La crisis del espionaje: ?y ahora qu¨¦?
Solo parece haber un pa¨ªs en el mundo al que le podr¨ªan interesar esos cuatro m¨®viles del Gobierno: Marruecos
Habr¨¢ que agradecer que el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, diera el pasado mi¨¦rcoles una explicaci¨®n m¨ªnimamente racional del cese de la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, porque hasta ese momento ni hab¨ªa sido cesada, sino ¡°sustituida¡±, ni exist¨ªa raz¨®n alguna para que hubiera recogido sus cosas y se hubiera marchado de su despacho. Finalmente, el absurdo qued¨® despejado: existi¨® ¡°un fallo de seguridad en las comunicaciones del Gobierno¡± que justificaban la destituci¨®n de la m¨¢xima responsable del servicio de inteligencia. Es decir, oficialmente el cese no tuvo que ver con el espionaje a pol¨ªticos independentistas catalanes, que fue legal (aunque es obvio que la sustituci¨®n de la se?ora Esteban se produce en un momento muy apropiado para recomponer las relaciones con ERC), sino con un espionaje exterior.
Sea como sea, se reconoce que se ha producido un fallo de seguridad en las comunicaciones del Gobierno tan importante que justifica un cambio en la c¨²pula del servicio de inteligencia. La crisis no queda, pues, ni cerrada ni aclarada, porque es necesario saber si ese fallo ha puesto, o pone, en peligro la seguridad nacional, qu¨¦ pa¨ªs extranjero fue el responsable de la manipulaci¨®n de las comunicaciones, y qu¨¦ medidas se van a tomar para mejorar los procedimientos de comunicaci¨®n no solo de los miembros del Gobierno, sino tambi¨¦n de las altas administraciones del Estado, que no parecen gozar tampoco de una gran protecci¨®n. De hecho, las embajadas de Espa?a en todo el mundo se comunican hoy d¨ªa con su ministerio a trav¨¦s de simples wasaps e e-mails, al alcance, casi, de cualquier inform¨¢tico aficionado.
Seg¨²n el CNI, los m¨®viles infectados y hackeados han sido los del presidente del Gobierno, la ministra de Defensa, el ministro del Interior¡ y el ministro de Agricultura. Es dif¨ªcil imaginar muchos pa¨ªses para los que el Ministerio de Agricultura espa?ol sea una fuente tan importante de informaci¨®n como para arriesgarse a manipular el m¨®vil del titular. De hecho, solo parece haber uno en todo el mundo al que podr¨ªan interesar esos cuatro m¨®viles en particular: Marruecos. M¨¢s a¨²n sabiendo que el titular de Agricultura, Luis Planas, fue embajador de Espa?a en Rabat de 2004 a 2010, que mantiene excelentes contactos con el pa¨ªs magreb¨ª y que el espionaje se produjo, seg¨²n el CNI, en mayo y junio de 2021, en plena crisis diplom¨¢tica con Marruecos.
No ser¨ªa el primer caso en que un pa¨ªs amigo esp¨ªa las comunicaciones de sus socios. Hace relativamente poco se produjo un esc¨¢ndalo cuando se supo que la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA) hab¨ªa espiado a varios pol¨ªticos europeos, entre otros, a la canciller alemana. Angela Merkel llam¨® al entonces presidente Barack Obama para expresarle su queja y declar¨® p¨²blicamente que consideraba ese espionaje ¡°inaceptable¡±. Su reacci¨®n fue tan firme que Obama se vio obligado a responder formalmente que Estados Unidos ¡°no est¨¢ monitorizando ni monitorizar¨¢ sus comunicaciones¡±. Es decir, no reconoci¨® ni pidi¨® disculpas formales por el espionaje pasado, pero se comprometi¨® a evitar algo semejante en el futuro. Lo mismo ocurri¨® con otros pol¨ªticos cuyas comunicaciones fueron presuntamente controladas. Fran?ois Hollande, presidente de Francia, llam¨® a consultas al embajador norteamericano, y hasta el presidente del Gobierno espa?ol, Mariano Rajoy, dijo p¨²blicamente que Exteriores hab¨ªa convocado al embajador de turno, James Costos, para expresarle su inquietud.
El problema es, pues, c¨®mo actuar a partir de este momento. Por ejemplo, c¨®mo hacer que Rabat excluya p¨²blicamente cualquier episodio semejante para el futuro. C¨®mo ofrecer una imagen de seguridad, seriedad y control tal que permita a Espa?a aspirar a tener una pol¨ªtica exterior razonablemente relevante, por s¨ª misma y como socio de dos importantes organizaciones internacionales, la Uni¨®n Europea y la OTAN (la Alianza Atl¨¢ntica celebrar¨¢ en Madrid una decisiva cumbre los pr¨®ximos d¨ªas 29 y 30 de junio). C¨®mo garantizar que las comisiones encargadas de controlar los servicios de inteligencia act¨²an con eficacia y discreci¨®n, sin que los diputados terminen por denunciarse ante el juzgado de guardia. Garant¨ªas de que este pa¨ªs cree en el imperio de la ley (y no en el imperio de los tribunales). Porque, si no, un d¨ªa nos van a declarar la guerra y algunos de nuestros diputados van a presentar una denuncia en el juzgado de guardia.
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