La autor¨ªa intelectual
La expresi¨®n, ajena al derecho espa?ol, se empez¨® a usar en 2004 para los atentados de Atocha, y ah¨ª sigue
El jurista alem¨¢n Christoph Karl St¨¹bel intent¨® a principios del siglo XIX que desapareciera de las leyes el concepto de ¡°autor¨ªa intelectual¡± de un crimen. Propon¨ªa que se sustituyese por el de ¡°autor¨ªa mediata¡±, pues entend¨ªa que esta locuci¨®n reflejaba mejor la idea de que alguien induce a otros a delinquir. Sus tesis influyeron en c¨®digos penales de todo el mundo, entre ellos el de Espa?a; pero definitivamente han fracasado con los peri¨®dicos.
Por ejemplo, las teor¨ªas conspiranoicas hablaban de unos ¡°autores intelectuales¡± no investigados que se hallaban detr¨¢s de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Donald Trump fue el ¡°autor intelectual¡± del asalto al Capitolio y ahora se busca a los ¡°autores intelectuales¡± de la muerte de Jovenel Mo?se, presidente de Hait¨ª asesinado en 2021. Pero rar¨ªsimamente una sentencia espa?ola recoger¨¢ esa locuci¨®n. El Diccionario del espa?ol jur¨ªdico, elaborado por las academias de la lengua y dirigido por Santiago Mu?oz Machado, ni siquiera la incluye, y s¨ª ¡°autor mediato¡±: ¡°Persona que se sirve de otra como instrumento para realizar un hecho delictivo¡±.
Si nos atenemos al significado de las palabras, el autor intelectual de un asesinato puede ser un novelista, o alguien que juega a concebir el crimen perfecto. Por tanto, el autor intelectual se quedar¨ªa en la pura ideaci¨®n. Que para eso ser¨ªa un autor intelectual (incluso muy intelectual). Pero el inductor y el instigador van m¨¢s all¨¢: llevan su acci¨®n a mover a quienes sin ella no habr¨ªan cometido el il¨ªcito.
El autor mediato ha tenido que pensar primero el delito (autor¨ªa intelectual); y, una vez pensado, decide inducir a otro (autor¨ªa mediata) a cometerlo; y por fin ese tercero lo comete (autor¨ªa inmediata). El autor mediato suele ser tambi¨¦n el autor intelectual, pero sin el segundo paso no habr¨ªa delito de su parte. El ¡°autor intelectual¡± a secas no tiene relevancia penal mientras no pase a los hechos y se convierta en autor mediato. Por ello algunos juristas critican tanto la expresi¨®n como el concepto, que adem¨¢s puede confundirse con el de ¡°autor de una obra intelectual o art¨ªstica¡±.
El Diccionario define as¨ª ¡°inducir¡±: ¡°Mover a alguien a algo o darle motivo para ello¡±. Vemos ah¨ª ¡°mover¡± y ¡°motivo¡±, ambos con la idea del movimiento.
Y si alguien mueve, alguien es movido. Si alguien es inducido, alguien lo indujo. El inductor no se limita a pensar, sino que act¨²a para que otros act¨²en. Como escribi¨® el catedr¨¢tico de Derecho Penal Joan Queralt en EL PA?S el 3 de noviembre de 2007 (refiri¨¦ndose precisamente a los atentados del 11-M), ¡°inducir es, pues, convencer y que el convencido ejecute¡±.
Una exhaustiva consulta en el banco de datos de la Academia permite observar que ¡°autor intelectual¡± empez¨® a usarse con ese sentido de ¡°autor mediato¡± durante los a?os noventa del siglo XX en el espa?ol de Am¨¦rica, y que apenas se ve en Espa?a hasta 2004 (tras los atentados de Atocha). S¨ª se nota mayor presencia en M¨¦xico, cuyo c¨®digo penal de 1994 (art¨ªculo 395, sobre despojo de inmuebles) recoge la expresi¨®n, que sin embargo algunos juristas de ese pa¨ªs proponen suprimir en su forma literal y tambi¨¦n en el concepto que refleja su art¨ªculo 13.1. En M¨¦xico la mantienen adem¨¢s las leyes propias de 11 Estados, pese a que ha sido retirada en otros 20.
La ¡°autor¨ªa intelectual¡± no se halla tampoco en los c¨®digos de Argentina, Per¨² o Colombia. Y, ya puestos a mirar, tampoco en el de Hait¨ª. Por tanto, parece m¨¢s bien un latiguillo de algunos periodistas, un efecto secundario m¨¢s de aquella teor¨ªa de la conspiraci¨®n.
Suscr¨ªbete aqu¨ª al bolet¨ªn semanal de Ideas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.