Un iPod fallido, un divorcio, trenes el¨¦ctricos y 10 o 12 discos: la agitada madurez de Neil Young
Casi rozando los 80 a?os, el cantautor canadiense sigue siendo noticia casi todas las semanas tanto por su prol¨ªfica carrera musical como por todas las aventuras empresariales en las que le da tiempo a meterse
A punto de cumplir 79 a?os, Neil Young sigue generando noticias cada semana. Por ejemplo, el 24 de septiembre de 2024 fue un d¨ªa se?alado para sus seguidores porque toc¨® por primera vez en directo Hey Babe, un tema de su disco American Stars ¡®N Bars (1977) que nunca antes hab¨ªa interpretado ante el p¨²blico. Un par de noches antes hab¨ªa presentado nueva banda (los Chrome Hearts, incluyendo a Micah Nelson) en su tradicional actuaci¨®n en el Farm Aid Festival, el festival ben¨¦fico que organiza cada a?o para dar apoyo financiero a los peque?os granjeros estadounidenses, y el d¨ªa 6 de septiembre ya estuvo marcado en rojo porque fue el de lanzamiento de la tercera entrega de sus monumentales archivos.
A diferencia de tantas otras leyendas ¡ªaunque quiz¨¢ ya solo sea comparable con sus amigos Dylan, embarcado en su Neverending Tour, y Willie Nelson, que en noviembre publica su ¨¢lbum n¨²mero 154¡ª, Young nunca descansa; a diferencia de tantas otras leyendas ¡ªen esto s¨ª que se ha quedado solo¡ª casi todo lo que hace el canadiense sigue siendo relevante y merece atenci¨®n.
¡°Si se me ocurre una canci¨®n o un proyecto que sacar adelante, tengo que hacerlo inmediatamente. En cuanto tengo una idea, me pongo con ella y me olvido de todo lo dem¨¢s¡±, le contaba Young al entrevistador Zach Sang hace alrededor de un a?o. Para ilustrarlo, en otras ocasiones, ha bromeado diciendo que si fuera piloto de avi¨®n, se estrellar¨ªa enseguida ¡°porque soltar¨ªa los mandos tan pronto como apareciera una melod¨ªa¡±. Atendiendo a los hechos (y a tantas leyendas sobre canciones compuestas mientras conduc¨ªa, como Like a hurricane), es f¨¢cil imaginarlo, y es que el ritmo de Young resulta dif¨ªcil de seguir incluso para sus fans m¨¢s entregados. Solo durante el ¨²ltimo lustro ha lanzado tres ¨¢lbumes de estudio (Colorado, Barn y World Record) junto a su banda cl¨¢sica, los Crazy Horse, al que se suma All Roads Led Home firmado por unos tales Molina, Talbot, Lofgren & Young; cuatro discos en directo y ha recuperado tres ¡°discos perdidos¡± que no llegaron a publicarse en su momento (Chrome Dreams, con las primeras versiones de canciones conocidas, Toast, grabado en 2001, y Homegrown, con temas in¨¦ditos de 1974 y 1975, los a?os gloriosos).
Por supuesto, Young tambi¨¦n ha seguido desclasificando material de sus archivos, comercializados tanto a trozos como dentro de enormes cajas. La tercera parte, reci¨¦n presentada, abarca el pol¨¦mico periodo entre 1976 y 1987, y con 17 ced¨¦s y 5 blu-rays (casi cien horas de m¨²sica minuciosamente recopilada junto a comentarios y explicaciones de su autor) hace que la expresi¨®n ¡°caf¨¦ para los muy cafeteros¡± se quede corta.
Y eso solo por lo que respecta a la m¨²sica. En otra entrevista reciente, preguntado por su famoso verso ¡°es mejor arder que apagarse lentamente¡±, el cantante y compositor respondi¨® que esas palabras solo tienen sentido ¡°si el rock& oll es todo lo que eres y todo lo que quieres hacer¡±, pero que en cualquier otro caso la vida es mucho m¨¢s: ¡°la naturaleza, la familia, la belleza, hay un mont¨®n de cosas que quedan fuera de ese animal autosuficiente que es el rock¡±. Como demuestra su trayectoria, que incluye enfrentamientos con multinacionales, activismo en defensa de la naturaleza, pol¨¦micas relacionadas con pol¨ªticos, desarrollos tecnol¨®gicos m¨¢s o menos afortunados, negocios exitosos, fracasos empresariales, una paternidad entregada y todo tipo de vicisitudes existenciales, para ¡°el padrino del grunge¡± hay vida fuera del rock.
