Todo el poder del papa Francisco
La autoridad de Bergoglio acaba de atravesar un ecuador. Con sus nombramientos de este s¨¢bado, 73 de los 128 miembros clave del Colegio Cardenalicio ya han sido elegidos por ¨¦l. Su control de la Iglesia avanza
La tarde del 18 de abril de 2005, 115 cardenales entraron en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor de Juan Pablo II. El polaco hab¨ªa nombrado a 113 de aquellos purpurados durante sus 26 a?os de pontificado y para todos ellos era la primera vez que elegir¨ªan a un pont¨ªfice. Todo parec¨ªa m¨¢s que atado para que una de sus criaturas tomase el relevo. Pero los c¨®nclaves no son una ciencia exacta. El Esp¨ªritu Santo se inclin¨® al d¨ªa siguiente por la opci¨®n m¨¢s contracultural con aquel margen num¨¦rico y eligi¨® a Joseph Ratzinger, uno de los ¨²nicos dos que no hab¨ªa nombrado Wojtyla. El otro, el estadounidense William Baum, iba en silla de ruedas.
Las mayor¨ªas no garantizan el mando en el cielo, y mucho menos en monarqu¨ªas absolutas como el Vaticano. Pero el poder en la Iglesia se sostiene en un fr¨¢gil equilibrio para el que no conviene desde?ar apoyos. El papa Francisco, a punto de cumplir 84 a?os y en pleno proceso de reformas, atraves¨® este s¨¢bado un importante umbral en autoridad, impronta personal e identidad del Colegio Cardenalicio que elegir¨¢ al pr¨®ximo pont¨ªfice. El s¨¦ptimo consistorio que convoca, uno cada a?o desde que fue nombrado en 2013 (nadie sigui¨® ese ritmo desde Juan XXIII), suma 13 purpurados al coraz¨®n de la Iglesia y deja el n¨²mero total en 229 (el s¨¢bado asistieron a la ceremonia solo 11 por la pandemia y todos con mascarilla, el resto lo hizo por videoconferencia). Hoy solo 128 tienen menos de 80 a?os y, por tanto, seg¨²n la ley aprobada por Pablo VI hace medio siglo, tendr¨¢n permiso para elegir al siguiente papa. De ese selecto grupo, 73 son ya criaturas de Francisco; 39, de Benedicto XVI, y 16, de Juan Pablo II. Si la Capilla Sixtina fuera un hemiciclo, Jorge Mario Bergoglio tendr¨ªa ya una amplia mayor¨ªa absoluta. Pero las cosas no funcionan as¨ª ¡ªo solo as¨ª¡ª en el Vaticano.
El Colegio Cardenalicio cuenta con un total de 229 cardenales creados por el Papa actual y los dos papas anteriores: Juan Pablo II y Benedicto XVI.
De esos 229 cardenales, 128, los menores de 80 a?os, son electores, los que pueden elegir al pr¨®ximo Papa.
De los 128 electores, 73 fueron creados por Francisco, 39 por Benedicto XVI y 16 por Juan Pablo II.
De los 229 cardenales del Colegio Cardenalicio, 106 son europeos y de ellos, 47, italianos.
16 son espa?oles: ocho electores y ocho no electores. Diez de ellos han sido nombrados por Francisco.
Am¨¦rica Latina es, tras Europa, el continente con mayor presencia en el Colegio Cardenalicio, con 40 cardenales.
El mapa que configuran las birretas rojas de la Iglesia traza hoy el per¨ªmetro de una organizaci¨®n donde Italia ha perdido notablemente su influencia (ha pasado de 28 a 22 electores) desde que se reuni¨® por ¨²ltima vez en un c¨®nclave. Los n¨²meros desaniman a quienes reclaman un nuevo papa transalpino 42 a?os despu¨¦s de la extra?a muerte de Juan Pablo I y de su fugaz pontificado. El nuevo consistorio, que Francisco ha querido celebrar pese a la pandemia, subraya esa idea de periferia que entusiasma al Papa, con un crecimiento de los purpurados que llegan de ?frica, Latinoam¨¦rica y Asia. Y traza un perfil de cardenales ajenos al linaje de los grandes n¨²cleos de poder y alejados del epicentro romano. ¡°Francisco est¨¢ sembrando una especie de caos cultural, ling¨¹¨ªstico y social que alejar¨¢ la decisi¨®n para nombrar al pr¨®ximo pont¨ªfice de cualquier l¨®gica de poder tradicional¡±, apunta un obispo y alto cargo de la curia romana. De hecho, algunos purpurados, como el japon¨¦s Thomas Aquinas Manyo, ni siquiera comparten una lengua com¨²n para relacionarse en un futuro c¨®nclave.
