Este emoji (derretido) representa todo lo que nos pasa este verano

En el verano m¨¢s t¨®rrido de nuestras vidas (y el m¨¢s fresco de los que nos quedan, como se encarga alguien de recordar siempre), en el a?o cero de una nueva crisis econ¨®mica mundial que llegar¨¢ adem¨¢s con restricciones de energ¨ªa y escasez de alimentos, hay un s¨ªmbolo, peque?o y amarillo, que lo representa todo a la perfecci¨®n: el emoji de la cara derretida.

El consorcio Unicode, que se encarga de codificar los emojis, lo present¨® el septiembre pasado y los m¨®viles de Android y Apple lo introdujeron a principios de este a?o. Tambi¨¦n se puede usar en Twitter y Facebook y cualquiera que tenga un m¨ªnimo de vida digital lo habr¨¢ visto mutar y proliferar. Est¨¢, sencillamente, en todas partes. La Emojipedia, que lo describe como ¡°una cara sonriente amarilla derriti¨¦ndose en un charco¡±, avisa de que su ¡°sonrisa distorsionada se presta al sarcasmo¡± y describe que se puede utilizar de manera literal para hablar del calor extremo (uno de sus usos m¨¢s frecuentes), pero tambi¨¦n metaf¨®ricamente para expresar ¡°verg¨¹enza, apuro o hundirse lentamente en el miedo¡±.

Desde que se introdujo en los teclados, los usuarios han encontrado maneras muy creativas de colocar el emoji derretido en sus conversaciones. Para expresar burnout laboral, resignaci¨®n y sofoco. Hay enamorados que se lo intercambian cuando chatean para expresar que se funden de amor ante un gesto o una foto, pero por lo general es un s¨ªmbolo para tiempos desesperados. ¡°Es mi emoji de 2022. Lo uso en el contexto obvio de ¡®me derrito de calor¡¯ en las sucesivas olas, pero tambi¨¦n para expresar miedo, verg¨¹enza y temor. Y a veces para decir ¡®quiero desaparecer¡¯, como el meme de Homer Simpson en los arbustos¡±, resume la gestora cultural Adriana Herreros, que siempre lo tiene en su pesta?a de ¡°emojis m¨¢s usados¡± en WhatsApp. ¡°Para m¨ª, mandar ese emoji es como ver que un helado se te derrite en la mano justo despu¨¦s de haberlo pagado, tras haber hecho una cola infernal, en el ¨²nico trayecto que ten¨ªas libre entre el curro y casa¡±, dice el editor Yago Ferreiro, otro entusiasta de ese emoji, que sospecha que los integrantes de la generaci¨®n Z, que est¨¢n a¨²n en la veintena, le dan un uso m¨¢s positivo que los quemados mileniales.

Al director de cine Luis L¨®pez Carrasco, tambi¨¦n milenial, le intrig¨® al principio su significado y lleg¨® a consult¨¢rselo a sus amigos. ¡°?Es un espejismo en el horizonte, como las im¨¢genes que tiemblan sobre el asfalto? Al llegar las sucesivas olas de calor brutal no tuve duda de que representa ese derretimiento colectivo que estamos experimentando, aunque la media sonrisa que nos lanza parezca indicarnos que debemos extinguirnos con una mezcla de alegr¨ªa y resignaci¨®n¡±. El cineasta, que es tambi¨¦n docente en la Universidad de Castilla-La Mancha, subraya el perfecto y un tanto sospechoso timing de este s¨ªmbolo. ¡°Igual que introdujeron un emoji del virus justo antes de la pandemia, llega este emoji antes de un verano t¨®rrido¡±. Y se pregunta si las empresas tecnol¨®gicas ¡°se anticipan a nuestras necesidades antes de que podamos formularlas¡±.

?C¨®mo se eligen y qui¨¦n decide?

En realidad, el proceso para introducir un nuevo emoji est¨¢ regulado: hay l¨ªneas rojas (nunca habr¨¢ un pictograma que se parezca al logo de una marca y tampoco s¨ªmbolos como la esv¨¢stica) y quien tiene potestad para darles luz verde es el Consorcio Unicode, una entidad sin ¨¢nimo de lucro formada por representantes de las grandes empresas tecnol¨®gicas como Apple, Google y Facebook. Ellos se encargan tanto de rechazar o aprobar los que se presentan en peticiones populares (por ejemplo, la campa?a para conseguir uno de paella que se impuls¨® desde la Comunidad Valenciana) como de proponerlos internamente.

