Conte, el hijo de la emergencia

El desencuentro fue dur¨ªsimo. El 12 de febrero de 2019, Giuseppe Conte compareci¨® ante el Parlamento Europeo. El belga Guy Verhofstadt, l¨ªder de los liberales, cogi¨® el micro y le destroz¨® en perfecto italiano sin compasi¨®n. Y sin respeto. ¡°Soy un gran enamorado de Italia, pero me duele ver la degeneraci¨®n pol¨ªtica de este pa¨ªs. ?Hasta cu¨¢ndo ser¨¢ la marioneta de Di Maio y Salvini?¡±. Conte llevaba ocho meses como primer ministro y hab¨ªa demostrado algunas cualidades en Bruselas, salvando dos veces un procedimiento sancionador por exceso de deuda. Aquel d¨ªa se march¨® muy tocado, cuentan quienes hablaron con ¨¦l. Le hab¨ªan tratado como si fuera Silvio Berlusconi, una de las personas de las que m¨¢s alejado se hab¨ªa considerado siempre. ¡°En esa sesi¨®n cambi¨® todo. Lo vivi¨® como una humillaci¨®n¡±, se?ala una persona que viaj¨® con ¨¦l a Estrasburgo. Un a?o y dos gobiernos despu¨¦s, Conte se fotografi¨® haciendo un gesto de victoria en la sede del Consejo Europeo en Bruselas, donde la madrugada de este martes impuls¨® un acuerdo hist¨®rico en el que todos sus colegas han elogiado su capacidad. El mundo que le despreci¨® ahora le aplaude.

Giuseppe Conte (Volturara Appula, 55 a?os), un abogado sin ninguna experiencia pol¨ªtica antes de pisar el Palacio Chigi, ha superado turbulencias que la mayor¨ªa de los 30 presidentes del Consejo de Ministros que le precedieron no sufrieron durante los 66 Ejecutivos de Italia desde que se fund¨® la Rep¨²blica en 1946. Ha presidido dos Gobiernos ideol¨®gicamente en las ant¨ªpodas, aguant¨® la presi¨®n de dos vicepresidentes con m¨¢s poder que ¨¦l, sobrevivi¨® a un intento de derrocarlo en pleno verano, se sobrepuso a humillaciones en Europa y creci¨® durante la peor crisis sanitaria y econ¨®mica de la historia reciente del pa¨ªs. Conte, el quinto primer ministro consecutivo que no fue candidato en unas elecciones, se at¨® al m¨¢stil del barco y atraves¨® la tormenta. La esperanza de vida de quien ocupa su cargo en Italia ronda los 14 meses. Hoy lleva ya 26. Y si logra superar el maremoto que llegar¨¢ en oto?o ¡ªca¨ªda del PIB de hasta el 13% y elecciones en seis regiones¡ª, podr¨ªa ser el ¨²nico que termine la legislatura desde Silvio Berlusconi. Nadie hubiera dado un euro hace dos a?os. Un tiempo en el que Conte ha aprendido a cabalgar en un estado de emergencia permanente.

Un vendaval populista se llev¨® por delante todos los conceptos pol¨ªticos de los ¨²ltimos 25 a?os en el pa¨ªs transalpino el 4 de marzo de 2018. Un partido extremadamente antisistema fundado por un c¨®mico, Beppe Grillo, y un empresario de comunicaci¨®n digital llamado Gianroberto Casaleggio gan¨® las elecciones con un 33% de los votos. El Movimiento 5 Estrellas (M5S), un experimento tan revolucionario como opaco, necesitaba pactar con alguien para alcanzar una mayor¨ªa que le permitiese entrar en los palacios que tanto hab¨ªa denostado con su famoso eslogan ¡°Vaffanculo¡±(a tomar por el culo). El ¨²nico voluntario, a derecha e izquierda, fue la Liga de Matteo Salvini, que exigi¨® un paso al lado del entonces l¨ªder grillino, Luigi Di Maio, y buscar una persona de consenso que presidiera el nuevo artefacto. Alguien gris, insustancial y desconocido, en suma, que aceptase sin rechistar ¨®rdenes de sus dos vicepresidentes. Pensaron en Conte; y funcion¨® durante un tiempo. Pero el propio Salvini descubri¨® ante toda Italia el pasado agosto que hab¨ªan subestimado a aquel tipo. Le cost¨® la cartera de Interior, un dur¨ªsimo correctivo en el Senado y la ¨²nica posibilidad que ten¨ªa de ser primer ministro hace ahora un a?o. Fue una mala elecci¨®n.

