Lina Khan, la abogada milenial a la que llaman ¡°radical¡± por enfrentarse a Amazon
A sus 34 a?os, esta mujer, nombrada por Biden, planta cara a las grandes tecnol¨®gicas desde su puesto al frente del regulador comercial de Estados Unidos
Lina Khan, dicen sus colaboradores y quienes la conoc¨ªan desde sus tiempos de la escuela jur¨ªdica de Yale, no teme correr riesgos si se trata de luchar por aquello en lo que cree. Y si en algo cree esta abogada de origen brit¨¢nico es en que ...
Lina Khan, dicen sus colaboradores y quienes la conoc¨ªan desde sus tiempos de la escuela jur¨ªdica de Yale, no teme correr riesgos si se trata de luchar por aquello en lo que cree. Y si en algo cree esta abogada de origen brit¨¢nico es en que el monopolio, especialmente el de las compa?¨ªas tecnol¨®gicas, es uno de los grandes males de nuestro tiempo. No solo para los consumidores, por cuyos derechos tiene que velar como directora de la Comisi¨®n Federal de Comercio (FTC son sus siglas en ingl¨¦s), sino tambi¨¦n para la democracia misma.
Esa determinaci¨®n suya qued¨® clara pronto: Khan, que naci¨® hace 34 a?os en Londres, pero vive desde los 11 en Estados Unidos, public¨® siendo una estudiante de Derecho de tercer curso uno de los art¨ªculos cient¨ªficos m¨¢s influyentes de los ¨²ltimos tiempos. Ten¨ªa 95 p¨¢ginas y se titulaba La paradoja antimonopolio de Amazon. Seis a?os despu¨¦s, aquella alumna aventajada ha colocado los peligros de la concentraci¨®n empresarial en el centro de la conversaci¨®n de Washington. Su ¨²ltimo golpe en la mesa es una demanda presentada junto a 17 Estados del pa¨ªs contra Amazon, que uno de sus antecesores en el cargo ha definido como ¡°la m¨¢s importante de los 109 a?os de historia de la FTC¡±.
La apuesta es alta. El litigio pone en el punto de mira a dos de los accesorios ya indispensables para la vida contempor¨¢nea en este pa¨ªs: el bot¨®n de compra inmediata de Amazon y su servicio Prime, al que est¨¢n suscritos 170 millones de personas solo en Estados Unidos (m¨¢s de la mitad de una poblaci¨®n de 330 millones). Es el servicio que garantiza una entrega veloc¨ªsima de los productos en un territorio inabarcable, cubierto hasta sus m¨¢s rec¨®nditos rincones por los camiones y las cajas de cart¨®n con el logotipo sonriente de la compa?¨ªa. Ambos mecanismos, arguye la FTC, ayudan a mantener ilegalmente su monopolio a costa de los consumidores y de los vendedores que operan a trav¨¦s de la popular plataforma, a los que penalizan si los descubren vendiendo m¨¢s barato cualquier producto en otras webs, fuera de los dominios de Amazon.
Seg¨²n David Zapolski, vicepresidente senior de pol¨ªtica p¨²blica global de la multinacional, ¡°si la FTC logra su objetivo, ser¨ªa contraproducente¡±: ¡°Se traducir¨ªa en menos productos disponibles, un aumento en los precios, entregas m¨¢s lentas para los consumidores y menos alternativas para las peque?as empresas. Exactamente lo opuesto a lo que la ley antimonopolio persigue¡±. En una entrevista reciente, la abogada defendi¨® su decisi¨®n de acorralar a una empresa a la que muchos de sus compatriotas aman a la manera de quien est¨¢ inmerso en una relaci¨®n de dependencia, incluso aunque no est¨¦ claro que vaya a salirse con la suya: ¡°Seguimos los hechos y la ley donde nos llevan. Creemos que si hay mercados abiertos, justos y competitivos, esos son realmente los que est¨¢n mejor posicionados para garantizar que el p¨²blico salga ganando¡±.
