Milan Kundera, el novelista que se tomaba muy en serio la filosof¨ªa (y el humor)

Que la carrera novel¨ªstica de Milan Kundera (Brno, 1929-Par¨ªs, 2023) comenzara con un libro titulado La broma, en el que relata c¨®mo la vida de un hombre termina por convertirse en un horror por culpa de un chiste, fue una declaraci¨®n de intenciones con la que el autor anticip¨® los temas que trat¨® a lo largo de su vida. La imagen del terror y la imagen de lo c¨®mico coinciden constantemente en la obra del recientemente fallecido escritor checo como el m¨¦todo para indagar las grandes paradojas de la modernidad. Porque tal y como el propio Kundera dej¨® claro en sus ensayos y en sus entrevistas, su objetivo como novelista nunca fue limitarse simplemente a retratar un r¨¦gimen determinado ¡ªlas pr¨¢cticas totalitarias del estalinismo en su Checoslovaquia natal, en la que los chistes no eran tolerados¡ª, sino explorar el comportamiento humano universal.

Con esa ambiciosa intenci¨®n, Kundera estableci¨® una relaci¨®n conjuntiva entre novela y filosof¨ªa. En sus ensayos El arte de la novela (1986), Los testamentos traicionados (1992) o El tel¨®n (2005) hay abundantes referencias a la fenomenolog¨ªa y el existencialismo heideggeriano. Pero tambi¨¦n en sus novelas se percibe la influencia de la filosof¨ªa, como cuando en La insoportable levedad del ser (1984) se refiere a la teor¨ªa del eterno retorno de Friedrich Nietzsche. ¡°En su obra existe un di¨¢logo con la filosof¨ªa europea, tanto de forma expl¨ªcita (¡­), como indirecta a trav¨¦s de la reflexi¨®n sobre preguntas y temas tradicionalmente tratados por la filosof¨ªa, como la construcci¨®n del yo o las motivaciones de la acci¨®n humana¡±, dice Iris Llop, doctora en Teor¨ªa de la Literatura con la tesis El saber de la incertesa. Kundera lector de Broch, Musil i Kafka (El saber de la incertidumbre. Kundera, lector de Broch, Musil y Kafka).

El escritor checo se inspira de la filosof¨ªa para desarrollar una teor¨ªa m¨¢s amplia de la novela, a la que define como aquello que est¨¢ orientado a proteger a las sociedades contempor¨¢neas ¡°contra el olvido del ser¡±. Este t¨¦rmino remite claramente a la obra Ser y tiempo (1927), de Martin Heidegger, donde el fil¨®sofo alem¨¢n reflexiona sobre c¨®mo el pensamiento moderno inducido por el positivismo se ha desentendido de estudiar lo propio del ser. Siguiendo esa l¨ªnea, Kundera establece, finalmente, que ¡°la novela no examina la realidad, sino la existencia¡±.

La existencia, para un intelectual como Kundera tan escarmentado del realismo dogm¨¢tico del estalinismo, no es lo que ya ha pasado, o lo que debe pasar ¡ªtraducido al marco comunista, lo que debe ser es la culminaci¨®n de la historia con la inevitable victoria de la clase proletaria¡ª. La existencia es el campo de posibilidades que tiene ante s¨ª el ser humano. ¡°?Y qu¨¦ significa la posibilidad en este contexto?¡±, se pregunta el catedr¨¢tico de Filosof¨ªa y estudioso de la obra de Kundera Manuel Barrios. ¡°Significa que la historia no est¨¢ contada de antemano¡±. ¡°Kundera detecta as¨ª el car¨¢cter abierto de la experiencia y la condici¨®n contempor¨¢nea del desarraigo humano¡±, contin¨²a Barrios, que intenta analizar en su ¨²ltimo libro, La vida como ensayo y otros ensayos. Kundera, Benjamin, Ortega (2021), el di¨¢logo de las novelas de Kundera con la filosof¨ªa europea.

Si la Era Moderna comienza con el individuo tomando consciencia de su capacidad para intervenir en el mundo y, por ende, en la historia, Kundera cuestiona en sus escritos la concepci¨®n determinista de la historia que a¨²n pervive en la filosof¨ªa europea (y en el marxismo) como un residuo de la metaf¨ªsica, y seg¨²n la cual la historia siempre progresa y las acciones humanas deben orientarse hacia este fin.

