Medir el bienestar
Los hogares han sufrido menos el impacto de las dos crisis padecidas este siglo
Algunas de las razones por las que una parte de los ciudadanos percibe que est¨¢ peor aunque la econom¨ªa suba es porque efectivamente est¨¢ peor. As¨ª emerge esa contradicci¨®n tan habitual en los sondeos: un porcentaje opina que la situaci¨®n general va mal o muy mal aunque la suya particular se mantenga o mejore. Quiz¨¢ haya que ajustar m¨¢s eficazmente las mediciones que se hacen del bienestar y observar los l¨ªmites del PIB como indicador del progreso social. Cada vez m¨¢s a menudo se observa una distancia entre las aproximaciones m¨¢s notables de las variables socioecon¨®micas y la percepci¨®n generalizada de la realidad.
En plena Gran Recesi¨®n, en 2010, el presidente franc¨¦s, Nicol¨¢s Sarkozy, pidi¨® a tres grandes economistas (Stiglitz, Amartya Sen y Jean-Paul Fitoussi) que organizaran una comisi¨®n de expertos para estudiar si el PIB es un indicador fiable. El informe, titulado Medir nuestras vidas, aseveraba que no cambiaremos nuestros comportamientos a menos que se transforme el modo de medir los resultados econ¨®micos. Seg¨²n esos expertos, el bienestar tiene que ver tanto con los recursos econ¨®micos ¡ªlos ingresos¡ª como con aspectos no econ¨®micos de la vida de las personas ¡ªqu¨¦ cosas hacen y qu¨¦ cosas pueden hacer¡ª. Habr¨ªa llegado el tiempo de que la producci¨®n se sustituya por el bienestar, y que ¨¦ste se refiera tanto a los ingresos como al consumo. Entre los factores claves estar¨ªa el nivel de vida material (ingresos, consumo y riqueza), la educaci¨®n, las actividades personales (incluido el trabajo), las conexiones y las relaciones sociales, el entorno ambiental, la seguridad f¨ªsica y econ¨®mica, etc¨¦tera.
Ahora, la Fundaci¨®n BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaci¨®n Econ¨®mica publican M¨¢s all¨¢ del PIB. El valor de la producci¨®n dom¨¦stica y el ocio en Espa?a, en el que actualizan las ideas del informe citado. El PIB es un indicador de la actividad econ¨®mica dise?ado para mensurar la producci¨®n y la renta generados en el mercado, pero no contempla otras dimensiones relevantes para el bienestar, como, por ejemplo, las actividades productivas desarrolladas en el seno de las familias (culinarias, de limpieza y mantenimiento del hogar, cuidados de las personas¡) o el valor del tiempo que los individuos dedican al ocio. Consideran que habr¨ªa que sustituir al PIB por otro indicador denominado ¡°consumo ampliado de los hogares¡± que incluye el valor de estas actividades y que ser¨ªa una aproximaci¨®n m¨¢s completa al bienestar de los ciudadanos.
Seg¨²n este estudio, habr¨ªa que incorporar tres elementos que influyen en la calidad de la vida: el consumo, porque est¨¢ pr¨®ximo a las condiciones de vida de las familias y al grado de satisfacci¨®n de sus necesidades; los servicios p¨²blicos a los que la poblaci¨®n tiene acceso y que no generan gasto en las familias, y la producci¨®n dom¨¦stica que no se realiza en el mercado y el tiempo dedicado al ocio. Este indicador de consumo ampliado de los hogares asciende en la actualidad a cerca de los 2,5 billones de euros en un pa¨ªs como Espa?a, por lo que duplica el valor del PIB.
Esta visi¨®n ofrece una imagen distinta sobre la evoluci¨®n de la marcha de los hogares: a lo largo de las dos d¨¦cadas largas que llevamos del siglo XXI el consumo ampliado oscila mucho menos que el PIB, lo que subraya lo sucedido durante la Gran Recesi¨®n y la pandemia de la covid. Por ejemplo, en 2020, el a?o del confinamiento de la poblaci¨®n y dem¨¢s restricciones, el PIB cay¨® por encima del 11%, mientras el consumo ampliado solo lo hizo un 4,6% porque dentro de los hogares las personas disfrutaron de un ocio de otro tipo (el equipamiento en tecnolog¨ªas) y porque el trabajo dom¨¦stico (por ejemplo, con comidas preparadas en cada casa y compras online) sustituy¨® a parte del consumo del mercado, como la restauraci¨®n y el comercio presencial.
Es imposible eludir que los sistemas de medici¨®n que presten poca atenci¨®n a la intemperante emergencia clim¨¢tica proporcionan un peso insuficiente a algo que cada d¨ªa es de mayor importancia para el bienestar ciudadano.
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