Los cardenales creados por Francisco
En los siete consistorios de su papado, Bergoglio ha ido ampliando la presencia de cardenales creados por ¨¦l en el Colegio Cardenalicio hasta hacerse con una mayor¨ªa de electores.
Electores
No electores
Total
A?o
218
227
228
225
226
225
229
16
122
3
96
2014
2015
31
125
8
102
44
121
11
107
2016
49
121
11
104
2017
59
125
15
101
2018
2019
68
128
16
97
2020
73
128
23
98
50%
Los cardenales creados por Francisco
En los siete consistorios de su papado, Bergoglio ha ido ampliando la presencia de cardenales creados por ¨¦l en el Colegio Cardenalicio hasta hacerse con una mayor¨ªa de electores.
Electores
No electores
Total
A?o
218
227
228
225
226
225
229
16
122
3
96
2014
2015
31
125
8
102
44
121
11
107
2016
49
121
11
104
2017
59
125
15
101
2018
2019
68
128
16
97
2020
73
128
23
98
50%
Los cardenales creados por Francisco
En los siete consistorios de su papado, Bergoglio ha ido ampliando la presencia de cardenales creados por ¨¦l en el Colegio Cardenalicio hasta hacerse con una mayor¨ªa de electores.
Electores
No electores
Total
A?o
50%
218
227
228
225
226
225
229
16
122
3
96
2014
2015
31
125
8
102
44
121
11
107
2016
49
121
11
104
2017
59
125
15
101
2018
2019
68
128
16
97
2020
73
128
23
98
Los cardenales creados por Francisco
En los siete consistorios de su papado, Bergoglio ha ido ampliando la presencia de cardenales creados por ¨¦l en el Colegio Cardenalicio hasta hacerse con una mayor¨ªa de electores.
Electores
No electores
Total
A?o
50%
218
227
228
225
226
225
229
16
122
3
96
2014
2015
31
125
8
102
44
121
11
107
2016
49
121
11
104
2017
59
125
15
101
2018
2019
68
128
16
97
2020
73
128
23
98
El espa?ol se impone
Hoy, un nuevo idioma avanza y esboza una potencia alternativa. Espa?a es el ¨²nico pa¨ªs que ha tenido siempre un nuevo cardenal en cada consistorio de Francisco (esta vez ha nombrado al navarro Celestino A¨®s, arzobispo de Santiago de Chile). Una constante que la ha convertido, con 16 purpurados, en la segunda nacionalidad en n¨²mero total (solo por detr¨¢s de Italia) y en la tercera en la cifra de electores (por detr¨¢s de EE UU, que tiene solo uno m¨¢s). ¡°Es evidente que el Papa tiene mucho inter¨¦s por las cuestiones que llegan desde Espa?a¡±, se?alan fuentes vaticanas. Y en ese nuevo papel, el cardenal y arzobispo de Barcelona, Juan Jos¨¦ Omella, es una figura muy bien vista en Roma.
El aumento de la presencia espa?ola, sumado a los nuevos latinoamericanos, est¨¢ imponiendo la base de un gran grupo de unos 40 cardenales con capacidad de voto y el espa?ol como lengua materna. Adem¨¢s, muchos de estos prelados de Estados Unidos y todos los nuevos obispos que se nombran en ese pa¨ªs deben dominar el idioma para trabajar con sus comunidades hispanas (el presidente de la Conferencia Episcopal, Jos¨¦ H. G¨®mez, es mexicano). Un nuevo n¨²cleo comunicativo y de poder que debe tenerse en cuenta a la hora de pensar en el futuro. Sobre todo cuando se observa c¨®mo en el propio Vaticano cada vez ocupan m¨¢s puestos de responsabilidad, como la cartera de Econom¨ªa o la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe. ¡°El Papa se siente c¨®modo hablando su lengua. Es natural que sea as¨ª¡±, se?alan en su entorno, un espacio de confianza muy reducido.