Salvini exig¨ªa buscar un primer ministro gris y desconocido, que aceptase ¨®rdenes sin rechistar

El abogado del pueblo

El 23 de mayo de 2018 Giuseppe Conte baj¨® de un taxi siendo un completo desconocido y subi¨® las escaleras del Palacio del Quirinal, residencia del presidente, para recibir el encargo de formar Gobierno. Muchos vieron en aquel profesor universitario, autoproclamado ¡°abogado del pueblo¡±, al marciano que retrataba el escritor Ennio Flaiano en Un marziano a Roma aterrizando en la capital italiana. Hijo de una familia de clase media de la sure?a provincia de Foggia, proced¨ªa en realidad de las entretelas del sistema jur¨ªdico del pa¨ªs. Esa segunda o tercera l¨ªnea del banquillo pol¨ªtico que cultiva con esmero la judicatura en Italia, el ¨²nico estamento que mantiene el hilo argumental en la historia reciente del poder romano. Conte lleg¨® de la mano de un partido antisistema. Pero el sistema tiende a corregirse y pronto mostr¨® la verdadera naturaleza de la elecci¨®n. ¡°Ya hab¨ªa estado en las quinielas para presidir el Consejo de Estado, maniobr¨® en distintas operaciones. Siempre estuvo en las cenas adecuadas y tuvo un maestro de envergadura como el abogado Guido Alpa¡±, se?ala uno de los l¨ªderes del M5S, que le invit¨® a dar el paso cuando las cosas no le iban del todo mal: su despacho factur¨® m¨¢s de un mill¨®n de euros el a?o en que dio el salto a la pol¨ªtica.

La experiencia como abogado societario, especialista en arbitraje, le ayud¨® al principio a construir su figura de mediador. ¡°Ha aplicado su trabajo al Gobierno. Antes lo hac¨ªa con clientes privados, ahora lo aplica a partidos (Partido Democr¨¢tico y Liga), a rivales en Europa como Mark Rutte [primer ministro de los Pa¨ªses Bajos]¡­ Estudia muy bien los documentos, no descuida el diablo que se esconde en los detalles¡±, apuntan en su entorno. En las negociaciones del Consejo Europeo, por ejemplo, ha parado varias veces a t¨¦cnicos de Rutte que intentaban introducir matices. Es capaz de discutir durante una hora y media para cambiar una sola palabra como ¡°decisivo¡± por ¡°exhaustivo¡±, que transforma el sentido del acuerdo. ¡°El texto tiene que modificarse. No volver¨¦ a Italia si no es con la cabeza alta¡±, insisti¨® de madrugada. Conte, en buena forma f¨ªsica, ha aprendido que la noche es un aliado para ganar en una mesa, tal y como hizo Angela Merkel durante a?os. ¡°Tiene una resistencia y capacidad de trabajo descomunal y a esas horas se mantiene l¨²cido. Sabe que ah¨ª puede descolocar m¨¢s a los adversarios¡±, se?ala una persona que despacha con ¨¦l habitualmente. Una especialidad que ha trasladado a las reuniones del Consejo de Ministros.

En las negociaciones del Consejo Europeo, Conte discuti¨® hora y media el cambio de una sola palabra

La vol¨¢til naturaleza de su mandato lo ha transformado en un equilibrista que ha ido soltando el poco lastre que lo desestabilizaba. Viejo votante socialdem¨®crata ¡ªadmiti¨® siempre que apoyaba al Partido Democr¨¢tico (PD)¡ª, nunca ha querido afiliarse al Movimiento 5 Estrellas, pese a que el partido lo propuso como ministro y luego como presidente del Consejo en dos ocasiones (hoy los grillinos gobiernan con el PD). Conte ha roto los lazos org¨¢nicos con el partido antisistema, se ha distanciado enormemente de Di Maio y ya no acepta ¨®rdenes de sus dirigentes. Prefiere jugar de l¨ªbero. Y las ventajas son evidentes.