El caso de la cara derretida fue de los segundos. Jennifer Daniel, la persona que encabeza el Subcomit¨¦ de Emojis en Unicode y, en la pr¨¢ctica, quien se encarga de introducir nuevos pictogramas en el diccionario oficial que se hace cada a?o, se puso en contacto en 2019 con Neil Cohn, un profesor de la Universidad de Tilburg, en Estados Unidos, experto en el lenguaje del c¨®mic. ¡°Daniel me pregunt¨® si podr¨ªa usar mi conocimiento sobre manga para ayudar a crear un emoji. Tuvimos varias conversaciones a lo largo de varios meses en chats y en Google Docs. Estuvimos hablando de una convenci¨®n muy habitual en el c¨®mic japon¨¦s que se llama paperification, es decir, cuando los personajes se convierten en papel y salen volando. Esta idea era demasiado compleja para un emoji, as¨ª que pasamos la idea de la transformaci¨®n a un derretimiento, que tambi¨¦n es una acci¨®n muy convencional en la cultura visual y tiene algunos significados similares y otros m¨¢s a?adidos¡±, explica Cohn. El dise?o final de la carita lo hizo un grafista llamado Erik Carter. Por tanto, el s¨ªmbolo del a?o tiene al menos tres progenitores: Daniel (que se identifica como persona no binaria y usa en ingl¨¦s los pronombres they/them), Carter y Cohn.

Al investigador Cohn, que tambi¨¦n se ha convertido en un usuario frecuente de su propia criatura, le divierte ver los usos tan creativos que se le est¨¢ dando, pero no le sorprende. ¡°Ya lo dise?amos intencionadamente para ser muy polis¨¦mico, porque es as¨ª como se hacen m¨¢s efectivos en la comunicaci¨®n. No anticipamos todas estas ideas (la verg¨¹enza, el miedo, el agotamiento), pero al final todas se agrupan en marcos de significado relacionados con el calor o con el resultado del calor¡±, dice.

En la polisemia est¨¢ la magia de muchos emojis de tipo cr¨ªptico, como el agujero negro en el suelo o el payaso, que ha adquirido un uso ir¨®nico. ¡°Son mis preferidos. Exigen esforzarse por adivinar la acepci¨®n que ha querido darle el emisor del mensaje. Resolver el acertijo¡±, dice Adriana Herreros.

¡°Cada vez lo utilizo m¨¢s y lo uso siempre que quiero expresar algo indeterminado, con un toque tragic¨®mico e ir¨®nico. La mayor¨ªa de las cosas que sentimos hoy en d¨ªa son indeterminadas y no existen palabras para definirlas. Y de repente llega un emoji deshaci¨¦ndose que lo condensa todo¡±, coincide H¨¦ctor Garc¨ªa Barn¨¦s, autor de un ensayo, Futurofobia (Plaza & Jan¨¦s), sobre la congoja generacional ante el porvenir que lleva en la cubierta el dibujo de una persona haciendo equilibrios en la cuerda floja, pero bien podr¨ªa llevar un emoji derretido. Garc¨ªa Barn¨¦s describe gr¨¢ficamente a este pictograma ¡°como si Francis Bacon hubiese dibujado un smiley¡±. Bacon o la pintora barcelonesa Marria Prats, que actualmente expone en la Fundaci¨®n Mir¨® y que ha incorporado la iconograf¨ªa de los smileys distorsionados a su obra. ¡°Es como la descomposici¨®n de un signo que era tierno y kitsch y hoy parece est¨²pido. Por eso recoge bien nuestra ¨¦poca, en la que parece que sonre¨ªmos hacia nuestra descomposici¨®n e ironizamos sobre nosotros mismos para sobrevivir. Ya nadie utiliza caritas tristes en sentido literal, solo las usamos de manera ir¨®nica. Y por eso el smiley derretido es el mes¨ªas de todos los smileys¡±, a?ade Garc¨ªa Barn¨¦s.

El emoji derretido, apuntan muchos de sus usuarios, tiene un barniz posir¨®nico pero no c¨ªnico y sirve para empatizar y comunicar una resignaci¨®n compartida. ¡°Genera una curiosa solidaridad¡±, se?ala el autor de Futurofobia. ¡°T¨² est¨¢s quemado, yo estoy quemado. Ambos lo sabemos. Es un emoji que une¡±.

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