Crecepelos milagrosos, perfumes m¨¢gicos y otros ?prodigios? cosm¨¦ticos que sedujeron a nuestros bisabuelos
La grandilocuente cosm¨¦tica de los a?os veinte promet¨ªa lo mismo que ahora pero con m¨¢s ret¨®rica y, por desgracia para sus consumidores, con mucha menos ciencia
¡°?Estaba calvo! Sus cabellos y su barba, que nunca habi?an sido poblados, habi?an cai?do completamente. En siete semanas, la ce?lebre Savia Capilar le ha suministrado la cabellera y la barba que se reproducen en la adjunta fotografi?a. Yo desafi?o a quien demuestre que su ce?lebre Savia Capilar no detiene la cai?da del cabello y no lo hace brotar a todas las edades con su matiz primitivo cualesquiera que sea la gravedad o la antigu?edad del mal. Millares de testimonios aute?nticos, indiscutibles, con nombres y sen?as, esta?n a la disposicio?n de quien quiera examinarlos¡±. Desde luego, los publicitarios de hace un siglo no se andaban con chiquitas. Me encuentro con este prodigio narrativo, casi e?pico, en un ejemplar de Blanco y Negro de 1923 que muestra que las preocupaciones de nuestros bisabuelos no eran muy distintas de las de hoy. Los productos capilares se promocionan con promesas absolutas. ¡°Responde a las mayores exigencias¡±, dice un anuncio. ¡°Usando esta privilegiada agua nunca tendre?is canas ni sere?is calvos¡±, contrataca otro. De todos modos, la ausencia de cabello no es lo u?nico que preocupa; tambie?n el color del pelo. ¡°Un nin?o rubio es encantador. Siempre se destacara? entre otros que no posean el dorado marco que idealiza su rostro¡±, sentencia el cartel de una ¡°maravillosa esencia de manzanilla alemana¡±. ?La manzanilla alemana genera cabellos rubios alemanes? ?Por que? no?
Es casi un ejercicio de arqueologi?a bucear en estos fragmentos de una e?poca en que el concepto de inclusividad no se oli?a ni de lejos. ¡°?No sea gordo!¡±, interpela una marca de fajas reductoras. Otra va ma?s lejos y promete ¡°adelgazar sin drogas¡± en letras mayu?sculas y a ancho de columna, gracias a un brebaje que, en ocho di?as, hace ¡°desaparecer definitivamente los mofletes, la doble barba y, en general, toda grasa superflua¡±. En aquella Espan?a que veraneaba en San Sebastia?n ¨Chay toda una seccio?n dedicada al streetstyle del hipo?dromo de Lasarte¨C, la ciencia teni?a soluciones para casi todo, tal y como atestigua otra pequen?a obra maestra del marketing. ¡°?Quiere usted crecer 8 centi?metros? Lo conseguira? pronto a cualquier edad con el grandioso Crecedor Racional. Procedimiento u?nico, que garantiza el aumento de talla y el desarrollo¡±.
Curiosamente, no se anuncian muchos perfumes, posiblemente porque, entre tanto producto milagroso, solo oli?an bien. ?Que? banalidad! Hay excepciones: ¡°El sentido aristocra?tico por excelencia es el olfato. Un perfume basto es rechazado por la nariz menos delicada, y aquellos finos y eleganti?simos deleitan a todos¡±. Otros van ma?s lejos y, sin sospecharlo, inventan el consumo aspiracional avant la lettre: ¡°Dominar. Ser Dichoso. Tener e?xito. Son suen?os que pueden convertirse en realidades gracias a los secretos de Niarka. Perfumes Astral-Magne?ticos muy personales, que traen felicidad y suerte en todo¡±. A ver quie?n era el guapo que deci?a que no.
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