Pero la renuncia deliberada a las certezas de la historia conduce a la condici¨®n de exilio intelectual constante ¡ªexilio que en Kundera es tambi¨¦n f¨ªsico¡ª. De esta manera, Kundera se puede situar en la tradici¨®n del pesimismo metaf¨ªsico en tanto que retrata al ser humano como un ser desarraigado y al mundo exterior como una trampa ¡ªen los primeros cap¨ªtulos de La broma escribe que ¡°?El optimismo es el opio del pueblo!¡±, como una rebeli¨®n ante la alegr¨ªa impuesta¡ª.

En este punto, sin embargo, hay que detenerse para retomar la reivindicaci¨®n del humor que hace Kundera. En su ensayo Los testamentos traicionados dice: ¡°El humor no es una pr¨¢ctica inmemorial del hombre; es una invenci¨®n unida al nacimiento de la novela¡±. Hasta este extremo est¨¢n unidos el humor y la novela para ¨¦l.

¡°Kundera dice que nuestro mundo es un mundo de desarraigo¡±, apunta Barrios, ¡°entonces esto de la levedad del ser te puede parecer insoportable y caer, as¨ª, en el nihilismo; o bien aprendes a soportar lo insoportable, y asumes la levedad¡±. Es decir, para Kundera lo m¨¢s importante es aceptar la condici¨®n tr¨¢gica de la vida tal y como es. Y para ello, no hay mejor herramienta que el recurso a la iron¨ªa.

Joan Tarrida, director de la editorial Galaxia Gutenberg y traductor de algunas obras de Kundera al catal¨¢n, asegura que ¡°la gran aportaci¨®n de Kundera consiste en incluir la novela como parte a tener en cuenta del esp¨ªritu de una ¨¦poca¡±. El escritor checo considera que la novela es una forma de conocimiento. Es m¨¢s, seg¨²n su concepci¨®n, es la forma de conocimiento para llegar a iluminar el comportamiento humano universal.

Este hecho lleva al silogismo kunderiano a su conclusi¨®n final: si la novela anticipa la realidad del ser es porque se?ala que esta es la ausencia de verdades universales. ¡°Kundera considera que el conocimiento de la novela es hipot¨¦tico, no persigue una certeza o una verdad absoluta, sino mantener la interrogaci¨®n constante por la existencia y, por lo tanto, desconf¨ªa de las verdades universales¡±, seg¨²n Llop.

La ca¨ªda de esas grandes verdades, lo que en el siglo XX se llam¨® el fin de los grandes relatos, sumi¨® al pensamiento filos¨®fico en un contexto de negatividad y de tendencia al nihilismo. Y es en este contexto de depresi¨®n intelectual donde cobra mayor relevancia la querencia de Kundera por la novela. Frente a la negatividad pura que se pod¨ªa observar en otras tendencias cr¨ªticas con la modernidad ilustrada como la Escuela de Fr¨¢ncfort, o la simple tentaci¨®n de caer en el malestar existencial, el escritor checo se aferra a la condici¨®n esencial que ha imperado en la tradici¨®n novel¨ªstica desde Cervantes: el humor.

Es en esta aproximaci¨®n a las contradicciones de la modernidad donde Kundera se separa de la tradici¨®n filos¨®fica contempor¨¢nea que comienza con la fenomenolog¨ªa de Husserl y prosigue con la interpretaci¨®n que de esta hace Heidegger, que concluye con que el ser es, b¨¢sicamente, un ser-para-la-muerte. ¡°En La insoportable levedad del ser, una obra de plena madurez, se combina el aspecto cr¨ªtico, de denuncia e inconformismo con la situaci¨®n hist¨®rica heredada, con una reflexi¨®n de mucho m¨¢s calado existencial¡±, concluye Barrios, que reconoce en el escritor checo la influencia de la fenomenolog¨ªa husserliana. ¡°Husserl a¨²n ten¨ªa una veta cartesiana de buscar el universal homog¨¦neo, en Kundera el universalismo es m¨¢s complejo, por lo que es una modernidad m¨¢s madura la que est¨¢ proponiendo en sus relatos: la del hombre contempor¨¢neo que puede escapar¡±.

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