Los 73 cardenales que ha nombrado el Papa tienen perfiles muy diversos, siempre mucho m¨¢s cercanos a la idea de la pobreza del pastor ¡ªcomo el polaco Konrad Krajewski, que ostenta el puesto de limosnero, encargado de caridad en el Vaticano¡ª que al oropel del pr¨ªncipe. El Papa se lo record¨® el s¨¢bado y se?al¨® a los que ¡°usan al Se?or para promoverse a s¨ª mismos¡±. ¡°Pensamos en tantos tipos de corrupci¨®n en la vida sacerdotal. El color rojo del h¨¢bito cardenalicio, el de la sangre, puede ser el de una eminente distinci¨®n. Y ya no ser¨¢s el pastor en el pueblo, sentir¨¢s solo ser la eminencia. Cuando sientas eso, estar¨¢s fuera del camino¡±, proclam¨®. En este consistorio se ha creado (ese es el t¨¦rmino eclesi¨¢stico) a tres franciscanos, tambi¨¦n al primer afroamericano (Wilton Gregory), que se ha batido por los derechos LGTBI; a un hombre llegado de Brun¨¦i (Cornelius Sim) y a otro de Ruanda (Antoine Kambanda).
Entrar en la Capilla Sixtina cuando la sede est¨¢ vacante y ver ensartado su voto en la cuerda que los une es la m¨¢xima aspiraci¨®n de la mayor¨ªa de sacerdotes con ambici¨®n de poder. Pero los perfiles ideol¨®gicos son distintos, y ni siquiera en un nombramiento de este calibre rige por completo la l¨®gica de la fidelidad. Algunos se han permitido criticar a Francisco cuando hab¨ªan sido apenas anunciados, como el ruand¨¦s, que le afe¨® sus palabras sobre las uniones civiles de homosexuales hace pocas semanas. Otros, como el cardenal Gerhard M¨¹ller, est¨¢n abiertamente en guerra teol¨®gica contra Francisco, que le visti¨® de rojo en 2014.
El retrato de los hombres de confianza de Francisco es particularmente borroso. Especialmente si hay que a?adirles la birreta roja. ¡°Es algo desconfiado. Nunca ha tenido un equipo estrecho, tampoco en Buenos Aires¡±, se?ala un laico que le conoce bien. Lo mismo sucede con quienes consulta las decisiones, opina su bi¨®grafo Austen Ivereigh, autor del referencial El gran reformador (Ediciones B, 2015). ¡°Consulta con muchos. Pero es imposible identificar un entorno particular. Escucha a mucha gente y luego toma la decisi¨®n en soledad. Es muy diferente a Juan Pablo II, que ten¨ªa un c¨ªrculo muy claro. Eran los guardianes del acceso al Papa. Bergoglio no tiene nada de eso, no hay intermediarios¡±. Por eso, cree Ivereigh, el Papa tambi¨¦n busca convertir el Colegio Cardenalicio en un consejo activo. ¡°Los consistorios son una oportunidad para que se re¨²nan y se conozcan. Algo muy importante para la din¨¢mica del c¨®nclave¡±.
El c¨ªrculo m¨¢s pr¨®ximo de cardenales, con quienes mantiene un contacto constante, podr¨ªa trazarse uniendo la l¨ªnea de puntos que separa a los siete purpurados que conforman el Consejo que le asesora en las reformas, el llamado C7: ?scar Andr¨¦s Rodr¨ªguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa (Honduras); Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano; Se¨¢n Patrick O¡¯Malley, arzobispo de Boston (EE UU) y punta de lanza de la lucha contra los abusos; Oswald Gracias, arzobispo de Bombay (India); Reinhard Marx, arzobispo de M¨²nich (Alemania); Giuseppe Bertello, presidente del Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano, y Fridolin Ambongo Besungu, arzobispo de ?Kinshasa. El Papa los eligi¨® barajando el componente personal (como Maradiaga), pero tambi¨¦n una procedencia geogr¨¢fica que ampliase la representaci¨®n de todos los continentes. El peso que tienen en el Colegio Cardenalicio cada uno de ellos, sin embargo, es desigual.
