De Gene Kelly a Alain Delon: c¨®mo mantener la elegancia en plena ola de calor seg¨²n los mitos de la pantalla
Hay formas de sobrellevar las altas temperaturas sin rendirse a los atuendos m¨¢s b¨¢sicos del verano y estas 13 pel¨ªculas, todas anteriores a 1990, pueden servir de inspiraci¨®n
Vestir dignamente en verano, cuando las temperaturas alcanzan cotas propias de un horno en modo gratinar, puede parecer una aspiraci¨®n inalcanzable. Esto es especialmente cierto en el sector masculino de la poblaci¨®n, cuyo atuendo est¨¢ m¨¢s codificado, y que a¨²n encuentra dificultades para transgredir esas normas preestablecidas.
Sin embargo, el cine lleva mucho tiempo ense?¨¢ndonos que la elegancia estival masculina es posible, as¨ª que no es necesario hacer acopio de los editoriales de moda publicadas en los ¨²ltimos meses para ponerla en pr¨¢ctica. De hecho, todas estas pel¨ªculas son anteriores a 1990, y muchas se ambientan en ¨¦pocas anteriores, pero su estilo puede reproducirse perfectamente este verano que ya empieza a mostrar los colmillos.
Gene Kelly en Un americano en Par¨ªs (1951), de Vincente Minnelli
Sorprende lo actual que resulta el vestuario de Gene Kelly en este musical rodado hace m¨¢s de setenta a?os. La sudadera blanca o los pantalones beis de lino que lleva en varias secuencias nos servir¨ªan hoy para cualquier ocasi¨®n. Pero en el n¨²mero Tra-la-la, cuando Kelly baila claqu¨¦ encima de un piano con una camiseta blanca de tirantes bajo una camisa azul celeste, directamente parece haber salido de un cat¨¢logo de moda masculina de la temporada SS23.
Cary Grant en Atrapa a un ladr¨®n (1955), de Alfred Hitchcock
Montecarlo ya no es lo que era, como cualquier visita a la capital monegasca puede demostrar. Sin embargo, el estilo de Cary Grant en esta pel¨ªcula es eterno. Su conjunto de camiseta de rayas, pantal¨®n gris azulado, n¨¢uticos marrones y pa?uelo rojo de lunares no le sentar¨ªa bien a cualquiera, pero hay intentarlo.
Alain Delon y Maurice Ronet en A pleno sol (1960), de Ren¨¦ Cl¨¦ment
Es cierto que la adaptaci¨®n que Anthony Minghella hizo en 1999 de El talento de Mr. Ripley, la novela de Patricia Highsmith, destacaba por su cuidado dise?o de vestuario. Pero casi 40 a?os antes, Alain Delon y Maurice Ronet ya se situaban en la cumbre del estilo masculino gracias a un soberbio despliegue de camisas ligeras y polos de piqu¨¦ que nos hac¨ªa so?ar con un verano mediterr¨¢neo hecho de playas rec¨®nditas, traves¨ªas en barco, platos de marisco y copas de pinot grigio.
Marcello Mastroianni en La dolce vita (1960), de Federico Fellini
Una fiesta en una villa frente al mar termina al alba. Marcello Mastroianni, con traje claro, camisa oscura y pa?uelo a juego, se arrastra hasta la playa cercana, donde una joven trata de llamar su atenci¨®n. ?l no entiende lo que dice ella: le dedica una sonrisa somnolienta, alza sus dos manos en se?al de impotencia y vuelve con sus amigotes para seguir con la dolce vita. La escena final de esta obra maestra de Fellini cuenta algo con lo que es f¨¢cil identificarse desde el mundo de hoy, donde tampoco desentonar¨ªa el atuendo de Marcello. Un consejo en particular: p¨®nganse pa?uelos al cuello sin miedo. Y, si dudan c¨®mo llevarlos, recuerden a Mastroianni.
Jean-Louis Trintignant y Vittorio Gassman en La escapada (1962), de Dino Risi
Otro d¨²o ganador, el franc¨¦s Jean-Louis Trintignant y el italiano Vittorio Gassman, emprende un recorrido por las carreteras italianas en pleno ferragosto. Para ello cuenta con un guardarropa que podr¨ªa calificarse de minimalista ¨Cpolos y camisas en tonos claros al primer plano¨C, c¨®modo y funcional para un viaje en coche. Si ese es su plan para este verano, les recomendamos que vean esta pel¨ªcula y tomen buena nota. Y no olviden que la camisa masculina de manga corta, denostada por muchos, es una maravillosa opci¨®n para estas fechas.
Jean-Paul Belmondo en El hombre de R¨ªo (1965), de Philippe de Broca
Esta entretenid¨ªsima pel¨ªcula de aventuras inspirada en los tebeos de Tint¨ªn se beneficiaba de su ambientaci¨®n ex¨®tica (un R¨ªo de Janeiro de postal) y de la qu¨ªmica de la pareja protagonista, los irresistibles Jean-Paul Belmondo y Fran?oise Dorl¨¦ac. Belmondo aprovechaba la coyuntura para pasearse por las playas cariocas a torso descubierto, haciendo exhibici¨®n de poder¨ªo abdominal. Sin embargo, uno de los grandes activos de la cinta es su vestuario, que incluye una chaqueta blanca de esmoquin y una camisa de cuadros con la botonadura abierta tr¨¨s Jacquemus. Pero sin duda el look m¨¢s recordado de Belmondo, el que ahora procede copiar a toda costa, es el que combina pantal¨®n oscuro con camisa de popel¨ªn azul cielo con charreteras y bolsillos de solapa en el pecho. Pasar¨¢n los a?os, y esa combinaci¨®n permanecer¨¢ igual de fresca.
