Cr¨®nica de pol¨ªtica nacional
Cuando m¨¢s avanza la rivalidad entre EE?UU y China, m¨¢s necesario se hace que la UE tenga su propia pol¨ªtica exterior
El hecho de que se celebren conferencias sobre el futuro de la democracia o el futuro de la Uni¨®n Eu?ropea deber¨ªa animar a los dem¨®cratas y a los europe¨ªstas, pero en realidad la Cumbre por la Democracia convocada este fin de semana por el presidente estadounidense Joe Biden y el tercer panel del gran debate ciudadano abierto hace casi un a?o por la Comisi¨®n Europea ¡ªque se est¨¢ celebrando tambi¨¦n este fin de semana en Florencia¡ª provocan una cierta angustia.
Parece evidente que lo que se est¨¢ intentando es avivar el compromiso de los gobiernos y de los ciudadanos contra el autoritarismo, porque se constata que est¨¢ en aumento en muchas partes del mundo, no solo en Rusia o en China. En la India, por ejemplo, en teor¨ªa la mayor democracia del mundo, con 1.380 millones de habitantes, el Gobierno nacionalista hind¨² de Narendra Modi adquiere tintes cada vez m¨¢s arbitrarios contra su poblaci¨®n musulmana. Modi estuvo presente en la conferencia convocada por Biden, pero en su pa¨ªs Rana Ayyub, una de las periodistas de investigaci¨®n m¨¢s conocidas por sus denuncias contra esos abusos, est¨¢ siendo objeto de amenazas, hasta el punto de que numerosos expertos de la ONU han hecho responsable de su vida al Gobierno hind¨².
Las democracias sufren en todas partes un serio desgaste. A un lado y a otro del Atl¨¢ntico se habla, y se escribe, mucho de la necesidad de hacer autocr¨ªtica, de mejorar los mecanismos de participaci¨®n y de protecci¨®n ciudadana, y se reclama rapidez, urgencia en la toma de medidas para hacer frente a lo que se valora ya como un riesgo cierto. Y, sin embargo, tanto en Estados Unidos como en Europa, no parece que se avance en acciones concretas, capaces de lograr ese objetivo. Hay algunas mejoras (peque?os pasos en el control de los extraordinarios conglomerados tecnol¨®gicos y en la persecuci¨®n del gigantesco fraude fiscal de los m¨¢s adinerados), cierto, pero el ritmo es tan poco ¨¢gil y el alcance de las reformas tan moderado que es posible que no lleguen a percibirse como mejoras sustanciales que devuelvan el prestigio al sistema.
El riesgo tiene matices propios en cada pa¨ªs o zona, pero la sustancia es parecida: tanto en Europa como en Estados Unidos, el mayor desgaste lo produce b¨¢sicamente la polarizaci¨®n pol¨ªtica interna, alentada una y mil veces a trav¨¦s de mecanismos masivos que ponen en marcha en las redes informaciones falsas, de manera intencionada. La revista The Atlantic reprochaba esta semana al Partido Dem¨®crata que act¨²e como si la amenaza sobre la democracia no fuera real, tambi¨¦n en Estados Unidos. Seg¨²n una encuesta nacional, realizada por un instituto de investigaci¨®n de la Universidad de Chicago, un 8% de estadounidenses adultos (unos 21 millones) creen que Biden rob¨® las elecciones a Trump y que es un presidente ileg¨ªtimo. La cifra no est¨¢ bajando, sino que sube mes a mes.
Si es cierto, como temen bastantes analistas estadounidenses, que en 2024 puede producirse una situaci¨®n de ¡°emergencia democr¨¢tica¡± o ¡°el gran susto¡±, como ya lo denominan algunos de ellos, y Donald Trump, una personalidad claramente autoritaria, regresa a la Casa Blanca, Europa deber¨ªa darse prisa por resolver antes algunos de sus propios problemas. El desaf¨ªo planteado por Hungr¨ªa y Polonia a uno de los principios rectores de la Uni¨®n, el imperio de la ley, no ha sido aplastado, no se ha llegado a acuerdos para regular la entrada de migrantes en la Uni¨®n ni para garantizar el derecho de asilo, y siguen existiendo profundas diferencias respecto a la pol¨ªtica exterior y de seguridad.
En enero, Francia se har¨¢ cargo de la presidencia rotatoria de la UE, pero estar¨¢ en plena campa?a electoral porque las presidenciales se desarrollar¨¢n en abril. Dif¨ªcilmente se podr¨¢ contar con Par¨ªs para avanzar en uno de los asuntos m¨¢s complicados: la llamada autonom¨ªa estrat¨¦gica europea. Cuando m¨¢s avanza la rivalidad entre Estados Unidos y China, m¨¢s necesario se hace que la UE tenga su propia pol¨ªtica exterior, de acuerdo con sus intereses y valores. Pero es evidente que la Uni¨®n Eu?ropea no tiene capacidad para actuar en ese plano sin depender de otros actores internacionales. Con Biden est¨¢ siendo todo m¨¢s dif¨ªcil de lo esperado. Con Trump puede ser simplemente peligroso.
Quiz¨¢s sea dif¨ªcil apreciarlo ahora, pero esto es una columna sobre pol¨ªtica nacional.
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