En 2019, cuando presid¨ªa el Gobierno m¨¢s populista de Europa, pudo firmar los decretos de Salvini donde se criminalizaba a las ONG que rescatan en el Mediterr¨¢neo y se bordeaban l¨ªneas rojas de la Constituci¨®n. Conte se permiti¨® hablar de ¡°la falsa solidaridad¡±, no mencionar apenas el medioambiente y atacar a Europa. Un a?o despu¨¦s, convertido en un europe¨ªsta convencido, propone lo contrario sin que las costuras del cargo apenas aprieten. ¡°Alguien que no es conocido tampoco tiene cuentas pendientes. ?l carec¨ªa de enemigos, como s¨ª tiene el resto de la clase dirigente italiana¡±, apunta el director del semanario L¡¯Espresso, Marco Damilano, que lo define como un colibr¨ª, por su ¡°capacidad de aparentar movimiento sin desplazarse ni un cent¨ªmetro¡±. La mayor virtud de Conte hoy, sin embargo, es que su interlocutor directo ¡ªy la pandemia lo ha acentuado todav¨ªa m¨¢s¡ª son los ciudadanos y un Consejo de Ministros en el que ha sabido mediar.

El primer c¨ªrculo de confianza de Conte es muy reducido. Comienza en su omnipresente director de comunicaci¨®n y estratega, Rocco Casalino. Un exponente del M5S que tutel¨® al principio su periplo y termin¨® dise?ando una estrategia ganadora llena de golpes de efecto y potentes discursos plagados de esl¨®ganes que han marcado la pandemia (¡°distanciarnos hoy para abrazarnos ma?ana¡±). Se apoya tambi¨¦n en su viejo amigo y compa?ero de fatigas jur¨ªdicas, Roberto Chieppa, que ejerce como secretario general de la presidencia y en Alessandro Goracci, jefe de Gabinete. Fuera de ese per¨ªmetro, empieza un mundo menos familiar que aprende a gestionar. ¡°La relaci¨®n con el Parlamento es en lo que est¨¢ m¨¢s pez. Pero estudia, llega siempre con los papeles le¨ªdos y corregidos. Ha mejorado mucho¡±, se?ala uno de los ministros del PD. ¡°Sabe escuchar y no tiene prejuicios. Puede cambiar de idea sin problema si est¨¢ corroborada por el m¨¦rito. Por eso nuestros Consejos de Ministros son tan largos. Los de Berlusconi pod¨ªan durar minutos¡±, insiste la misma fuente.

La imagen inconsistente que exhibi¨® aquel 12 de febrero de 2019 ha cambiado radicalmente. Tanto en los discursos como en su influencia. Su figura ha sido muy importante en las negociaciones del fondo de recuperaci¨®n (Italia recibir¨¢ el 28% de los 750.000 millones de euros aprobados) y ha sabido tejer relaciones distintas con los l¨ªderes. Con algunos incluso en lo personal. ¡°Se ha creado un eje muy fuerte con Pedro S¨¢nchez, tienen una relaci¨®n de amistad y vivencias compartidas. Pero ha sabido extender ese trato personal a otros l¨ªderes¡±, se?alan fuentes de su entorno. Cultiv¨® el eje franco-alem¨¢n y apret¨® a los autodenominados pa¨ªses frugales. ¡°Les advirti¨® de que no permitir¨ªa que el plan se desmontase y de que no dejar¨ªa que le doblasen el brazo. A Rutte incluso le avis¨® de que acabar¨ªa pagando las consecuencias de destruir el mercado ¨²nico¡±, apunta alguien presente en las negociaciones.

El ¨¦xito de Conte, que hace solo una semana ve¨ªa amenazado su futuro pol¨ªtico por un posible Gobierno de emergencia si el acuerdo no iba adelante, tendr¨¢ que trasladarse ahora a Italia. Y ah¨ª deber¨¢ cambiar de estrategia. Un ex primer ministro italiano que lo conoce bien y pide anonimato cree que Conte ha actuado siempre ¡°como un t¨ªpico democristiano¡±. ¡°El partido en Europa no lo ha jugado ¨¦l, sino Merkel y Macron. Ha hecho una buena comunicaci¨®n, ha estado en el lado correcto y ha tra¨ªdo un gran resultado, no hay duda. Pero ahora empieza un partido m¨¢s complicado. En octubre tocar¨¢ hacer las reformas. Ser¨¢ crisis o recuperaci¨®n. No hay empate posible¡±, insiste este expresidente del Consejo.