Alain Delon y Maurice Ronet en La piscina (1969), de Jacques Deray
Nueve a?os despu¨¦s de A pleno sol, a pleno rendimiento volv¨ªan Delon y Ronet con este policiaco de trama algo insustancial pero visualmente imbatible. No es que Alain Delon lleve mucha ropa durante la mayor parte del tiempo, pero cuando lo hace ¨Cpantal¨®n vaquero de talle alto con camisa azul desabrochada, jersey de malla crudo, camisa de manga corta a cuadros¨C es un absoluto s¨ª.
Helmut Berger, Fabio Testi y Lino Capolicchio en El jard¨ªn de los Finzi-Contini (1970), de Vittorio de Sica
De Sica puso en pie una adaptaci¨®n algo desmayada de la hermos¨ªsima novela de Giorgio Bassani sobre una familia jud¨ªa patricia de Ferrara en los tiempos inmediatamente anteriores al Holocausto. Pero supo transmitir la idea del para¨ªso que est¨¢ a punto de ser arrasado a sangre y fuego con un vestuario apto tanto para jugar un partido de tenis en 1930 ¨Csu funci¨®n original¨C como para sorber un spritz al campari sentado en una terraza de Portofino en 2023. Lo que era bueno para Berger, Testi y Capolicchio es bueno para usted.
Jean-Claude Brialy en La rodilla de Claire (1970), de ?ric Rohmer
Si hablamos del cine de Rohmer, la elecci¨®n obvia habr¨ªa sido Pauline en la playa por su perfecto vestuario ochentero. Pero hemos preferido reclamar atenci¨®n para el estilo con el que Brialy afronta sus vacaciones frente al lago Annecy en el verano de 1970 en La rodilla de Clara. Tocado con un sombrero de paja, y llevando un c¨¢rdigan azul marino sobre los hombros, nos hace a?orar esa hora del d¨ªa veraniego en la que, en algunos lugares que no son el centro de la pen¨ªnsula ib¨¦rica, la temperatura desciende agradablemente, lo que marca el momento justo del aperitivo.
Ben Cross, Ian Charleson y el resto del reparto de Carros de fuego (1981), de Hugh Hudson
En una de las primeras escenas de la pel¨ªcula, ambientada en la universidad de Cambridge en 1919, obtenemos un inventario visual tan variado y completo del estilo universitario brit¨¢nico, con sus chaquetas perfectamente cortadas, sus gorras con visera y sus jerseys de ochos y cuello de pico, que podr¨ªamos quedarnos a vivir en ella. Pero hay que decir tambi¨¦n que los uniformes de los corredores de la ¨¦poca valdr¨ªan perfectamente para sobrellevar con elegancia las tardes asfixiantes de verano en nuestras ciudades asoladas por el cambio clim¨¢tico.
Al Pacino y Steven Bauer en Scarface. El precio el poder (1983), de Brian de Palma
Se supone que Tony Montana y Manny Ribera, los narcotraficantes que protagonizan esta pel¨ªcula ambientada en el Miami de principios de los ochenta, son un par de horteras redomados. Y puede que resulte dif¨ªcil defender algunos de esos trajes con camisas de enormes cuellos sobresaliendo por encima de las solapas de la chaqueta: aunque, como casi todo, solo es cuesti¨®n de saber llevarlos. Sin embargo, la dise?adora de vestuario Patricia Norris tambi¨¦n les asign¨® unas camisas estampadas que cualquiera en su sano juicio querr¨ªa ponerse este verano.
Rupert Everett y Anthony Delon en Cr¨®nica de una muerte anunciada (1987), de Francesco Rosi
La traslaci¨®n a la pantalla de la novela de Garc¨ªa M¨¢rquez no fue precisamente un triunfo, pero s¨ª lo es el modo en que visten todos sus protagonistas, que por momentos parecen encontrarse antes en un anuncio de perfume que en un pueblo de la Colombia rural. Pantalones de pinzas impecablemente blancos y camisas remangadas son la combinaci¨®n que proponemos para este verano, y para todos los veranos por venir. El sombrero panam¨¢ es opcional, pero altamente recomendado.
Spike Lee en Haz lo que debas (1989), de Spike Lee
En un registro mucho m¨¢s desenfadado, esta pel¨ªcula ambientada en un barrio del norte de Brooklyn ofrec¨ªa gran parte del repertorio de lo que hoy llamamos street style: pantalones cortos, boleras, camisas de b¨¦isbol, camisetas de baloncesto, zapatillas deportivas y mezclas explosivas de colores conformaban un estilo caracter¨ªstico de la juventud afroamericana del momento, que despu¨¦s ir¨ªa expandi¨¦ndose de manera progresiva a otros segmentos sociales. Hoy es casi un est¨¢ndar imperante, pero pocos lo han defendido con la gracia y la originalidad con las que Spike Lee combinaba su beisbolera de los Dodgers con bermudas rojas, calcetines bicolores y zapatillas Nike Air Trainer 3. Conclusi¨®n: hay que volver a las fuentes.
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