Israel quiere demoler la misma ONU que le dio su partida de nacimiento
La ONU nunca fue tan d¨¦bil como ahora. El Consejo de Seguridad, un instrumento para la paz, es incapaz de hacer frente a la barbarie
Los seres humanos quiz¨¢s quieran ser buenos, pero son perfectamente conscientes de los grados de maldad (rapi?a econ¨®mica, tortura, limpieza ¨¦tnica, genocidio, cr¨ªmenes de lesa humanidad) de que son capaces. Para hacer frente a ese hecho, esos mismos seres humanos impusieron en la pol¨ªtica normas democr¨¢ticas y crearon instituciones internacionales destinadas a afrontar la maldad en un escenario mundial y a exigir a sus responsables rendici¨®n de cuentas. Por eso es tan importante que las instituciones internacionales nacidas a ra¨ªz de la II Guerra Mundial se mantengan s¨®lidas, y por eso es tan dram¨¢tico que la principal de todas ellas, la ONU, est¨¦ fracasando tan estrepitosamente en estos inicios del siglo XXI en su objetivo fundamental: preservar la paz, proteger la infancia y a los refugiados. Nunca como ahora se ha visto a la ONU tan impotente y a su secretario general tan cabizbajo.
En su ¨²ltimo discurso, Ant¨®nio Guterres reconoci¨® que el Consejo de Seguridad, el principal instrumento para la paz de la ONU, est¨¢ paralizado, incapaz de hacer frente a la barbarie que se desarrolla desde hace meses en varios puntos del mundo y muy especialmente en Gaza. Ni el angustioso discurso de Guterres ni pr¨¢cticamente la ONU en pleno han sido capaces de imponer un alto el fuego, vetado por Estados Unidos. El Gobierno de Israel lleva cinco meses imponiendo un castigo brutal a una poblaci¨®n civil inerme, con el resultado de cerca de 100.000 v¨ªctimas; 28.000 muertos, 11.000 de ellos ni?os, y 67.000 heridos y mutilados, de los cuales, 27.000 son menores. Naciones Unidas no ha sido capaz siquiera de lograr la llegada de suficiente ayuda humanitaria para los dos millones de habitantes de la Franja, ni de defender sus propias organizaciones sobre el terreno. Colegios, centros de refugiados e instalaciones de la ONU, hospitales, bombardeados y arrasados, periodistas asesinados en sus casas. De todos ellos deber¨ªa responsabilizarse Naciones Unidas, y por todos ellos exigir responsabilidades. Pero ni tan siquiera ha sido capaz de proteger a su agencia para refugiados en Palestina, UNRWA. Produce un m¨ªnimo consuelo saber que el Gobierno espa?ol ha sido coherente con sus obligaciones humanitarias, aumentando incluso su aportaci¨®n econ¨®mica a la Agencia.
Sea como sea, de lo ¨²nico que va a dejar memoria la ONU es de su completo naufragio, y son inconscientes quienes crean que algo as¨ª no tendr¨¢ dolorosas consecuencias, tambi¨¦n para ese mundo que no quiere darse por enterado de lo que est¨¢ sucediendo.
¡°Nuestro mundo ha entrado en una era de caos¡±, se lament¨® Guterres. Pero lo que sucede en Gaza no responde a una era ca¨®tica, ni tan siquiera al brutal atentado terrorista de Ham¨¢s, sino a un plan perfectamente organizado por parte de un Gobierno extremista y ultranacionalista que planea hacerse con territorios mediante la expulsi¨®n de sus actuales habitantes, y hacerlo con total impunidad.
El informe publicado en la revista Foreign Affairs por Aluf Benn, director del extraordinario peri¨®dico israel¨ª Haaretz, deja perfectamente claro c¨®mo Benjamin Netanyahu lleva mucho tiempo planeando la ocupaci¨®n y ¡°limpieza ¨¦tnica¡± de Gaza y Cisjordania, y c¨®mo ha ido arrastrando a la sociedad israel¨ª a esos planes, de la manera en que la historia demuestra que se hacen esas malvadas cosas, paso a paso.
Solo esa indiferencia cruel explica que la sociedad israel¨ª aceptara en 2018 la propuesta de Netanyahu de definir por ley a Israel como el ¡°estado naci¨®n del pueblo jud¨ªo¡±, de manera que solo los ciudadanos israel¨ªes jud¨ªos tienen reconocidos determinados derechos, mientras que los ciudadanos ¨¢rabes israel¨ªes pasan a pertenecer a un grupo subordinado.
Decenas de miles de israel¨ªes jud¨ªos, con la memoria viva, se opusieron a esa ley y siempre despertar¨¢ admiraci¨®n que haya israel¨ªes valientes que en un ambiente de acoso proclamen que deber¨ªa existir un ¨²nico Estado Israelo-palestino, con iguales derechos para todos sus ciudadanos, una idea que procede de los a?os cuarenta y cincuenta, pero que siempre ha tropezado con la violenta oposici¨®n de los sectores religiosos y nacionalistas m¨¢s radicales. Israel no naci¨® como un Estado religioso, pero, ojo, s¨ª lo hizo en la sala de partos de esa misma ONU que est¨¢ a punto de demoler y que fue el lugar donde se firm¨® su partida de nacimiento y se guarda el registro.
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