En aquel contexto cultural, con el reaganismo y el thatcherismo en su c¨¦nit y todo lo que eso implicaba, un disco as¨ª en lo m¨¢s alto de las listas, de rock and roll actualizado, que se abr¨ªa y cerraba con canciones de derrota, creo que fue una anomal¨ªa positiva. Y para Bruce, un deseo cumplido: es lo que quer¨ªa en ese momento. Si con Nebraska tuvo su momento Woody Guthrie, con Born In The USA iba a tener su momento Elvis Presley¡±, sostiene Miguel Mart¨ªnez.
El discurso de Reagan que forz¨® el nacimiento del Springsteen pol¨ªtico
Pero Born In The USA, la canci¨®n, supuso tambi¨¦n un momento decisivo en la carrera de Bruce Springsteen por razones que se escaparon a su control. Todo comenz¨® cuando el columnista republicano George Will acudi¨® a uno de los primeros conciertos de la gira y, asombrado por su espect¨¢culo, vio en ¨¦l a un ejemplo a seguir. En la cr¨ªtica del disco publicada en The New York Times se suger¨ªa que el de Nueva Jersey era ¡°uno de los pocos artistas que utiliza el rock para expresar una visi¨®n ¨¦pica continua de este pa¨ªs, en las ra¨ªces sociales individuales y la posibilidad de una autocreaci¨®n heroica¡±. Will, asesor oficioso de Reagan, tambi¨¦n vio en sus canciones a un adalid del proteccionismo econ¨®mico, teor¨ªa validada por otro detalle: Born In The USA fue el primer CD fabricado en EE UU (normalmente se manufacturaban en Jap¨®n). Literalmente, fue un disco nacido en USA. Y esa coyuntura la aprovech¨® muy bien el presidente del pa¨ªs, en plena campa?a por su reelecci¨®n, cuando en un mitin en la tierra del m¨²sico, sorprendi¨® al p¨²blico con esta frase: ¡°El futuro de Estados Unidos reside en mil sue?os dentro de sus corazones. Se basa en el mensaje de esperanza de las canciones de un hombre que tantos j¨®venes estadounidenses admiran: Bruce Springsteen, de Nueva Jersey¡±.
Seg¨²n Marc Dolan, autor del libro Bruce Springsteen And The Promise Of Rock¡¯n Roll, el Boss era hasta entonces un chico de clase obrera que constru¨ªa retratos sociales, pero nunca se hab¨ªa interesado por el activismo pol¨ªtico. De hecho, ni siquiera sol¨ªa votar. Aquel ¡°incidente¡± le oblig¨® a desmarcarse de las palabras de Reagan. Se mostr¨® m¨¢s expl¨ªcito en las presentaciones en directo de sus canciones m¨¢s cr¨ªticas y se comenz¨® a implicar en proyectos locales de ayuda a los sintecho o en bancos de alimentos. Paulatinamente, fue ampliando el foco hacia el compromiso global, como demostrar¨ªa su participaci¨®n en la grabaci¨®n de We Are The World en medio de su gira de 1985 y en el tour ?Derechos humanos, ya! para Amnist¨ªa Internacional en 1988.
¡°Tengo la sensaci¨®n de que Springsteen ha sido una persona siempre sensible a las cuestiones sociales. Creo que la fama y el escrutinio que este disco le sometieron hizo que tuviese m¨¢s consciencia del poder y trascendencia del altavoz del cual dispon¨ªa debido a su estatus¡±, afirma Joana Serrat. ¡°La funci¨®n de la derecha y de la cultura hegem¨®nica es siempre quitarle el poder y sentido a aquello que es contracultural. No estoy diciendo que Bruce fuese subterr¨¢neo, en ning¨²n caso, pero su discurso iba en contra de los intereses del gobierno y de su estatus quo¡±.
¡°Desde 2004, Springsteen se ha implicado m¨¢s en pol¨ªtica dando soporte al Partido Dem¨®crata, ya fuese con su participaci¨®n en la gira Vote For Change o apoyando a sus candidatos, especialmente a Obama¡±, apunta Miguel Mart¨ªnez, quien no ve extra?o que el m¨²sico quisiese ¡°elevar el volumen de su voz en ese campo, si se considera lo que ten¨ªa en frente: hasta el trumpismo y m¨¢s all¨¢. Pero tambi¨¦n hay algo inherente a cualquier fen¨®meno de masas: que se convierta en un im¨¢n de imb¨¦ciles. Leo que dos canciones de Born In The USA han sonado estos d¨ªas en campa?as electorales de Junts per Catalunya (No Surrender) y PP (Dancing In the Dark)¡±, a?ade el cr¨ªtico.
¡°Born In The USA es uno de los m¨¢s claros ejemplos de c¨®mo una letra puede malinterpretarse pol¨ªticamente. No es un himno patri¨®tico, sino una terrible pesadilla tras Vietnam¡±, apunta Ignacio Juli¨¢. ¡°A partir de ah¨ª, Springsteen ha desarrollado una trayectoria de figura pol¨ªtica cuidadosamente supervisada y mantenida. Siempre he criticado The Rising (2002) por contar solo una parte del 11-S, la de la ciudad atacada y el duelo colectivo posterior, sin mostrar las causas pol¨ªticas que llevaron al ataque, como si hicieron otros (Steve Earle, Jackson Browne, Patti Smith¡). Pero tambi¨¦n ha mostrado valent¨ªa: en 2000 grab¨® American Skin (41 Shots), sobre la muerte de un inocente a manos de la polic¨ªa neoyorquina y, en Wrecking Ball (2012) grab¨® algunas de las canciones m¨¢s punzantes sobre la crisis causada por Wall Street en 2008¡å.
