Nunca el periodismo ha estado m¨¢s silencioso ni m¨¢s inutilizado
Las fuerzas israel¨ªes se sienten probablemente muy protegidas al no circular relatos de sus actividades
La primera funci¨®n del periodismo es dar testimonio, contar lo que ve y explicar en qu¨¦ circunstancias se produce lo que ve. La mayor barbarie se da cuando nadie da testimonio de ella. Lo sab¨ªan los nazis en los campos de concentraci¨®n de Centroeuropa, lo sab¨ªan los estalinistas en los gulags de Siberia. El bloqueo informativo es la condici¨®n de las mayores atrocidades. Y eso es exactamente lo que el Gobierno israel¨ª est¨¢ haciendo en Gaza, imponer un bloqueo informativo sin precedentes. El Gobierno de Netanyahu prohibi¨® desde el primer momento y sigue prohibiendo, un a?o y dos meses tras la invasi¨®n de Gaza, el acceso de periodistas profesionales internacionales. A ese bloqueo se ha unido el asesinato selectivo y continuado de periodistas palestinos que han intentado informar desde dentro y que est¨¢n siendo ¡°cazados¡± uno a uno, muchas veces con sus familias, con acusaciones perfectamente indemostrables.
Nunca un gobierno de un pa¨ªs democr¨¢tico ha cerrado de una manera tan completa un territorio. Nunca el periodismo internacional ha quedado tan silencioso e inutilizado. Las fuerzas israel¨ªes se sienten probablemente muy protegidas al evitar que circulen im¨¢genes o relatos sobre sus actividades. Pero al mismo tiempo la decisi¨®n de su Gobierno les ha hecho perder completamente la credibilidad. Imposible dar verosimilitud a nada de lo que cuentan. Imposible creer nada de lo que dicen ni dar la menor fiabilidad a las acusaciones que formulan contra aquellos que matan.
?Los cinco periodistas palestinos muertos esta semana en las cercan¨ªas de un hospital de Gaza ten¨ªan algo que ver con la rama militar de Ham¨¢s o eran simplemente reporteros y han sido asesinados exactamente por su condici¨®n de tales? Da igual que el medio para el que trabajaban estuviera financiado o no por Ham¨¢s. No hay ninguna prueba de que ellos tuvieran ninguna otra actividad que no fuera la de simples periodistas, solo disponemos de la nota del Gobierno israel¨ª, es decir, de una fuente contaminada e incre¨ªble. Son, pues, cr¨ªmenes de guerra que deben ser investigados y sus autores, castigados. Quiz¨¢s pasen a?os, pero los nombres de los militares responsables de los asesinatos de los periodistas palestinos, m¨¢s de 143 desde octubre de 2023, deber¨ªan quedar guardados; las organizaciones profesionales del mundo democr¨¢tico no deber¨ªan renunciar nunca a su castigo.
Seg¨²n pasan los meses y las fuerzas militares israel¨ªes siguen bombardeando Gaza, tanto al norte, como en zonas consideradas de protecci¨®n humanitaria, con su enorme lista de v¨ªctimas civiles, resulta m¨¢s dif¨ªcil contradecir a quienes llevan tiempo denunciando que el Gobierno de Netanyahu se ha embarcado en una aut¨¦ntica operaci¨®n de limpieza ¨¦tnica. Impedir la entrada de suficientes alimentos y de suministros m¨¦dicos, dinamitar conducciones de agua, bombardear campamentos civiles con el pretexto de perseguir a uno o dos militantes de Ham¨¢s, s¨®lo tiene explicaci¨®n si lo que se pretende es crear un clima de terror que lleve a los gazat¨ªes a aceptar cualquier soluci¨®n que acabe con su espantoso sufrimiento. La operaci¨®n desencadenada por el Gobierno de Israel tras el brutal ataque de Ham¨¢s del pasado 7 de octubre de 2023 y el secuestro de m¨¢s de 200 ciudadanos israel¨ªes, nunca ha sido una guerra (el enemigo no ha tenido nunca ni aviaci¨®n, ni tanques ni artiller¨ªa pesada) sino una acci¨®n de castigo que, en cuanto tal, cumpli¨® sus posibles objetivos hace muchos meses. Continuar con una acci¨®n armada de tal intensidad en un espacio ya arrasado tiene m¨¢s explicaci¨®n como parte fundamental de un proyecto de limpieza ¨¦tnica en toda regla.
Ese proyecto exigir¨ªa tambi¨¦n la desaparici¨®n de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), creada en 1949, y sometida ahora a un ataque furibundo por parte del Gobierno de Netanyahu. La UNRWA no solo es clave para el mantenimiento de los palestinos, es el s¨ªmbolo del compromiso de la comunidad internacional con este pueblo y su desaparici¨®n supondr¨ªa una carga de profundidad contra el propio sistema de la ONU. Cerrar la UNRWA ser¨ªa un paso a favor de la barbarie y una muestra de la fragilidad del sistema internacional. Un paso, no a favor del pueblo de Israel, sino de unos dirigentes que est¨¢n dispuestos a devorar la ONU y a implicar a EE UU y a media Europa en su loca cabalgada para imponer su visi¨®n de un Israel expandido por, lo que para ellos es, una zona vital de influencia.
Empieza un nuevo a?o. Nada tiene por qu¨¦ suceder as¨ª. La barbarie, la destrucci¨®n de un sistema internacional que con todas sus imperfecciones merece ser defendido, puede ser elegida o puede ser combatida.
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