¡®Lolailo¡¯
Mientras Casado se fotografiaba con Sarkozy, D¨ªaz Ayuso dec¨ªa cosas (da igual qu¨¦ cosas) con la Casa Blanca como fondo
Soy uno de esos antiguos que no se toman la pol¨ªtica a la tremenda y que viven m¨¢s tranquilos cuando el Gobierno es s¨®lido y la oposici¨®n lo es tambi¨¦n. Con toda la crispaci¨®n que quieran: es un signo de los tiempos y puede sobrellevarse no haciendo mucho caso.
Puestos en rarezas, fui uno de esos progres que en 1996, cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar lleg¨® al Gobierno por los pelos (los de la calva de Jordi Pujol), pensaron que ya era hora. El tinglado de Felipe Gonz¨¢lez se hab¨ªa hecho insostenible.
Del Aznar presidente se pueden decir muchas cosas, bastantes de ellas horribles. Del Aznar candidato, en cualquier caso, se adivinaba el destino: aquel tipo iba a llegar antes o despu¨¦s a La Moncloa.
Ahora soy incapaz de adivinar el destino de Pablo Casado. Puestos en lo m¨¢s banal, dicen que el ¡°ojo del tigre¡±, una mirada agresiva o determinada, caracteriza a los ganadores. Al presidente del PP, en cambio, con frecuencia le asoma a los ojos (y en el rictus de la sonrisa) algo muy parecido al p¨¢nico.
Puedo estar muy equivocado, claro. Quiz¨¢ el hombre tenga las cosas clar¨ªsimas y rebose confianza. Quiz¨¢ lo de traerse al expresidente franc¨¦s Nicolas Sarkozy a la convenci¨®n del partido y presentarlo como modelo, justo cuando le pon¨ªan el brazalete electr¨®nico de condenado por corrupci¨®n, no fuera una metedura de pata sino un alarde, o una reivindicaci¨®n de las tradiciones del PP.
Quiz¨¢ lo de invocar la ¡°X¡± del caso Gali (el l¨ªder polisario pol¨¦micamente hospitalizado en Espa?a) para conectar lo de Brahim Gali con los GAL electrice las entretelas de sus votantes.
Como no soy polit¨®logo, me falta vocabulario t¨¦cnico para definir mi impresi¨®n sobre Casado y el PP de la actualidad. S¨®lo se me ocurre un t¨¦rmino: lolailo. Primero, porque evoca los a?os noventa, esa ¨¦poca con la que el casadismo se esfuerza en conectar imitando algunas ma?as de Aznar (¡°v¨¢yase, se?or S¨¢nchez¡±). Segundo, porque suena a desparpajo ruidoso y un punto hortera. Y tercero, porque en realidad no significa nada.
Hay quien se ha re¨ªdo con el viaje de Isabel D¨ªaz Ayuso a Nueva York y Washington para ser entrevistada por Telemadrid. Qu¨¦ quieren que les diga: Jordi Pujol hac¨ªa tambi¨¦n viajes a ultramar para ser entrevistado por TV3 y le daba muy buenos resultados. La pol¨ªtica tiene mucho de comedia (dec¨ªa Winston Churchill, c¨®mo no, que en pol¨ªtica cuenta m¨¢s la actitud que la aptitud) y D¨ªaz Ayuso dispone de actitud y del mejor guionista, Miguel ?ngel Rodr¨ªguez.
Mientras Casado se fotografiaba con Sarkozy, D¨ªaz Ayuso dec¨ªa cosas (da igual qu¨¦ cosas) con la Casa Blanca como fondo. Queda la sensaci¨®n (me queda a m¨ª, al menos) de que a la presidenta madrile?a todo le sale bien aunque lo haga mal, y de que al presidente del PP le ocurre lo contrario. Bueno, no exactamente lo contrario: le sale mal todo lo que hace mal. A D¨ªaz Ayuso la cosa del lolailo le funciona de maravilla. A Casado le empeque?ece.
El tiempo dir¨¢ si Casado, si D¨ªaz Ayuso o si alg¨²n otro. A m¨ª me intranquiliza la perspectiva de que podamos quedarnos mucho tiempo a solas con Pedro S¨¢nchez.
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