El apoyo del Vaticano

Conte cuenta con varias redes de seguridad para las operaciones m¨¢s complicadas. No ten¨ªa grandes patrocinadores, pero cultiv¨® bien las relaciones en Roma a un lado y otro del T¨ªber. Su v¨ªnculo con el Vaticano, fundamental en los tiempos de m¨¢xima tensi¨®n con Salvini, se forj¨® en los a?os universitarios en Villa Nazareth, una residencia de estudiantes cat¨®lica para formar j¨®venes talentos, a menudo procedentes de familias con pocos recursos. De aqu¨ª ha salido parte de los cuadros dirigentes del pa¨ªs, incluido el propio Conte, que pudo estrechar lazos con el entonces presidente de la instituci¨®n, el cardenal Silvestrini. El purpurado, uno de los grandes modernizadores de la diplomacia vaticana y mentor del actual secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, fue una engrasada bisagra entre dos mundos.

Villa Nazareth, que actualmente preside el propio Parolin ¡ªcon quien tambi¨¦n estableci¨® una buena relaci¨®n en aquellos a?os¡ª fue la primera tarjeta de visita del premier con la actual Secretar¨ªa de Estado (la sala de mandos pol¨ªtica de la Santa Sede). Un canal que le permiti¨® contar con el favor del Papa en un par de situaciones complicadas y convertirse en una referencia de la Iglesia cuando faltan pol¨ªticos en Italia capaces de calibrar las sensibilidades vaticanas. Una proximidad ins¨®lita, coinciden todos los consultados, desde los tiempos de Giulio Andreotti y, m¨¢s tarde, de Romano Prodi. El acercamiento ha llevado a amplios sectores del catolicismo progresista a ver en ¨¦l al mes¨ªas que la vieja democracia cristiana lleva esperando desde su disoluci¨®n en los noventa.

La popularidad de Conte est¨¢ hoy disparada y le sit¨²a como el mejor primer ministro desde 1994, seg¨²n la ¨²ltima encuesta de Demos & Pi, publicada por La Repubblica. Su autor, Ilvo Diamanti, cree que su gesti¨®n de la pandemia ha sido fundamental. ¡°Fue una referencia compartida en tiempos de miedo. Es el hombre de la emergencia, no el de la providencia. Y eso da gran visibilidad y reconocimiento¡±, apunta. Una rara avis codiciada ahora por los partidos. El M5S, en plena descomposici¨®n, le pide diariamente que se afilie a la formaci¨®n y se ponga al frente de aquel experimento. El PD, el otro socio de la coalici¨®n, lo ve como uno de los suyos y alaba ahora p¨²blicamente su equilibrio. ¡°Hoy es el valor adjunto de la alianza. Es el elemento perfecto que une los dos mundos. Y tiene el m¨¦rito de respetar el alma progresista¡±, se?ala el ministro de Asuntos Regionales, Francesco Boccia.

Es una referencia de la Iglesia cuando faltan pol¨ªticos que sepan calibrar las sensibilidades vaticanas

El capital acumulado, sin embargo, es tentador. La idea es llevar al Gobierno con el PD hasta 2022, fecha clave para elegir al pr¨®ximo presidente de la Rep¨²blica. Para entonces, muchas otras voces susurran al primer ministro que deber¨ªa formar su propio proyecto. Un partido de centro, europe¨ªsta y con sensibilidad para los temas de la Iglesia. ¡°No es f¨¢cil. Para eso debe elaborar una propuesta, enmarcar unos valores. Conte nunca hab¨ªa planteado hasta hoy proyectos concretos para no incomodar, siempre ha buscado un equilibrio. Pero si haces un partido debes decir si quieres o no inmigrantes, qu¨¦ pol¨ªtica fiscal necesita el pa¨ªs... Esa es la diferencia entre gustar a los ciudadanos y el consenso electoral¡±, se?ala un peso pesado del M5S esc¨¦ptico ante esa posibilidad.

El oto?o marcar¨¢ a fuego su futuro. Conte quiere alargar el estado de alarma hasta el pr¨®ximo 31 de octubre. Un marco jur¨ªdico ¨²til para tomar decisiones veloces, pero un reflejo tambi¨¦n del estado pol¨ªtico y psicol¨®gico en la que ha aprendido a vivir desde que lleg¨® al cargo. El ¨¦xito europeo ha terminado de hundir a sus rivales en la oposici¨®n, que esperaban un jarro de agua fr¨ªa en Bruselas. Acostumbrado a sobrevivir aplazando las grandes decisiones, tocar¨¢ ahora dise?ar un plan para utilizar 80.000 millones de euros en subsidios y otros 120.000 en pr¨¦stamos. El mayor bot¨ªn europeo. La emergencia, tarde o temprano pasar¨¢. Conte, sin embargo, ya no oculta que quiere quedarse.