Una fuerza de la naturaleza
Solo sus amigos m¨¢s ¨ªntimos han hablado mal de Young. Por ejemplo, David Crosby, fallecido en enero de 2023, aprovech¨® buena parte de sus ¨²ltimas entrevistas para decir que ¡°Neil es la persona m¨¢s ego¨ªsta¡± que conoci¨®. Por su parte, el escritor Jimmy McDonough, autor de Shakey, una detallada biograf¨ªa primero autorizada y despu¨¦s desautorizada que est¨¢ considerada la cumbre de su g¨¦nero, a d¨ªa de hoy rechaza hacer declaraciones sobre el m¨²sico, pero s¨ª que recuerda que mientras prepar¨® su libro todos los que depend¨ªan de ¨¦l ¡°ten¨ªan miedo de hablar, algo habitual cuando es una superestrella la que te paga el sueldo¡±.
Se suele decir que Brian Epstein fue el quinto Beatle o que Jagger y Richards no ser¨ªan nada el uno sin el otro, pero es dif¨ªcil establecer qui¨¦n ha sido o es la mano derecha de Young. Peri¨®dicamente, las colaboraciones con los m¨ªticos Crosby, Stills y Nash se convirtieron en desencuentros (para reconducirse al cabo de unos pocos a?os, el ¨²nico con el que la amistad nunca se ha tambaleado ha sido Stephen Stills), los Crazy Horse, incluido Frank Sampedro, tambi¨¦n parecen condenados a aparecer y desaparecer (y solo destacan cuando est¨¢n cerca de su gur¨²) y figuras como el productor David Briggs o el m¨¢nager Elliott Roberts fallecieron hace a?os sin que la carrera de Young se resintiera. Ni siquiera en 2014, tras el divorcio de su esposa y compa?era Peggy Young (fallecida en 2019), con quien hab¨ªa estado casado 36 a?os, la productividad arrolladora del mito pareci¨® resentirse.
Puede que la capacidad para trabajar en solitario y sin pausa del autor de Old Man se deba, en parte, a un temperamento tormentoso (¡°es dif¨ªcil estar en desacuerdo conmigo¡±, admit¨ªa tambi¨¦n ante Zach Sang), pero eso es algo que, por otro lado, tambi¨¦n le ha permitido no descuidar nunca el compromiso con la verdad y la honestidad de su m¨²sica. No por casualidad, una de las met¨¢foras m¨¢s usadas por los cr¨ªticos ante la obra de Young es la del fen¨®meno natural, como si su voz y la distorsi¨®n de su guitarra procedieran de una fuerza sobrehumana: ¡°Pero no hablamos de un hurac¨¢n, o de una inundaci¨®n, o de una peste¡±, explica Luis Boullosa, cr¨ªtico musical y l¨ªder de la banda Gog y las Hienas Telep¨¢ticas. ¡°Hablamos, m¨¢s bien, de un roble venerable, cercano, casi uno con los hombres que lo han visto crecer desde que eran ni?os. Como figura mitol¨®gica, Young encarna no ya al hombre com¨²n, sino al grupo de hombres comunes que saben resistir la adversidad y distinguir por instinto, por nobleza, entre el bien y el mal¡±.
El asturiano Pablo und Destruktion, uno de los m¨²sicos espa?oles en los que la influencia del canadiense es m¨¢s evidente, suscribe las palabras de Boullosa y a?ade: ¡°?l vivi¨® todos los revivals del folk desde el primero de los a?os sesenta y todos los posteriores, que m¨¢s o menos llegan cada quince a?os. Estuvo a las duras y a las maduras, y siempre fue capaz de revitalizar ese v¨ªnculo con la verdad y con la tierra, con la canci¨®n como algo confesional. ?l es un paisano, que aqu¨ª en Asturias no solo significa, como en castellano, un oriundo de la zona, sino que tiene otros tintes, es como ser un caballero de pueblo, algo parecido a ser un hidalgo. Y eso me marca mucho, me inspira mucho tanto para los directos como para luego hacer las grabaciones¡±.
Todo lo que no es rock: aventuras paralelas y negocios
En 2014 Neil Young reuni¨® a estrellas como Elton John, Emmylou Harris, Dave Grohl o Bruce Springsteen en un video para promocionar el PONO, un reproductor de audio en alta calidad desarrollado y apadrinado por ¨¦l y destinado a competir con el iPod. Pero pese a ese despliegue, nunca fue demasiado popular. El PONO es solo uno de los ¨²ltimos ejemplos de esos proyectos tecnol¨®gicos en los que Young se embarca y que, seg¨²n cuenta McDonough en Shakey, llenan su rancho de Broken Arrow de ingenieros exc¨¦ntricos, restauradores de coches barbudos y representantes de empresas tecnol¨®gicas.
Pocos a?os antes de lanzar PONO, Young hab¨ªa concentrado toda su energ¨ªa en el proyecto LincVolt. LincVolt es un Lincoln Continental, un coche cl¨¢sico de 1959, que la estrella convirti¨® en veh¨ªculo h¨ªbrido all¨¢ por 2010. La implicaci¨®n de Young en este proyecto fue tal que recorri¨® Estados Unidos hablando de las bondades de los motores el¨¦ctricos y los biocombustibles y ofreci¨® a sus fans, seg¨²n reconocen en foros como Reddit, una oportunidad para conocerlo de cerca mucho mejor que d¨¦cadas de giras. En el SEMA 2013 (un sal¨®n del autom¨®vil organizado en Las Vegas) pas¨® horas discutiendo sobre las bondades de las c¨¦lulas de combustible o las bater¨ªas aplicadas al autom¨®vil y contestando a las preguntas de otros entusiastas del mundo del motor.