La cruzada antimonopol¨ªstica de Khan hab¨ªa empezado en realidad mucho antes, al entrar en 2011 a trabajar en un laboratorio de an¨¢lisis de Washington llamado Open Markets, dedicado a desenmascarar que la ilusi¨®n de libre competencia encubre a menudo una realidad de concentraci¨®n empresarial. ¡°Cuando lleg¨®¡±, recuerda Barry Lynn, fundador de Open Markets y su primer jefe, ¡°ella no sab¨ªa nada del tema, pero era una joven enormemente inteligente. Podr¨ªa haberse convertido en una experta en cualquier campo que se le hubiera antojado. Como sociedad, somos afortunados porque escogiera pelear contra la concentraci¨®n de poder en unas pocas compa?¨ªas¡±.
Su primer encargo, aclara Lynn, fue estudiar a Amazon. Y como Jeff Bezos, fundador de la multinacional y tercer empresario m¨¢s rico del mundo, Khan empez¨® por los libros, concretamente, los electr¨®nicos: su ca¨ªda del caballo lleg¨® al darse cuenta de c¨®mo la compa?¨ªa se hizo con el mercado de e-books a base de vender los t¨ªtulos y los dispositivos Kindle por debajo de su precio. Las intenciones de esa y de otras compa?¨ªas tecnol¨®gicas que definen nuestras vidas pudieron ser buenas al principio, pero su crecimiento desmesurado cambi¨® las reglas del juego.
Ah¨ª empez¨® una obsesi¨®n que ha llevado lejos. Superada la sorpresa de su nombramiento por parte de Joe Biden en 2021, cuando se convirti¨® en la persona m¨¢s joven en ocupar la presidencia de la FTC, qued¨® clara la advertencia a las grandes compa?¨ªas tecnol¨®gicas (conocidas como GAFAM: Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft), que gozaron durante los a?os de Obama de un crecimiento sin apenas supervisi¨®n y con Trump en la Casa Blanca asistieron al fin de su luna de miel con la opini¨®n p¨²blica estadounidense y con algunos pol¨ªticos de Washington, independientemente de los partidos. En los tres a?os de Khan en el puesto, la FTC ha planteado batallas contra Microsoft por la compra de la compa?¨ªa de videojuegos Activision o contra Elon Musk por la adquisici¨®n de Twitter.
Tanto apetito por la batalla le ha valido a Khan el adjetivo de ¡°radical¡±. La suelen incluir en un grupo de j¨®venes activistas antimonopolio que ella misma bautiz¨® en un art¨ªculo: el ¡°movimiento Brandeis¡± hace honor al juez del Tribunal Supremo Louis Brandeis (1916-1939) que trabaj¨® por poner coto al gran capital y es autor de la frase: ¡°?Qu¨¦ implica la democracia? No solo libertad pol¨ªtica y religiosa, sino tambi¨¦n libertad industrial¡±. Estudiantes del pasado, sobre todo de la ¨¦poca del esplendor en la hierba de la adolescencia estadounidense (la Gilded Age), Khan y los suyos ven paralelismos entre los bezos, zuckerbergs y musks y los grandes magnates que forjaron el siglo XX americano, de Andrew Carnegie a John D. Rockefeller, en cuya efigie se inspiraron, no en vano, para crear el juego de mesa Monopoly.
Desde su despacho en la tercera planta del edificio de la FTC, Khan, que pasa parte de su tiempo en Nueva York junto su esposo, cardi¨®logo de la Universidad de Columbia, y el hijo reci¨¦n nacido de ambos, parece decidida en poner en pr¨¢ctica las teor¨ªas, tras a?os de dedicaci¨®n a un campo de la econom¨ªa arrumbado por la fe en el turbocapitalismo. Su oficina est¨¢ en uno de esos imponentes edificios neocl¨¢sicos de la avenida Pensilvania de Washington, conocida como ¡°la calle mayor de Estados Unidos¡±, dise?ados para encarnar en piedra blanca el poder del imperio. A sus puertas, una estatua vigila a los transe¨²ntes: se trata de Hombre controlando el comercio, para la que el escultor neoyorquino Michael Lantz model¨® a un tipo musculoso que pone freno a un caballo desbocado.
Las alegor¨ªas, como la naturaleza del poder econ¨®mico, han cambiado mucho desde entonces. Hoy es Khan, una joven milenial, la que se ha propuesto parar los pies a las compa?¨ªas tecnol¨®gicas que definieron el mundo en el que creci¨®.
Ap¨²ntate aqu¨ª a la newsletter semanal de Ideas.