El PP no sabe c¨®mo ser de derechas
Si ante la duda han preferido echar al presidente, no se comprende por qu¨¦ no hacen ya a D¨ªaz Ayuso la jefaza del partido. Muchos medios conservadores lo tienen clar¨ªsimo
Estos d¨ªas he recordado una frase de Indro Montanelli sobre Silvio Berlusconi: ¡°No tiene ideolog¨ªa, solo intereses¡±. En ese caso estaba muy claro, sobre todo los intereses. Ahora me pregunto no solo cu¨¢l es la ideolog¨ªa de D¨ªaz Ayuso, que es m¨¢s un estilo, sino tambi¨¦n la de Alberto N¨²?ez Feijoo, porque ni idea de lo que piensa de casi nada. Y por lo que nos cuentan, son los dos extremos del partido. Pero m¨¢s bien es un antagonismo de tipo temperamental, una cuesti¨®n casi espiritual: estamos ante un problema de metem?psicosis. Seg¨²n el Diccionario de la Real Academia, es la doctrina religiosa y filos¨®fica ¡°seg¨²n la cual las almas transmigran despu¨¦s de la muerte a otros cuerpos m¨¢s o menos perfectos, conforme a los merecimientos alcanzados en la existencia anterior¡±.
Hablemos de la existencia anterior. El PP ten¨ªa dos almas, y en un momento degenerativo una de ellas abandon¨® su cuerpo y ech¨® a andar sola, y se llam¨® Vox. Quiz¨¢ es hora de cambiar de punto de vista: no es que el PP sea la matriz original y Vox un ap¨¦ndice, tal vez sea al rev¨¦s, se les fue la masa madre y se quedaron con una carcasa y una sede para vender. El PP se qued¨® sin alma, y la otra no la encuentra. Desde hace cuatro a?os no hace m¨¢s que palparse el cuerpo y buscar por los bolsillos. No sabe c¨®mo ser de derechas. Qu¨¦ quiere ser de mayor. Lo que le sale cuando quiere sonar aut¨¦ntico son cosas que suenan a Vox, se les ha olvidado c¨®mo ser una derecha europea y moderna. Bueno, a casi toda la derecha europea se le ha olvidado.
Asist¨ª por razones de trabajo al congreso del PP de julio de 2018, en que fue elegido l¨ªder Pablo Casado. Su discurso de candidatura era todo adrenalina, batasunos, Torra, Venezuela, Cuba, la Espa?a que madruga. Era puro humo, pero psicotr¨®pico, all¨ª les hac¨ªa ver y so?ar cosas. Despu¨¦s de Rajoy y su puro, quer¨ªan ca?a, meterse algo fuerte. Salieron como si se hubieran fumado algo. Vox ya estaba en el aire, a¨²n no era real, pero ellos mismos deseaban que existiera algo as¨ª. Se hizo realidad poco despu¨¦s, pero en otro ser. Vox llen¨® Vistalegre en octubre, su primera aparici¨®n seria en los medios, y en las elecciones en Andaluc¨ªa tom¨® cuerpo. Un nuevo cuerpo m¨¢s cachas que el del PP, con m¨¢s testosterona, hasta con cetme.
En el discurso que Casado pronunci¨® al ganar aquel congreso proclam¨®: ¡°?El PP ha vuelto! ?Hemos vuelto!¡±. No, en realidad segu¨ªa perdido. Donde vuelve ahora es al mismo sitio, la misma encrucijada. Cuatro a?os despu¨¦s, otro congreso, y si entonces les dio igual un m¨¢ster regalado, ahora deben decidir si tambi¨¦n pasan del contrato a un hermano en plena pandemia. El estilo Trump como tentaci¨®n, las barbaridades como manual de estilo. El problema D¨ªaz Ayuso, capaz de cargarse el partido si le da por ah¨ª, sigue intacto. N¨²?ez Feijoo, o el que venga, se lo encontrar¨¢ exactamente donde estaba, y m¨¢s crecido. Si ante la duda han preferido echar al presidente del partido, no se comprende por qu¨¦ no hacen ya a D¨ªaz Ayuso la jefaza del PP. Para qu¨¦ perder m¨¢s tiempo. Muchos medios conservadores lo tienen clar¨ªsimo. Casado tuvo un ¨²nico momento estelar en estos cuatro a?os, cuando mand¨® a Vox al diablo en el Congreso. Pero fue un discurso de un d¨ªa. Luego ya no supo c¨®mo seguir, o sinti¨® un vac¨ªo en el cuerpo.
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