El futuro de la UNRWA est¨¢ en juego
La condena de los intentos de Israel de desmantelar la agencia de la ONU para los refugiados palestinos se ha disipado por una falta de coraje pol¨ªtico que amenaza las bases del orden internacional
La UNRWA, la agencia de la ONU encomendada de la protecci¨®n y el bienestar de los refugiados de Palestina durante tres cuartos de siglo, siempre estuvo destinada a ser temporal. La conclusi¨®n de su mandato estaba prevista en el momento de su creaci¨®n. La elecci¨®n que tenemos hoy ante nosotros es si tirar por la borda una inversi¨®n de d¨¦cadas en desarrollo y derechos humanos desmantelando ca¨®ticamente la agencia de la noche a la ma?ana, o seguir un proceso pol¨ªtico ordenado en el que la UNRWA contin¨²e proporcionando a millones de refugiados palestinos educaci¨®n y asistencia sanitaria hasta que instituciones palestinas empoderadas se hagan cargo de estos servicios.
La agencia puede verse obligada a interrumpir su trabajo en el territorio palestino ocupado el pr¨®ximo mes si se aplican las leyes aprobadas por el Parlamento israel¨ª. Las leyes paralizar¨ªan la respuesta humanitaria en Gaza y privar¨ªan a millones de refugiados de Palestina de servicios esenciales en Cisjordania, incluida Jerusal¨¦n Este. Tambi¨¦n eliminar¨ªan a un testigo que da fe de los innumerables horrores e injusticias que los palestinos han soportado durante d¨¦cadas.
El descarado intento del Gobierno de Israel de frustrar la voluntad de la comunidad internacional ¡ªexpresada a trav¨¦s de m¨²ltiples resoluciones de la ONU¡ª y desmantelar por s¨ª solo una agencia de Naciones Unidas ha motivado una condena p¨²blica y una indignaci¨®n que, en gran medida, han acabado en inercia pol¨ªtica. La falta de coraje pol¨ªtico y de liderazgo basado en principios cuando m¨¢s importa no es un buen augurio para nuestro sistema multilateral.
?Qu¨¦ est¨¢ en juego? Para los refugiados de Palestina, su vida y su futuro. El impacto de impedir el acceso a la educaci¨®n, la sanidad y otros servicios sociales ser¨¢ devastador y multigeneracional. La complicidad en este empe?o erosiona no s¨®lo nuestra humanidad, sino tambi¨¦n la legitimidad de nuestro sistema multilateral. La ausencia casi total de sanciones pol¨ªticas, econ¨®micas o jur¨ªdicas por violaciones flagrantes de las Convenciones de Ginebra, el desprecio absoluto por las resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General, y el desaf¨ªo abierto a las sentencias del Tribunal Internacional de Justicia est¨¢n convirtiendo en una burla el orden internacional basado en normas.
La guerra contra Gaza y los palestinos va acompa?ada de un ataque extraordinario contra quienes hablan o act¨²an en defensa de los derechos humanos, el derecho internacional y las v¨ªctimas de una guerra b¨¢rbara. Trabajadores humanitarios con d¨¦cadas de servicio a las poblaciones afectadas por la guerra son repentinamente etiquetados como terroristas o simpatizantes del terrorismo. Se intimida y acosa a quienes critican las pol¨ªticas y acciones del Gobierno israel¨ª. La propaganda incendiaria patrocinada por el Ministerio de Asuntos Exteriores israel¨ª aparece ahora en vallas publicitarias en lugares privilegiados de Estados Unidos y Europa, complementada por anuncios de Google que promocionan sitios web repletos de desinformaci¨®n. Se trata de esfuerzos bien financiados para distraer la atenci¨®n de la brutalidad de una ocupaci¨®n ilegal y de los cr¨ªmenes internacionales que se cometen con total impunidad bajo nuestra mirada.
El Gobierno de Israel y sus afiliados justifican las acciones contra la UNRWA alegando que la agencia est¨¢ infiltrada por Ham¨¢s, a pesar de que todas las acusaciones de las que se ha ofrecido alguna prueba han sido investigadas a fondo. Mientras tanto, Ham¨¢s acusa a la direcci¨®n de la UNRWA de connivencia con la ocupaci¨®n israel¨ª y se opone a los esfuerzos de la agencia por promover los derechos humanos y la igualdad de g¨¦nero. Lejos de ser una parte en el conflicto, la UNRWA es una v¨ªctima de esta guerra.
El objetivo de los esfuerzos para difamar y finalmente desmantelar la UNRWA es simple: eliminar el estatus de refugiado de los palestinos y cambiar, unilateralmente, los par¨¢metros establecidos desde hace tiempo para una soluci¨®n pol¨ªtica al conflicto palestino-israel¨ª. La persecuci¨®n ciega de este objetivo ha pasado por alto el hecho de que el estatuto de refugiado de los palestinos no est¨¢ vinculado a la UNRWA y est¨¢ consagrado en una resoluci¨®n de la Asamblea General que es anterior a la creaci¨®n de la agencia.
Hoy, la comunidad internacional se encuentra en una encrucijada. En una direcci¨®n, se halla un mundo en el que hemos renegado de nuestro compromiso de dar una respuesta pol¨ªtica a la cuesti¨®n de Palestina. Es un mundo dist¨®pico, en el que Israel, como potencia ocupante, es el ¨²nico responsable de la poblaci¨®n del territorio palestino ocupado, posiblemente subcontratando la ocupaci¨®n a actores privados que son a¨²n menos responsables ante la comunidad internacional.
En otra direcci¨®n, se encuentra un mundo en el que los l¨ªmites del orden basado en normas se mantienen firmes, y la cuesti¨®n palestina se resuelve por medios pol¨ªticos. Este es el camino que persigue actualmente la Alianza Global para implementar la soluci¨®n de los dos Estados, liderada por Arabia Saud¨ª, la Uni¨®n Europea y la Liga de Estados ?rabes. Este esfuerzo, que reaviva la iniciativa de paz ¨¢rabe, tiene por objeto establecer una v¨ªa irreversible hacia una soluci¨®n de los dos Estados y desarrollar la capacidad de una Administraci¨®n palestina que gobierne un futuro Estado de Palestina, incluida Gaza.
Este es el camino para el que se cre¨® la UNRWA. A la espera de la creaci¨®n de un Estado palestino, la agencia ser¨¢ fundamental para garantizar que los ni?os de Gaza no est¨¦n condenados a vivir entre los escombros, sin educaci¨®n y sin esperanza. Ninguna otra entidad, salvo un Estado que funcione, puede proporcionar educaci¨®n a cientos de miles de ni?os, y atenci¨®n sanitaria primaria a millones de palestinos. En el marco de una soluci¨®n pol¨ªtica, la UNRWA puede concluir progresivamente su mandato, con sus profesores, m¨¦dicos y enfermeras convirti¨¦ndose en la mano de obra de instituciones palestinas capacitadas.
Todav¨ªa tenemos una oportunidad para evitar un futuro catastr¨®fico en el que la potencia armament¨ªstica y la propaganda configuren el orden mundial, determinando d¨®nde y cu¨¢ndo se aplican los derechos humanos y el Estado de derecho, si es que se aplican. Las herramientas e instituciones necesarias para defender y reforzar nuestro sistema multilateral y el orden basado en normas existen y son adecuadas: s¨®lo necesitamos encontrar el valor pol¨ªtico para utilizarlas.
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