El Pent¨¢gono investiga asaltos y robos a civiles iraqu¨ªes por parte de sus soldados

Mientras contin¨²a el esc¨¢ndalo por las torturas a presos en la c¨¢rcel de Abu Ghraib, en las afueras de Bagdad, el Pent¨¢gono ha abierto una nueva investicaci¨®n tras las denuncias de robos y asaltos por parte de las tropas de Estados Unidos contra civiles iraqu¨ªes. Seg¨²n fuentes del Departamento de Defensa, las denuncias presentadas por ciudadanos iraqu¨ªes hacen referencia a supuestos robos y violencia f¨ªsica perpetrados durante registros domiciliarios y controles de carreteras.

Las primeras denuncias sobre los desmanes han sido publicadas en el diario The New York Times, que revel¨® que en algunos casos los soldados utilizaron el pretexto de confiscar fondos a posibles insurgentes o a sus colaboradores para robar dinero a iraqu¨ªes detenidos en los controles de carretera. El Ej¨¦rcito investiga acusaciones de que en sus misiones, los soldados golpearon con patadas y pu?etazos a civiles o dispararon sus armas para asustarlos o intimidarlos, seg¨²n el diario. Los abusos se produjeron no s¨®lo en controles de carretera, sino tambi¨¦n durante redadas domiciliarias o patrullas.

Varias organizaciones defensoras de los derechos humanos han expresado su inquietud sobre el comportamiento de los soldados estadounidenses. De hecho, un informe del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja hace referencia al "comportamiento brutal" de los soldados de EE UU durante operaciones de detenci¨®n, que "parecen ir m¨¢s all¨¢ del uso de la fuerza razonable, leg¨ªtima y proporcional requerida para detener" a los sospechosos.

Confiscaci¨®n de bienes

En los 14 meses transcurridos desde la invasi¨®n de Irak, las tropas de la coalici¨®n encabezada por Estados Unidos han llevado a cabo miles de redadas en viviendas iraqu¨ªes para tratar de capturar a sospechosos del r¨¦gimen del ex presidente Sadam Husein o de llevar a cabo actividades contra EE UU. En estas redadas, seg¨²n portavoces militares de EE UU en Bagdad, se suelen confiscar bienes ante la sospecha de que puedan emplearse para financiar a las guerrillas que atacan a las tropas de la coalici¨®n. La semana pasada, un portavoz de las autoridades de ocupaci¨®n estadounidenses indic¨® que varios soldados de este pa¨ªs hab¨ªan recibido sanciones disciplinarias por "conducta inapropiada" durante esos registros.

El Pent¨¢gono trata de esclarecer en una investigaci¨®n paralela qui¨¦nes son los responsables de las torturas perpetradas contra presos iraqu¨ªes en la c¨¢rcel de Abu Ghraib, que comenzaron a salir a la luz p¨²blica en una serie de fotograf¨ªas el pasado abril. Adem¨¢s, los investigadores militares examinan posibles abusos perpetrados en otras prisiones iraqu¨ªes y en Afganist¨¢n.

Seg¨²n el portavoz del Pent¨¢gono, Bryan Whitman, las investigaciones abarcan "denuncias sobre asaltos, robos y otros asuntos que se extienden m¨¢s all¨¢ de las investigaciones acerca de las actividades en los centros penitenciarios". Hasta ahora, el Gobierno de EE UU ha insistido en que los abusos de Abu Ghraib fueron obra de un n¨²mero reducido de militares que no representan al grueso de los 138.000 soldados destacados en Irak. Sin embargo, esta tesis resulta cada d¨ªa m¨¢s insostenible.