Los ¡®king makers¡¯
Los king makers o ¡°grandes electores¡± son aquellos purpurados que tradicionalmente han creado corrientes de opini¨®n decisivas en los c¨®nclaves, como pudieron serlo en el de 2013 el propio Maradiaga o el estadounidense Donald Wuerl, que anunci¨® entonces ¡°una sorpresa¡± (la elecci¨®n de Bergoglio, que apenas estaba en las quinielas). Algunos en el C7 lo son por el poder en sus iglesias, su talla intelectual o el dinero de sus organizaciones (como el progresista Marx). Pero fuera de ese ¨®rgano tambi¨¦n hay nombres que representan algunas de las corrientes imperantes: el guineano Robert Sarah, para los conservadores (el preferido de Vox y de la ultraderecha), o el filipino Luis Antonio Tagle, para los m¨¢s progresistas. Este ¨²ltimo, actual arzobispo de Manila, fue nombrado por el Papa hace justo un a?o como prefecto de la Congregaci¨®n para la Evangelizaci¨®n de los Pueblos. Un cargo de enorme relevancia que otorga el sobrenombre de papa rojo a quien lo ostenta por su capacidad para realizar nombramientos. Todos son objeto de quinielas internas en un pontificado que, camino de cumplir el octavo a?o, parece haber abierto la veda para las conjeturas. Tambi¨¦n editoriales.
Reinhard Marx (Alemania, 67 a?os)
Timothy Dolan (EE UU, 70 a?os)
Pietro Parolin (Italia, 65 a?os)
George Pell (Australia, 79 a?os)
?scar Rodr¨ªguez Maradiaga (Honduras, 77 a?os)
Se¨¢n Patrick O'Malley (EE UU, 76 a?os)
Luis Antonio Tagle (Filipinas, 63 a?os)
Robert Sarah (Guinea, 75 a?os)
Angelo Scola (Italia, 79 a?os)
Odilo Scherer (Brasil, 71 a?os)
Juan Jos¨¦ Omella (Espa?a, 75 a?os)
Oswald Gracias (India, 75 a?os)
Angelo Becciu (suspendido) (Italia, 72 a?os)
El siguiente Papa
El influyente cardenal estadounidense Timothy M. Dolan envi¨® el pasado julio un ejemplar de un libro con una peque?a tarjeta a cada uno de los purpurados del Colegio Cardenalicio del Vaticano. Se trataba de The Next Pope, de George Weigel, un ensayo sobre la sucesi¨®n de Francisco. Muchos quedaron estupefactos. Algunos recordaron que la ley proh¨ªbe hacer ning¨²n tipo de plan, especulaci¨®n o prometer votos mientras el Santo Padre sigue con vida. El libro, a diferencia de otro aparecido en las mismas fechas casi con el mismo t¨ªtulo ¡ªThe Next Pope. The Leading Cardinal Candidates (El siguiente Papa. Los cardenales que lideran la sucesi¨®n), del periodista Edward Pentin¡ª, no se?alaba candidatos. Pero mandar a cada cardenal la obra, cuando en la Santa Sede conviven hoy dos papas, era abrir de forma abrupta el mel¨®n del siguiente c¨®nclave. ¡°Es una se?al muy clara. Me da la sensaci¨®n de que quiso mandar un mensaje: si en el pasado c¨®nclave apoyaron la propuesta de nombrar a Francisco, esta vez quieren ellos dictar la l¨ªnea. Y Dolan quiere ahora un papel de king maker¡±, apunta Fabio Marchese Ragona, autor de Los hombres de Francisco (San Pablo, 2018), un libro sobre los nuevos purpurados.
