Contra el ¡®gatopardismo¡¯
Las ¡°estructuras profundas¡± de la sociedad dificultan los cambios imprescindibles pospandemia
Se extienden los s¨ªntomas hondos de mutaci¨®n ante la acumulaci¨®n de los efectos de dos crisis tan graves como la Gran Recesi¨®n de 2008 y el Gran Confinamiento de 2020. Se percibe un estado cambiante de la mentalidad social. El polit¨®logo Arias Maldonado habla incluso de un ¡°giro planetario¡±. Ante ello existe el temor de que las transformaciones que se est¨¢n dando a todas las escalas sean puramente cosm¨¦ticas y no var¨ªen la configuraci¨®n del poder y la propiedad. Inquieta que impere la m¨¢xima del pr¨ªncipe Salina en El gatopardo: si queremos que todo siga igual es necesario que todo cambie. Es la tesis reaccionaria de la futilidad de Albert Hirschman: todo intento de cambio pol¨ªtico y social es fallido; cualquier alteraci¨®n pretendida es, fue o ser¨¢ superficial, una fachada, y, por tanto, ilusoria, dado que las ¡°estructuras profundas¡± de la sociedad permanecer¨¢n intactas.
?Se arreglar¨¢n, por ejemplo, las tres grandes f¨¢bricas de desigualdad?: la distribuci¨®n primaria de la renta, agravada por las continuas devaluaciones salariales facilitadas por las reformas laborales; los sistemas educativos que llevan d¨¦cadas haciendo agua en su funci¨®n de garantizar la igualdad real; o la debilidad del sistema fiscal, enclenque y no equitativo. Respecto a este ¨²ltimo merece la pena observar lo que suceda despu¨¦s de las declaraciones de Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal, demandando una armonizaci¨®n fiscal global del impuesto sobre los beneficios de las empresas, para que ¨¦stas no se fuguen a los para¨ªsos fiscales. Expertos en el estudio de las desigualdades como Emmanuel Saez o Gabriel Zucman cuentan c¨®mo tanto en la derecha como en la izquierda muchos est¨¢n convencidos de que gravar a las multinacionales resulta pr¨¢cticamente imposible: si se trata de cobrarles impuestos se trasladar¨¢n a Irlanda, Singapur o quiz¨¢, en un futuro, a China. Su capital es intangible y pueden moverse a Bermudas en un nanosegundo. ?Qu¨¦ otros pa¨ªses tienen tipos impositivos bajos?: nosotros habremos de tener tipos bajos. Thomas Piketty, que acaba de publicar en castellano su ¨²ltimo libro de art¨ªculos (?Viva el socialismo!, Deusto), escribe que el nuevo Estado que saldr¨¢ de la pandemia requerir¨¢ otra fiscalidad y un registro financiero internacional para que las personas m¨¢s ricas y las grandes empresas puedan contribuir tanto como sea necesario. El r¨¦gimen de libre circulaci¨®n de capitales, establecido a partir de los a?os ochenta bajo la influencia de la revoluci¨®n conservadora, favorece de hecho la evasi¨®n de los multimillonarios y las multinacionales de todo el mundo, e impide que las fr¨¢giles administraciones tributarias pongan en marcha una fiscalidad adecuada, lo que perjudica gravemente la construcci¨®n del Estado en s¨ª mismo.
No es s¨®lo Piketty el que est¨¢ en la pista de salida con libro nuevo. Tambi¨¦n figura el economista poskeynesiano australiano Steve Keen, autor del ya cl¨¢sico La econom¨ªa desenmascarada, que publica ?Podemos evitar otra crisis financiera? (Capit¨¢n Swing), en el que reitera la actualidad de las ideas de Hyman Minsky sobre la inclinaci¨®n natural de las econom¨ªas complejas y capitalistas hacia la inestabilidad, y su tesis de que las crisis econ¨®micas no son causadas por la deuda p¨²blica sino por la deuda privada. Y la economista italianoestadounidense Mariana Mazzucato (No desaprovechemos esta crisis, Galaxia Gutenberg), que escribe que la crisis de la covid demuestra que los gobiernos han de intervenir, pero no s¨®lo para limitarse a corregir los fallos del mercado cuando ¨¦stos surgen, sino tambi¨¦n para liderar y crear mercados de modo activo, que generen un crecimiento sostenible e inclusivo. Y garantizar que las alianzas de los gobiernos con las empresas (la muy actual asociaci¨®n p¨²blico-privada que tanto va a tener que ver con el uso de los previstos fondos europeos) est¨¦n motivadas por el inter¨¦s p¨²blico y no por los beneficios.
Por ejemplo, est¨¢ bien documentado que con frecuencia las asociaciones p¨²blico-privadas en investigaci¨®n y desarrollo favorecen los ¡°¨¦xitos de venta¡± a expensas de medicamentos con menor atractivo comercial pero que son muy importantes para la salud p¨²blica, como los antibi¨®ticos y las vacunas contra numerosas enfermedades que pueden dar lugar a brotes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.