Pero el de Nueva Jersey sigue siendo malinterpretado, como sostiene Joan Colet. ¡°Mi propio hermano, en 1984, me dijo que c¨®mo pod¨ªa gustarme un t¨ªo que cantaba un tema tan patri¨®tico como Born In The USA. No ayudaba en aquella ¨¦poca el hecho de que en sus conciertos plantase una bandera gigante de EE UU detr¨¢s del escenario y que su imagen con cinta en la cabeza y melenudo recordase a Rambo. Le ped¨ª que leyera la letra de la canci¨®n y cambi¨® su perspectiva. Ese es el problema, que la gente no quiere leer bien la canci¨®n, no les interesa. Se quedan con el estribillo y le dan un significado al uso¡±.
1985: el verano de la ¡°Bossmania¡±
La de Born In The USA fue tambi¨¦n la gira m¨¢s ambiciosa de Bruce Springsteen. Comenz¨® pate¨¢ndose toda Norteam¨¦rica entre junio de 1984 y febrero de 1985, al tiempo que la popularidad del disco iba subiendo. Un mes despu¨¦s, vol¨® a Australia y Jap¨®n. En junio de 1985 lleg¨® a Europa y aquel verano se puede decir que se produjo el estallido de la Bossmania. Un dato significativo: sus siete ¨¢lbumes entraron en la lista de los m¨¢s vendidos en el Reino Unido, algo que nunca antes hab¨ªa sucedido con ning¨²n otro artista.
¡°Una de las concesiones que tuvo que afrontar Bruce fue el cambio de escenarios¡±, indica Joan Colet. ¡°?l sol¨ªa sentirse c¨®modo actuando en teatros de 2.000 personas o menos¡±, afirma el responsable de The Stone Pony Club. ¡°En la gira de The River tuvo que dar paso a pabellones por la demanda de sus fans. ?l no estaba muy contento porque no ve¨ªa claro que las personas de ¨²ltima fila escucharan bien el concierto y sintiesen la fuerza de su espect¨¢culo. Se volvi¨® paranoico sent¨¢ndose en la ¨²ltima fila en las pruebas de sonido para comprobar si se escuchar¨ªa bien. Bruce siempre hab¨ªa sentido la necesidad de que el p¨²blico, al volver a casa, se sintiese como si el concierto hubiera sido para ¨¦l solo. Quer¨ªa ver todas las caras y cruzar su mirada con todos los fans. Llegados a 1984 pudo seguir controlando sus conciertos en la primera parte de la gira, pero lleg¨® la locura y el caos en Europa. El primer concierto era en la explanada de Slane Castle, en las afueras de Dubl¨ªn. S¨®lo dos d¨ªas antes, hab¨ªa ocurrido la tragedia del estadio de Heysel, donde fallecieron 39 italianos en la final de la Copa de Europa entre el Liverpool y la Juventus. Cuando Bruce vio en Slane Castle aquella marea de gente que iba de un lado a otro, casi sin pisar los pies en el suelo, se asust¨® tanto que, en el descanso del concierto, le dijo en el camerino a Jon Landau que no iba a salir al escenario en la segunda parte, y que cancelara la gira de estadios completa porque ¨¦l no quer¨ªa tener el peso de conciencia de que un fan muriese en uno de sus conciertos. El m¨¢nager le convenci¨® de que tomar¨ªan todas las medidas de seguridad¡±.
Aquella gira no pas¨® por Espa?a. Seg¨²n recuerda Colet, muchos de sus fans cruzaron la frontera hacia la ciudad francesa de Montpellier, en el que denominaron ¡°el concierto del exilio¡±. Fue la ¨²ltima vez que un tour de Springsteen no recal¨® en nuestro pa¨ªs.
Tras finalizar sus 156 conciertos el mes de octubre en Los ?ngeles, era el momento perfecto para publicar su primer disco en directo. Pero ¨¦l opt¨® por algo mucho m¨¢s ambicioso, a la altura de aquel momento triunfal: una caja de 5 elep¨¦s que, con el t¨ªtulo Live/1975-85, inclu¨ªa temas en vivo recogidos a lo largo de esos 10 a?os. Fue el primer boxset que debut¨® en el n¨²mero uno en EE UU y sigue siendo uno de los ¨¢lbumes en directo m¨¢s vendidos de todos los tiempos. Ah¨ª, el Boss toc¨® techo. ¡°Ya era el hombre en la cima, hab¨ªa culminado una ascensi¨®n de una docena de a?os y ahora tocaba hacerse otras preguntas¡±, afirma Miguel Mart¨ªnez.?¡°A partir de Tunnel of Love (1987), el Springsteen de los setenta deja paso a la megaestrella y ese papel redunda en una discograf¨ªa posterior irregular. Salvo excepciones, lo que hizo despu¨¦s fue muy criticable y falto de la antigua inspiraci¨®n, incluso mediocre. Hoy, Springsteen, como los Stones, AC/DC o U2, es ya solamente un espect¨¢culo nost¨¢lgico y a veces apasionante de grandes estadios¡±, concluye Ignacio Juli¨¢.
Bruce Springsteen act¨²a el 12,14 y 17 de junio en Madrid (Estadio Civitas Metropol¨ªtano), el 20 y el 22 en Barcelona (Estadi Ol¨ªmpic)
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