?Son estos empe?os las excentricidades de un millonario todav¨ªa muy influido por la contracultura y los logros de aquellos a?os durante los que todo parec¨ªa posible en California o son producto de un activismo comprometido y de las ganas de cambiar el mundo no solo desde el arte? Probablemente, ambas sean compatibles. Como m¨ªnimo, durante los ¨²ltimos a?os Young ha sabido introducir en la conversaci¨®n p¨²blica cuestiones hacia las que algunos estadounidenses (especialmente los seguidores de m¨²sicas como las que ¨¦l produce) se muestran muy reticentes, como el ahorro de combustible y el cambio clim¨¢tico, los efectos perjudiciales de los cultivos transg¨¦nicos o ¡ªmenos importante pero m¨¢s cerca de su profesi¨®n principal¡ª la mala calidad de audio que ofrecen las plataformas de streaming.
Pero, sin duda, adem¨¢s de la m¨²sica y del ecologismo, los trenes el¨¦ctricos han sido la principal pasi¨®n de Young. El cantante lleg¨® a poseer el 20% de Lionel, la empresa m¨¢s prestigiosa dentro del sector y, en colaboraci¨®n con sus t¨¦cnicos (seg¨²n cuentan, durante los noventa, al acabar cada concierto, a veces en el mismo backstage, corr¨ªa a reunirse con trabajadores de la compa?¨ªa de modelismo), desarroll¨® multitud de mandos y aparatos que le sirvieron para reforzar su relaci¨®n con su hijo Ben, que sufre par¨¢lisis cerebral. Ese empe?o por comunicarse lo mejor posible con Ben tambi¨¦n lo llev¨® a fundar, en 1987 junto a Pegi, el colegio Bridge School. Desde entonces y hasta 2016 la instituci¨®n se financi¨® a trav¨¦s de conciertos ben¨¦ficos en los que adem¨¢s del propio Young actuaron Tom Petty, Paul McCartney, Sonic Youth o R.E.M. (a la estrella no le cuesta tirar de agenda) y contin¨²a funcionando y desarrollando programas punteros en el uso de la tecnolog¨ªa para facilitar la comunicaci¨®n de alumnos con necesidades complejas.
?Qu¨¦ har¨ªa Neil Young?
Cuando en 2009 el Primavera Sound detuvo su programaci¨®n para que todos los asistentes se concentrasen en el escenario principal, donde iba a actuar Neil Young, nadie, ni siquiera quienes hab¨ªan acudido all¨ª a ver a djs, se quej¨®. Hace tiempo que Young es una figura incontestable, quiz¨¢ la ¨²nica sobre la que existe tal unanimidad (no todo es consenso alrededor de Dylan), y es que el canadiense ha logrado transmitir una autenticidad (en el desarrollo de su obra) y un compromiso (respecto a las causas que defiende y a sus propias cruzadas contra el mercado) que hace a?os que resultan ins¨®litos. Lo de Neil va m¨¢s all¨¢ de la marca personal. Garc¨ªa D¨ªaz (Pablo und Destruktion) lo explica as¨ª: ¡°?Qu¨¦ pasa con la gente que sigue su camino? Que est¨¢ en un tiempo que es tradicional, y el tiempo tradicional no es lineal. Ya no hay modas, porque la honestidad no es progresista ni decadentista; no es de izquierdas, no es de derechas; no es de los a?os sesenta ni de los dos mil¡ La honestidad es, y ya est¨¢. Y estos artistas, que tienen un punto de profetas, saben utilizar ese tipo de tiempo como fuente de la eterna juventud: siempre est¨¢n donde tienen que estar y siempre son lo que son¡±.
As¨ª que, bien entrado 2024, ?est¨¢ justificado el culto alrededor de Neil Young? ?Tienen sentido todos sus lanzamientos, iniciativas y luchas, de la obsesi¨®n por la calidad del sonido a las denuncias contra la multinacional Monsanto? Responde Boullosa: ¡°Todo lo que hace podr¨ªa ser discutido. Pero para hacerlo habr¨ªa que descender, mezquinamente, a los detalles biogr¨¢ficos de un hombre sin duda m¨¢s complicado de lo que aparenta. O ensa?arse con alg¨²n disco intrascendente de vejez. O considerar que sus quimeras comerciales son absurdas. Pero que el hombre real de hoy se parezca m¨¢s o menos al ¨¢rbol frondoso en que se convirti¨® hace d¨¦cadas no es de nuestra incumbencia. Y tampoco cambiar¨ªa la verdad espiritual mayor: al final del d¨ªa, si surge un problema, ?Qu¨¦ har¨ªa Neil Young? no es la peor de las preguntas¡±.
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