¡®S¨²per Luchito¡¯ quiere volar solo
Luis Arce, el nuevo presidente boliviano, toma posesi¨®n este domingo. Quiere distanciarse de su antecesor Evo Morales

2017 fue uno de los peores a?os de la vida de Luis Arce Catacora. Despu¨¦s de gozar de una d¨¦cada de ¨¦xito y poder como ministro de Econom¨ªa de Bolivia, muri¨® su padre y a ¨¦l le descubrieron un tumor canceroso en el ri?¨®n. Recibi¨® esta noticia con el aplomo ¡ªde tonalidades burocr¨¢ticas¡ª que lo caracteriza: ¡°As¨ª como he estabilizado la econom¨ªa, ahora es tiempo de que estabilice mi salud¡±, declar¨®. La discreci¨®n es otro de los rasgos de su personalidad, as¨ª que mantuvo el diagn¨®stico en secreto. Quien lo revel¨® con detalles a la prensa fue el que entonces era su jefe, el presidente Evo Morales. Hoy, Arce va a ocupar el cargo en el que Morales estuvo durante casi 14 a?os, m¨¢s tiempo que cualquier otro boliviano en la historia. Pero todav¨ªa espera con cierto temor los encuentros del l¨ªder ind¨ªgena con la prensa.
Desde el triunfo de Arce en las elecciones del pasado 18 de octubre, con el 55% de los votos, Morales ha estado acaparando la atenci¨®n de los medios. Renunci¨® a la presidencia el pasado 10 de noviembre, entre protestas callejeras y acusaciones de fraude electoral, y acab¨® exiliado en Argentina. Este lunes vuelve a Bolivia dispuesto, ha advertido, a darse un ¡°ba?o de popularidad¡±. Ansioso por dejar bien en claro a sus competidores y cr¨ªticos internos qui¨¦n manda en su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS) del que ha sido l¨ªder indiscutible desde que se fund¨® a finales de los a?os noventa. ¡°?l no va a cambiar. Y tampoco pretendemos que cambie. Va a ser as¨ª nom¨¢s¡±, le dijo Arce a EL PA?S. ¡°Pero lo cierto es que en el Gobierno no tiene ninguna participaci¨®n¡±, a?adi¨®. Esta aclaraci¨®n ¡ª que despierta escepticismo¡ª es importante, porque Morales produce un fuerte rechazo en los sectores m¨¢s acomodados de Bolivia.
Despu¨¦s de casi un a?o de crisis econ¨®mica y social, es tiempo de reconstruir la Patria. Nuestra lucha busca devolver la estabilidad a todas las y los bolivianos que merecen vivir en paz. Las movilizaciones solo retrasan la reactivaci¨®n, generaci¨®n de empleos e ingresos.
— Luis Alberto Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) November 3, 2020
El nuevo presidente asegura que est¨¢ ahora sano. O, como ¨¦l dice: ¡°todo est¨¢ en orden, felizmente¡±. Su recuperaci¨®n se debe a un sofisticado tratamiento al que se someti¨® en Brasil y por el que recibi¨® cr¨ªticas. Tambi¨¦n atribuye la curaci¨®n a la medicina tradicional basada en hierbas andinas. Y a su disciplina personal, una virtud que le reconocen propios y extra?os. Considerado el m¨¢s met¨®dico de los ministros de Morales, Arce fue responsable de Econom¨ªa de 2006 a 2017 y otra vez en 2019, aguantando el ritmo desordenado y fren¨¦tico del expresidente que llev¨® a a otros altos cargos a rendirse.
Hasta su designaci¨®n por Morales como el candidato del MAS para estas elecciones, su trabajo en el Gabinete hab¨ªa sido el hecho m¨¢s extraordinario de su carrera. Durante su vida anterior hab¨ªa sido un funcionario estable y de segunda l¨ªnea del Banco Central de Bolivia y un profesor universitario. Tanto le gusta ense?ar macroeconom¨ªa que ha afirmado que seguir¨¢ dando clases durante su mandato.
Como estudiante milit¨® en los grupos que se identificaban con el socialista radical Marcelo Quiroga Santa Cruz, asesinado por la dictadura militar a principios de los a?os ochenta. Arce se considera a s¨ª mismo socialista, pero ser¨ªa m¨¢s preciso decir fuertemente keynesiano. Eso s¨ª, identificado con los sectores populares e ind¨ªgenas del pa¨ªs, que son los que representa el MAS. Ingres¨® en el partido poco antes de las elecciones en las que Morales lleg¨® por vez primera al poder, en 2005. Se ocup¨® del plan de gobierno por invitaci¨®n de un colega docente, entonces asesor econ¨®mico principal de Morales.
Ahora, Arce tiene que sacar a Bolivia de la peor recesi¨®n que haya sufrido desde su participaci¨®n en la guerra del Chaco, en los a?os treinta. ¡°Estamos tranquilos. Estamos acostumbrados a esto¡±, declar¨® ¡ªcomo la mayor¨ªa de los bolivianos, habla de s¨ª mismo en plural¡ª. Por esta confianza en sus propias dotes, que a veces lo lleva a ser malhumorado y exigente en el trabajo, Luis Arce recibe el apodo de S¨²per Luchito, que tanto sirve para exaltarlo como para mostrarlo arrogante.
Los ¨¦xitos econ¨®micos de Arce son impresionantes: gracias a la nacionalizaci¨®n de la industria del gas realizada por Morales, inyect¨® en el mercado interno buena parte de los excedentes logrados por Bolivia vendiendo materias primas a altos precios. As¨ª anim¨® la construcci¨®n de infraestructuras, multiplic¨® la actividad comercial y tur¨ªstica, increment¨® el empleo y aument¨® el bienestar, disminuyendo la pobreza extrema, que pas¨® del 38,2% al 15,2%. Tambi¨¦n desdolariz¨® las finanzas, devolviendo un rol protag¨®nico al boliviano. Sus cr¨ªticos dicen que lo logr¨® gracias al contexto internacional y que, al mismo tiempo, permiti¨® que el Estado gastara m¨¢s de la cuenta y despilfarrara recursos en obras insulsas. Opinan que ahora que debe dirigir la econom¨ªa boliviana en medio de una recesi¨®n mundial, precios bajos y agotamiento de los campos de gas, con pocas reservas de divisas y mucha volatilidad financiera, S¨²per Luchito perder¨¢ sus superpoderes.
Adem¨¢s, Arce deber¨¢ enfrentar una oposici¨®n radicalizada, que en algunos casos no reconoce su victoria, y que est¨¢ fuera de s¨ª por lo sucedido el ¨²ltimo a?o. Las clases medias urbanas acusaron a Morales de querer reelegirse por tercera vez con fraude en octubre de 2019, protestaron contra ¨¦l en las calles, paralizaron el pa¨ªs, lograron que el presidente izquierdista renunciara, tomaron el poder a trav¨¦s del Gobierno interino de Jeanine ??ez y, un a?o despu¨¦s, sufrieron un batacazo electoral. Hoy no quieren que Arce tenga tranquilidad para aprovecharlo.
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