Francisco ha convivido con un papa em¨¦rito y la idea promovida por ¨¦l mismo a su llegada de que seguir¨ªa el camino abierto por Joseph Ratzinger de dar un paso al lado. Pero cada vez hay menos gente convencida de que ser¨¢ as¨ª, especialmente mientras su predecesor siga vivo. Algunos creen que el pr¨®ximo pont¨ªfice todav¨ªa no es cardenal. Un alto cargo de la curia ahonda en esa idea: ¡°Hay muchos obispos pujantes. Hay que fijarse en nombres como el nuevo arzobispo de Lima, Carlos Castillo Mattasoglio, o el reci¨¦n nombrado cardenal Mario Grech¡±. Una teor¨ªa para la que habr¨ªa que remontarse a Achille Ratti (P¨ªo XI). Un papa important¨ªsimo en un momento de dificultad en el que lidi¨® con el ascenso del mundo sovi¨¦tico, Hitler o la Guerra Civil espa?ola. A Ratti lo hicieron volver de Varsovia, donde era nuncio. En 1921, Benedicto XV lo convirti¨® en arzobispo de Mil¨¢n y lo hizo cardenal. Meses despu¨¦s lo eligieron papa tras 14 re?idas votaciones. El desacuerdo, se?ala la historia, no es nuevo.
Lucha de poder
Francisco soporta una de las luchas internas m¨¢s violentas de las ¨²ltimas d¨¦cadas en la Iglesia. El sector m¨¢s conservador ha cuestionado abiertamente sus reformas, la profundidad de su pensamiento teol¨®gico o la apertura a otras confesiones. Cuatro cardenales le plantearon unos dubia (una exigencia de aclaraci¨®n doctrinal ante una exhortaci¨®n apost¨®lica que abr¨ªa la puerta de la comuni¨®n a hombres y mujeres divorciados). Y un arzobispo y exnuncio en Washington pidi¨® su renuncia hace dos a?os acus¨¢ndole de haber encubierto abusos en el caso del cardenal McCarrick. La oposici¨®n m¨¢s fuerte llega de EE UU, donde los obispos siguen inclinados hacia el sector ultraconservador y que hoy, casualidad o no, ha perdido dos cardenales electores frente a 2013. Pero Francisco, dentro y fuera de los muros leoninos, ha ido esperando a que se consumieran por s¨ª solas esas oposiciones.
Uno de los libros de cabecera del Papa es Estrategia a la aproximaci¨®n indirecta, del te¨®rico militar Basil Henry Liddell Hart. Una doctrina que, sustancialmente, aconseja debilitar la resistencia ajena. ¡°Es as¨ª, nunca se enfrenta frontalmente. Es muy h¨¢bil. La mayor¨ªa de veces espera que sus rivales se cuezan en su salsa¡±, apunta un miembro de la curia que despacha regularmente con ¨¦l. Pero el caso de Angelo Becciu, un poderoso cardenal que hasta hace poco fue uno de sus consejeros, no fue exactamente as¨ª. El 24 de septiembre, lo cit¨® en su despacho. Le acus¨® de haber favorecido a familiares con contratos de la Iglesia y, en una decisi¨®n ins¨®lita, lo despoj¨® de todos sus derechos como cardenal recordando al mundo que el pont¨ªfice crea, pero tambi¨¦n puede destruir. Becciu, uno de los m¨¢s influyentes y carism¨¢ticos purpurados de la curia, gran esperanza de una parte del sector italiano, ya no podr¨¢ elegir ni ser elegido.
La mayor¨ªa de Francisco seguir¨¢ creciendo, tambi¨¦n de forma pasiva (cuatro electores cumplir¨¢n 80 a?os en 2021 y perder¨¢n el voto). Nadie puede saber si Bergoglio llegar¨¢ a la abrumadora cifra de Juan Pablo II, tampoco si identifica ya a alguien capaz de mantener y continuar sus reformas. Excepto contadas ocasiones ¡ªcomo el paso de P¨ªo XI a P¨ªo XII, que fue elegido en un c¨®nclave rel¨¢mpago en 1939¡ª, es raro que un papa ponga cara a un sucesor. Ser¨ªa mejor recordar la decisi¨®n del Esp¨ªritu Santo la tarde del 19 de abril de 2005.
- Cr¨¦ditos
- Coordinaci¨®n y formato: Alberto Quero y Guiomar del Ser
- Direcci¨®n de arte: Fernando Hern¨¢ndez
- Dise?o: Ruth Benito
- Infograf¨ªa: Yolanda Clemente y Artur Galocha
- Maquetaci¨®n: Alejandro Gallardo